Título original: The caves of steel
Traducción: Luis G. Prado
Año de publicación: 1954
Valoración: Recomendable para fans
Isaac Asimov es probablemente uno de los escritores más prolíficos del S. XX, y su influencia en campos como la ciencia ficción o la divulgación (tanto científica como histórica) es innegable, por lo podría asustar a uno el elegir alguna de sus obras para comenzar a conocerlo (recomiendo su página de la Wikipedia para hacerse una idea de la magnitud de su obra).
Famoso por su saga de La Fundación, dividida a su vez en subsagas y novelas, esta cuenta con dos sagas precuelas llamadas respectivamente saga de los Robots y serie del Imperio Galáctico.
Bien, teniendo en cuenta que Bóvedas de acero es la primera de una serie de 17 novelas e incontables relatos cortos, considero que es una buena piedra de toque para reseñar.
Si destaca por algo dentro de la bibliografía de Asimov es por la primera aparición de Elijah Baley y R. Daneel Olivaw (¿les dice algo esa R.)?, famosos personajes que continuarán apareciendo y siendo protagonistas principales en otras de las novelas del famoso escritor; en el caso de Daneel, seguirá apareciendo durante muuuuuuuchos años.
Respecto al argumento, el detective terráqueo Elijah Baley es requerido para resolver un caso aparentemente inexplicable en uno de los mundos exteriores; son estos mundos mucho más avanzados que la Tierra, y cuyos ocupantes sufren una fobia casi obsesiva respecto a los terráqueos. Para ayudar al detective, le encomiendan la ayuda de Daneel. Huelga decir que el caso revierte gran importancia, puesto que podría condicionar en el futuro las relaciones entre la Tierra y los mundos exteriores.
No quiero entrar más en el argumento para no provocar destripes, pero debo decir, que por cuestiones de la vida leí antes su secuela El sol desnudo y, el parecido entre ambos argumentos es más que obvio. De hecho, estoy seguro que leyendo uno de los dos libros cualquiera puede predecir el final del otro. Muy mal, Isaac.
Y por si acaso no se ha notado por mis palabras, hay un detective, un caso sin resolver... ¿qué es esto? Pura novela negra, de la que tantos ejemplares nos legó el bueno de Asimov. Es por eso que recomiendo esta novela tanto a amantes de la ciencia ficción como de la buena literatura negra. A esto me refiero cuando hablo de un buen uso de la ciencia ficción: no es un género en sí mismo, es simplemente un escenario donde colocar a nuestros personajes.
Aunque imagino que una de las cosas que quería representar Asimov en esta novela era la lucha de clases, no me parece esta muy profunda. Lo que sí me ha llamado la atención, y como muestra de la gran clarividencia que tenía respecto a la tecnología, es ya la reacción instintivamente repulsiva que sienten los humanos frente a los robots más humanoides: Asimov había descubierto en los años 50 el concepto de valle inquietante, un término que, por lo que leo, no fue mencionado hasta 1970, 16 años después de esta novela.
Por lo demás, los ingredientes clásicos de Asimov: acertijos con las tres leyes de la robótica, interacción entre humanos y robots, un planeta asolado por las presuntamente maravillas del futuro, ludismo generalizado, formas de novela negra, y final feliz gracias a la gran inteligencia/suspicacia del protagonista.
En resumen, me ha parecido que para ser de Asimov es un magnífico representante de su obra, pero algo lento y demasiado parecido a su siguiente libro. Lo recomendaría por el inicio de todo, y porque en sí mismo, aunque sin ser una obra de arte, también vale la pena.
Firmado: EPS