Año de publicación: 2022
Valoración: entre recomendable y está bien
En mi selección de las mejores cubiertas de 2022 incluí, en último momento, la de este libro de Juan Tallón, que, a su vez, ha aparecido en varias listas de los mejores libros del año pasado. Lo cual, ya sabemos, no tiene por qué significar gran cosa, pero, en todo caso, ambas circunstancias picaron mi curiosidad, mas aún por cuanto Obra maestra trata de un hecho real: la desaparición de una obra del afamado escultor Richard Serra que pesa (o pesaba) nada menos que 38 toneladas; 38 toneladas de acero corten que, he de aclarar, se esfumaron de la nave industrial donde estaban depositadas, no del Museo Reina Sofía, al que pertenecían (que eso sí que habría sido una virguería digna de un supermago). Tal hecho ocurrió en 2005 o , mejor dicho, fue en el año 2005 cuando la prensa se enteró de lo ocurrido y la dirección del museo tuvo que asumir su responsabilidad (aun de aquella manera) públicamente -y a nivel interno, que hasta entonces, naranjas de la China...-; es de suponer el consiguiente y justificado recochineo en los medios de comunicación de todo el mundo y en el mundillo del arte en particular.
Para construir su novela de (más o menos) no ficción, Tallón echa mano de diferentes testimonios, tanto auténticos como recreados o inventados, de distintas personas que tuvieron algo que ver con la investigación del asunto -responsables del museo o de la empresa depositaria, policías, jueces, políticos, el mismo artista...- o con la obra de arte, siquiera tangencialmente. Pero también con otras obras del mismo escultor o simplemente, con el propio Richard Serra, en algún momento de su trayectoria. entre estos testimonios, que no están ordenados cronológicamente, sino por "temas", por así decirlo y que saltan de una época a otra, se encuentra el del propio Juan Tallón, que explica cómo fue el difícil proceso de documentación del libro y, de paso, aprovecha para resarcirse de los palos en las ruedas que les pusieron algunas personas, aunque también para reconocer la ayuda de quien se la prestó.
El resultado de toda esta afluencia -e incluso profusión- testimonial, si bien en ocasiones resulta bastante divertida, también hay que decirlo, se parece a cuando uno contempla una máquina barredora que limpia el suelo de una plaza o a una lijadora quitar el barniz de una mesa de madera: es fascinante observar cómo va surgiendo la veta natural de la madera o o se recupera la pulcritud del enlosado, pero, al tiempo, las evoluciones de ambas máquinas, si centramos en ellas nuestra mirada, no dejan de ser reiterativas y un tanto soporíferas... No digo que sea el caso de este libro, ni mucho menos, pero quizá sí que sobren unas cuantas declaraciones de algunos personajes, que, la verdad, no entiendo bien qué pintan en el conjunto, aparte de rellenar páginas. Claro que tampoco me cabe duda de que la intención del escritor no era tanto dilucidar un misterio o ni tan sólo exponerlo a la luz pública, como proporcionarnos un panorama de todo lo que rodea a la creación, exposición e incluso muerte de una obra de arte, más aún en un caso como éste, en el que la obra nace del acero fundido y acaba, tal vez, convertida en chatarra y vuelta a fundir. Ojo cuidao: que nadie busque aquí, no obstante, una de esas sátiras (por otro lado, bastante manidas) sobre la supuesta estafa, según la "sabiduría popular" expresada por los opinadores "sin complejos", que constituye el arte contemporáneo; no se cuestiona en ningún momento -o sólo de forma puntual en algún "testimonio"- la categoría artística de la obra de Serra ni de cualquier otro artista. En todo caso, es algo que debe decidir el lector, si es que se convierte en espectador de las mismas.
Lo que sí hace Tallón es poner esta obra de arte -o de forma más interesante aún, quitarla... Como se dice en una de las aseveraciones recogidas en el libro: "La obra maestra es robar la escultura de Richard Serra, no hacerla."- en el centro de una enorme convergencia de esfuerzos, ideas, declaraciones, tiempo y, claro está dinero. Por lo demás (y en esto sí que se da la razón a los críticos con el arte contemporáneo), da lo mismo si lo que se encuentra en ese vórtice, en medio de tantas reflexiones, preocupaciones y acciones de tanta gente es una gran obra de arte, un monumental trozo de chatarra o, simplemente, el vacío.
Otros títulos de este autor reseñados en Un Libro Al Día: Libros peligrosos