martes, 31 de octubre de 2023

Grady Hendrix: Cómo vender una casa encantada

Idioma original: inglés

Título original: How to Sell a Haunted House

Año de publicación: 2023

Traducción: Pilar de la Peña Minguell

Valoración: recomendable si quieres pasar miedito, pero no mucho

Última novela publicada del escritor de terror del momento (entre otros); es cierto que quizás haya quien discuta su categoría como "escritor de terror" (lo veremos a continuación), pero desde luego, Grady Hendrix es escritor, a secas, y bastante más que competente, en mi opinión. Y, desde luego, su obra supone un refrescante y divertido soplo de aire en el por lógica enrarecido ambiente del terror. 

En este caso, la protagonista de la novela es Louise Joyner, oriunda de carolina del Sur, pero que vive en San Francisco con su hija de cinco años, Poppy. Un día recibe la noticia de que sus padres han muerto en un accidente de tráfico y debe volver a Charleston enseguida. Allí, además de asistir al funeral de sus padres, debe lidiar con su hermano Mark, con quien no tiene una buena relación y hacerse cargo de sus posesiones, sobre todo de la casa, que quieren poner en venta. Con el pequeño inconveniente de que parece que la casa está encantada... Claro, pensará cualquiera que conozca más novelas de Hendrix: lo mismo que en otras reescribía a su manera figuras y situaciones típicas del género de terror, como los vampiros, las posesiones, los asesinos en serie, etc. ahora le toca al clásico tema de la casa encantada. Bueno, pues no. O no exactamente. Porque resulta (y perdón por el spoiler) que la casa, además de encantada, está repleta de títeres y muñecos que pertenecían a la madre de Louise, que los fabricaba y utilizaba para un espectáculo de guiñoles cristiano (sea lo que sea eso). Es decir, otro de los elementos más presentes (y terroríficos, como sabrá cualquiera que haya visitado a solas un museo de juguetes) en todo el género, por lo que, en realidad, más que con el clásico de "la casa encantada", nos encontramos aquí con el de "muñeco(s) diabólico(s)", con uno de ellos, llamado Pupkin, como estrella y director del espectáculo.

Tranqui todo el mundo, que no voy a contar más de la historia. De todos modos, he de decir que, de las novelas que he leído hasta ahora de este autor, esta me parece la más convencional y por tanto, también la más previsible. Lo que no tiene por qué ser necesariamente negativo... excepto que, en una novela que pretende dar miedo, esta previsibilidad hace que los momentos terroríficos, que lo hay, pierdan algo de lustre y eficacia, aunque sigue habiendo unos cuantos de una intensidad notable. Pero esta circunstancia, junto con esa mezcla característica de Hendrix de humor y costumbrismo -en este caso, a través de la algo extravagante familia de Louise... aunque quizás no lo sea tanto para los parámetros norteamericanos- con el terror hace que éste pierda, ya digo algo de su punch y que, quizá por eso, este escritor no convenza a algunos aficionados al género más encallecidos y/o exigentes. A mí me gusta y precisamente por esa mezcla de elementos y por la revisión que hace de los temas habituales en el género, pero puedo entender las reticencias.

Por otra parte, me da la impresión de que Hendrix se basa, más que en los elementos clásicos de la literatura de terror, en los del cine y, justamente, esta es su novela más "cinematográfica" de las que he leído hasta ahora; de hecho, pienso que algunos momentos ganarían bastante al verlos en la pantalla... y sospecho que el autor pensó lo mismo, por tal y como están colocados y construidas esas escenas, y la estructura de la novela, en general (de hecho, he leído que ya se han vendido los derechos a una productora, así que sólo es cuestión de tiempo ver la película basada en el libro.... y ya digo que creo que será un acierto). Incluso el tema de fondo (¡atención que viene otro semi-spoiler) de la novela, más allá de casas encantadas, muñecos poseídos, fantasmas, etc. no es otro, cómo no, que los (muchos) problemas que da la familia pero, también que la solución sólo puede venir a través de ella, como en una típica comedia navideña o un episodio de los Simpson cualquiera. 

Es una lástima, en cierto modo, porque las cuestiones de si la familia resulta más perjudicial o beneficiosa para los individuos que la componen y hasta qué punto deben heredar los hijos los problemas y faltas de sus padres sobrevuelan toda la novela y quizás habrían merecido una reflexión más concienzuda o incluso que hubiesen redirigido la trama hacia territorios menos transitados. Pero, claro, eso resultaría menos aceptable para Hollywood. Conformémonos, al menos, con una novela muy entretenida, bien escrita y que nos puede dar suficientes sobresaltos y momentos desasosegantes para pasar un, paradójicamente, buen rato. Lo que no es poco, a decir verdad...

Más novelas de Grady Hendrix reseñadas en Un Libro Al Día: Horrorstör, Grupo de apoyo para final girls

lunes, 30 de octubre de 2023

Stephen King: La niebla (y otros cuentos)

Idioma original:
inglés
Título original: The mist
Traducción: Antonio Samons
Año de publicación: 1980
Valoración: Recomendable para fans

Enésimo libro del rey del terror reseñado en ULAD; en esta ocasión vamos con La niebla, relato predilecto de muchos seguidores de King. ¿Será para tanto?

Lo primero que llama la atención es la brevedad de la novela; el mismo autor reconoce en su preámbulo, en el que realiza una apasionada defensa sobre el género del cuento o relato corto, que esta obra pertenece a ese género y no al de novela breve. Bien, a mí eso me da exactamente igual; en cualquier caso, no deja de ser bastante extenso, sus buenas tres o cuatro horas de lectura, aunque claro, en el caso de King eso sí que se podría considerar algo escueto. En el volumen del que dispongo aparecen otros dos cuentos, estos sí más breves, y de calidad notablemente inferior.

En La niebla, tenemos a un típico “hombre norteamericano convencional” que, tras sufrir una horrenda tormenta en su lugar de vacaciones, acude con su hijo a un supermercado; allí verán como una espesísima niebla se acerca hasta encerrar en el interior a todos los compradores. ¿Encerrar? Bueno, estrictamente hablando, no hay nada que les impida salir...

Una característica primordial de King es que él nunca opta por ocultar la fuente del terror; en contra del estilo de “no enseñes nunca al monstruo y deja que la imaginación trabaje”, él siempre nos muestra claramente y en varios momentos la naturaleza del horror, su tangibilidad. Tampoco es de un poder infalible; a los malos de Stephen King se les puede herir, y, en ocasiones, destruir. De hecho, un punto fundamental de su narrativa es la lucha contra el terror, enfrentar a los protagonistas a sus propios miedos.

Sabiendo esto por anteriores lecturas, partía con la idea de que la propia niebla sería la principal antagonista, pero no; dicha niebla funciona como un mero telón donde se esconden los verdaderos monstruos, que son exactamente eso, monstruos: arañas e insectos gigantes. No hay alegorías aquí, no hay un trasfondo psicológico en el que plantear metáforas.

Me llama también la atención de que, en contra de su tendencia habitual, aquí aparentemente hay una causa o razón natural del mal, tiene una explicación coherente (entendámonos, coherente en el contexto de Stephen King; me refiero a que no es un horror llegado de otra dimensión ni en un meteorito). Sin embargo, no aprovecha para introducirlo en la trama, esta explicación solo sirve como conjetura para algunos de los personajes. Una oportunidad desaprovechada.

En cuanto a la narración en sí, sí que me gustó. Tiene un buen ritmo, consigue que pasen cosas en todo momento, hay evolución en algunos personajes, relata bastante bien distintos modos de enfrentarse a la desesperanza e incluso deja hueco a momentos típicos de King Marca Registrada, como la existencia de la presunta adivina, o la incursión a la farmacia. No descubro nada si digo que se nota verdadero talento en cada párrafo.

Respecto a los otros dos cuentos de la antología, El mono y El atajo de la señora Todd, me temo que son de un nivel inferior. 

En El mono, un hombre descubre un juguete maldito de su infancia que presuntamente es el causante de varias muertes; el cuento trata sobre cómo intenta deshacerse de él. Está bien, pero nada memorable. Ahonda en las relaciones paternofiliales, como ya había sucedido en La niebla.

El atajo de la señora Todd me dejó desconcertado; en cualquier caso, es una buena muestra de la plasticidad del estilo de Stephen King. Si no me he perdido en la metáfora, aquí los malos son ¿los atajos? Jamás se me habría ocurrido utilizar un atajo como un personaje, ni siquiera un camino normal, muchísimo menos como antagonista de un relato. La historia es más o menos la siguiente: una señora está obsesionada con utilizar atajos para ganar tiempo, hasta el punto de que se vuelve tan eficiente en uno de sus recorridos habituales que comienza a rejuvenecer, como si retrocediera en el tiempo.

Quiero pensar que este argumento es fruto de la mala época de King con las sustancias.

En resumidas cuentas, según mi opinión, un muy buen relato típico de King, uno pasable y otro malo. El volumen merece la pena por La Niebla: si están pensando en introducirse en el universo Stephen King y les da pereza los tochos que tiene por novelas, está es una estupenda introducción.


Otras obras de Stephen King reseñadas en la ULAD aquí.

domingo, 29 de octubre de 2023

Kami García y Gabriel Picolo: Jóvenes titanes: Raven

Idioma original: Inglés 

Título original: Teen Titans: Raven USA

Año de publicación: 2023

Traducción: Bárbara Azagra Rueda

Valoración: Recomendable 

Dice mi amiga Rosario que "todos los libros se comunican y probablemente lo hacen de noche". Esta vez la comunicación no podría parecer, a priori, más imposible. Un texto autobiográfico como Los de Bilbao nacen donde quieren y un cómic destinado al público juvenil como Jóvenes titanes: Raven tienen puntos en común y su lectura consecutiva me deja "a cuadros":  adopciones, tarotistas o la construcción de la identidad comparten protagonismo en dos libros que no podrían parecer más diferentes entre sí.

Dicho esto, me pongo el disfraz de meme de Steve Buscemi disfrazado, valga la redundancia, de adolescente guay (todavía dicen guay los adolescentes?) para reseñar uno de esos "libros con dibujos" destinado al público situación en esa adorable franja de edad (y no diré más porque si no igual aparecen por casa los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid y no es plan).

El cómic que hoy reseñamos pertenece a la serie Jóvenes titanes de DC Comics, si bien puede ser leído perfectamente como pieza separada ya que no posee mayor vinculación con el resto de la serie que las características del personaje protagonista.

En lo argumental, Jóvenes titanes: Raven es una historia de empoderamiento, de la construcción de la propia identidad a partir de un acontecimiento trágico, de miedos, autoconfianza, oportunidades y esperanzas. Todo ello en un texto vinculado al terror / ciencia-ficción más clásico (referencias a Poe, espíritus, cementerios, poderes ocultos, proyecciones astrales, etc) con toques y mensajes obviamente destinados al público adolescente (mobbing, enredos, etc). 

En líneas generales, la trama y el personaje principal funcionan. Por el contrario, alguna de las tramas secundarias o, mejor dicho, las que son origen de la trama principal quedan poco explicadas y admiten mayor desarrollo. 

En lo gráfico, el texto se divide en viñetas "pequeñas" y "grandes". Con el blanco y negro como colores predominantes, las diferencias entre los dos tipos son notables. Mientras que aquellas son demasiado esquemáticas, estas permiten mayor profusión de personajes, fondos y sombreados y resultan mucho más atrayentes. 

Todo esto da como resultado un libro entretenido y con mensaje que creo que puede funcionar entre el público adolescente y el algo ya más crecidito.

P.S.: Esta vez la mayor de las herederas ha dicho que pasaba de hacer reseña, que para lo que le pagamos por la anterior no se esfuerza.

sábado, 28 de octubre de 2023

Siegfried Kracauer: De Caligari a Hitler

Idioma original: inglés

Título original: From Caligari to Hitler: A Psychological History of the German Film

Traducción: Héctor Grossi

Año de publicación: 1947

Valoración: Interesante


Confieso humildemente que no tenía ni idea de quién era este Herr Kracauer hasta que vi la referencia a su libro, este que traemos hoy, en algún sitio que tampoco recuerdo, puede que otro libro o algún artículo. Y resulta que más que el oscuro cinéfilo que parecía, se trata de un personaje de cierto peso en el pensamiento alemán de las primeras décadas del siglo XX, fuertemente relacionado, por amistad, por trabajo o inquietudes intelectuales con tipos como  Walter Benjamin, Ernst Broch o Theodor Adorno, vamos, un conjunto nada despreciable. 

Así que Kracauer, crítico de cine pero también intelectual interesado en cuestiones de mayor calado, escribe esta su primera obra ya exiliado en Estados Unidos huyendo del nazismo, y su historia del cine alemán, que abarca desde sus inicios hasta el periodo hitleriano, intenta profundizar en sus implicaciones con la psicología del pueblo alemán. 

Las primeras obras significativas del cine alemán aparecen coincidiendo aproximadamente con el final de la I Guerra mundial, y desde el punto de vista estético están muy influenciadas por el expresionismo dominante en la época, en especial en la propia Alemania. El libro analiza con detenimiento bastantes de estas películas, algunas de las cuales han dejado una profunda huella no solo en el cine, sino en el imaginario cultural europeo: El gabinete del Dr. Caligari, Nosferatu, El testamento del Dr. Mabuse o Metrópolis (la única que recuerdo haber visto, lo confieso), entre otras. Igualmente examina la trayectoria de ilustres directores, como Lubitsch, Murnau, o Lang, la mayoría de los cuales alcanzaron el éxito en el mismo exilio norteamericano donde fue a parar el propio Kracauer.

Para los más cinéfilos me parece muy atractivo el análisis de estas películas, los encuadres, el movimiento de la cámara, los rasgos externos y psicológicos de los personajes, o las diferentes tendencias hacia la recreación histórica, el escapismo o la toma del pulso de la calle. Pero en mi opinión lo más interesante del libro es cómo el autor relaciona todo esto con la evolución ideológica del pueblo alemán, que recién derrotado en la Gran Guerra se debate entre el miedo al caos y un íntimo deseo de solución autoritaria que deriva no solo de la situación puntual sino de ciertas carencias históricas.

Instalados en el régimen dubitativo de la República de Weimar, la izquierda no se decide a apostar por la revolución inspirada por figuras como Rosa Luxemburgo o Karl Liebknecht, y la postración económica y psicológica deja un país desnortado y propenso por tanto a admitir mensajes populistas que anuncien un renacimiento nacional. Alemania no ha tenido una revolución burguesa y liberal, le falta ese elemento para progresar decididamente hacia la democracia, y eso será un lastre en un momento histórico tan delicado.

Dice Kracauer que Alemania es un país que desea fervientemente ser dirigido, lo cual, junto con la ceguera de los socialdemócratas que ignoran la debilidad ideológica de las clases medias y la tendencia de la juventud a aceptar ofertas totalitarias, da lugar a la rápida penetración social del nazismo. No se corta el autor a la hora de dibujar el ascenso de Hitler en toda su crudeza:

‘Se tiende a sugerir que fue un puñado de fanáticos y gangsters el que logró sojuzgar a la mayoría del pueblo alemán. Esta conclusión no se ajusta a los hechos (…) La mayoría de los alemanes se plegó al gobierno totalitario con tal presteza que no podía ser el resultado de la propaganda’.

Ideas tan radicales, quizá por ser formuladas muy en caliente (recordemos, 1947), se ilustran además con el éxito de films que glorificaban el pasado prusiano, exaltaban el espíritu nacional en aventuras de montaña o sugerían comportamientos de sumisión a la autoridad que, aunque entre líneas, parecen siempre presentes. Naturalmente, tampoco falta un estudio detenido sobre los potentes mecanismos propagandísticos del nazismo, y en concreto de su cine documental, con panorámicas de Ejércitos multitudinarios y organizados al milímetro, la infantería barriendo al enemigo, o la ridiculización de franceses e ingleses a través de imágenes de negros o el acompañamiento de música burlona. Algunos aspectos recuerdan los muy interesantes análisis de Susan Sontag sobre los trabajos cinematográficos de Leni Riefenstahl.

Tampoco voy a ocultar que el libro es denso, bien desarrollado y con una prosa clara (si acaso con algunos tropiezos que quizá tienen que ver con la traducción), pero tan pormenorizado que puede llegar a cansar al lector que no esté muy interesado en el tema y la época. Aun así, a poco que nos atraiga escudriñar algo más en lo que podríamos llamar el alma alemana y el peculiar fenómeno del nacimiento del nazismo, me parece un material muy valioso, y original e interesante el punto de vista elegido para analizarlo.

Y cuidado, que unas cuantas de las reflexiones sobre cómo pudo ocurrir algo así resultan inquietantemente actuales.


viernes, 27 de octubre de 2023

VV.AA.: Los monstruos

Idioma original: Francés
Título original: L’enciyclopédie du Marveilleux: Les Monstres
Año de publicación: 2023
Traducción: Isabel Soto
Valoración: Recomendable (sobre todo para niños)

Los monstruos es fruto de los franceses Sébastien Perez (escritor a cargo de los textos) y Stan Manoukian (autor de las imágenes). Álbum infantil editado excelsamente por EDELVIVES, destaca por su tapa dura que brilla en la oscuridad, sus páginas de cierto gramaje y sus ilustraciones a color.

Trata, como su título indica, sobre la figura del monstruo. Pero dentro de ese amplio concepto incluye tanto a seres mitológicos, folclóricos o literarios como reales (freaks de circo, veteranos de guerra desfigurados, depredadores acuáticos ya extintos, virus, asesines en serie...).

El libro está compuesto por cuatro partes que se van alternando: 

  • La historia de Lucas, niño al que le está costando dejar atrás la infancia, cuya vida familiar y escolar le provoca ansiedad y que halla consuelo en disfrazarse de monstruo (Tom) y habitar en los armarios.
  • Los relatos de una página que tratan sobre algún monstruo en concreto (Medusa, el Kraken...). Destacaría el que acompaña a Joseph Merrick, por humanizar a su protagonista, y el del yeti, por cerrarse con un giro de tuerca que un lector avezado verá venir pero hará las delicias de los más pequeños.
  • La colección de imágenes, nombres y comentarios de varios monstruos, agrupados éstos según su pertenencia a la mitología, a la feria, a los mares, a la ficción...
  • Datos sobre los monstruos (qué los convierte, dónde se esconden, qué rastros dejan, qué sonidos producen...).

A mi juicio, las virtudes principales de Los monstruos son las siguientes:

  • Logra no traumatizar a los niños que se asomen a sus páginas sin por ello diluir excesivamente el tema abordado. A fin de cuentas, se muestra gráfico en ocasiones (menciona violaciones, muertes brutales...), pero también recurre a la lógica infantil (como aconsejar cubrirse con una manta para protegerse de un monstruo).
  • Emplea un léxico complejo, por lo que no trata de tontos a sus lectores. 
  • Las ya mentadas ilustraciones de Manoukian son excelsas, pues equilibran el detallismo con la expresividad. Además, derrochan creatividad a la hora de representar de forma personal y única a seres previamente definidos por el imaginario popular.

Por otro lado, los defectillos que le encuentro a Los monstruos son:

  • Su enseñanza moral queda algo desdibujada, porque parece apuntar a que los monstruos son siempre aquello diferente, aquello a lo que tememos injustificadamente. Ciertamente, hay mucha facilidad a la hora de catalogar a alguien o algo de monstruoso; pero al mismo tiempo que señalamos que no todo lo que se nos enseña a temer dada su diferencia es un monstruo, habría que enseñar a identificar aquello que sí lo es.
  • La historia de Lucas tiene un trasfondo emocional y didáctico loable, pero su desarrollo es excesivamente atropellado.

Resumiendo: Los monstruos es un álbum ilustrado precioso que cautivará a grandes y pequeños. Lo recomiendo sobre todo por su cuidada edición y su atractivo apartado formal, aunque también por la acertada lección que transmite.


jueves, 26 de octubre de 2023

Quentin Tarantino: Meditaciones de cine

Idioma original: inglés

Título original: Cinema Speculation

Año de publicación: 2022

Traducción: Carlos Milla Soler

Valoración: recomendable, sobre todo para fans (tanto de Tarantino como del cine, en general... o de ambas cosas, que no son excluyentes).

Todo el mundo, supongo, conoce la historia de que, durante su juventud, antes de comenzar a dirigir películas, Quentin Tarantino trabajó en un videoclub (un sitio, queridos millenials y compañeros centennials donde, por lo visto, podías ir a alquilar películas en formato VHS y más tarde, en DVD) de Los Ángeles, donde se dedicó a ver todas las películas que pudo, sin importarle que fueran de serie B o incluso Z. de ahí le viene su enciclopédico saber cinéfilo y multitud de referencias que luego utilizó en sus propios filmes. Ahora bien, en realidad sus gustos cinematográficos e incluso el estilo que luego reflejaría en su obra es algo que se fue formando años antes, durante su infancia, pues el niño Quentin tuvo la ¿fortuna? (en su caso , sin duda, pero no sé si hubiera sido lo mismo para todo el mundo- de que su madre no sólo le permitía sino que le llevaba con ella y sus amigos cuando salían a ver una peli, aunque fuera para adultos -cuidado, no me refiero a ESAS pelis para adultos, malpensados-, siguiendo el criterio de que aunque en aquellas películas hubiese escenas más o menos explícitas de sexo y/o violencia, no había problema en que un niño las viera, siempre que se adecuasen al argumento del film y pudiesen entenderse ene se contexto. De esta forma, el amigo Quentin pudo ver, a una tierna edad buena parte de las películas más polémicas e incluso escandalosas del "nuevo Hollywood" de los años 70, que le marcarían indefectiblemente como espectador y luego, como creador: a los 6 años (!), aún en 1968, vio Bullitt; a los ocho, Harry el Sucio y The French Connection; a los nueve, La huida y a los 11, nada menos que Deliverance y Grupo salvaje (madre del amor hermoso...) o, a los trece, Taxi Driver y La Matanza de Texas... entre muchas otras. Aparte de que algunos de esos amigos de su madre eran negros y le llevaban a cines donde él era la única cara blanca para ver películas del "blaxploitation" en el bullicioso ambiente al que iban dirigidas. Vamos, que se lo pasaba pirata, el chaval...

Es sobre esta educación cinéfila -e incluso sentimental, en su sentido más amplio- de lo que tratan estas Meditaciones de cine. En el libro analiza muchas de esas pelis que ya he mencionado y también otras, como Rolling Thunder -una de sus favoritas de todos los tiempos-, Fuga de Alcatraz, Hardcore, un mundo oculto... En fin, todo un festival de sensaciones fuertes, peculiares personajes al límite, venganzas implacables -de hecho, le dedica muchas páginas al género "venganzamático", especialmente fecundo en aquellos años-, estallidos de violencia...  vamos, elementos todos que le sonarán a los aficionados (y -adas, que también hay muchas) al cine de propio Tarantino. de hecho, éste es uno de los principales alicientes del libro: entender de dónde le vienen a este tipo sus filias, sus obsesiones y los rasgos que le han convertido en un director tan único y exitoso. 

Otro atractivo, incluso más interesante, de este libro, es que resulta una gozada para cualquier cinéfilo que se precie y que no tenga demasiados prejuicios, también hay que decirlo. Porque podrán gustar más o menos las películas de Tarantino e incluso él como personaje público, pero lo que está claro como el agua -o rojo como la sangre, en este caso- es que el tío sabe mucho de cine. Muchísimo, en realidad. Y buena parte de ese conocimiento y de su inmenso amor por el medio cinematográfico lo ha plasmado en este libro, en el que no sólo nos explica el proceso de creación de éstas y otras películas -porque, por ejemplo, cuando nos habla de la primera película dirigida por su admirado Stallone, La cocina del infierno, da antes un rodeo en el que nos habla de películas y series de televisión anteriores sobre pandilleros neoyorquinos y también de la gestación, más análisis crítico de Rocky y hasta Rocky II-,y, sobre todo, el azaroso camino que llevó a algunas películas a ser como son y no como pudieron haber sido -¿qué tal un Taxi Driver dirigido por Brian De Palma y con Jeff Bridges de Travis Bickle?-, dándole una especial relevancia a los guiones Paul Schrader, claro está, y a su obsesión por Centauros del desierto). Pero también, y esto es aún más interesante, a una parte del proceso cinematográfico al que no siempre se presta atención posteriormente: la reacción del público cuando vio esas películas en su momento y los condicionantes de por qué reaccionaban de esa forma -por seguir con el ejemplo, el entusiasmo del público setentero ante Rocky sólo se explica debido a los varios años que llevaban viendo películas deprimentes y/o cínicas sobre individuos con problemas-; una circunstancia a la que él era muy sensible en aquellos sus años mozos en los que acudía a cines de cualquier barrio de Los Ángeles a ver programas dobles e incluso triples. Además, en esta indagación de cómo se gestaron las películas que ama y de las circunstancias de su producción y exhibición, Tarantino cuenta con la ventaja de haber hablado sobre ellas con muchos de los creadores de las mismas, y así, es habitual encontrar en el libro las respuestas a sus curiosas preguntas que le dieron De Palma, Scorsese o Walter Hill... Dedica también sendos capítulos al "crítico de reserva" del Los Angeles Times, Kevin Thomas, entusiasta encargado de visionar lasa películas de explotación que tanto gustan a Tarantino; otro, especialmente instructivo, al "nuevo Hollywood" de los años setenta (Robert Altman, Dennis Hopper, Arthur Penn, Sam Peckinpah, William Friedkin, John Cassavettes, etc.), que en pocos años serían destronados por los llamados movie brats o "niños mimados del cine": Coppola, De Palma, Scorsese, George Lucas, Spielberg y alguno más. Por último, un cariñoso capítulo dedicado a Floyd, un hombre que estaba realquilado en casa de su madre y con el que el joven Quentin solía ir al cine, que, además de un criterio cineatográfico estimable, quería ser guionista y, pese a no conseguirlo, sirvió de acicate para que el joven Tarantino se iniciara, a su vez, en esa carrera; lo que es más, uno de sus guiones que quedaron inéditos le dio la idea de origen, en gran medida, de Django desencadenado. A este Floyd se le dedica, ya digo, el último capítulo del libro, sin duda el más emotivo... claro, que de una manera "tarantiniana": sentimental, sí, pero sin ñoñerías y con mucho sentido del humor.

Por último (y ya sé que la reseña me está saliendo un poco larga) el gran aliciente de este libro es que conjuga la erudición sobre el mundo del cine con una escritura ágil e incluso descarada, que lo convierten en un ¿ensayo? (no sé si llegamos a hablar de eso) muy, pero que muy divertido. Desde luego, y al menos,  para quien le guste el cine, incluso sino es el de Tarantino.

Nota final: un consejo para quien lea este libro; dada la cantidad de información y de nombres de actores, guionistas, productores, críticos, etc. que se mencionan conviene tener Google a mano para ir buscando quién era éste o aquel. Muchas veces, habla de actores y actrices cuyo rostro tenemos en la memoria pero cuyos nombres, a la mayoría de los no norteamericanos, no nos dirán nada.

miércoles, 25 de octubre de 2023

Inma Chacón: El cuarto de la plancha


Idioma original:
español

Año de publicación: 2023

Valoración: se deja leer 

Que yo haya leído este libro tiene una pequeña intrahistoria que los compañeros de blog saben y que podríamos resumir en la sutil frase de los cabronazos apropiacionistas de LaSexta tienen que dar por el saco hasta por pasiva.

Pero para no aburriros prestando atención a quien no lo merece, paso a hablar del libro. Inma Chacón es hermana gemela de Dulce Chacón, fallecida hace unos años, a la que nunca he leído. El cuarto de la plancha es una especie de autobiografía con ciertas licencias literarias entre las que se incluye el eludir escrupulosamente el nombre de los familiares que van desfilando. La escritora esboza en varios momentos el argumento e incluso parece que piensa que sus lectores vayan a olvidar dicha circunstancia. Este es un primer factor repetitivo del texto, aunque hay muchos otros, que describiría tenue y amablemente como "qué buenos y guapos son todos los de mi familia" cuestión  que puede sonarnos a algún otro escritor, aunque he de decir que Chacón, a pesar de su reiteración, ha conseguido no resultarme tan lastimosa en su narración. Quizás porque su sinceridad surge más de la necesidad de compartir que de la apelación mercantilista de la nostalgia. Y a pesar de que muchos pasajes del libro dan muchas ganas de dejar la cosa, abrumado por esa especie de perfección post-guerra que planea sobre todo el relato, simplemente el hecho de haber aguantado hasta el final (cosa, por cierto, muy diferente de "mantener la atención") ya me permite otorgarle cierto mérito relativo.

Que es muy diferente que recomendarlo, por cierto. 

Porque la verdad es que uno no le ve el sentido a tanta adulación, a esa especie de continua letanía de anécdotas nostálgicas, de enumeración de situaciones que yo diría que son muy comunes a todos los mortales, pero que la autora encuadra en un marco que no deja de ser curioso: todo suena muy humilde pero un alcalde de un pequeño pueblo en el franquismo puede permitirse tener montones de hijos y disponer de servicio, y todo queda como muy reivindicativo de esa juventud contestataria de los años sesenta, pero las menciones a la beatitud más rancia son constantes y justificadas, su círculo de conocidos incluye personajes de cierta clase social. 

Insisto, al menos la narración no me ha repelido aunque este libro es territorio predilecto de un cierto tipo de lector (sobre todo, muy poco exigente) que yo no tengo inconveniente en reconocer que no soy para nada. Incluso las descripciones propias del dolor, de la añoranza (la constante rememoración de la pérdida de la hermana gemela, de la unidad-disociación de la personalidad), aunque sean lógicas en este tipo de obras, se hace cargante y repetitiva y al libro, siendo benévolo, le sobran la mitad de las páginas, en especial las dedicadas en exclusiva la hipérbole y la autocomplacencia. Aún así, no soy capaz de cargar más las tintas. 

Un error lo tiene cualquiera. O será que me hago mayor. 


martes, 24 de octubre de 2023

Fred y Geoffrey Hoyle: Infierno

Idioma original
: inglés
Título original: The Inferno
Traducción: Eduardo Goligorsky
Año de publicación: 1973 
Valoración: Recomendable

Cameron es un físico de talla mundial al que se le encomienda mediar en una disputa sobre una importante inversión monetaria en uno de dos países: Inglaterra o Australia. Pero el proyecto no se llega a desarrollar; el propio Cameron advierte de un suceso extraño en el firmamento que será catastrófico para la vida en el planeta. En la segunda parte de la novela se narra la historia de supervivencia del propio Cameron y un grupo de supervivientes en el nuevo mundo: un verdadero infierno.

Muy entretenida novela de subgénero “fin del mundo”, con la particularidad de que dicho acontecimiento, que sin duda es el eje de la novela, ocurre aproximadamente a la mitad de la narración, lo que significa que tan importante para la obra es el antes como el después; a diferencia de la mayoría de obras del género, no se dedica ni a describir el camino hacia una hecatombe ni utilizar el futuro distópico como un escenario de supervivencia, sino que la historia consiste en el acompañamiento de un héroe arquetípico a través de las dos grandes etapas: un empeño loable, por lo integral de la aventura, de literatura.

Como gran protagonista, es inevitable hacer un análisis de Cameron, pero será breve: insufrible. De acuerdo, ahondemos en la cuestión: se nos pinta desde el principio como una persona extremadamente inteligente (mucho más que cualquiera de los otros personajes, aunque en su inmensa mayoría sean también científicos de renombre) pero muy pagada de sí misma. Otras dos son las características que lo definen: carácter pendenciero y personalidad altanera; entiendo que sean facetas necesarias para explicar el liderazgo tan férreo que detenta en la segunda parte de la novela, pero se hace muy cuesta arriba soportarlo en la primera. Jamás hace autocrítica, y, como heredero del clan gobernante de los Highlands, en Escocia, exige una sumisión a sus “súbditos” muy fuera de lugar. En ningún momento nos dan una explicación por la que todo el mundo lo soporta, pero en la vida real no creo que existiera gente tan paciente y comprensiva con una persona así. Los secundarios apenas tienen importancia en sí mismas, sirviendo de comparsas para lucimiento de Cameron, que tanto en un mundo como en el otro ejerce el papel de Hombre Grande y Perfecto. Por cierto, que este HGP, a pesar de saber que se acaba el mundo, no se lo dice a nadie: se lo comunica así a su manera al primer ministro y a vivir. O a morir, en este caso. Se lava las manos.

Enmarcada sin duda en la ciencia ficción más hard, algunas páginas del libro están plagadas de ecuaciones y cálculos matemáticos, lo que quizá espante a posibles lectores más “literarios”; sería una lástima, porque, en caso de no incluir toda esa información, la novela seguiría siendo buena. Incluso ganaría en credibilidad: el hecho de que un visitante, por muy inteligente que sea, sea el único que reconozca (recordemos, siempre rodeado de astrónomos) a simple vista una supernova en el cielo que podría acabar con la vida en el planeta, no es muy creíble. Por otro lado, el mundo “académico” está descrito con conocimiento de causa, y refleja brillantemente la frustración de muchos científicos que, una vez alcanzado ciertas alturas en su carrera, deben dedicar mucho más tiempo a la administración que a la ciencia.

Sí que resulta más verídica, por paradójico que sea, la segunda parte de la novela, una vez acabado el “infierno”: ese mundo postapocalíptico está muy bien trabajado, aunque quizá deje un poco de lado la presumible barbarie ocasionada entre los supervivientes; todo el mundo parece colaborar muy bien entre sí, muy civilizadamente.

La excepción sucede cuando se alejan de su tierra natal y conocen otra “civilización”: ese episodio es, sin lugar a dudas, lo peor de la novela. Aunque en un principio no acabé de entender porqué se incluyó un episodio tan superfluo, el final del libro me confirmó que los hermanos no sabía cómo acabar la narración: un escéptico Cameron, en un rapto religioso, acaba creyendo que todo ha sido obra de un Dios todopoderoso que ayudó a minimizar los efectos de la supernova causados en la Tierra con su mera voluntad. 

No es esta reseña lugar para ponerse a divagar sobre religión o lógica, pero siempre es una lástima que una buena novela, con sus fallos, acabe en picado. El editor debería haberles dicho algo a los autores en su momento, aunque no sirviera para mantener el nivel por lo menos asegurarían la coherencia.

lunes, 23 de octubre de 2023

Re-reseña: Flann O´Brien: La saga del sagú de Slattery

Idioma original: inglés

Título original: Slattery´s sago saga

Traducción: Antonio Rivero Taravillo

Año de publicación: 1973

Valoración: Está muy bien para ser un interruptus


Hay que ver las trampas que tienen los idiomas, aunque sea de forma involuntaria. Resulta que en euskera sagu (sin el acento) significa ratón, y nada más ver el título no pude evitar asociar el libro a algo relacionado con un ratón, aunque parece bastante obvio que Flann O´Brien no sabía euskera. Claro, después de quedar deslumbrado con El tercer policía y un poco menos con En nadar-dos-pájaros, pensar en un libro sobre la saga de un ratón era algo realmente desilusionante. Y aunque mi cabeza intentaba sacarme de mi absurda obcecación, no conseguí quitármela del todo de encima hasta que no comprobé que sagú es una planta, una especie de palmera, y nada por tanto que corretee por los desvanes.

No obstante la muy evidente necesidad de la aclaración, diré que también me sirve para llenar un párrafo más, porque lo que hay que contar es más bien poco. Flann O´Brien fue un autor muy poco prolífico porque, al margen de artículos en prensa, solo escribió cinco novelas y pico. El pico es justamente La saga del sagú de Slattery, que no es que sea una novela inconclusa, sino que tiene el aspecto de trocito introductorio de algo bastante más voluminoso. Son poco más de ochenta páginas que apenas sirven para dejarnos con la miel en los labios, lamentando que el pobre O´Brien no viviese lo suficiente para desarrollarla más.

Un irlandés emigra a los Estados Unidos y tiene la gran suerte de que en sus tierras comienza a brotar el petróleo sin medida, con lo que rápidamente se hace muy rico. Por su parte su esposa, escocesa presbiteriana convertida de mala manera al catolicismo, impulsa el loco proyecto de eliminar por completo el cultivo de la patata del suelo irlandés, sustituyéndolo por nuestro ya conocido sagú, por lo visto más saludable y menos propenso a plagas como la que provocó la gran hambruna de mediados del XIX y la consiguiente emigración masiva. Tenemos algunos otros personajes, como el Slattery que luce en el título, que en la brevedad del fragmento quizá apuntan a un papel mucho más relevante. Pero lo que queda bien claro desde el principio es que todo va a ser un relato repleto de disparates, que sería imposible intuir desde estas pocas páginas (el subtítulo es Desde bajo tierra a la copa de los árboles, nada menos) y sobre todo, empapado en un humor corrosivo y con numerosas víctimas.

Un humor muy irlandés, bastante joyciano, con la mirada en el ombligo nacional, cómo no la religión (ese catolicismo insular frente al desprecio de sus severos vecinos), el alcoholismo, la fertilidad, y en definitiva la peculiar perspectiva de un pueblo fundido con sus raíces. Una crítica hacia dentro pero vista desde los otros, todo ello envuelto en ironía y ciertas pinceladas de absurdo, que parecen indicar que O´Brien proyectaba una novela bastante extensa y repleta de comicidad algo extravagante. 

Es decir, algo que parece muy alejado del sesgo surrealista de El tercer policía y del metaliterario de En nadar…, algo quizá algo menos exigente con el lector y menos rompedor, diríamos más asequible, aunque seguramente igual de bien construido y desarrollado con la prosa limpia y sobria del autor irlandés. Lo que a su vez pone de manifiesto la versatilidad de O´Brien para, sin abandonar ese gusto por el humor y la digresión heredero de Sterne, y también de Joyce, tocar diferentes registros, todo ellos, en mi opinión, con resultado exitoso.

Lo cierto es que nos quedamos un poco en estas sensaciones iniciales, porque el texto que nos ha llegado no alcanza para mucho más. Una pena quedarnos solo a las puertas con un autor tan interesante que podría haber dado mucho más.


Reseña original: aquí

Otras obras de Flann O´Brien reseñadas en ULADEl tercer policíaLa boca pobreEn Nadar-Dos-PájarosLa vida dura

domingo, 22 de octubre de 2023

Ramón Gallart: Las cartas que nos tocan

Idioma original: Español 

Año de publicación: 2022

Valoración: Está bien

Las cartas que nos tocan es la primera novela de Ramón Gallart, pero esta no es una primera novela al uso ya que hablamos de un autor de 66 años, rara avis en este mundillo que parece pedir caras bonitas y carne "fresca". Esta es una suposición mía, pero imagino que la edad del autor habrá sido uno de los motivos por los que haya optado por la vía de la autopublicación. En cualquier caso, y pese a algún que otro defectillo, estamos ante una novela disfrutable para el lector. Al lío.

A grandes rasgos, podríamos decir que Las cartas que nos tocan es la historia de Hugo y Cris, una "pareja" condenada a no encontrarse jamás por algún tipo de misterio que no se desvela hasta las páginas finales. Pero no es una novela negra, recurrencia de autores noveles autopublicados, sino que es, más bien, la historia de una búsqueda interior, de cómo acciones en apariencia insignificantes marcan destinos, de cómo hay casualidades que determinan el rumbo de nuestras vidas. Los temas vendrían a ser, así,  clásicos como el amor, la amistad, la familia o la culpa.

Decía en el primer párrafo que la novela adolece de algunos defectillos. El más importante de ellos se concentra en las primeras 40-50 hojas y puede desalentar a los más impacientes. Da la impresión de que al autor le cuesta encontrar la voz de Hugo, protagonista y narrador de la novela. No acaban de casar del todo ciertas expresiones excesivamente coloquiales con formas más "poéticas" y uno camina descolocado por ese primer cuarto de la novela.

Por otra parte, y esto ya en algo "pos-lectura", queda la sensación de que una de las historias secundarias (Manolo y Patricia) no acaba de cerrar del todo y que su aportación al conjunto quizá no mereciera tanto espacio en la novela.

Pero ya digo que la novela crece en su segunda mitad. Parece que el autor hubiera encontrado el tono adecuado para las tres o cuatro tramas que componen la novela, que la voz de Hugo "se centra", y así la novela gana en ritmo y adquiere peso y poso gracias a la construcción de sus dos personajes principales, que me parecen lo más destacable del texto.

Y es que en esta segunda mitad de la novela hay novela romántica en la que se evita el riesgo de lo folletinesco y lo melodramático, novela más o menos policial con toques de cine kinki, novela existencial, etc y todo ello encaja sin estridencias.

Resumiendo, una novela que comienza algo dubitativa a la que hay que conceder el beneficio de la duda para llegar a una segunda parte que deja con un buen sabor de boca.

sábado, 21 de octubre de 2023

Dan Simmonds: El Terror

Idioma original: inglés

Título original: The Terror

Año de publicación: 2007

Traducción: Ana Herrera

Valoración: bastante recomendable

¿Recuerdan ustedes lo del dichoso gato de Schrödiger, esa paradoja que tanto gusta a tuiteros, modernetes y demás variedades contemporáneas de listillos, porque lo mismo sirve para un roto que para un descosido? Sí, hombre, lo del gato que no se sabe si está vivo o muerto hasta que se abre la caja... (olvidando que lo más inquietante sería que estuviese vivo y muerto A LA VEZ, como el de Cementerio de animales... y perdón por el spoiler). Pues con esta novela pasa algo parecido, creo yo. Me explico:

-Premisa A: El Terror es una novela de terror (valga la redundancia).

-Premisa B: El Terror no es una novela de terror.

Y, claro, lo mismo que con el gato, no se puede saber cual es la correcta (o la más correcta) hasta que se se abre la caja, quiero decir el libro... y se lee, obviamente. Así que, para que vean todes ustedes, amigues, que aunque yo esté perdiendo el tiempo en un blog de mala muerte este fantabuloso blog sobre libros, mi capacidad de análisis crítico bien me podría permitir publicar reseñas en Babelia o, qué se yo... en The New Yorker, voy a pasar a desarrollar estos dos conceptos en apariencia antagónicos  e incluso excluyentes, pero que no lo son tanto. Antes de eso, sin embargo, he de aclarar que el título de la misma no hace referencia -o no sólo- al género de la misma, sino que es el nombre de uno de los dos barcos británicos del Servicio de Exploración, el HMS Terror, que junto al Erebus (1) se perdió en el Ártico en 1845, mientras buscaban el mítico paso del Noroeste, bajo el mando de sir John Franklin. De estos buques, ya digo, que llevaban unos 130 tripulantes, nunca más se supo... hasta que sus restos sumergidos fueron encontrados hace pocos años, en 2015, más o menso donde los sitúa esta novela. Aún así, lo que se desarrolla en ella es una recreación o, más bien, una elucubración sobre lo que les pudo suceder.

A- El Terror es una novela de terror: Atrapados anbos barcos por la banquisa durante casi dos años, en medio de un frío tremebundo y una oscuridad casi total, y con las reservas de comida y combustible descendiendo peligrosamente, la situación de aquellos hombres ya era lo suficientemente terrorífica. Pero, además, en la novela de Simmonds los miembros de la expedición se ven acosados por un "monstruo del hielo", una especie de oso polar gigantesco y fantasmal que va acabando con los tripulantes uno por uno. Sin olvidar, claro, la violencia inherente al ser humano y que en un grupo sometido a tanta presión acaba siempre por aflorar.

Encontramos, pues, en esta novela, un horror físico y sangriento, casi -o sin casi- gore, amén de otro no menos físico, causado por lo que las penurias y enfermedades pueden provocar a los cuerpos (no me atrevo a considerarlo como body horror, pero casi). también hay un terror ambiental, claustrofóbico, aunque no únicamente en los pasajes que se desarrollan en el asfixiante interior de los barcos, sino también en el peligroso laberinto de hielo que los rodea,,, y, por último, un miedo que podríamos considerar como metafísico, que anida en el interior de cada hombre y se muestra a la luz cuando éste debe enfrentar su destino. Porque, por otra parte...

B- El Terror no es una novela de terror: O no sólo, ya digo. Es, ante todo -y además de una narración ¿biográfica? sobre los distintos personajes, muchos de los cuales existieron en la vida real- una novela sobre el destino y sobre el reverso del mismo, eso que llaman "libre albedrío", aunque no deje de ser la otra cara de una misma moneda; existe, claro está, el destino implacable, disfrazado de azar (o viceversa) que conduce a los hombres a una muerte horrible, violenta o degradante. Pero también varios personajes de la novela tienen la oportunidad, en un momento determinado, de decidir cómo quieren intentar vivir o, incluso, cómo quieren morir. para ellos, conocemos también las vicisitudes interiores, los pensamientos íntimos de algunos de ellos, como el doctor Goodsir, el teniente Irving, el eficiente y leal Harry Peglar o el muy infame Hickey. pero, sobre todo, del capitán Crozier(2), que deviene el principal protagonista de la narración. Como casi único contrapuento con el auténtico campo de nab predominio masculino que es esta novela, Lady Silenciosa, una joven esquimal "recogida" por la expedición y cuyo obligado mutismo parece guardar los secretos de la amenaza que les acecha en el hielo y de las propias latitudes árticas, tan hostiles hacia ellos, en las que se encuentran.

Un último apunte: con todo lo recomendable que me parece este libro tanto para los aficionados/as a la novela histórica como a la del género de terror (o ambas cosas, evidentemente), hay quizás varias cisrcunstancias que conviene tengan en cuenta antes de plantearse su lectura: en primer lugar, su extensión, de casi 800 páginas, con lo que hay que prepararse para asistir  a las penalidades de esta pobre gente durante una buena temporada, por otra parte, y, sobre todo en la primera mitad del libro, conviene tener un cierto dominio de los térmicos naúticos de la época (o un diccionario a mano), para no liarse mucho con la narración (los lectores avezados en las novelas de Patrick O'Brian no han de tener problemas, sin embargo). En último lugar, auqneu esto ya es una observación persoanal mía, en la traducción del libro se ha optado por utilizar las medidas del Sistema Métrico Decimal -metros, kilómetros-, así como la medicoón de temperaturaas en grados Celsius, amabas cosas que creo que difícilmente se havcían en la Armada británica del siglo XIX. Es algo que no digo que te saque de la novela, pero sí resta un poco de verosimilitud, en algún momento , a la narración. 

Todas estas "pegas" no son óbice, por supuesto, para recomendar encarecidamente este novelón, cuya lectura creo que puede hacer las delicias de los y las aficionados/as al(los) género(s).  Más aún, me atrevo a sugerir, si se hace en los meses de verano, para que el rigor helador al que se ven sometidos los personajes sirva para, al menos psicológicamente, aliviar nuestros calores estivales, también bastante extremos, en los últimos tiempos...


(1) Para quien pueda interesar, existen varios libros sobre esta expedición, entre ellos uno titulado, precisamente, Erebus. Historia de un barco, escrito nada menos que por Michael Palin, vicepresidente de la Royal Geographical Society, además de ex-leproso, gobernador de Judea y miembro del Frente Popular de Judea.
(2) Existe, como supongo ya sabrán muchos de los lectores de la reseña una serie basada en esta novela, al parecer de muy buena factura y que tiene muy buenas críticas, pero que yo no he querido ver. Lo único que puedo decir sobre ella es que el capitán Francis Crozier está interpretado, al parecer por Jared Harris, que, aun con lo buen actor que es, a mí no me cuadra físicamente con el personaje.

viernes, 20 de octubre de 2023

Gary J. Shipley: Los inamovibles y otros relatos de atrocidad, deformidad, horror y depresión

Idioma original: Inglés
Traducción: Federico Fernández Giordano
Año de publicación original de los relatos: 2015, 2017, 2018, 2019
Valoración: Recomendable para raritos

La editorial Holobionte incluye, en un volumen recopilatorio, la novela corta Los inamovibles (2017), dos piezas experimentales y dos relatos. Ninguno de estos textos de Gary J. Shipley se habían traducido al español hasta ahora.

Los inamovibles trata de una familia que encuentra, de la noche a la mañana, a la «madre-esposa» petrificada. ¿Está muerta? ¿Por qué sirve de fuente de nutrición de los suyos? Esta ficción, extraña como pocas, combina lo insólito con el terror existencial y el body-horror. 

A nivel conceptual me ha encantado. Aunque podríamos encasillarla dentro del terror absurdo y el bizarro más extravagantes, tiene trasfondo. Habla, entre otras cosas, del luto, la dependencia emocional, la soledad, el tedio de la existencia, la adicción (a sustancias, a internet…) o la fama. Lástima que no se decante por ninguno de estos temas en concreto y, por tanto, no profundice en ellos.

En cuanto a lo formal, le veo algunas pegas a la novela. Por ejemplo, que rompa sólo en un par de ocasiones su estructura sin motivo aparente; puesto que el texto entero está compuesto por párrafos aislados, no entiendo por qué se hace una excepción en un par de páginas.

Su prosa tampoco está libre de reproches, pues se antoja forzada, incluso pretenciosa. Y es que no se justifica en ningún momento la voz del narrador en primera persona; a eso hay que añadir que el tono filosófico del conjunto anega a la acción en ciertos pasajes. 

A su vez, los personajes que habitan estas páginas son bastante planos, aunque entiendo que lo importante no eran ellos, sino lo que les sucede y las ideas que ello suscita.

En todo caso, insisto en que Los inamovibles es interesante, al menos conceptualmente hablando. También como ficción subversiva, rara y gore tiene su encanto.

Más conseguidas a nivel global me parecen el resto de piezas incluidas en esta antología, pues su fondo y forma harmonizan mejor que los de su predecesora, y su vocación filosófica no opaca tanto la historia relatada.

"Apuntes para una poética futura de la impossibilia: atrocidad, deformidad, horror y depresión" (2017) es una delirante lista de consejos de índole creativa que resuena más de lo que debiera. Por otro lado, "Aftermath" (2015), "Escucha, querida hermana, escucha" (2018) y "Todas las cosas horribles: una entrevista" (2019) son ¿cuentos? que dan un mal rollo increíble. El primero es una suerte de ¿distopía post-apocalíptica? requete-turbia; el segundo, tan críptico como fascinante; el tercero, un diálogo espeluznante que nos mantiene enganchados de principio a fin.

Resumiendo: Gary J. Shipley no escribe una obra que gustará a todo el mundo. Sin embargo, ésta tiene su atractivo para raritos como un servidor, y el volumen de la editorial Holobionte que hoy traigo a colación es, sin duda, idóneo para iniciarse con tan inclasificable autor. 

jueves, 19 de octubre de 2023

Marianne Dubuc: Nina y Milo

Idioma original: francés
Título original: Nina et Milo, journée de pêche
Traducción: Raquel Solà i Garcia (en catalám y castellano para Editorial Juventud)
Año de publicación: 2021
Valoración: entre recomendable y muy recomendable


Seguramente recordaréis, aquellos que sois lectores desde la infancia, los típicos libros de la serie «Elige tu propia aventura»; una serie de libros donde lo interesante era que la lectura se planteaba como un juego o una aventura y era el lector quién decidía, en casi cada página, qué camino o decisión debía tomar el protagonista de manera que en función de esas decisiones el final de la trama era uno u otro.

Este tipo de libros son interesantes pues interpelan al lector poniéndole en situaciones en las que el futuro del personaje o de la historia dependen en gran medida de sus decisiones, y esto es algo que, a modo de divertimento, funciona muy bien y es un enfoque que, ya años después, abrazaron los creadores de videojuegos e incluso hubo algún atrevimiento en TV hasta el punto de que una serie popular como Black Mirror se atrevió con ello (y fracasó, según mi opinión).

El caso es que este tipo de literatura va muy ligada al público juvenil, pero está muy poco explorado en el ámbito de la literatura infantil y eso algo que creo que debería remediarse puesto que si algo fomentan este tipo de libros es que, más allá de la creatividad y la imaginación sobre qué puede ocurrir a continuación en la trama, a nivel más profundo podríamos afirmar que potencian la capacidad de análisis, la convicción y seguridad en las decisiones tomadas y la asunción de responsabilidades. Por todo ello, es muy interesante que una artista como Marianne Dubuc se haya atrevido (y con éxito) a superar tal reto.

A nivel argumental, la trama es simple: dos amigos (Nina y Milo) salen a pescar y, debido a una fuerte racha de viento, Milo sale volando. Nina deberá encontrarlo siguiendo su instinto y en esa aventura se encontrará con diferentes obstáculos y personajes que le supondrán una ayuda o un estorbo (según cada caso). A nivel gráfico, los dibujos de Marianne Dubuc son de estilo clásico, de colores suaves y formas redondeadas, muy agradables a la vista y sin estridencias cromáticas ni personajes grotescos lo cual permite que sea una lectura es muy recomendable para todas las edades.

Por todo ello, se trata de un libro que recomiendo pues, además de disfrutar con el trazo cálido de la autora (de la cual recomiendo «El camino de la montaña» por la bonita historia que narra), nos permite adentrarnos en una aventura y ayudar a sus protagonistas a conseguir su objetivo a través de nuestras decisiones con lo que hace de ello una lectura no únicamente agradable sino altamente interesante y estimulante.

miércoles, 18 de octubre de 2023

Ellery Queen: El cadáver fugitivo

Idioma original
: inglés
Título original: The vanishing corpse
Traducción: Equipo solución
Año de publicación: 1974
Valoración: Recomendable para fans

Tengo un hábito de lectura que se podría decir que he copiado de la gastronomía: así como en banquetes pantagruélicos, o en comidas de postín, se ofrecen sorbetes o similares entre primer y segundo plato para hacer tabla rasa con el gusto, a mí me gusta utilizar pequeñas novelas de ciencia ficción o género negro entre otros mamotretos de mayor enjundia. Soy consciente de que esta es una forma de establecer literatura de primera y de segunda, pero prefiero pensar que hay obras que se han escrito con más ambición que otras, o con otros fines, y eso no tiene nada de malo: simplemente se dedican a objetivos distintos, y hay ejemplos válidos y fallidos en los dos bandos.

Este prólogo es para presentar la novela de la reseña, El cadáver fugitivo de Ellery Queen.

Es este el seudónimo de dos primos estadounidenses de comienzos del S. XX con el que alcanzaron la fama y la profesionalización. Es una novelilla muy breve, se lee en dos tiradas, y quizá también esté ahí la clave de su éxito: el argumento se funda en dos o tres apuntes fundamentales, y tira millas. No hay espacio ni tiempo para profundizar en las posibles incongruencias.

Novedades que podemos añadir: un nuevo tipo muy elegante de asesinato, lo que no es poco, la introducción del factor “animal” en un robo, y la ahora tan de moda controversia sobre la vigorexia. No está nada mal para una lectura de un par de horas.

En esta aventura, el insufrible Ellery Queen – porque es realmente insufrible, uno de esos tipos que se la dan de listos mientras se repantigan en el sillón y cruzan los pies sobre la mesa – se entromete en otra investigación de su padre, el inspector de policía, en la que se investiga el presunto asesinato de un adinerado médico. Cómo no, la resuelve él solito mientras unos cuantos detectives, policías y demás hacen el paripé por ahí.

Sin duda, los primos escritores saben lo que se traen entre manos, y ponen toda la carne en el asador: nos presentan unos claros sospechosos, otro posible loco imprevisible como segunda opción, e incluso una aliada que podría no ser lo que parece. Afortunadamente, el gran Queen nos sacará a todos del entuerto.

Sin embargo, aún da tiempo a alguna que otra inconsistencia: ¿porqué se establece una alianza tan firme, y fundamentada en absolutamente nada, entre dos personajes principales? Es importante para la narración, pero no creíble. Otra: ¿Cómo el asesino pudo actuar tan impunemente después del asesinato, trayendo en jaque a toda la policía?

Es muy indudable que nadie viese nada en algún momento. 

Como es una novela tan rápida y breve, son estos “detalles” algo que se puede pasar por alto, pero denota que no se ha trabajado muy bien en ello: un par de capítulos extra podrían explicarnos en qué se fundamenta una relación, o qué métodos se utilizaron para según qué fines.

En fin, como digo, una novela muy breve, recomendable para fans de la novela negra, y para leer de un par de tacadas. Sin más.

martes, 17 de octubre de 2023

Antonio Machado: Juan de Mairena

Idioma original: castellano

Año de publicación: 1936

Valoración: Decepcionante


Por qué no decirlo, esto va a ser un poco traumático, por lo menos para mí. Hace solo unas semanas hubiera preferido que me corten un brazo antes que admitir que un día no lejano, sin mediar demencia, le iba a poner un Decepcionante a don Antonio Machado. Así que muy bien podría incluir aquí esa entrañable etiqueta de ‘reseñas con las que me juego el cuello’, o hacer un bonus de aquella famosa serie de Grandes decepciones que en este blog se llevó por delante a Tólstoi o Cortázar, por citar lo más escandaloso. Es lo que tiene meterse en estos jardines en vez de leer alguna novelita de moda.

Machado había escrito sus dos libros fundamentales, Soledades, galerías y otros poemas y Campos de Castilla más o menos en la primera década del siglo XX, y bastante tiempo después comenzó a publicar sueltos en la prensa madrileña. En 1936 se publica una recopilación de ese material bajo el título Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, o sea, lo que tenemos hoy entre manos. El texto reúne por tanto pequeños artículos de tema muy diverso en los que el poeta se explayaba, seguramente sin ninguna cortapisa, sobre religión, política, cultura, literatura y poesía, sobre la naturaleza humana, la sociedad y, sobre todo, sobre asuntos de filosofía. Todo puesto en boca de sus dos heterónimos: el maestro Abel Martín, y su discípulo Juan de Mairena, personajes más o menos intercambiables que comparten profesión con Machado y pretenden inculcar en sus alumnos ideas y conceptos, pero sobre todo, pienso yo, abrirles la mente y dotarles de herramientas para pensar por sí mismos. La cosa tiene como un reflejo, yo creo que intencionado, de las enseñanzas de Sócrates transmitidas a través de los escritos de Platón.

Como es fácil suponer, el texto está teñido de ironía, con golpes de humor unas veces más logrados que otras, y con la clara intención de robar unos minutos al lector de prensa, seduciéndole para que se detenga a reflexionar sobre determinada ocurrencia o sobre algún dilema filosófico más o menos arduo. Aunque en magnitudes más domésticas, la cosa recuerda un poco a Los ensayos de Montaigne, aunque sin la voluntad, la mayor parte de las veces, de desarrollar de verdad los temas. Es un poco un juego intelectual, la humorada de quien quiere lucir el ingenio más que construir algo consistente. El ingenio, claro, que viniendo de quien viene deja momentos brillantes y también, por qué no decirlo, algunas (pocas) solemnes tonterías que quiero pensar que solo pretenden provocar, como la oposición al sufragio femenino (por favor, don Antonio), o el menosprecio del aprendizaje de idiomas (algunos de los cuales, si no estoy equivocado, el autor dominaba hasta cierto punto). Claro, ya dice Machado-Mairena que es ‘un hombre de otro tiempo’, y desde luego parece que bastante alejado del que le tocó vivir.

Asoman por ahí cosas de cierto interés, una especie de poética express, con ideas someras sobre la creación literaria (poco que ver con reflexiones mucho más elaboradas de algunos contemporáneos), esbozos de una obrita teatral, seguramente de esas que modelaba con su hermano Manuel, elucubraciones de filosofía que no llegan a constituir un cuerpo sólido, y sobre todo, una llamada a la sencillez y el sentido común que recorre todo el libro, y que podría ser el mensaje con el que podríamos quedarnos finalmente.

Habrá quien disfrute del modelo. El libro, sin ser muy largo, tiene un poco de todo, hay que apreciarlo en sus virtudes, que algunas tiene, y quizá puede ser atractivo para quien lo tiene en la mesilla y de vez en cuando ojea dos o tres apartados, deteniéndose en buscarle los dobles sentidos o la profundidad de una paradoja aparente. Creo que es la forma en que uno puede apreciar mejor la miscelánea que nos presenta. Pero lo siento, no es mi forma de leer, y además confieso, ya lo he dicho alguna vez, que no me gustan estas cosas. La creatividad o la inspiración para sorprender con un golpe, una humorada o un rapto de erudición pueden brillar al servicio de algo más sólido, pero puestos así en fila y digeridos uno detrás de otro se diferencian poco de una colección de ocurrencias y reflexiones que se quedan a medio cocinar.

Así que pueden ustedes elegir entre blasfemia y rebuzno para calificar esta reseña , que me va a dar igual, porque por mi parte me quedaré siempre con aquellos momentos en que don Antonio rozó los cielos, con Castilla miserable, ayer dominadora…, Ayer soñé que veía a Dios y que a Dios hablaba…, Una tarde parda y fría de invierno…, o Una de las dos Españas ha de helarte el corazón. 

Otras obras de Antonio Machado en ULAD: Campos de Castilla

lunes, 16 de octubre de 2023

Gabriel Miró: La novela de Oleza (Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso)

Idioma original: Español

Año de publicación: 1921 y 1926

Valoración: Recomendable

Esta reseña es en realidad un 2*1 ya que bajo el título La novela de Oleza se agrupan dos novelas que, si bien fueron escritas y publicadas con años de distancia, constituían para su autor un conjunto único. 

Hecha esta aclaración previa, conviene situar al autor en su momento histórico. Miembro de la Generación del 14, grupo prácticamente olvidado por estar a medio camino entre la Generación del 98 y la Generación del 27, Gabriel Miró fue un autor que volcó en su obra buena parte de sus vivencias personales. Sirvan de ejemplo su infancia en Orihuela y su formación en un colegio jesuita, los cuales aparecen reflejados en la novela.

Situada aproximadamente entre 1880 y 1900, podríamos resumir (aunque sea mucho resumir) La novela de Oleza como un texto circular en el que se se enfrentan "civilización y barbarie", conservadores y liberales, tradición y progreso, en una pequeña ciudad levantina. Construida en base a diferentes contraposiciones a nivel de ideas y personajes, constituye una crítica / ridiculización de la España pacata e hipócrita de la época y de cómo esta es capaz de llevarse vidas por delante.

Oleza tiene ojos de gato y demonio que traspasan las paredes.

En cuanto al texto en sí, podríamos encuadrarlo dentro de un "realismo impresionista" (y que me perdonen los eruditos). Tipos, personajes y costumbres que representan a una colectividad muy clara se entrelazan con profusas descripciones de paisajes, olores, sabores, claustros, altares, esculturas... creando una combinación que sorprende y, al mismo tiempo, asusta al lector de 2023 por su abrumador dominio del lengua y un estilo algo anacrónico.

Oleza callaba. Oleza debía de estar oyendo misa al monasterios y parroquias. Quietud y limpidez de otoño. Vuelos de palomos; crujidos de las ropas que lavaba una mujer en su piedra de la orilla; y los lienzos lavados en la calma del domingo parecían esparcir su olor de blancura nueva.

Producto de esas descripciones, y aunque creo que es algo que ocurre menos que en Las cerezas del cementerio, la trama se ve interrumpida y el texto parece convertirse más en una sucesión de estampas que una novela propiamente dicha. Esta tendencia es menos acusada en El obispo leproso, quizá la más "novelesca" y disfrutable para los estándares actuales, que me resulta más "redonda" como conjunto que Nuestro Padre San Daniel. Y es que además de poseer un hilo narrativo más claro, una trama más lograda, también es más arriesgada en lo formal, con saltos narrativos y elipsis que habrá de completar el lector. 

Dicho esto, hay que reconocer dos claras virtudes en Miró. La primera es el ya comentado brutal dominio del lenguaje (diccionario a mano, gentes); la segunda es la magnífica construcción de los personajes como Don Magín, Cararajada, Paulina, Pablo, etc. Muy buenos personajes, bien desarrollados, bien definidos a través de sus palabras y sus silencios.

Podría extenderme mucho más. Sus casi 500 páginas dan para mucho mas pero el objetivo es trazar una idea general de un texto muy proustiano que, con sus virtudes y defectos, puede resultar tan exigente y pesado para algunos como sumamente recomendable para otros. Cuestión de inclinaciones y gustos, como todo.

P.S.: Aprovechando que son dos novelas más o menos independientes, he dejado pasar un mes entre la lectura de una y de otra. Leer del tirón casi 500 páginas de Gabriel Miró solo está al alcance de los más valientes y yo soy más bien cobarde. Como decía Woody Allen, en caso de guerra yo solo valdría para ser prisionero.

También de Gabriel Miró en ULAD: Las cerezas del cementerio

domingo, 15 de octubre de 2023

Italo Calvino: Palomar

Idioma original: italiano

Título original: Palomar

Año de publicación: 1983

Traducción: Aurora Bernáldez

Valoración: imprescindible

Aunque en este blog ya hemos publicado una reseña de Nuestros Antepasados para conmemorar el centenario del gran y nunca suficientemente recordado Italo Calvino, es hoy, día 15 de octubre del 2023, cuando se celebran los cien años de su nacimiento en la ciudad de Santiago de las Vegas, en Cuba (por lo que se puede decir que se trata del más destacado escritor cubano de la Historia, aunque escribiera en italiano). 

No sé si éste será el mejor homenaje posible a tan recordado y estimado escritor, pero vamos con la reseña del último de sus libros publicado en vida de su autor, quizás no tan conocido como El barón rampante o Las ciudades invisibles, ni tan original y juguetón Si una noche de invierno un viajero -aunque un poco, también-, pero Palomar, sin duda, resulta ser un pequeño gran libro, a medio camino entre el ensayo, la narración -de aquella manera- y el dietario -o quizás simple cuaderno de notas- que, cabe suponer, llevaba Calvino en sus viajes e incluso su vida cotidiana, y que se ve reflejado aquí, aunque haya trocado aquí su protagonismo (lo cual es muy de agradecer por quienes no somos demasiado fans de la autoficción) por el de un personaje, el señor Palomar, de quien habría que ver cuantos rasgos tiene en común con su creador. Es fácil suponer que, al menos, comparten -o compartían- no sólo el interés, sino la fascinación por el mundo -y el Universo- que les rodea, así como una visión del mismo entre maravillada y desconcertada que a muchos lectores nos hace identificarnos con personaje y autor.

El origen del libro, según cuenta el propio Calvino en su prefacio, está en unos artículos que publicó en el Corriere della Sera con el señor Palomar como protagonista -por lo visto, tenía la intención de introducir a otro personaje, el señor Mohone, como contrapunto, pero se quedó en el limbo-, recopilados luego y ampliados en este librito. Pero, además, Calvino dotó a sus artículos de una organización interna singular (de la que no es aventurado suponer alguna influencia de los juegos literarios del OuLiPo, al que pertenecía): lo que hace el señor Palomar es, fundamentalmente, observar a su alrededor -de hecho, su nombre se debe al observatorio astronómico de Mount Palomar, en California- y reflexionar sobre lo que observa. Tales observaciones, de índole muy diversa, están plasmadas en dieciocho pequeños capítulos -de apenas unas pocas páginas-, que se hayan agrupadas de tres en tres, según los temas. Pero cada uno de estos capítulos están situados, además, siguiendo un criterio de ordenar modelos de observación diferentes -esto lo cuenta también Calvino en el prólogo-:el primero, más descriptivo, corresponde a una experiencia visual; en el segundo, de carácter más narrativo, "están presentes elementos antropológicos, culturales, en sentido lato y (...) también el lenguaje, los significados, los símbolos". En tercer lugar encontramos experiencias de tipo más especulativo y abstracto: "Del ámbito de la descripción y el relato se pasa al del a meditación". A grandes rasgos, se puede decir que se cumple esta intención declarada por el autor, pero también que ,ocurre algo parecido en lo que se refiere al conjunto de artículos o capítulos; entre los últimos -El modelo de modelos, El mundo mira al mundo, El universo como espejo- encontramos, sin duda, los que más tienden a la abstracción, a la divagación filosófica y casi diríamos metafísica.

Estos grupos de tres capítulos, organizados temáticamente por actividades o lugares donde discurre la vida del señor Palomar -Palomar en la playa, Palomar en el jardín, etc.-. están a su vez agrupados de tres en tres secciones más generales, también alrededor de un concepto: Las vacaciones de Palomar, Palomar en la ciudad y Los silencios de Palomar, que constituyen las tres grandes partes en que se haya dividido el libro. Y que, dicho de otro modo o viéndolo de forma inversa, se van desgajando en subgrupos de tres, para organizar el libro a modo de cuadro sinóptico. En cuanto al contenido de los capítulos u observaciones en sí, podemos encontrar desde las meramente -incluso concienzudamente descriptivas-, como en Lectura de una ola, El césped infinito, Desde la terraza (éste recuerda un poco...y aquí imaginad un suspiro nostálgico de quien esto escribe, a la maravillosa Las ciudades invisibles), La carrera de las jirafas o el apunte costumbrista -los capítulos de Palomar hace la compra, en el que nuestro protagonista recorre algunos establecimientos gastronómicos de París-  a la, si no humorada, al menos sí reconocimiento de la vis cómica que pueden y suelen adoptar algunos aspectos de la realidad: El seno desnudo (en el que Calvino ya prefiguraba las incertidumbres y dudas de los varones cisheterosexuales sensibles con el empoderamiento de las mujeres, por entonces aún sólo llamado "liberación femenina") , Los amores de las tortugas, la muy irónica Serpientes y calaveras, La pantufla desaparecida... Por último, ya digo, algunos de los capítulos más "metafísicos", que acaban, nada menos que con Cómo aprender a estar muerto, algo que, sin embargo, parece que sólo se llega a prender con la práctica... No quiero dejar de recordar el capítulo titulado El gorila albino, dedicado al otrora célebre (seguro que muchos de quienes lean esta reseña lo recuerdan o puede incluseo que lo vieran alguna vez) Copito de Nieve, principal atracción por entonces del zoo de Barcelona e incluso de toda la ciudad. Un capítulo conmovedor en el que Italo Calvino demuestra su gran humanidad y empatía cuando habala de aquel gorila, único individuo con sus características en el mundo y no sólo entre los gorilas, sino entre todos los seres vivientes y, por tanto, también más solitario que ningún otro.

En fin, si siempre es buena idea leer un libro, cualquier libro, de Italo Calvino, más aún hacerlo con éste pequeño compendio de observaciones, reflexiones y -pocas y generalmente dubitativas- conclusiones en el que, además, se puede uno deleitar con la maravillosa prosa de este autor, que parece hacer siempre fácil lo difícil, no sólo en su labor de escritor (y de escritor que se lo pone fácil al lector, además, lo que no es tan frecuente) sino en la suavidad y elegancia con la que parece haber transitado por la vida, sin haberse escondido nunca, no obstante, en el subterfugio de la frivolidad o la intrascendencia. Un ejemplo que debería ser para todo el mundo, se dedique o no a las letras, pero más aún o sobre todo, para quien sí lo haga.

Feliz cumpleaños, señor Calvino, esté donde esté... 

Otros títulos del maestro Calvino reseñados en Un Libro Al Día: El sendero de los niños de araña, Nuestros antepasados, Marcovaldo, Las ciudades invisibles, Si una noche de invierno un viajero, Seis propuestas para el próximo milenio, El barón rampante