Una vez una amiga me preguntó: "¿por qué te gusta tanto la novela policiaca?". Bueno, me gusta por varias razones. En primer lugar, porque es fácil de leer, tanto en español como en inglés; no exige mucha concentración, así que es la lectura perfecta para viajes, vacaciones, ratos de descanso. Además, es un género con reglas claras y definidas, que se podrían resumir en: "hay un misterio -generalmente, un crimen-, y una persona debe desentrañarlo". A partir de este planteamiento común, es apasionante observar las variantes, modificaciones y reinvenciones del género, que sigue muy vivo en la actualidad (no hay más que mirar la amplitud de las secciones de novela policiaca en las librerías).
Este es un breve repaso a algunos de los nombres fundamentales del género:
Los clásicos:
1.- Edgar Allan Poe: Aunque se le conoce fundamentamente como autor de cuentos de terror, para muchos es también el inventor del relato policiaco en su forma moderna con "Los crímenes de la Rue Morgue", en que aparece un detective intelectualmente superdotado (Chevalier Auguste Dupin), una habitación cerrada, un cadáver y muchas preguntas sin resolver. Dupin sólo volvió a aparecer en otras dos historias de Poe, "El misterio de Marie Rogêt" y "La carta robada", pero estos tres relatos fueron suficientes para dejar sentadas las bases del género.
2.- Arthur Conan Doyle: Y si se trata de encontrar los modelos fundacionales de la novela policiaca, cómo no referirse a Conan Doyle y su Sherlock Holmes. Desde su primera aparición en
Estudio en escarlata hasta su desaparición en 1927 con
El archivo de Sherlock Holmes (muerte y resurrección de por medio), Doyle marcó la pauta que luego seguirían muchos otros -hasta llegar a nuestro querido Dr. House. Su detective, dotado de una inteligencia sobrehumana aunque social y personalmente inestable, y su inseparable compañero, el Dr. Watson, se pasearon por 4 novelas y 56 historias cortas antes de desaparecer, dejando establecido el canon del género policiaco.
3.- Agatha Christie: El otro gran nombre del género, Agatha Christie escribió unas 80 obras del género policiaco, entre novelas y libros de relatos, y dio luz a dos detectives distintos pero igualmente memorables: el petulante y sofisticado Hércules Poirot, y la adorable pero terrible anciana Miss Marple. Las novelas de Christie suelen tener un desarrollo lento, largas presentaciones de situación y personajes, antes de que se produzca el crimen en cuestión, y suelen estar llenos de pistas falsas que hacen que el lector sospeche de todos los personajes salvo del propio detective. Algunas de las obras más conocidas de esta autora han sido llevadas al cine o al teatro, como
Diez negritos,
Muerte en el Nilo o
Tres ratones ciegos -adaptada con el título de
La ratonera-.
4.- Georges Simenon: Menos conocidos que los anteriores, pero quizás más literario que ellos en su estilo y sus intenciones, el belga Simenon es el creador del comisario Maigret, un detective parisino inteligente -pero no de una manera tan sobrehumana o abrumadora como sus predecesores- y humano, iniciando de alguna manera la tradición del "detective sufriente" que han prolongado varios escritores actuales. Las historias de Maigret suelen ser pausadas, casi estáticas, sin tantos giros sorprendentes o revelaciones cataclísmicas como las de Conan Doyle o Agatha Christie. Esto no quiere decir que sean aburridas, sino que su interés está en otra parte: en la presentación de los personajes y la sociedad que rodean al crimen.
5.- Gastón Leroux:
A Leroux le corresponde, se puede decir, el honor de cerrar un subgénero que inició Poe con la Rue Morgue: el del "misterio de la habitación cerrada".
El Misterio del Cuarto Amarillo está considerado por muchos como el modelo último y definitivo de este tipo de novela, en el que el crimen se ha cometido en una habitación cerrada a cal y canto, sin salidas posibles, y en la que aparentemente sólo se encontraba la víctima. Después de él se han escrito otras novelas similares -por ejemplo,
El hombre vacío de John Dickson Carr-, pero no han logrado superar la complejidad o el ingenio de la de Leroux.
6.- Dashiell Hammett:
Por terminar con los clásicos, citemos a Hammett, autor de novelas como
Cosecha Roja o
El halcón maltés, considerado como el iniciador o el maestro del subgénero del
hard-boiled o "novela negra", en el que el detective no alcanza la solución del misterio necesariamente a través de la inteligencia, sino a través de la insistencia, la falta de escrúpulos y también, a veces, la violencia o la suerte. En sus novelas -como en las de Raymond Chandler, creador del detective Phillip Marlowe-, la ley y la moral no siempre van de la mano, y el resolver el crimen no siempre significa salir triunfador...
Los actuales:
1.- P.D. James: Creadora del detective-poeta Adam Dalgliesh, P.D. James podría considerarse como una continuadora de la obra de Agatha Christie, tanto por sus entornos ingleses como su detallada presentación de ambientes y personajes, aunque James quizás tenga un estilo algo más irónico que Christie, lo que hace su lectura más entretenida.
2.- Henning Mankell: El escritor sueco actual más conocido, con permiso de Stieg Larsson, es el creador de Kurt Wallander, un detective solitario, profesional pero un poco amargado. Sus novelas, generalmente muy bien escritas y planeadas (con la excepción de
Firewall, que no me gustó nada), cuentan detalladamente todo el proceso policial -investigación, burocracia, interrogatorios...- desde que se produce el crimen hasta que se resuelve.
3.- Andrea Camillieri: Para muchos -entre los que me cuento-, el mejor escritor de novela policiaca contemporáneo. Basado -en el nombre y en su apetito voraz- en el inspector Carvalho de Vázquez Montalván, su inspector Salvo Montalbano, de Vigata, es un hombre inteligente, irónico, epicúreo, independiente y algo decadente, y las novelas de Camillieri están llenas de sentido del humor, de ligereza y de personajes grotescos. ¿Se casará algún día Montalbano con Livia?
4.- Michael Connelly:
De los escritores actuales, y quizás por su origen estadounidense, Michael Connelly es el más cercano al género del
hardboiled y a los tópicos
hollywoodienses de la novela de detectives: su detective, Hieronymus 'Harry' Bosch es un tipo duro -pero con sentimientos-, enfrentado con la burocracia policial y con problemas personales y profesionales, que siempre resuelve los crímenes de una manera heroica y violenta, sin importarle las consecuencias.
5.- John Connolly:
Sus obras suponen, cada vez más a medida que avanza su carrera, la mezcla de dos géneros: el policiaco y el de terror. Comenzó siendo un escritor de novela negra especialmente irónico y atrevido con
Todo lo que muere, para ir dando paso a más elementos sobrenaturales. Lo mejor de sus novelas, más que el detective Charlie Parker, torturado por su pasado, son dos personajes secundarios: Angel y Louis, una pareja de asesinos gays que ayudan a Parker cuando este lo necesita. Cuando aparecen en acción, uno sabe que se lo va a pasar bien durante unas cuantas páginas.
6.- Ian Rankin: Escritor escocés, Rankin sitúa sus novelas policiacas en Edimburgo y sus alrededores. Su detective, el Inspector Rebus, se parece un poco al Harry Bosch de Michael Connelly: está al margen de las intrigas políticas de la policía, es independiente, algo violento y tiene un alto sentido de la moral y la responsabilidad. Probablemente no es el mejor de los escritores citados, pero sí es uno de los que más vende, sobre todo en Europa.
¿Me olvido de alguno? Me lo podéis recordar en los comentarios...