miércoles, 30 de abril de 2025
VV.AA.: La Isla Efímera
martes, 29 de abril de 2025
Siân James: Aquella tarde
Año de publicación: 1975
Traducción: Esther Cruz Santaella
Valoración: Bastante recomendable
Este libro podría titularse "A year in the life", más o menos como la archiconocida canción de los Beatles. Porque un año es lo que transcurre entre el comienzo y el final de la novela, entre el momento en que Anna, viuda de unos 35 años y con 3 hijas, se encuentra con Charlie y el momento en que... No, tranquilos, que no desvelaré nada.
Lo anterior podría indicar que Aquella tarde es una novela romántica al uso y, en cierta forma, en sus páginas iniciales lo es. Mujer conoce a hombre (o viceversa), primeras semanas emocionantes y agotadoras, deseo y dudas sobre el pasado y el presente, cierto distanciamiento con las hijas, etc. Pero la novela es algo mucho más amplio y más complejo que todo lo anterior. Fundamentalmente, por tres motivos.
El primero de ellos es que, sin olvidar en ningún momento que Aquella tarde tiene en su centro la relación entre Anna y Charlie, esta explora en otras relaciones familiares. Especialmente bien tratada me parece la relación de Anna con su padre.
El segundo es su vinculación al momento histórico en el que está escrito. Se trata de una novela del año 1975 y han pasado apenas 7 años de mayo del 68, la revolución sexual, etc. Pero una viuda que se "lía" con un hombre algo más joven es algo que no todo el mundo está dispuesto a aceptar. A veces, incluso, ni su propia protagonista.
El tercero y más importante, y en cierta medida vinculado al punto anterior, es que Aquella tarde es una novela de formación / toma de conciencia por lo que supone de revelación sobre el pasado, sobre anteriores relaciones propias y ajenas, sobre el descubrimiento de tiempos e historias que quizá no nos pertenecen del todo, sobre cómo a veces decidimos cosas de manera instintiva y luego buscamos motivos que respalden esa decisión.
Los citados motivos dotan de complejidad, por tanto, a un personaje protagonista y a una novela que crecen, especialmente, en su segunda mitad y que solo se ve "lastrada", a mi entender, por ciertos pasajes algo melodramáticos y por esas voces infantiles tan difíciles de conseguir. Lo sé, tengo un problema con los libros que incluyen voces infantiles. Ya me pasó con Helena o el mar de verano y, en menor medida, con El príncipe destronado. ¿Será grave, doctor?
lunes, 28 de abril de 2025
Olga Ravn: Los empleados
Título original: De ansatte
Año de publicación: 2018
Traducción: Victoria Alonso
Valoración: para mí, recomendable
Si digo que esta novela supone una deconstrucción posmoderna de la ciencia-ficción cultivada por Stanislaw Lem y Philip K. Dick, más de uno y una entre quienes nos leen se mosquearán por:
- Considerarme un pedantuelo gafapástico con ganas de dar la nota.
- Considerarme un hereje provocador con ganas de dar la nota.
- Considerarme un gilipuertas, sin más. Con ganas de dar la nota, eso sí...
- No hay ninguna deconstrucción, sino que nos encontramos ante una narración fragmentada en múltiples testimonios emitidos por un número igualmente indeterminado de declarantes y que, en principio, pueden dar una apariencia caótica, pero que en verdad nos van guiando de manera firme por toda la narración, hasta su desenlace.
- Cierto que es una novela de Ciencia-Ficción "blanda" que deriva por momentos hacia una metafísica algo difusa, expresando los personajes -es decir, los declarantes o testigos a los que me he referido- sus dudas sobre su identidad, la fiabilidad de sus recuerdos o la finalidad de su misión. Si esto no os recuerda a la narrativa de Lem y de Dick, indiscutibles -y fundamentales- autores de Ciencia-Ficción, ya me diréis...
- Por otra parte, tanto Philip K. Dick como Stanislaw Lem ya resultan suficientemente posmodernos-; de hecho, no se puede serlo más-, aunque sus nombres no se encuentren en los tratados de literatura "seria". Así que hacer una deconstrucción, construcción o doble tirabuzón de sus obras sería redundante.
domingo, 27 de abril de 2025
Yukiko Motoya: Mi marido es de otra especie
Título original: Irui konin tan (異類婚姻譚)
Traducción: Jordi Fiblia y Keiko Takahashi
Año de publicación: 2016
Valoración: Se deja leer
Yukiko Motoya es una figura interesante en el panorama literario japonés contemporáneo. No solo ha ganado múltiples premios literarios, incluido el Akutagawa, sino que también fundó su propia compañía teatral, donde ejerce como dramaturga y directora. Si entran a su sitio web (http://www.motoyayukiko.com/), con solo ver los carteles de las obras que ha montado, pueden darse cuenta de que los temas que aborda no son para nada convencionales. Además, suelen estar representados de una manera, digamos, exótica. Sin embargo, no encontré nada de esa excentricidad en los cuentos incluidos en este libro.
El cuento más largo, Mi marido es de otra especie, es el más interesante. La premisa es prometedora: una mujer se percata de que su marido se parece cada vez más a ella. No solo en los hábitos o expresiones (algo normal en una pareja que lleva muchos años casada), sino también físicamente, como si se tratara de una especie de mimetización reptiliana. La gradual metamorfosis del marido parece servir a una manipulación subconsciente, en la que la protagonista, ahora sí, pierde la voluntad y actúa emulando el comportamiento de su esposo.
El cuento da para pensar sobre diversos temas, desde la mitología y el folclore, hasta cuestiones de viva actualidad como la hiperindividualización de la sociedad, la inercia de la rutina, la falta de confrontación, la inmadurez o la evasión de responsabilidades propias de la vida adulta. Claro está, estas son interpretaciones personales: todo esto se encuentra enterrado bajo varias capas de situaciones absurdas y fantásticas. Sin hacer spoiler, el final no fue lo que esperaba. La propuesta que encontraba tan estimulante quedó tan diluida que terminé el cuento como lo había empezado, sin mayor consecuencia. Me pareció un experimento, si acaso entretenido, fallido.
Los otros cuentos, mucho más cortos, tienen a su vez elementos fantásticos y/o paranormales con un aire blackmirroresco. Si bien presentan situaciones inquietantes o perturbadoras (cualquier emoción provocada por la lectura es más que bienvenida), la falta de clímax y los finales abiertos me dejaron un tanto frustrado.
Motoya escribe de una manera que mantiene el interés, con un estilo que equilibra lo extraño y lo cotidiano. Aunque no siempre logre cerrar con fuerza las ideas que plantea, su propuesta literaria me resultó un tanto refrescante. 'Mi marido es de otra especie' tal vez no deslumbre, pero sí deja entrever una voz singular, lo cual, en estos tiempos, ya es bastante.
sábado, 26 de abril de 2025
Edson Lechuga: Infarto
- La prosa: intensa, expresiva, proclive al uso de recursos estilísticos muy bien implementados (el registro oral repleto de mexicanismos, la falta de mayúsculas, la narración en segunda persona, la constante repetición de palabras, pasajes o ideas...).
- La estructura: aunque en un inicio no permite que el argumento principal fluya, pues la salpican muchos "flashbacks" y reescrituras de escenas previamente vistas, ayuda no sólo a construir los protagonistas, sino que da una textura harto interesante a los capítulos.
- El escenario: retrata con sumo acierto Ecatepec, un barrio marginal, pobre violento y peligroso (que «no es el culo del mundo, sino el grano supurante del culo del mundo»), y México («todos saben que en este país gelatinero denunciar un delito es lo mismo que tirarte un pedo: / todos lo huelen pero nadie investiga quién fue el gracioso»), así como la manera en que ambos contextos moldean a sus habitantes.
- Su humor: negro y ácido, cuando acierta lo hace a lo grande, hasta el punto de que me he reído varias veces de las ocurrencias de Lechuga.
- La reiteración: aunque es deliberada, estilísticamente está muy lograda y argumentalmente queda bien integrada en el conjunto, llega a hacerse pesado releer por enésima vez el mismo pasaje.
- El clímax: pese a que se nos anticipa desde el principio, no llegamos definitivamente a él hasta dar muchos rodeos, por lo que cuando por fin lo hacemos se siente un tanto abrupto y frustrante.
viernes, 25 de abril de 2025
Gloria Anzaldúa: Borderlands / La frontera: La nueva mestiza
Traducción: Carmen Valle
Año de publicación: 1987
Valoración: Bastante recomendable
jueves, 24 de abril de 2025
Àlex Oró: Quadrophenia
Año de publicación: 2024
Valoración: Muy recomendable para fans
Me da un poco de rabia porque la memoria se me emborrona un poco al intentar recordar este punto: puede que fuese Txomin, en su momento mi suministrador de discos de los 70, quien me dio a conocer Quadrophenia. Lo que sí puedo afirmar es que poco después no paré hasta encontrar el ejemplar que buscaba, con su generoso taco de fotos en el interior y con el corte (Doctor Jimmy) que el franquismo había censurado, y sé también con exactitud dónde lo compré. Pero tampoco puedo recordar dónde vi por primera vez, la primera de muchas, la película del mismo título, de 1979, que por supuesto incorporé algo más tarde a mi vieja y muy pequeña colección de vídeos. Aun así, tanto el disco como la película dejaron una profunda huella, hasta el punto de que al leer este libro de Àlex Oró no me hizo falta escuchar de nuevo aquellas canciones, porque estaban muy frescas en mi cabeza.
Entre las sesenta y dos reseñas que rulan bajo la etiqueta Libros sobre música (ver aquí a la derecha) hay un poco de todo, pero en un vistazo rápido veo muy pocos libros que traten sobre un disco en concreto. Es una primera cualidad que le veo al trabajo de Àlex Oró, me parece valiente y demuestra capacidad para centrarse en algo muy concreto sin tener que recurrir a material de acompañamiento. Porque, como apuntaba antes, estamos hablando básicamente sobre Quadrophenia, el disco doble que The Who publicaron en 1973.
The Who era un grupo bastante potente con varios discos a sus espaldas, de éxito más bien irregular, quizá ensombrecido por los Beatles y los Stones, aunque con seguidores numerosos y muy fieles. Habían publicado Tommy, lo que se denominaba una ópera rock, es decir, un trabajo conceptual con canciones que en su conjunto contaban una historia, y tras otro ambicioso intento, este fracasado, su guitarrista y compositor principal Pete Townshend (que algunos conocerán por su afición a destrozar guitarras en sus conciertos) concibió Quadrophenia en la misma línea, una narrativa construida a través de docena y media de canciones. En ella se cuenta la historia de un joven de clase obrera a principios de los 60, con problemas mentales o de personalidad, que busca integración y reconocimiento en el movimiento mod, de cierta relevancia en aquella época.
El relato que presenta el disco no es que sea muy original, pero el enganche con esta corriente musical le dio buenas dosis de popularidad, aunque ni The Who ni su música podían etiquetarse propiamente como mods. La película del mismo título que se estrenó unos años más tarde contribuyó a crear una especie de mito mod, recuperando las famosas peleas en las playas de Brighton y la efímera vida de estas pandillas juveniles, todo lo cual dejó cierto rastro en algunos grupos que ya en los 80 quisieron revivir su estética y sus ritmos.
Pero aquí hablamos de libros, y hay que decir que el de Àlex Oró, sin perder en ningún momento el foco en la historia del disco, cuenta con eficacia y sobriedad su génesis, disecciona algunas partes de su libreto y analiza sus intenciones, la posición de los miembros del grupo, el entronque de la historia con algunos aspectos del movimiento mod, y la influencia que representó en el mundo de la música. Hubiera sido fácil (y buen reclamo para lectores ávidos de chascarrillos) extenderse en episodios frívolos sobre adicciones al alcohol o las pastillas, los destrozos en los hoteles o las peleas, que dejarían en simple anécdota los encontronazos entre los hermanos Gallagher, por ejemplo.
Había ahí material de sobra para llenar bastantes más páginas de tópicos del mundo del rock, pero el autor no se deja llevar por la tentación y lo reduce al mínimo indispensable. Lo que interesa es cómo se llegó a crear ese disco, cuál fue su significado y por qué se convirtió en un referente de cierta forma de componer en aquellos años 70, hasta convertirse en un hito de la época. Si acaso, quizá al libro se le puede reprochar que ponga el acento más en el aspecto narrativo y mucho menos en el puramente musical. Pero aun así, ningún aficionado a la música de aquellas décadas ya tan lejanas debería dejar de leerlo.
miércoles, 23 de abril de 2025
Álvaro Colomer: Aprende a escribir
Idioma original: español
Año de publicación: 2025
Valoración: muy recomendable
En otro contexto, uno podría especular si alguno, de entre la centena aproximada de autores que se incluye en Aprende a escribir, no fuera el mismo autor, oculto bajo alguna guisa, y describiendo su propio modus operandi. Quizás hubiese sido una cuestión a plantear cuando acudí a la tumultuosa presentación del libro, hace algunas semanas, en una conferencia que contó con la inestimable presencia de un Enrique Vila-Matas ataviado con una gorra que le daba un aire de timidez esquiva. No lo hice, porque tampoco soy mucho de llamar la atención, aunque el acto me permitió constatar la preocupantemente alta media de edad de los asistentes, cuestión que algún día habrá que abordar.
Hago el comentario porque Colomer parece responder a una especie de perfil promedio de los descritos en este libro. Periodista, cronista, autor de novela juvenil y de novela para todos los públicos (...), también reseña con cierta regularidad en medios de gran divulgación, y ejerce de eso tan socorrido que se viene a denominar agitación cultural que, desde luego, sería un concepto idóneo como carrera profesional, si existiese la mínima posibilidad de hacerse rico con ello.
De su desempeño en Zenda surge la mayoría de los textos que incluye esta colección de artículos. Algunos se mantenían inéditos y, aunque con paciencia y orden, podríamos hacernos con muchos de ellos, entonces no contaríamos con la estructura que Colomer les otorga al dividirlos en bloques. No hablamos de entrevistas transcritas, sino de textos trabajados, apenas dos o tres páginas, que describen los hábitos de trabajo de un buen montón de escritores de la escena española (con alguna excepción), de sus manías, sus procedimientos, sus ritmos, sus emplazamientos, sus horarios, sus entornos...
Y aunque podamos detectar similitudes, es enormemente estimulante profundizar en ello, y Colomer nos ahorra mucha verborrea aportando su sentido crítico y su agudeza, analizando sus comportamientos, aunque puede que en cierto sentido este libro sea mejor que la suma de sus partes. Tenemos aquí desde escritores a los que no conocía hasta manufacturadores de best-sellers (glups, Pérez Reverte) o maestros absolutos (Vila-Matas, Caparrós, Enriquez) y todos los artículos resultan tan interesantes que seguramente algunos de los autores nos decepcionarán, si nos atenemos al lógico entusiasmo de Colomer al describir sus secretos. Personalmente he echado de menos algunos autores que me hubiera gustado ver por aquí (¿quizás una segunda parte, Álvaro?) como Carrión, Monzó, Ramis o Pàmies, pero el libro, más que el convencional muy recomendable, (etiquetas homologadas mandan), lo valoraría como perversamente tentador para cualquiera que conciba la literatura más allá de afición o entretenimiento. Es sumergirse en sus artículos y lanzarse a devorar estantes. Y ya se sabe lo que se dice de las tentaciones.
Otras obras de Álvaro Colomer reseñadas en ULAD: aquí
martes, 22 de abril de 2025
Ricard Ruiz Garzón: Wollstonecraft. El principi és sempre avui
- Ricard Ruiz Garzón, autor de la novela, debió documentarse profusamente para escribirla. No sólo adapta admirablemente la biografía y personalidad de Mary W. a su argumento (al igual que otro material histórico, como las pinturas de Henry Fuseli), sino que también logra plasmar convincentemente la época y los escenarios.
- La prosa , por lo general sencilla y ágil, en determinados pasajes cumple extremadamente bien. Sólo ha habido un momento en el que ha roto mi inmersión (aunque admito que esto es un problema que tengo yo con el catalán, y es que no me parece un idioma versátil a la hora de insultar o mostrarse grosero).
- El tono del conjunto es un tanto titubeante, pues oscila entre lo desenfadado y lo serio, lo realista y lo fantástico, lo adulto y lo juvenil.
- Cierto aroma a literatura juvenil permea la novela (ese mensaje didáctico sobre la valía de las mujeres, ese alegato por la ayuda desinteresada, esos toques de aventura, misterio, terror y romance, el diseño de determinados personajes...). Lo cual no molesta intrínsecamente, aunque resulta algo chocante, porque ni la sinopsis ni la promoción del libro lo habían anticipado.
- Margueritte, una huérfana de dieciséis años, es torpe hasta extremos exagerados. Entiendo que ese rasgo es deliberado, pero en ocasiones se me ha hecho muy poco creíble.
lunes, 21 de abril de 2025
Violaine Bérot: Como bestias
Título original: Comme des bêtes
Año de publicación: 2021
Traducción: Pablo Martín Sánchez
Valoración: está bien
En un valle de los Pirineos viven Mariette y su hijo (supongo que son los Pirineos porque al parecer la autora ha vivido o vive en esa zona), aunque en verdad no viven en ninguno de los pueblos del valle, sino en una borda de pastor rehabilitada, en la ladera de un risco. La mujer no es demasiado sociable, pero es que el hijo, directamente vive casi al margen de la sociedad humana, tras un corto y frustrante paso por la escuela y prefiere, con mucho, la compañía de los animales. De hecho, hay quien le considera poco más que uno de llos, puesto que el chico, y luego hombre joven, no habla y se limita a los gruñidos y otros sonidos por el estilo, lo cual, unido a su envergadura y fuerza, le valieron de niño el apodo de el Oso por parte de sus compañeritos. Hasta aquí la historia, con ser peculiar, no resulta tan chocante, pero hete aquí que un día alguien detecta que el joven tiene escondida en una cueva, que los lugareños conocen como la Gruta de las Hadas, a una niña pequeña y se arma la de Dios es Cristo tremendo follón alboroto, con la policía acudiendo en helicóptero al rescate de la niña y la detención del mal llamdo Oso (en ningún momento conocemos su verdadero nombre).
La historia se desplegando ante nosotros, de hecho, a través del interrogatorio de la policía (nota pedante: digo yo que serán los gendarmes, más bien, pero en el libro no se habla de este célebre cuerpo de seguridad de la República Francesa, en ningún momento o que yo recuerde)a diferentes personajes relacionados con el detenido, de forma que cada una de estas declaraciones integra un capítulo, resultando éstos de extensión variable, aunque en general, cortos (esta estructura narrativa, por cierto, me parece lo más destacable e interesante de la novela, por más que tampoco sea de una originalidad apabullante). Así, vamos conociendo lo que piensa del caso la antigua maestra del llamado Oso, uno de sus compañeros del colegio, diferentes vecinos, como el que le vendió la borda a Mariette u otro que les llevaba animales enfermos para que los curase el chico -quien, al parecer, tenía ciertos poderes sanatorios-, cazadores que solían pasar por la zona, Luc, un corredor de montaña que entrenaba por allí y era el único que conocía la existencia de la niña, el cartero, la farmacéutica... y, ya como colofón, el testimonio de la madre del reservado joven.
Entre todos van perfilando una situación, incluso una trama, que, si bien comienza como un misterio rural, pronto adquiere unos tintes sobrenaturales o legendarios -de hecho, todos los capítulos están precedidos por unos asertos poéticos (no sé si en el original francés rimarán y todo) supuestamente emanados por ciertas criaturas propias de los cuentos populares. Esta deriva, primero dándole un toque magufo a la historia (pido perdón a quien pueda ofender9 y luego hacia lo fantástico no me disgusta o, al menos, no tiene porque salir mal, pero es que la autora de la novela, en mi opinión (y aquí puede haber un spoiler, si es que no lo he hecho ya), se precipita en concluir la novela, cuando yo creo que el camino que había tomado necesitaba de más rodeos y un poco más de trayecto para llegar a buen puerto. Bérot toma por un atajo para acabar cuanto antes, aunque, como sabe cualquiera que haya andado por caminos de montaña, hay más peligro de caerse al bajar que al subir, sobre todo si la pendiente es pronunciada. La novela, me temo, se cae, aunque el resultado es tan sólo un esguince, no llega a romperse la pierna ni mucho menos a abrirse la cabeza contra una piedra. Pero, que queréis que os diga, me parece una lástima...
domingo, 20 de abril de 2025
Karl Ove Knausgard: Los lobos del bosque de la eternidad
Casi ocho años han pasado desde la última vez que intenté leer algo de Karl Ove Knausgard (KOK para los amigos y enemigos) y la experiencia fue bastante decepcionante. Pero el caso es que la sinopsis de Los lobos del bosque de la eternidad me llamó la atención, lo que unido a la insistencia de ciertos lectores y lectoras de confianza me terminó de animar. ¡Qué carajo. Algo tendrá el agua cuando la bendicen!
Bueno, pues terminadas las más de 900 páginas de la novela, he de decir que no me arrepiento, que en líneas generales me parece una buena novela y que lo mismo hasta me animo a leer las chorrocientasmil páginas La estrella de la mañana. Resumiendo: creo que el paso de la autoficción a la ficción le ha sentado de maravilla a KOK.
Antes hablar de la novela en sí, hay que decir que Los lobos es la segunda parte de una proyectada heptalogía (lo que le gustan a este hombre los tochos), pero que no es estrictamente necesario haber leído la primera parte para "enterarse" de la trama. Quizá sea conveniente, por aquello de completar la historia de los protagonistas, pero también hay cabos sueltos que seguro se atan en posteriores entregas y aquí estamos.
Ahora sí, al lío. Los lobos es una historia de secretos y relaciones familiares, de vida y muerte, a través de unos 40 años, de dos lugares tan diferentes como Noruega y Rusia y de dos personajes aparentemente antagónicos como Syvert y Alevtina, sus dos personajes centrales,. Lo anterior permite a KOK escribir varias (posibles) novelas dentro de la novela.
Por ejemplo, la primera mitad del libro puede leerse como la novela de formación de Syvert y se centra en la relación de un Syvert adolescente (y algo tontorrón, valga la redundancia) con su madre y su hermano menor, así como el paso de aquel de la adolescencia a la madurez, tras sus primeros contactos con la muerte, la enfermedad y ciertos secretos de familia.
Por su parte, la segunda mitad, más centrada en Alevtina, puede ser leída como una novela de corte existencialista, muy muy rusa, en la que el vacío personal y profesional de su protagonista ocupa un lugar preponderante y determina, en cierta forma, sus relaciones personales y familiares.
No me enrollo más en lo referente a lo argumental y paso a contaros lo mejor y lo peor de la novela.
En el lado positivo destaca:
- El tratamiento de las voces de los protagonistas. Es imposible que un tipo de 20 hable igual que uno de 60, que una bióloga rusa hable igual que un empleado noruego de pompas fúnebres... Parece una bobada pero ¿cuántas novelas se caen porque todos sus protagonistas hablan del mismo modo? KOK diferencia las voces a la perfección
- El trabajo con los personajes. Me gusta cómo KOK los (de)construye, cómo evolucionan a lo largo de la novela.
- La inserción del paisaje en la trama. Bosques, lagos, ríos, etc juegan un papel importante en Los lobos y hay algún que otro pa(i)saje carveriano muy potente, la verdad
- La disección de las relaciones familiares, en cuya complejidad KOK se sumerge sin pudor.
- Los diálogos, ágiles y creíbles.
- La excesivamente extensa introducción inicial (si pasáis las primeras 150 páginas (aprox), lo tenéis hecho)
- La tendencia de KOK a introducir escenas y/o personajes que poco o nada aportan a la trama. Me viene a la cabeza el lado futbolístico de la novela, completamente prescindible
- Ciertos excesos vinculados a lo ensayístico. Hay un par de digresiones (una en la parte de Syvert, otra en la de Alevtina) que pueden ser apasionantes
(si te interesa la biología evolutiva)pero que rompen con el ritmo de la novela y llegan, en ocasiones, a desesperar.
Un porrón de libros de KOK reseñado en ULAD: La muerte del padre (y su contrareseña aquí), Un hombre enamorado, Tiene que llover, Fin, La importancia de la novela
sábado, 19 de abril de 2025
Marie Darrieussecq: Marranadas
viernes, 18 de abril de 2025
Agustina Bazterrica: Las indignas
Año de publicación: 2023
Valoración: bastante recomendable
Lo que ocurre dentro de los muros de un convento siempre ha dado mucho juego en la ficción: luchas por el poder, fanatismos, humillaciones, pasiones prohibidas... en fin, salseos varios, que se dice; ello se puede comprobar en novelas como, por mencionar sólo dos reseñadas en este inimitable blog, La abadesa de Crewe o Extramuros. El que sale en Las indignas no es un convento católico; ni siquiera un beguinaje -si bien está situado en un antiguo monasterio-, pero tanto da. O incluso mejor así para quien lea esta novela, porque el culto que siguen las protagonistas de la misma, aunque inspirado, al menos en cuanto a las formas, en la Iglesia católica, permite, e incluso está fundado, sobre el sacrificio, el castigo corporal, la dominación jerárquica y hasta el sadomasoquismo... elementos totalmente ajenos al cualquier variante del cristianismo, como sabemos todos , sin ninguna duda. Pero que son de lo más sabrosos para aderezar cualquier narración de terror religiosos, que, al fin y al cabo, es lo que encontramos en esta novela.
Convento, pues (permitidme denominarlo así, por comodidad), llamado por sus moradoras la Casa de la Hermandad Sagrada -tal es su "congregación"- y que para ellas es un refugio en medio de un mundo asolado por los desastres medioambientales, el envenenamiento de la Naturaleza, las guerras por los recursos básicos como el agua, las enfermedades contagiosas mutantes, la violencia generalizada y el hambre, más generalizada aún. Es decir, una distopía post-apocalíptica a la que, por otro lado, parecemos dirigirnos sin demasiada preocupación. Así, multitud de chicas van llegando a ese refugio e integrándose en una comunidad religiosa jerarquizada de una forma muy rígida: en lo más alto se encuentra Él, el único hombre del lugar, una suerte de profeta siempre oculto y que deja la organización y, sobre todo, la administración de la disciplina a la férrea e inclemente -o directamente sádica- Hermana Superior (a la que yo imagino como una especie de Lady Dimitrescu, lo confieso). Ésta gobierna sobre un número indeterminado de Indignas -las que podríamos considerar novicias- de entre las cuales son escogidas, de vez en cuando, las Elegidas, -Auras Plenas, Diáfanas de espíritu y Santas menores-, con supuestos poderes pero que son mutiladas para potenciarlos y las perfectas y clarividentes Iluminadas. Todas tienen como criadas a las impuras e incluso deformes Servidoras, la casta más baja dentro de este particular microcosmos femenino cerrado -o casi- sobre sí mismo, en el que, como cualquiera puede suponer, menudean las envidias, las rencillas y las jugarretas, castigadas, cuando se atrapa a las responsables -o a las no responsables, que eso parece dar un poco lo mismo- con una saña y crueldad desorbitada, pero muy adecuada para regir la comunidad con mano de hierro y terror.
Todo esto lo vamos conociendo a través de una indigna que escribe a escondidas su historia, en ocasiones usando su propia sangre, una narradora sin nombre y, si bien no me atrevo a decir que poco fiable, desde luego parcial y subjetiva. No es una santa; pese a que empaticemos con ella, no deja de compartir malos sentimientos, peores propósitos y deleznables actos. Algo la salva, no obstante (no diré qué) de convertirse en la mala de la historia o una de ellas en una narración en la que no escasean. Con no poca justificación, si se quiere, dadas las difíciles circunstancias. Lo otro que salva a la narradora-protagonista de caer en la mezquindad inherente a la supervivencia es el aura lírica que envuelve toda la narración -recordemos que está contada en primera persona-, esa forma de contar la historia con la que Bazterrica consigue dotarla de una poesía un tanto mórbida pero conmovedora, una singularidad que distingue a esta novela de los obvios referentes a los que puede recordarnos: desde La carretera (o cualquier otra narración postapocalíptica al uso) a Hellraiser u -obviamente- cualquier chaladura del marqués de Sade, en el caso de los momentos más terroríficamente BDSM. También tiene algo que recuerda a El cuento de la criada, en la rígida jerarquización de las mujeres y de las funciones que deben cumplir y, por supuesto, de toda la narrativa de terror más gótico-religiosa, que no es escasa, precisamente... O incluso, si tenemos en cuenta referencias no literarias, un toque de Mad Max. Fury Road (a ver, sí, cada cual tiene sus filias), aunque claro está que sin camiones de guerra ni guitarristas de rock lanzando llamas. Da igual, las referencias son múltiples pero el resultado es inequívoco: una novela intensa y perturbadora, impregnada de un aroma entre mágico y alucinógeno, también quizás algo tóxico, que ayuda a que su lectura deje una huella difícil de borrar. Habrá quien prefiera olvidarla, claro, pero sospecho que le va a resultar difícil...
También de Agustina Bazterrica en Un Libro Al Día: Cadáver exquisito
jueves, 17 de abril de 2025
Robert Crumb: Héroes del Blues, Jazz y Country
Título original: Robert Crumb's Heroes of Blues, Jazz and Country
Traducción: Ana Momplet
Año de publicación: 2006
Valoración: Imprescindible
Hace algunos meses leí Retratos de Jazz, de Haruki Murakami, y resultó ser una decepción tanto por lo escrito por Murakami como por las ilustraciones de Makoto Wada. Las razones pueden leerse en la reseña correspondiente, pero, en resumidas cuentas, cada semblanza me pareció un abordaje superficial de los músicos, mezclado con alguna anécdota trivial del autor. Los dibujos de Wada tampoco fueron de mi agrado.
miércoles, 16 de abril de 2025
César Sánchez: Catálogo de sombras
martes, 15 de abril de 2025
Colaboración: Galveias, de José Luís Peixoto
Traductores: Pilar del Río y Antonio Sáez Delgado
Año de publicación: 2016
Valoración: Muy recomendable
Tan lejos, tan cerca. Nos llega muy poca información sobre la literatura que se está haciendo en Portugal y apenas podemos nombrar escritores de aquel país aparte de Saramago y Pessoa. Estamos a tiempo de remediar ese desconocimiento y quizás este excelente libro de Peixoto pueda contribuir a ponerle remedio.
Nos propone en este libro el escritor portugués una novela coral por la que van desfilando las vidas de los habitantes de un pueblo del Alentejo portugués, Galveias, cuyo día a día se ve sacudido por el impacto de un meteorito que impregna de olor a azufre la atmósfera del lugar.
Aprovecha Peixoto la anécdota del meteorito, casi un Mcguffin a la manera de Hitchcock, para irnos desgranando capítulo a capítulo las vivencias de una entrañable galería de personajes que, con sus alegrías y miserias, conforman un universo de vidas que se van entretejiendo y cuya suma constituye el alma colectiva del pueblo.
El ritmo de la narración es deliberadamente lento. El autor portugués se propone integrarnos en la atmósfera diaria del pueblo a través de los pequeños detalles de las vidas de sus habitantes que en casi todos los casos comienzan siendo asuntos privados, casi secretos, pero que acaban involucrando al resto de la colectividad. Todo ello con un lenguaje minucioso, poético, tratando con gran humanidad a unos personajes que, en la mayoría de los casos, nacieron y morirán en el pueblo y que se plantean su vida como una cuestión de supervivencia y una adaptación a las circunstancias que les han tocado vivir utilizando los escasos recursos que tienen a su alcance.
Merece la pena recrearse en un fragmento, una reflexión de uno de los personajes en la que nos describe su lugar en el mundo y en la que podemos vislumbrar la riqueza del lenguaje narrativo en que se mueve Peixoto: “Todos tenemos un lugar donde la vida se ajusta. Cada mundo tiene un centro. Mi sitio no es mejor que el tuyo, no es más importante. Nuestros sitios no pueden compararse porque son demasiado íntimos. Donde existen solo nosotros podemos verlos. No vale la pena explicar nuestro sitio, nadie va a entenderlo. Las palabras no soportan el peso de esa verdad, tierra fértil que viene del pasado más remoto, manantial que se extiende hasta el futuro sin muerte”.
Firmado: José Miguel Martínez
lunes, 14 de abril de 2025
Xavier B. Fernández: El infierno y Texas
domingo, 13 de abril de 2025
Edmundo Desnoes: Memorias del subdesarrollo
Año de publicación: 1965
Valoración: Está muy bien
Un hombre corriente frente a la sociedad y la dificultad para asimilarse a una corriente histórica, un antihéroe de manual frente sus propias contradicciones y las contradicciones intrínsecas de una sociedad que se pretende nueva, un tipo algo pedante (que cita a Rimbaud y habla de la Weltanschaung) que da vueltas por La Habana para matar la soledad y la tristeza, un observador abúlico y distanciado de una realidad tragicómica y sórdida... Cualquiera de estas frases (o todas ellas) vendría a resumir el espíritu de una novela llevada al cine en 1968 por Tomás Gutiérrez Alea, director de la conocidísima Fresa y chocolate.
Publicada en 1965 y ambientada entre la invasión de Playa Girón y la crisis de los misiles, Memorias del subdesarrollo se aleja de las corrientes literarias imperantes en la región y se acerca a una narrativa de corte existencialista, tamizada (eso sí) por el entorno sociocultural. En fin, una novela más cercana a la tradición "europea" que al realismo mágico o al realismo socialista (en sus diferentes formas) que manejaban el cotarro por aquella época.
Ya el título da una pista de lo dostoyevskiano de la novela, no? ¡El propio autor lo reconoce en el epílogo a esta edición, escrito 40 años después! Al mismo tiempo, reconoce en él la innegable influencia de El extranjero de Camus o de Pío Baroja en su obra. ¡Cómo negarlo, sobre todo en el caso del Nobel francés!
Escrita en forma de diario al que le faltan fechas y referencias y con un predominio abrumador de la frase breve (un poco al estilo de Pedro Juan Gutiérrez, pero más "limpio"), Memorias del subdesarrollo es la historia de Sergio Malabre, un hombre escindido, un extranjero en su propia tierra que observa y analiza la realidad y a sí mismo con un puntito cínico.
La gente me parece cada día más estúpida; y yo no soy más inteligente ahora
Tengo 39 años y ya soy un viejo. No me siento más sabio, como esperaría un filósofo oriental, ni más maduro. Me siento más estúpido
A favor pero en contra de la Revolución (Todos son unos ilusos. La contra, porque vive convencida de que recuperará fácilmente su cómoda ignorancia; la Revolución, porque cree que puede sacar a este país del subdesarrollo), influenciado por la cultura popular estadounidense pero renegado de los Estados Unidos y de su "protección", Sergio Malabre sería un miembro de honor del club de los "se dejaba llevar", uno de esos voyeurs de libro.
Y como buen voyeur, Malabre / Desnoes nos ofrece en sus andanzas una crónica del país y de la época en diferentes aspectos: el social, el político, el cultural, etc. Novela, sí, pero bien anclada en la realidad del momento.
Todo lo anterior no significa que Memorias del subdesarrollo sea una novela 100% clásica. De hecho, la inserción de discursos de Kennedy o de Fidel, la inclusión del propio autor como protagonista, la referencia a escritos del propio Malabre y que son incluidos como apéndices a la novela (me encanta Yodor) o la reproducción de fragmentos de boleros hablan de la voluntad del autor de superar los marcos tradicionales de la novela, de acercar esta a lo documental, a lo cinematográfico y/o a lo popular, y sitúan a Desnoes cercano, a su manera, a tipos como Manuel Puig.
En fin, una muy buena novela a la que solo le pondría un pero: su final, un tanto abrupto. Como el de esta reseña. ¡Hala, a leer!
sábado, 12 de abril de 2025
Frank Broughton - Bill Brewster : Anoche un DJ me salvó la vida
Idioma original: inglés.
Título original: Last night a DJ saved my life.
Traducción:Alejandro Álvarez .
Año de publicación: 1999, con actualizaciones hasta 2014
Valoración: imprescindible para interesados
Comprendo el escepticismo de los profanos: Anoche un DJ me salvó la vida toma su título de un tema clásico de un grupo, Indeep, de corto recorrido, y no es más que una frase recurrente incorporada a cierto ámbito, en el fondo una especie de guiño no exento de sarcasmo al tema del libro. "Algún título había que ponerle, y este nos vino al pelo."
Quiero decir que este no es un libro que vaya a tomarse muy en serio a sí mismo, en un principio, aunque resulta que, desde su primera publicación en 1999, el texto se ha ampliado, incorporado algo así como actualizaciones y, habida su extensión definitiva (más de 700 páginas, incluyendo profusas listas de canciones) podríamos considerarlo algo así como una referencia casi enciclopédica sobre la figura ya no solo del DJ como figura, sino sobre la evolución de la música, y el modo en que esta es disfrutada, especialmente desde que los soportes grabados lo hicieron posible al margen de la experiencia en vivo. Otro diría democratizar pero, más que eso, todo lo que los avances de la tecnología en su alcance más extenso fueron capaces de aportar.
Un libro escrito por periodistas que estuvieron presentes en el momento de la explosión de esa figura. Que recorre un rango temporal (y espacial) más prolongado de lo que podría uno suponer. Porque sí, hay una secuencia desde que los primeros locutores de radio empiezan a programar las canciones que se les presentaban a través de distintos cauces, hasta lo que fueron en algún momento, estrellas en un firmamento hiperventilado e inundado de dinero e intereses comerciales. Y hay reconocimiento de las enormes imperfecciones del proceso, de sus elevados riesgos y contradicciones. Precisamente eso aleja este texto del mero listado reivindicativo de eventos: la presencia constante de un espíritu crítico, de una necesidad de poner la música por delante de todo, la aceptación de que esa cultura de diversión, de hedonismo, se cobró víctimas por mucho de lo que confluyó en ella en sus puntos álgidos (el SIDA, los excesos de todo tipo) y sobre todo, la lectura inapelable, producto del análisis: la creciente popularización degeneró en una enorme capacidad de atraer los socios equivocados, las dinámicas voraces del capitalismo, en su mayoría, que fueron tanto espoleta de su explosión global, como motivaron que, en el momento que los intereses entraron en barrena, todo se estropeó y la creatividad, el impulso artístico, acabó evaporándose en gran parte. A pesar de ese funesto panorama, y sin apelaciones vacuas a la nostalgia, el texto rememora, casi con aires de suspense, cómo una serie de elementos dispares confluyen en un movimiento chispeante, creativo, democratizador del talento, que no dispone hasta día de hoy de algo a qué compararse. Con todo lo necesario en textos de este tipo, desde reivindicación de sus factótum más oscuros, hasta relación de todas sus referencias más brillantes. Casi, una enciclopedia, con opiniones contundentes siempre embebidas de amor por la música.
Capítulo aparte merece la atroz traducción que, aparte de sacarse de la manga un verbo (diyoquear? tan difícil era otra elección?) viene a ser un ejemplo sobre porqué los textos con un cierto perfil técnico o especializado no deben ser puestos a disposición de manos profanas.
viernes, 11 de abril de 2025
Magalí Etchebarne: La vida por delante
Año de publicación: 2024
Valoración: Está bien
Último ganador de cierto prestigioso concurso de libros de cuentos, éste está formado por cuatro relatos de mediana extensión, caracterizados todos por :
1- Estar ambientados en época actual y en contextos cotidianos, domésticos, incluso.
2- Protagonizados por mujeres, más o menos de la edad (qué curioso) de la autora, sin pareja, salvo en el último cuento y de clase más o menos media, con trabajos, cuando los conocemos, en relacionados con ámbitos creativos, sin serlo ellas directamente.
3- Las protagonistas transitan por un momento de incertidumbre vital, de cuestionamiento o, cuando menos, desconcierto acerca del camino a seguir, de extrañamiento, incluso, con el mundo que les rodea.
Aparte de eso, el primero y el tercero de los cuentos, titulados respectivamente Piedras que usan las mujeres y Temporada de cenizas están estrechamente relacionados, hasta el punto de que podrían tratarse de variantes del mismo relato o uno precuela del otro -o el segundo secuela del primero, si se prefiere-; ambos tratan de la vejez y enfermedad de la madre, en los dos casos mujeres que fueron abandonadas por sus maridos para irse con chicas más jóvenes y cuya fortaleza mental queda arrasada por la enfermedad y la edad. Además, encontramos otro punto en común en la presencia , supongo que con ánimo metafórico, de unas piedras de obsidiana que algunas mujeres se introducen en salva sea la parte para obtener su supuesta energía. Es cierto, en todo caso, que ambos resultan relatos muy sensibles sobre la relación entre madres e hijas -y, sobre todo, cuando las hijas se convierten en "madres" de sus madres- y sobre lo inclemente del devenir que a veces se precipita (por no decir que se derrumba) sobre las personas que han sido un firme pilar nuestro durante muchos años.
El segundo de los relatos, Un amor como el nuestro, trata de la solitaria correctora de una editorial que viaja a las cataratas de Iguazú junto con una autora de novelas románticas de la que se ha hecho amiga (spoiler o, mejor dicho, NO spoiler: la historia no va de una relación sáfica entre ellas) y el cuarto, Casi siempre desesperados, sobre la crisis de una pareja formada por Ramiro, un dramaturgo bastante insoportable y Ana, ayudante de un director de danza que se cuestiona adónde va esa relación y que diantres está haciendo con su vida... (En mi opinión, cualquier persona medio normal le diría: lo primero de todo, deja a ese cretino... Pero, bueno, tampoco quiero condicionar la lectura de nadie).
En conjunto, un puñado de relatos escritos con competencia pero que al encontrarse, quizás, demasiado apegados a lo cotidiano, no elevan el tono sino en contadas ocasiones... Cuando esto ocurre -en el segundo de ellos, por ejemplo, cuando la protagonista recuerda el accidente por el que luce una aparatosa cicatriz en la pierna- la narración gana en interés y hasta transcendencia, dotando a los relatos de una mayor consistencia, siquiera momentánea. Porque, en general, ya digo que son historias muy pegadas a los sentimientos e impresiones de las personas -de las mujeres, en este caso- de entornos normales, de una edad determinada, etc. lo cual, sin duda, resultará satisfactorio para quien se identifique con las protagonistas o esté más interesado/a en las vivencias de figuras de este tipos, pero, me temo, se queda un poco corto para quien busca en la ficción hechos y personajes extraordinarios o, cuando menos, distintos a su propia realidad o de las que puede tener noticia en su entorno cotidiano.
jueves, 10 de abril de 2025
Laura Esquivel: Como agua para chocolate
Año de publicación: 1989
Valoración: Recomendable