lunes, 31 de octubre de 2022

Mariana Enriquez: El otro lado. Retratos, fetichismos, confesiones

Idioma original: Español
Año de publicación: 2022
Edición: Leila Guerriero
Valoración: A mi de Mariana Enriquez me interesa hasta la lista de la compra

Pues nada más y nada menos que 812 páginas con artículos varios de la gran Mariana Enriquez se reúnen en este volumen que hará las delicias de los fans de la "Reina del Terror", que será del agrado de cualquiera que no haya leído a Enriquez pero tenga un mínimo interés por la cultura popular (en sus más variadas formas) de los últimos 50 años y que puede ser un interesante, aunque quizá demasiado extenso, acercamiento para que aquellos que no conozcan su obra puedan ver temas, obsesiones o referencias que luego se verán reflejadas en sus cuentos y novelas. 

Dicho esto, los textos pueden ser agrupados en dos categorías: esfera privada y esfera pública.

En cuanto a la esfera pública, esta se compone de textos que versan sobre famosos "raros" del mundo de la literatura, el cine y la música. Y como "raros" debemos entender que se encuentran en alguna de las categorías que la definición de la RAE establece: "que se comporta de un modo inhabitual", "extraordinario, poco común o frecuente", "escaso en su clase o especie", "insigne, sobresaliente o excelente en su línea" o "extravagante de genio o de comportamiento y propenso a singularizarse".

Obituarios, reseñas de discos o libros, pequeñas biografías, anécdotas mínimas de ángeles en algún momento caídos y que suelen reunir una vida de "excesos", autodestrucción, éxito y fracaso, belleza y malditismo, etc. Las referencias son innumerables (River y Joaquin Phoenix, Lovecraft, Poe, Jagger y Richards, Marianne Faithfull, Hubert Selby, Charly García (delirante entrevista, por cierto), Asia Argento, Heath Ledger, Gainsbourg. Maya Angelou, etc) y en ese sentido el libro es un artefacto POP que puede funcionar como abrumadora playlist, como tsundoku o como filmografía "esencial". 

Además de por lo ya comentado acerca de las influencias que sobre la obra de la autora tienen buena parte de los personajes comentados, lo que hace que resulte plenamente reconocible para los lectores de Enriquez, si por algo destaca esta esfera pública es por el enfoque de los textos. Hay una parte analítica y una parte descriptiva en ellos que se complementan de maravilla. Los datos, pese a su profusión, no aturden y el análisis de las obras no cae en la exhaustividad académica. Bastan una pinceladas, apenas 4-5 páginas para que la idea quede clara. 

Más sorprendente resultará la esfera privada, esa que podríamos calificar como "autoficción a lo Enriquez". Junto a los relativamente previsibles (pero escasos) textos sobre escritura / literatura y alguna que otra confesión de corte más intimista y serio, aparecen a lo largo del libro textos en los que el humor se abre paso en lo cotidiano y ocupa un lugar central. Descubrimos, así, a una Mariana Enriquez socarrona, ácida, divertidísima. ¡Coño, que a veces me he reído a carcajadas! Hay, por ejemplo, una versión humorística de "Casa tomada", reflexiones sobre sus neurosis dignas de Allen, diatribas desopilantes sobre el turismo, la playa, los ronquidos nocturnos, la maternidad, los indignados, las pasiones virtuales, el sexo, etc. El humor como elemento "distanciador" me parece clave en los textos autobiográficos y este libro es buen ejemplo de ello.

Como podéis ver en la valoración, no soy objetivo con los libros de Mariana Enriquez (a nadie que nos siga les sorprenderá). No son solo los ingredientes, referencias y obsesiones sino el tratamiento que da a los mismo, el ritmo de sus textos... Y a quien se atreva a contradecirme.... LE RETO A DUELO!!

Podéis leer las reseñas de otros libros de Mariana Enriquez en ULAD: Bajar es lo peor ,Alguien camina sobre tu tumba. Mis viajes a cementeriosNuestra parte de nocheLa hermana menorLos peligros de fumar en la camaEl año de la rataEste es el mar y Las cosas que perdimos en el fuego


domingo, 30 de octubre de 2022

Kristopher Triana: Buscando al hombre del río

Idioma original:
Inglés
Título original: Gone to See the River Man
Traducción: Javier Martos
Año de publicación: 2020
Valoración: Recomendable (o no)

La premisa de Buscando al hombre del río, novela de terror de Kristopher Triana, es la siguiente: Lori está obsesionada con un asesino de mujeres llamado Edmund. Ambos mantienen correspondencia mientras él cumple condena en prisión. Un día, Lori recibe unas instrucciones crípticas de parte de Edmund y, por supuesto, se aviene a cumplirlas.

A mi juicio, varios son los apartados de Buscando al hombre del río a destacar: 

  • Su prosa. Aunque en general es bastante sencilla, funciona a la perfección; además, deslumbra, por contraste, cuando al autor le entra la vena lírica. 
  • Su argumento, moderadamente original y tremendamente adictivo.
  • Las revelaciones. Hay un par de "plot twists" estratégicamente ubicados.
  • La complejidad psicológica de la protagonista. Lori es fascinante en su odio, malestar, desesperación y turbiedad.  
  • El pavoroso diseño del hombre del río. No me ha parecido derivativo, lo cual tiene su mérito, habida cuenta de que el imaginario del horror cósmico tiende al reciclaje o saqueo de monstruitos lovecraftianos. 
  • Su mensaje. Dictamina acertadamente que la humanidad es intrínsecamente egoísta y malvada, y que basta apenas un pequeño empujón para que demos rienda suelta a nuestros peores instintos.

Por otro lado, querría indicar los que, a mi juicio, son los aspectos menos logrados del conjunto: 

  • Hay en estas páginas algún tropo del género implementado de forma excesivamente obvia. 
  • Ciertos capítulos aportan poco a la trama. 

En resumen: recomiendo Buscando al hombre del río. Si sois el público objetivo de esta ficción, la disfrutaréis de lo lindo. El resto de gente, mejor manteneos al margen. Aunque la novela se aleja del "splatterpunk" que caracteriza otros trabajos del autor, sigue siendo bastante indigesta para quienes tienen el estómago delicado. Y es que la salpican pasajes "gore", aborda temas tabú y la protagoniza un personaje que a medida que avanza la historia va pareciendo más irredimible a ojos del lector.

sábado, 29 de octubre de 2022

Diego Muzzio:Las esferas invisibles

Idioma original: Español

Año de publicación: 2014

Valoración: Recomendable 

Tres novelas cortas (o tres relatos largos, según se mire) conforman este Las esferas invisibles del bonaerense Diego Muzzio. Tres textos que, en cualquier caso, poseen una serie de elementos comunes que podrían servir para catalogarlos dentro de la etiqueta "terror gótico",  como hace la propia editorial en la contracubierta del libro. Yo, en cambio, me inclino más por situarlo dentro de la vertiente oscura de lo "real maravilloso". Pero quizá más reveladores que una etiqueta u otra sean los nombres que a uno le vienen a la cabeza a medida que avanza en los textos: Conrad, Poe, el Informe sobre ciegos de Sabato, Mariana Enriquez, Stephen King o La sed de Marina Yuszczuk.

Sea como fuere, ya digo que hay una serie de elementos comunes a los tres textos: la ubicación espaciotemporal (el Buenos Aires de 1871, en plena epidemia de fiebre amarilla), la obsesión por la muerte, la culpa y el pecado, la presencia de fuerzas que exceden nuestra voluntad y entendimiento, etc. En definitiva, atmósferas y obsesiones compartidas, luz y oscuridad, la razón y las esferas invisibles (¡qué magnífico título!) de lo irracional.

Entrando algo más al detalle, abre el volumen El intercesor, texto que se sirve del recurso a la historia dentro de la historia para trasladarnos a un mundo fantasmal plagado de terrores sin monstruos con un personaje, el negro Tumbo, que recuerda demasiado al Kurtz de El corazón de las tinieblas pasado por el tamiz de la novela gauchesca (vaya combo). Y pese a que atmósfera, paisaje y el progresivo desmoronamiento del protagonista me parecen bien conseguidos, no puedo quitarme de encima esa impresión de demasiadas similitudes con el texto de Conrad.

El ataúd de ébano, por su parte, se acerca más a Poe. Porque habemus ladrones de tumbas, casa "singular", niña "rarita" y dos desertores de la guerra con el Paraguay que viven una oscurísima historia de redención en la que el "terror" es mucho más físico que psicológico. La putrefacción de cuerpos y almas, el hedor y el miedo conviven, por tanto, en un texto que creo que mejora sensiblemente el resultado de El intercesor.

Cierra el libro La ruta de la mangosta, texto en el que se combina a partes iguales lo físico y lo psicológico, lo misterioso y lo terrorífico. Me parece el texto más "ambicioso" y más logrado de los tres, al aunar en uno solo las virtudes encontradas en los anteriores. Una primera parte deliciosamente macabra da paso a una espiral (auto)destructiva de enfermedad, esclavitud y muerte que guiará los pasos de sus protagonistas a través de guerras y epidemias convertidas en fuente de bienestar. 

En resumen, tres nouvelles de temática similar que crecen progresivamente y que dejan en este lector un buen sabor de boca (aunque este sea el de la muerte o el opio)

viernes, 28 de octubre de 2022

Jeff Jensen & Jonathan Case: El asesino de Green River

Idioma original: inglés

Título original: Green River Killer: A True Detective Story

Año de publicación: 2011

Traducción: Álex Fernández

Valoración: recomendable (aunque no para todos los gustos)

Quien lea El asesino de Green River lo primero que se encontrará es con su cubierta, claro... y en ésta, al menos en su edición española, unas palabras de nada menos que Stephen King ensalzando este libro y, sobre todo, su comienzo: "Tremendo. La escena inicial más terrorífica que he leído en años (...) Una obra sensacional y escalofriante". Bien, no digo que esto no sea así, pero cualquiera que haya leído otras declaraciones de King o siga su cuenta de Twitter sabrá que nunca escatima elogios hacia otros autores o sus obras, todo lo contrario... Además de que es de bien nacidos ser agradecidos y, sin duda, el Rey lo es (*).

Ahora bien, es cierto que el comienzo de esta novela gráfica, en el que se nos presenta al "asesino de Green River", tiene su aque... ¿Y quién es este asesino? Digo "es" porque se trata de un auténtico serial-killer, que aún sigue vivo (aunque, por fortuna, entre rejas): pues un tal Gary Leon Ridgway, que durante veinte años sembró de decenas de cadáveres de mujeres los bosques de las afueras de Seattle, en el estado de Washington; de hecho, se le considera el asesino en serie más prolífico de la Historia de EEUU. Aunque eso tampoco quiere decir gran cosa: olvidaos del prototipo de psicópata superinteligente a lo Hannibal Lecter; Ridgway tiene un coeficiente intelectual por debajo de la media y, desde luego, es bastante poco glamuroso (más bien todo lo contrario)... si tardaron tanto en atraparlo fue porque asesinaba generalmente a prostitutas -víctimas especialmente vulnerables-, porque le favorecía la geografía de la zona y, sobre todo, por lo que tardaron en desarrollarse las técnicas de identificación de ADN. Por tanto, y aunque tiene, como es lógico, una importante presencia en la historia -también algunas víctimas y sus familiares, lo que merece un aplauso, pues no es tan habitual-, no es el asesino el principal protagonista del libro, sino el detective, o uno de ellos, que se ocupó de la investigación a lo largo de todos esos años, y que se llama, y no es casualidad, Tom Jensen. 

No es casualidad porque es el padre del guionista, Jeff Jensen (también periodista y guionista de series y películas); lo que se cuenta en esta novela gráfica es, sobre todo, el proceso de caza del asesino, pero más que sus detalles técnicos y avances -y retrocesos, los cambios que provoca en quienes la llevan a cabo, las dudas y perturbaciones internas que sienten al enfrentarse , fracasando una y otra vez, a un asesino tan horripilante y escurridizo, a una investigación tan frustrante... incluso cuando, una vez atrapado, tratan de que confiese el resto de sus crímenes.


Aquí es donde se aprecia la habilidad de Jensen -hijo- como narrador, pues nos va contando el proceso con un constante y arriesgado juego de flashbacks que, en contra de lo que pudiera ocurrir, no lía en absoluto al lector; bien ayudado, es cierto, por las ilustraciones de Jonathan Case, que no sólo consiguen situarnos en cada momento de  la historia sin problemas, sino que además, bajo una apariencia sencilla y clásica,  son una verdadera maravilla en sobrio y estricto blanco y negro.

Una historia, finalmente, auténtica y dura, aviso, sin demasiadas concesiones al morbo y ninguna a la "romantización" de los aseesinos.Pero tampoco idealiza ni falsea el trabajo policial ni las huellas que éste deja en quienes lo ejercen. Algo que, en este caso, el o los autores conocen muy de cerca. Una novela gráfica recomendable pero que quizá no sea para todo tipo de lectores. 

(*) Lo digo porque en esta historia aparece un personaje leyendo uno de sus libros...; )

jueves, 27 de octubre de 2022

Cesare Pavese: La playa y otros relatos

Idioma original: italiano

Título original: La spiaggia 

Traducción: Juan Antonio Masoliver 

Año de publicación: 1942  

Valoración: Entre recomendable y Está bien


Yo creo que tengo algún problema con la narrativa en italiano, porque son ya bastantes las ocasiones en que me ha costado mucho cogerle el punto a algunos libros importantes. Debe ser algún tipo de traba que no tengo idea de a qué se debe, porque  también es cierto que algunos autores más recientes (Eco, Sciascia, Bajani, puede que alguno más) han conseguido escapar de ella. Pero otros, algunos ilustres, demasiado numerosos, han quedado atrapados en algo indefinible que me impide apreciar lo que la opinión más generalizada pondera como es debido. Con todo y mi rémora agarro a Pavese, creo que por primera vez, y pasa lo siguiente.

Pues sí, me cuesta. El volumen que tengo entre manos consiste en una media docena de relatos independientes, tal vez unidos por un hilo muy tenue, casi invisible, más ambiental que argumental. De inicio nos encontramos con La playa, una reunión de un grupo de amigos en un lugar de veraneo, en torno a un tal Doro y su esposa Clelia. Son treintañeros venidos de la ciudad, con sus vidas más o menos enfiladas pero todavía  sin definir del todo. Charlan, toman el sol, hacen cenas y se aburren bastante, quizá porque han dejado atrás la edad en que todo atrae y asombra (cito de memoria, pero la frase literal es realmente bonita). Surgen pequeños flirteos, casi siempre amagos muy sutiles, un movimiento, un gesto, sugieren que algo puede ocurrir. Pero lo que domina es una especie de monotonía, la molicie veraniega que recuerda a aquellos chavales de Ferlosio que mataban las horas en El Jarama. Me resulta difícil apreciar lo que pueda tener de atrayente ese grupetto por lo que intentaré explicar más adelante.

El foco de los siguientes relatos se traslada hacia pequeños pueblos interiores donde vivimos distintos episodios protagonizados por chavales, algo que por la nomenclatura y las descripciones parece tener cierto sello autobiográfico, o al menos inspirado en la infancia del propio autor piamontés. Aquí sí que estamos todavía en la edad de los descubrimientos, algunos vinculados al sexo, ya sea propio de la edad temprana o de los ámbitos prohibidos de los adultos, pero también una clásica fuga para intentar conocer ese gran misterio que es el mar, la experiencia en la ciudad del estudiante de pueblo, las amistades y los amores de principiantes… Pequeñas historias contadas sin la mínima condescendencia, vacías de emotividad, como hechos objetivos que simplemente son narrados tal cual fueron. Se diría que el autor no pone nada de su parte para empatizar con sus personajes o para que lo haga el lector. Es la mera descripción de lo ocurrido, que por extensión hay que entender como retrato de una época y un mundo rural olvidados o ignorados, que a su vez están probablemente en las raíces de la abulia que pesa sobre los protagonistas del primero de los cuentos.

Se mueve Pavese (y a esto me refería al hablar de las dificultades para disfrutar de la lectura) en un registro claramente neorrealista, dominando la frase muy breve, que da como resultado un estilo sobrio, ligeramente áspero, que no resulta muy grato. Es como si el autor  no estuviera dispuesto a hacer ninguna concesión, cuenta lo justo, sin adorno de ningún tipo, sin más explicaciones que las imprescindibles, lo que requiere el esfuerzo de completar las elipsis, entender los vacíos y sacar conclusiones. Así, entre los matices del dibujo de normalidad que se nos presenta, hay que deducir las pequeñas miserias de los personajes aburguesados de La playa, la inocencia de los jovencitos de la aldea, la dependencia que puede nacer de las amistades o la inmensa distancia, más cultural que física, que separa el mar de los campos o las colinas donde abrasa el sol del verano. 

La verdad es que al final, aunque no es fácil, se acostumbra uno a la cadencia tan peculiar de Pavese. Sin ser una lectura demasiado gratificante, parece un autor honesto, que deja claro lo que está dispuesto a ofrecer y, sobre todo, lo que no. Si se lo compramos quizá no vamos a disfrutar mucho (habrá quien sí) pero, visto ahora con algo más de perspectiva, seguramente sí que merece la pena al menos conocerlo.

Otras obras de Cesare Pavese en ULAD: El bello verano

miércoles, 26 de octubre de 2022

James McBride: El color del agua

Idioma original: Inglés
Título original: The color of water
Año de publicación: 1993
Traducción: Josefina Guerrero
Valoración: Bastante recomendable    

Dice James McBride hacia el final del libro que "la realidad es más extraña que la ficción". Para muestra, su historia y la historia de su madre. Veréis: mujer de origen judío (y polaco) emigrada siendo apenas un bebé a América (allá por los años 20), hija de un rabino que sería todo lo rabino que queráis pero era un cabronazo, repudiada por su familia por su matrimonio con un hombre negro con quien tuvo 8 hijos (+4 de un matrimonio posterior), etc. Vamos, ingredientes más que de sobra para un buen libro, siempre y cuando estos ingredientes caigan en buenas manos. Por suerte, esto último es lo que ocurre.

Para narrar esta historia, que es al mismo tiempo la reconstrucción de la vida de Rachel (Ruth) Shlutsky y el viaje de autoconocimiento del propio James McBride, este opta por una estructura en la que se alternan los capítulos en los que es la propia Ruth quien lleva la voz cantante y los capítulos narrados por el propio McBride. Con aquellos el autor cubre el período que va desde la llegada a América de su familia materna hasta su segundo matrimonio (1925-1960, aproximadamente) y con estos abarca el período que va desde su nacimiento hasta el momento de escritura del texto (1960-1993).

Lo anterior permite observar la evolución de los Estados Unidos durante buena parte del siglo XX, especialmente de los años 30 a los 70, y confiere al texto un aspecto sociológico más que interesante. Asuntos tales como la identidad, el racismo (llámese antisemitismo o "cuestión negra"), la educación, la religión o las paradojas del "país de las oportunidades" son tratados en profundidad y ofrecen un cuadro completo de una parte importante del siglo XX.

Además de este lado sociológico del texto, sí por algo destaca "El color del agua" es por la brutal historia de Rachel. Esta puede ser leída como esas novelas centroeuropeas o rusas de finales del XIX o principios del XX sobre familias o shhetls judíos o, tirando de imaginación por el tiempo transcurrido, como una versión antigua de la serie Unorthodox. Malos tratos, abusos, amores prohibidos, repudio familiar, soledad... Podría ser un dramón de tomo y lomo pero la mirada tierna y compasiva del autor (o de la narradora) y ciertos toques de humor le dan un tono algo más ligero.

Algo menos interesante me resulta la parte narrada por el propio McBride. Pese a que esa mirada se mantiene y a que me parece acertada su puesta en paralelo con la historia materna (huidas, dudas, miedos, superación, etc), determinadas fases del texto se acercan peligrosamente al libro de autoayuda, al mensaje Mr. Wonderful y es algo que no me acaba de convencer.

Pero esto no es obstáculo para que la sensación general tras la lectura de este texto tan "americano" (léase de los USA) pero a la vez tan universal sea más que favorable.

martes, 25 de octubre de 2022

VV.AA.: Lo siniestro

Idioma original: Español  
Año de publicación: 2021
Valoración: Está bien

Vaya por delante que Lo siniestro, antología que compila diez relatos terroríficos de varios autores españoles, me ha gustado. Aun así, los textos aquí reunidos son, a mi juicio, mejorables. En primer lugar, porque se hubieran beneficiado de una corrección ortotipográfica y de estilo más severa. También porque la mayoría de premisas, argumentos y caracterizaciones podrían haberse optimizado. 

Dicho esto, abordemos brevemente las piezas que componen Lo siniestro:

  • De "Inventora de muertes" (Espido Freire) destacaría su naturaleza metaficcional, su narradora no fiable y su estructura laberíntica.
  • De "Ellos, los monstruos" (Francisco Bescós) resaltaría los tres personajes principales, amén del clímax que los entremezcla.
  • De "Denn die Toten segeln schnell" (Salomé Guadalupe Ingelmo) alabaría su rigor histórico, aunque tanto su concepto como su factura y sus reflexiones dejan un regusto a historia leída con anterioridad.   
  • "Azufre" (Rebeca Tabales) merece una mención honorífica, pues entrega un enfoque relativamente original en lo que a la mitología del hombre lobo respecta y tiene pasajes e imágenes muy potentes.
  • "Puertas" (Javier Gutiérrez) baraja ideas interesantes, pero a mi juicio no logra que éstas acaben de cuajar. En cualquier caso, valoro su ambientación, su intento de difuminar la realidad y la ambición de su mensaje.    
  • "Venido del infierno" (Félix J. Palma) exhibe un oficio envidiable. Recuerda, de hecho, a esos clásicos de la literatura victoriana de fantasmas que combinan una factura irreprochable con un fondo entretenido. La única pega que le pondría es que no resulta muy memorable.   
  • "El salón de los espejos" (Rafael Mateos Cela) ha conseguido fascinarme con su voz, su crítica política y sus metáforas. Sin embargo, me ha desconcertado hasta tal punto que me siento incapaz de valorarlo. 
  • "Amor de absenta" (David Felipe Arranz) es bastante lineal, mas lo reivindico por evocar un París bohemio y un Bram Stoker ebrio de alcohol y amor.
  • En "Monocromático" (Yolanda Arias) se juntan lo macabro con la mala leche y el humor negro.
  • "Espasmo" (Martín Parra) deja un poso de angustia y resuena con la falta de control que el individuo experimenta sobre su propia vida.

En resumen: Lo siniestro es una antología heterogénea que, pese a su calidad fluctuante y su margen de mejora, recomiendo a los amantes del género de terror patrio. Explora toda clase de miedos; miedos que oscilan entre lo psicológico y lo material, la cotidianidad y lo sobrenatural, el intimismo y la hipérbole; miedos que involucran a asesinos, caníbales, espectros y vampiros; miedos que demuestran que el monstruo puede humanizarse y el humano puede convertirse en un monstruo; miedos que, recurran a la tradición o a lo experimental, se nos transmiten con seriedad, firmeza y solvencia.

lunes, 24 de octubre de 2022

Niklas Natt och Dag: 1795

Idioma original: sueco

Título original: 1795

Año de publicación: 2022

Traducción: Pontus Sánchez

Valoración: más que recomendable... si se han leído las anteriores novelas de la trilogía


Tercera y parece claro que última entrega de la trilogía histórico-policíaca escrita por el sueco Niklas Natt och Dag (ya me he aprendido el nombre) y protagonizada por el guarda Mickel Cardell y los hermanos Winge, en el Estocolmo de finales del s. XVIII.

Esta tercera entrega supone, de hecho, una continuación de la segunda, 1794 (aún más que la segunda de la primera, quiero decir, ya que éstas se pueden considerar independientes, en gran medida) y se centra en una doble búsqueda por parte de Cardell y Emil Winge: la del infame Tycho Ceton, por un lado, con el objeto de que reciba castigo por sus crímenes y la de la joven Anna Stina Knap, por otro, para ayudarla. Claro que no son los únicos que buscan a la muchacha y esta doble o triple pesquisa, así como los esfuerzos por esconderse de los buscados, son lo que mueve gran parte de la trama de la novela. De hecho, algo muy interesante de esta entrega consiste en que, de las cuatro partes que la componen, las tres primeras cuentan los mismos acontecimientos o paralelos -esto es, las indagaciones y ocultamientos- durante el mismo período de tiempo, la primavera y verano de 1795, pero siguiendo a diferentes personajes: los protagonistas, cardell y Winge, su antagonista Ceton y uno nuevo o casi, porque ya aparece fugazmente en la novela anterior: el niño huérfano Elías. Sí, ya sé que este es un recurso más visto que el tebeo, al menos desde el relato En el bosque, de Ryunosuke Akutagawa, pero en esta novela resulta especialmente eficaz y hasta pinturero...

En cualquier caso, si por algo destaca este libro, incluso más que sus antecesores, es por la calidad de la escritura de Niklas N. o. D., que ha logrado llegar a una excelencia estilística, con un impecable empleo de diferentes recursos o tropos y una estimulante creación de imágenes y metáforas, que alejan sus libros de lo que se suele prejuzgar como esperable en un best-seller de corte histórico-policíaco. Veremos si este autor es capaz de mantener este gran nivel en títulos posteriores, quizás alejados de estos géneros (y no estoy diciendo que la literatura de género sea inferior a cualquier otra a la que debería dedicarse, ojo...), pero, sin duda, estamos ante un autor a tener en cuenta en el futuro, además de en el presente.

Dicho lo cual, ni siquiera esta excelencia literaria es lo más importante de esta obra: se trata, en efecto, de una novela histórica -en apariencia, muy bien ambientada, incluyendo los intríngulis políticos del momento- y también policíaca, pero eso no es lo definitorio ni fundamental de ella: ante todo, es una historia sobre la soledad de las personas; sobre su tristeza y sobre la vida que se les (nos) va escurriendo entre los dedos sin que acaben (acabemos) por encontrarle un sentido. Sobre los errores y las buenas intenciones que acaban por convertirse en pesadas losas de remordimiento. Es un libro con un ánimo reposado y un tono quizás fatalista, menos dado a las truculencias que los anteriores -aunque alguna hay-, que deja en el ánimo un poso melancólico y entristecido (quizá no a todo el mundo). En cualquier caso, supone un perfecto broche final para la trilogía y no creo que decepcione a quienes la han ido siguiendo, ni tampoco, ya digo, a quien pueda verse atraído por su lectura en busca de una calidad literaria más que notable. Quedo, quedamos quienes lo hemos leído, a la espera de lo que nos puede proponer don Niklas en tiempos venideros.


Otros títulos del amigo Niklas reseñados en Un Libro Al Día: 1793, 1794

domingo, 23 de octubre de 2022

Richard Wright. España pagana

Idioma original: inglés

Título original: Pagan Spain

Traducción: Sandra Caula

Año de publicación: 1957

Valoración: muy recomendable

No puedo imaginarme la reacción que, en el momento de la publicación de este libro (entiendo que se traduciría en algún momento y llegaría algún ejemplar a los confines del Estado) se produciría. Más de medio siglo después, he de decir que el texto mantiene cierta vigencia que incomodará a los de las banderitas en la muñeca, que esa incomodidad mantiene aún cierto rescoldo, y que solo por ello merece la pena revisar aunque sea como meros espectadores de la perspectiva del momento. Nos encontramos ante la crónica de un viaje: Richard Wright, periodista estadounidense establecido en París, se aventura en su automóvil por las carreteras de la España de 1954, entra por Catalunya y sigue hasta Madrid y Andalucia. Levanta testigo de lo que ve: una nación que apenas dos décadas atrás ha sufrido una guerra civil, una sublevación de militares traidores que se ha alzado con el triunfo y ha edificado un régimen dictatorial. Wright lleva acabo una crónica con no pocos tintes épicos. Una época en la cual la represión sobre el bando vencido estaba en su apogeo, en la que los preceptos impuestos por el vencedor cuajaban en su plenitud y condicionaban el día a día de la mayoría de la población.

Y eso retrata Wright: la nauseabunda penetración de los preceptos religiosos en la vida de los ciudadanos. Las enormes dificultades para desarrollar la vida con normalidad, especialmente siendo mujer y soltera (curioso que mi lectura del libro haya coincidido con el visionado de capítulos de The Handmaid's tale) los personajes que Wright va encontrando, algunos se prestan entusiastas en sus testimonios, algunos optan por un prudente anonimato antes de manifestar sus experiencias, todos ellos parecen coincidir en la visión: la de una nación atrasada y empobrecida arrastrada por unos preceptos ideológicos (los impuestos por el bando vencedor) simplemente delirantes, que Wright nos regala en píldoras insertadas en sus amenos capítulos: uno de los libros con los que se educaba a las jóvenes, cuyas sucesivas partes se van desgranando y cuya lectura resultaría grotesca de no ser por el súbito retorno a la realidad de comprobar que algunos de esos preceptos serían recuperados de buen grado por una sustancial parte del electorado. Así que muy oportuna revisión de este texto, que tiene la cualidad de transportarnos a la época de una forma preocupantemente fiel: la disidencia se manifiesta en diálogos sin tapujos, los afines no pueden esconder su cinismo y su acomodo, y aunque personalmente me ahorraría, seguramente sean manías personales, los meticulosos párrafos dedicados a los toros y los pasos de Semana Santa (ambos, intocables emblemas del matiz rancio que lastra al país aún hoy), serían prescindibles aunque aportan ese toque verídico a la lectura. Nadie puede negar que Wright estaba ahí y que su testimonio no parte del sesgo ideológico. Las propias peripecias que debe pasar para obtener unas simples frases son suficientemente delatoras del estado de las cosas, un panorama deprimente y abigarrado donde la persecución y la represión eran una constante.

Aún así (y no solo aquí) algunos - demasiados - volverían a esos días oscuros.


sábado, 22 de octubre de 2022

Martine Desjardins: La cámara verde

Idioma original:
francés
Título original: La Chambre verte
Traducción: Luisa Lucuix Venegas
Año de publicación: 2016
Valoración: está bien
 
Esta fue una compra impulsiva, de la que culpo al algoritmo (¿A cuál? Da igual, a uno): estaba yo tan tranquilo haciendo unas compras online en la página de la librería La Puerta de Tannhäuser, cuando, entre
las sugerencias de "libros que te pueden interesar" apareció este. Y leí la descripción de la propia editorial:
Una obra maestra del gótico canadiense, deudora del mejor Robertson Davies, y que bien podrían haber firmado Shirley Jackson o Margaret Atwood. Una de las más divertidas y mordaces sagas familiares de los últimos años, galardonada con el premio Jacques-Brossard.
Dejando de lado el name dropping, al que son tan aficionadas muchas editoriales, había varios elementos que hacían pensar que el algoritmo había acertado: novela gótica, divertida y mordaz, saga familiar... Así que me dejé llevar, y me la compré. Y desgraciadamente, solo ha cumplido con todo lo que prometía a medias, como se puede ver por la valoración.

Porque a ver, es verdad que es una novela gótica (aunque no exactamente de terror), especialmente por estar ligada con una casa (no exactamente maldita), hasta el punto de que la casa es la narradora de la historia (!!!). La familia Delorme, los protagonistas, habitan esta casa que es al mismo el tiempo el templo de su única religión: el dinero. La "cámara verde" que da título a la novela es, de hecho, una mezcla de cripta, capilla y caja fuerte en la que los miembros de la familia realizan sus rituales. Pero su rígido y (hasta entonces) exitoso método de acumulación de riqueza se verá alterado cuando entre en sus vidas Penny Sterling, una joven "con posibles" a la que esperan poder casar con su hijo para que continúe la estirpe.

Así en términos generales, la cosa suena bien, y sin duda hay que reconocerle a la autora originalidad y maestría técnica, al hacer que la historia nos la cuente la propia casa, como decía, y también por la forma como alterna el pasado y el presente para ir reconstruyendo el puzzle de la vida de la familia y de los personajes protagonistas.

Pero hay dos aspectos en los que la novela me ha perdido y por eso no le puedo dar una nota más alta. Primero (y esto es lo fundamental), porque no he conseguido conectar con el humor del texto: los personajes y las situaciones son hiperbólicos, caricaturescos, irreales, las situaciones están llevadas hasta el extremo, y si bien algunas escenas concretas me han hecho reír, en la mayor parte del texto me he visto sosteniendo esa sonrisa incómoda que se te pone cuando alguien está contando algo supuestamente divertido a lo que tú no ves el punto. Sé que a otros lectores les ha encantado, y ole por ellos, pero a mí no ha conseguido divertirme como esperaba.

Y por otra parte, aunque sea una cuestión algo menor, la trama de la novela parece estar construida para llegar a una revelación (casi) final, el típico momento chan-chan-cháaaaan en el que el lector se queda con la boca y los ojos abiertos. Solo que, si la intención era esa, lo cierto es que esa revelación se telegrafía desde muchísimas páginas antes, y de forma creo que bastante transparente, hasta el punto de que me queda la duda de si de hecho es algo que se pretendía mantener secreto para el lector o no (pero si no es secreto, ¿por qué no decirlo abiertamente desde el principio, por qué incluir ese telenovelesco momento chan-chan-cháaaaan
 
Como decía al principio, la culpa fue del algoritmo; y ojo, que en cierto modo el algoritmo hizo bien su trabajo, porque esta novela de hecho encaja perfectamente con el tipo de novelas que me puede gustar leer. Solo que esta en concreto no ha acabado de satisfacerme. 

Coda polémica: Esta novela, como todas las que publica Impedimenta, tiene una cubierta y una sobrecubierta, ambas preciosas (adjunto foto más abajo); y sin embargo, empiezo a tener con las sobrecubiertas la misma relación de amor-odio (pero sin amor) que con las fajas: mientras leo, la sobrecubierta se separa, se desencuaderna, se dobla, y al final acaba siendo algo engorrosa. Solo que, a diferencia de las fajas, no puedo simplemente quitarla y tirarla, porque la cubierta interior no tiene ni el título ni el nombre del autor, solo la ilustración (que, insisto, es preciosa). 
 
Dejo por lo tanto abierto el debate: ¿deben las sobrecubiertas ir al mismo círculo del infierno que las fajas, o podemos ser más benévolos en este caso, en vista del efecto estético que se puede conseguir con ellas - y de la protección, también, que pueden ofrecer a los libros?



viernes, 21 de octubre de 2022

Javier López Rodríguez: Destrucción

Idioma original: Español 
Año de publicación: 2022
Valoración: Se deja leer

«Bien sé que no me marcaste el cuerpo a base de golpes ni me cosiste a navajadas, que nunca me diste palizas como hacen otros (...), pero me da que tu receta fue todavía peor. Porque las heridas con sangre crían postilla y curan, si no matan, mientras que los desprecios y las humillaciones, como los moretones, acaban criando pus y, si cuadra, alimentan una gangrena. Fue como si me cortases los dos pies para que no pudiera moverme de aquí. Como si me cortaras también las manos para evitar que pudiera escapar a gatas. / ¿Pienas que exagero? / Yo creo que no.»

La que habla es Felisa, narradora y protagonista de Destrucción. Tiene a su marido atado y amordazado en la bodega. Quiere vengarse de él dejando que muera de hambre, pero no sin antes explicarle las razones por las que le odia. 

Esta vendría a ser la premisa de la novela breve concebida por Javier López Rodríguez. El monólogo de Felisa dura seis días; seis días en los que rememora todas las ofensas que le ha deparado su vida matrimonial; seis días en los que detalla minuciosamente por qué detesta a su esposo.

En primer lugar, dejad que señale los dos apartados de Destrucción que, a mi juicio, funcionan mejor: 

  • Las pinceladas con que el autor ambienta su historia.
  • La voz de Felisa. Es bastante verosímil, pues la enriquecen el empleo de términos anticuados, muletillas e insultos divertidísimos. 

Por otro lado, me gustaría especificar qué defectillos le he encontrado a Destrucción:

  • Tengo la impresión de que la estructura de esta obra es excesivamente lineal. Sólo esconde una sorpresilla en su argumento, y ninguna en el estilo, sus caracterizaciones o sus temas. 
  • Tiende a sobreexplicar ciertas situaciones o acciones. Un poquito más de sutileza hubiera sido bienvenida.

Resumiendo: Destrucción es correcta y se lee de una sentada. Por desgracia, no es muy memorable, ni adorna su desarrollo con algún fleco que dote al conjunto de interés. Lástima; en caso contrario estaríamos frente a una suerte de Dolores Claiborne castiza. 

jueves, 20 de octubre de 2022

Claudia Ulloa Donoso: Yo maté a un perro en Rumanía

Idioma original: Español                        
Año de publicación: 2022
Valoración: Recomendable

Casi toda novela lleva en su interior un viaje, ya sea real o metafórico y ya funcione como redención o revelación. De todo un poco hay en el extraño viaje que contiene este Yo maté a un perro en Rumanía, debut en la novela de la peruana afincada en Noruega Claudia Ulloa Donoso, de quien tuve oportunidad de leer hace un tiempo su personalísimo (y también recomendable) libro de cuentos Pajarito.

Esta vez el viaje es, al menos inicialmente, una huida de la soledad, de la oscuridad, de la depresión, un recorrido que nos lleva de Noruega a Rumanía y en el que se entrelazan diversos extrañamientos (geográfico, cultural, lingüístico, etc), vida y muerte, amor y deseo, luz y oscuridad, presencias y ausencias, etc. O como dice al final del texto:
Puntos en el infinito. La carretera oscura. Una recta. Casas, ciudades, países. Segmentos. tu, yo, mi perro. Más puntos. Dos planos paralelos. Los vivos y los muertos. Triángulos y círculos. El tiempo lineal o circular. Los gitanos. El radio del presente. Pasado y futuro en un eje. La cama y el ataúd un cruce de dos rectángulos. Cinco cuadrados. Mosaicos de Trajano. Una cruz. Aviones y camposantos. Caballos.
El comienzo de la novela es apabullante. Un perro lleva la voz de un primer capítulo onírico y absorbente que da paso a una parte central del texto, narrada por su protagonista femenina, que semeja por momentos una road movie con toques de misterio y en la que poco a poco se va aportando información sobre el pasado de los protagonistas al tiempo que estos recorren una Rumanía extraña, sórdida y tierna al mismo tiempo. Después del shock que supone ese primer capítulo, esta parte central vira hacia una narración más "realista" que me parece algo lastrada por un ritmo más bajo, por ciertas reiteraciones y algunas tramas secundarias que no acaban de aportar en exceso. 

Afortunadamente, la novela remonta el vuelo en un último tercio en el que la narración se fija en lo geográfico en un determinada zona de Moldavia y se convierte en un juego de espejos (Ovidiu / Mihai frente a su contraparte femenina) que funciona a la perfección. La narración se vuelve más extraña y envolvente y se recupera ese tono oscuro y onírico del primer capítulo hasta llegar a un magnífico final.

Más allá de esto, sí que hay tres cosas comunes a todo el texto que me parecen destacables:
  • la musicalidad. Eso sí, nada de flautas o violines. Aquí predominan las frases breves que resuenan como martillazos. ¿Me explico?
  • la parte poético - onírica del texto
  • la evolución lenta y casi imperceptible de la relación de los dos principales protagonistas
Todo esto hace de Yo maté a un perro en Rumanía una novela recomendable y un debut que merece mucha más atención de la que ha tenido hasta ahora en medios "serios" (hasta ahora muy muy escaso)

miércoles, 19 de octubre de 2022

Míriam Tirado: Sensibles

Idioma original: catalán
Título original: Sensibles
Traducción: Helena Aguilà Ruzola
Año de publicación: 2022
Valoración: recomendable


Siguiendo la estela de la literatura infantil que se publica en la actualidad de nuestros días, hoy traigo a colación otra de las autoras que más seguidores tienen por estos lares, no únicamente en cuanto a obra publicada sino también en cuanto a métodos y formas de crianza que, de manera bastante acertada, traslada a sus libros.

En «Sensibles», su más reciente libro publicado para la editorial B de Blok, Míriam Tirado nos acerca a aquellos niños y niñas altamente sensibles y lo hace desde un enfoque tierno y acogedor. En él, su protagonista, Martina, es una niña que muestra en distintos aspectos del día a día una sensibilidad que la abruma, la sorprende. Una sensibilidad sensorial que le causa dificultades en tareas o momentos en los que, en otro tipo de personas, serían rutinarias y a las que no le prestarían atención. Pero ella no, ella es muy sensible, y su día a día no es tan fácil pues le molestan situaciones cotidianas como los ruidos, los olores, ponerse la ropa por el roce de sus costuras, el frío del suelo al levantarse o los llantos y gritos de sus compañeros de clase. Y le cuesta enormemente no solo adaptarse a ellos, sino entender por qué le sucede esto, por qué ella es diferente, por qué no puede ser “normal”.

Con este planteamiento, Míriam Tirado tiende una mano a aquellos niños (y también padres) que ven como su día a día se ve alterado por aquellas situaciones que, para alguien que no tenga esa sensibilidad, serían de lo más habitual e inocuo, pero que para los que tengan esta peculiaridad puede suponer un contratiempo, frustración o tristeza. Afortunadamente, con la mirada adecuada, con el enfoque pertinente y con la habilidad oportuna, se puede gestionar y canalizar esta capacidad para convertirla en algo positivo.

Estilísticamente, a nivel argumental, el libro transmite una voluntad evidente en afianzar esta mirada y su conveniencia. Este aspecto es algo que induce a una lectura acompañada, pues el libro abre la puerta a ser comentado, ampliado y adaptado a situaciones que puedan ser familiares mientras se lee el cuento al hijo (o hija). A nivel gráfico, el trazo de los dibujos de Marta Moreno es suave y cálido, alejándose de estilos más vivos o la contundencia de otros libros de la autora como «Tengo un volcán» (ilustrado en ese caso por Joan Turu). Esta elección es muy acertada pues este estilo placentero y agradable se adecua más al contenido y al mensaje que «Sensibles» nos quiere trasladar.

Por ello, y a pesar de que en ocasiones el texto denota en exceso la clara intención de la autora en que el mensaje que quiere transmitir llegue y cale, el libro que ha escrito Míriam Tirado bien vale su lectura pues puede permitir, a padres e hijos, comprender y aprender a identificar sentimientos que, aunque en apariencia y de manera externa no creeríamos que sean tan críticos, sí lo son para aquellos afectados y que, en el caso de los niños, no siempre pueden ser entendidos e interpretados por ellos mismos. Esta lectura puede facilitar a que ellos mismos descubran lo que les sucede y, con ello, abrir una vía por la cuál canalizar su malestar y facilitar su propia aceptación. 

Es de sobras conocido que la lectura nos abre la mente y nos anima a explorar mundos desconocidos, incluso aquellos que se encuentran en nosotros mismos. De ahí la importancia de este tipo de cuentos, pues nos permiten conocernos mejor y aceptarnos tal como somos.

martes, 18 de octubre de 2022

Nora Ephron: No me acuerdo de nada

Idioma original: inglés

Título original: I Remember Nothing

Traducción: Catalina Martínez Muñoz

Año de publicación: 2010 (en castellano, 2022)

Valoración: Está bien


Nora Ephron escribió No me acuerdo de nada en 2010 y, por lo que me cuentan, esta edición española de 2022 ha alcanzado un cierto éxito. A veces ocurre, efectivamente, que libros que pasan inicialmente desapercibidos conquistan a los lectores tiempo más tarde, quizá por una buena promoción, por sintonía con un periodo concreto o simplemente por casualidad. El caso es que la autora escribió el libro con cerca de setenta años, poco antes de su fallecimiento, y este es un dato importante para considerar algunos aspectos.

Ya lo dice el título, la pérdida de memoria (o su alteración mediante un extraño carácter selectivo) es un signo de senilidad, y Ephron lo describe con la agudeza y el humor que presiden todo el texto. El relato de sus olvidos y despistes derrocha sinceridad y buen rollo, se lee con una sonrisa, aunque nada va a evitar que en el lector se deposite un cierto fondo de tristeza ante el anciano que describe su decadencia. La autora desde luego lo sabe, conoce muy bien al público, y deja que ocurra, lo que invita a pensar que en esas reflexiones hay también algún grado de autocompasión, algo por otra parte bien comprensible.

Aunque el tema de la vejez y sus carencias asociadas asoma en el libro de vez en cuando pero de forma bastante destacada, no es ni mucho menos lo único que trata. En realidad, el texto es algo que podríamos definir como miscelánea, una fórmula que gusta mucho allá en los Estados Unidos, consistente en una colección de reflexiones sueltas sobre asuntos diversos donde se mezclan los más íntimos (como el que acabamos de comentar), los profesionales, familiares, o simples anécdotas de una vida más o menos prolongada. El interés dependerá por una parte de los temas que se tocan y la destreza con que se cuenten, pero también de la posición del lector, receptivo o no tanto a según qué informaciones. 

Como Nora Ephron se dedicó al mundo del periodismo y el cine, sobre todo el cine, por ahí van la mayoría de las pequeñas historias que se nos cuentan. Anécdotas sobre sus primeros trabajos (ella es una mujer joven intentando abrirse paso allá por los 60), encuentros y desencuentros con actores y otros profesionales del gremio, situaciones simpáticas en fiestas, o la relación, a veces no muy pacífica, con internet o los correos electrónicos. Poniéndonos un poco cursis diríamos que son retazos de una vida, siempre enfocados con ligereza e ironía y que, además de las reflexiones sobre la edad, alcanzan por momentos un mayor peso, quizá cuando adquieren un tono más autobiográfico, como en La leyenda (para mí, uno de los mejores pasajes), un relato familiar lleno de franqueza e impecablemente narrado, o cuando se detiene a analizar los fracasos huyendo de los lugares comunes de la superación o el crecimiento para poner el foco en algo tan evidente como la frustración por fallar o la inseguridad del que tropieza.

Sobre todo, queda siempre una sensación de sinceridad, que se deja ver detrás de esa cortina humorística que impregna todo el texto. Hay desde luego momentos irrelevantes de alguien que se permite jugar con lo serio y lo frívolo, pero también otros que suscitan la pausa y la reflexión, con un registro que a veces parece la voz en off de Mujeres desesperadas o, mejor aún, los diálogos chispeantes, amables con su puntito picante, de algunas comedias románticas de éxito, como Sleepless in Seattle, Cuando Harry encontró a Sally, o Tienes un email (sí, siempre la adorable Meg Ryan). Cuyos guiones, ya es hora de decirlo, tenían precisamente la firma de Nora Ephron.


lunes, 17 de octubre de 2022

Maximiliano Barrientos: Miles de ojos

Idioma: español

Año de publicación: 2022

Valoración: recomendable... sobre todo para gente como Oriol ; )

Voy a incumplir una de mis normas como reseñista (autoimpuesta, cierto es) y comenzarla reseña explicando cómo llegó a mi conocimiento la existencia de este libro o por qué me decidí a leerlo: en una (muy recomendable) entrevista a Mariana Enriquez en el podcast de la revista Windumanoth, ésta recomendó Miles de ojos como una novela que le había parecido rarísima, inclasificable. A ver, a ver, pensé yo, que si a Mariana Enriquez esta novela le parece una bizarrada, A MARIANA ENRIQUEZ, esto hay que leerlo... et voilá.

¿Y dónde está lo bizarro de esta novela? Pues como la vida me ha enseñado que no hay que hacer más esfuerzos de los necesarios, permitidme que os lo expliquen las propias palabras de la Reina Mariana, que la casa editorial del libro ha tenido a bien estampar en la cubierta del mismo (sic):

"El culto a los autos y la velocidad elevado a religión, black metal, rituales, Ballard y Mad Max en Bolivia. No sé si hay escritores así de arriesgados en América Latina."

Bueno, pues más o menos de eso va la novela, aunque yo añadiría también que es una historia de weird fiction, una novela teen, de body horror, de horror cósmico... una hibridación cultural más que llamativa (quizá lo sería menos si la hubiera escrito un autor norteamericano y se desarrollara en EEUU, pero eso se debe a nuestros prejuicios). Y, por supuesto, un homenaje poco disimulado al Ballard de Crash o La exhibición de atrocidades, y a la ficción apocalíptica.

Una pequeña, aunque irremediablemente fútil, sinopsis para que nadie se pierda: El protagonista -uno de ellos-, Fede, es un adolescente de Santa Cruz, de clase media, que junto a sus amigos Jaime y David constituyen el grupo de metaleros de su colegio, y no demasiado bien vistos por ello. Además en casa de Fede aún se vive el duelo por su hermano Lucas, muerto dos años atrás en un accidente de tráfico. Pero las cosas no son lo que parecen y el chico comenzará a percibir extrañas sensaciones y a recibir no menos extrañas visitas, que le llevarán a conocer un culto a una ominosa divinidad llevado a cabo por una hermandad de adoradores de la velocidad, que requieren algo de él, como lo hicieron de su hermano...

Todo esto, explicado de una forma lineal, parece más o menos entendible, aunque sea una historia raruna. pero el caso es que la novela no está estructurada así y se mezclan partes que parecen desarrollarse en el pasado o directamente en otra dimensión, quizá ultraterrena, con el relato del devenir de estos adolescentes -quizás esto constituya el aspecto más flojo, aunque necesario para el desarrollo de la historia- y con las interferencias que suponen las voces de accidentados que resuenan en la cabeza de Fede -quizás las mejores páginas de la novela, a mi entender-; amén de una crónica postapocalíptica y bastante lisérgica: por decirlo así, Moebius y Jodorowsky entreverados con Mad Max (o viceversa)... Un desfase, vaya.

En fin, que la novela tiene su guasa, aunque quizás a mí no me haya impactado tanto como a doña Mariana. Desde luego que tiene su punto de originalidad, de rarunez. aunque ya digo que tal vez no nos parecería tanta si el autor fuese gringo o europeo y hubiese ambientado la historia en Arizona o Wyoming, en vez de en Bolivia. O en Australia, como las pelis del loco Max... pero que duda cabe que no deja de ser una bizarrada bastante gorda. Su calidad literaria me parece notable, aunque desigual y su propuesta narrativa, por lo que a mí respecta, más atrayente cuanto más tiende hacia el delirio y resulta más difícil de entender racionalmente (aunque esto es algo que me sucede con muchas novelas, en los últimos tiempos). En suma, un libro perfecto para amantes de los raruno y también, ¿por qué no?, para quien quiera estar al tanto de lo que se cuece en la literatura latinoamericana, más allá de caminos trillados (tomad nota, Oriol y Koldo).


También de Maximiliano Barrientos y reseñado en Un Libro Al Día: Una casa en llamas

domingo, 16 de octubre de 2022

Beatriz García Guirado: Los pies fríos

Idioma original: Español
Año de publicación: 2021
Valoración: Recomendable

Los pies fríos, tercera novela de Beatriz García Guirado, es un eficaz "noir" ambientado en una América ilusoria. Su estructura fragmentada y su narración basada en el ensamblaje de diversas fuentes provocan que leerla cueste un poquito; aun así, el esfuerzo merece la pena.

A mi juicio, estos son sus apartados más conseguidos:

  • Los personajes. Todos aquellos a los que se da un mínimo enfoque tienen un nivel de caracterización bastante elevado. 
  • La autenticidad. Pese a que Beatriz es catalana, logra sumergirnos en su escenario, repleto de  pueblos desérticos y parques de caravanas.
  • La prosa. Tan cuidada como visceral, sólo le reprocharía que a veces peca de cierta pretenciosidad y emplea anglicismos (especialmente juramentos e intersecciones) que en inglés quedan bien, pero no en español. 
  • El ritmo. Uno nunca se aburre, pues cuando no hay sectas religiosas hay incendios, peleas en un bar o palizas callejeras. 
  • Sus pasajes conmovedores. Adecuadamente dosificados, ayudan a balancear un conjunto tirando a fatalista. 
  • Sus reflexiones. Gravitan en torno a la culpa, la responsabilidad y el "true crime".
  • Sus referencias. Evocan a las mejores obras del gótico sureño, del realismo sucio y del terror sobrenatural.

En fin: recomiendo Los pies fríos. Los únicos defectos que le he encontrado (por ejemplo, que algunas subtramas despiertan más interés que el meollo principal de la historia) son bastante discretos y para nada lastran el regusto global. 

También de Beatriz García Guirado en ULAD: El silencio de las sirenas

sábado, 15 de octubre de 2022

Cal Flyn: Islas del abandono. La vida en los paisajes posthumanos

Idioma original: Inglés
Título original: Islands of abandonment: life in the post-human lanscape
Traducción: Laura Barahona
Año de publicación: 2021
Valoración: Está muy bien

Una lectura superficial de Islas del abandono nos llevaría a decir que este es un libro de viajes y un libro sobre naturaleza, pero una lectura más "atenta" obliga a decir que se trata de un libro mucho más completo porque en él se tocan aspectos tales como Historia, Geología, Sociología, Economía, Colonialismo, etc.

Porque Islas del abandono es un recorrido por doce lugares en los que diferentes motivos, la mayoría de ellos ligados con la actividad más bien tirando a autodestructiva del ser humano, han creado paisajes casi apocalípticos y cómo la naturaleza y nuevas o diferentes formas de vida han ido abriéndose camino. Pero tan importante como lo anterior es el viaje "previo", conocer qué provoca el desastre y los efectos de este sobre el ser humano.

Esto último hace que la mirada de Flyn me recuerde mucho a la de gran Alexievich. Detrás de cada lugar hay individuos que sufren, que malviven, que sobreviven entre los restos de un naufragio que sirve tanto de prisión como de refugio. Su testimonio y el papel que la autora le otorga en el relato es clave para hacer de este algo profundamente humano.

Más cosas a destacar: me gustan esos ensayos que me aportan algo "diferente", algún tipo de conocimiento que no tengo, nuevas preguntas en vez de la confirmación de mis certezas. En el caso que hoy nos ocupa, la parte de "aprendizaje" viene de la Historia de ciertos lugares, de conceptos vinculados a la biología / ecología como transición forestal, selección antinatural o invasión exótica, de la importancia de ecosistemas y lugares aparentemente "feos" o "vacíos"; la parte de "cuestionamiento" procede de la puesta en entredicho de algunas verdades que tenía asumidas y que quizá deban ser matizadas (en parte).

Todo lo anterior, además, con una clara voluntad literaria. No estamos ante un mero recuento de sucesos. Hay una estructura muy clara, voluntad de estilo en las descripciones y cierta variedad en los textos que van desde el reportaje periodístico al relato casi distópico.

En fin, un libro divulgativo, entretenido y bien escrito a partes iguales que no tengo ni idea de cómo envejecerá pero que sí que tengo claro, apenas 3 días después de haberlo terminado, de que será uno de mis libros del año.

viernes, 14 de octubre de 2022

COLABORACIÓN: Este es el mar de Mariana Enriquez

Idioma: Español

Año de publicación: 2018

Valoración: Recomendable para fans

Antes de que el fenómeno “Enriquez” explotara en el mundo literario tras la publicación de “Nuestra parte de noche”, su última novela hasta la fecha, la escritora argentina acumulaba un importante bagaje en forma de libros de relatos, biografías, ensayos sobre mitología e, incluso, una ruta turística por los cementerios más famosos del planeta. Todos los libros de Mariana Enriquez publicados en España han visto la luz a través de Anagrama, editorial fetiche de la autora argentina. Sin embargo, por raro y llamativo que parezca, en el caso de este libro la editorial encargada de ello ha sido Penguin Random House.

“Éste es el mar”, novela corta y de transición que aborda varias temáticas recurrentes en la trayectoria de Enríquez, se lanzó el año previo al definitivo despegue de la autora. Mitomanía, rock and roll, amores inalcanzables o no correspondidos, muerte y tragedia son algunos de los ingredientes que se pueden encontrar entre las páginas de este libro. Todo ello tamizado por el filtro oscuro y fantástico -marca de la casa- que Mariana imprime a la historia. En resumidas cuentas, un cuento de hadas dirigido a un público adulto sin más pretensión que pasar un rato entretenido.

Helena ha salido del enjambre por derecho propio y se muestra decidida a ser una Luminosa, grupo de seres o espíritus que adquieren forma humana y convierten en leyendas a artistas musicales. Para ello es indispensable que estos artistas mueran, de lo contrario no adquieren la vitola de leyenda sino de estrellas sin mayor reconocimiento. 

¿Qué hacía John Lennon caminando solo sin guardaespaldas? ¿Por qué nadie había visto a Jim Morrison después de su muerte? ¿Por qué a alguien tan famoso le rodeaba tanta soledad? ¿Por qué nadie buscó a Kurt Cobain en su propia casa? ¿Cómo nadie se dio cuenta de que Brian Jones se ahogaba en la piscina? ¿Por qué nadie supo quién había matado a Nancy Spungen y quién dio la heroína fatal a Sid Vicious? ¿Por qué nadie había acompañado a Elvis en su última noche si se sabía lo frágil que se encontraba? Todas las muertes carecían de una explicación porque la explicación era la presencia de las Luminosas en esos últimos instantes de vida de las leyendas del rock.

La casa donde Helena recibe la formación para llegar a ser una Luminosa, acompañada por otras de su misma condición, está presidida por Hécate. Y el empleo de éste y otros nombres para los espíritus femeninos que protagonizan la novela no es baladí, puesto que refieren casi todos a la mitología e historia antigua. Vashti, Hécate, Helena, Suki, Mariannę o las Imago, enemigas de las Luminosas -trasunto de las famosas erinias- con Megera liderando este grupo de musas, son algunos de los ejemplos.

Helena ha de dar muerte a James Evans, cantante y líder de la banda Fallen. Y para tal fin, Helena esperará que la exitosa gira del grupo dé por finalizada en la ciudad de Los Ángeles, California. James, quien se muestra como un alma atormentada por un oscuro y trágico pasado, ha escrito la mayor parte de los éxitos de la banda como “Wasteland”, “Angeldust” o “This is the sea”, canción que da nombre al titulo de la novela. Aclamado por millones de fans de todo el mundo, James Evans trata de dar sentido a su vida apoyado por la inseparable Helena sin saber que será ella, precisamente, quien le arrebate la vida. Sin embargo, el amor que siente Helena hacia James puede llevar al fracaso la tarea encomendada.

En mi humilde opinión, esta novela supone un trabajo menor de Mariana Enriquez sin que ello reste interés para su numeroso público.

Podéis leer las reseñas de otros libros de Mariana Enriquez en ULAD: Bajar es lo peor ,Alguien camina sobre tu tumba. Mis viajes a cementeriosNuestra parte de nocheLa hermana menorLos peligros de fumar en la camaEl año de la rata y Las cosas que perdimos en el fuego

Firmado: Carlos Télez Sedano

jueves, 13 de octubre de 2022

David Foster Wallace: El tenis como experiencia religiosa

Idioma original: inglés

Año de publicación: 2016

Traducción: Javier Calvo

Valoración: muy recomendable*

Hace unas semanas, el mundo - sobre todo el Occidental y civilizado y bla bla bla - asistía con diversos grados de emoción a los fastos de despedida de la práctica profesional del tenis por parte de Roger Federer. Leyenda viva del deporte de la raqueta. En cualquier caso, sabedores todos de sus logros previos - puntillosamente matematizados en parámetros como edad, número de Grand Slams (1) o velocidad máxima tomada por la pelota en cualquiera de sus ace (2) - se dio el curioso hecho de que todo el mundo prestó más atención a las dos estampas del propio Federer junto a Nadal (3), ambos cogidos de la mano abandonando la cancha en que había tomado lugar el último partido, ambos sentados, cogidos de la mano mientras lloraban a moco tendido recibiendo, especulo, la atronadora ovación del público que había presenciado el match (4), imágenes ambas que, parece ser, debían contribuir a normalizar ciertas reacciones entre hombres heterosexuales y triunfadores e incluso (ahora que Djokovic insiste en situarse en un tercer ángulo reprobable dada su absurda tozudería con no vacunarse del Covid) a desdeñar de forma definitiva lo de que los rivales en la práctica deportiva ha de conllevar antagonismo en lo personal. Solo nos falta ver de la manita a Messi (5) y a Cristiano Ronaldo en una situación similar, incluso compartiendo camiseta, para acabar de opinar que el mundo es un lugar justo e idílico (solo unos minutos antes de recordar  a Putin y Zelensky dirimiendo sus diferencias).

Quiero decir que esta es una contribución significativa a la humanidad, como lo serán esos partidos homenaje que, una vez Nadal se retire, jugarán con cierta frecuencia espaciada, con asientos en fila cero de precios prohibitivos que pagarán empresas de artículos de lujo o multimillonarios con necesidades de desgravación, o fans absurdos que prefieran endeudarse de por vida y perseguir su sueño que dar de comer a su familia.

Pero yo iba a escribir aquí sobre un libro. A pesar de que he visto muy pocos partidos de tenis en mi vida, creo recordar que ninguno entero (6), antes de aseverar que odio el tenis, sería más exacto decir que me es algo indiferente y que no lo sigo en absoluto, aunque cada cierto tiempo puedo caer en la cuenta de que algún nombre empieza a sonarme más con lo que sobreentiendo que contamos con una estrella emergente (ahora creo que hay uno con un apellido de aromas griegos, pero no soy capaz de escribir su nombre (7) ). Hecha esta consideración que, como mínimo esta sea la segunda vez que leo estos dos textos y aprecie de nuevo su enorme calidad, tratándose como se trata de dos artículos sobre un tema que me despierta escasa pasión, dice mucho de David Foster Wallace. Aunque ello signifique que sea la última vez que reseñe al autor (8) puede que la curiosidad haya traído a más de uno hasta aquí y hay que recordarle a los lectores esa cualidad del escritor estadounidense: la de arrastrar con su convicción y su amigable insolencia al lector hacia su terreno. A base de entremezclar temas y saltar de un lado al otro en un discurso - el del primer relato - que pasaría por ser una crónica de un periodista al que han destinado a un lugar equivocado y que tiene que extraer un puñado de páginas de ello, pero no. Foster Wallace practicó el tenis y es un fan entregado. Pero esa entrega no le impide analizar y evaluar lo que sucede entorno a un torneo de primer nivel de tenis profesional. Y si hay que hablar, entre el torrente narrativo, de los precios ajustados o no, de refrescos y bocadillos, pues se habla. O de la analogía del gap social que presentan los precios de las localidades y sus ubicaciones respecto a las pistas. O de la curiosa fauna movilizada alrededor de su organización, desde el estricto marcaje de los patrocinadores obsesionados en remarcar su presencia de forma constante y exprimir hasta la última gota del limón publicitario sobre un deporte practicado y disfrutado por sectores privilegiados de la sociedad. Foster Wallace (9) no es un periodista que habla de un partido y cómo ha acabado. Es un escritor que puede hacer eso (10)- sin abandonar por un momento su personalidad literaria y sus esenciaa estilísticas. La abrumadora (11)  presencia de notas al pie en los textos es representativa de su dispersiva avidez por acotar y apuntar cuánta idea creyera que permite apuntalar el relato principal, aunque haya momentos que la relación se descompensa y el lector profano piense por dónde transcurre el relato principal, si arriba en las cuatro líneas en tipo 11 o abajo en las extensas notas en tipo 8 o 9. Llega un punto, sobre todo en el segundo relato, en que Foster Wallace puede ser tan meticulosamente descriptivo que el profano se sienta desorientado, pero es disculpable en todo momento pues su gusto por los detalles y su precisión incluso al introducir elementos disruptivos muestra unas cimas majestuosas que sus seguidores (11) solo pueden aspirar a imitar.

(1) ¿Queda aquí alguien que no sepa lo que es un Grand Slam?

(2) Idem con un Ace

(3) Idem con Nadal

(4) Ya paro, la broma ha dejado de ser divertida

(5) Otro socorrido recurso entre cierta gente: aparentar no saber quién es Messi

(6) Completamente cierto, no soy un snob como los del punto (5)

(7) Stefanos Tsitsipas - efectivamente griego, gracias Google

(8) Tampoco nos pongamos trágicos, de hecho esto podría considerarse como un extracto o un refrito de la reseña de En cuerpo y en lo otro*, pero el coordinador de este blog es muy fácil de engañar.

(9) Cuya historia es sobradamente conocida si uno he tenido el mínimo interés en la literatura en los últimos veinte años

(10) De hecho el segundo relato, más centrado en un duelo Federer-Nadal celebrado en 2005, es profuso en detalles sobre este un otro tanto, incluso al extremo de provocar la búsqueda de esas imágenes en el siempre socorrido Youtube

(11) Y parece que influyente

(12) Me doy por aludido

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* Salvo por el hecho nada desdeñable de que la editorial tuvo la desfachatez de compendiar dos piezas de un mismo libro anterior (En cuerpo y en lo otro) y ofrecerlas aquí, con una bonita portada y  un precio módico, sin preocuparse de mencionar - o no haciéndolo de un modo claro - que el libro no contiene material inédito y, por lo tanto, es un mero artefacto sacacuartos para, solapadamente, engañar y hacer pasar por caja al lector completista.



miércoles, 12 de octubre de 2022

Miguel Herráez: La estratagema

Idioma original: Español
Año de publicación: 2022
Valoración: ¿Está bien?

Vaya por delante que valoro La estratagema. Me parece una obra madura, que explora temas complejos y ha sido escrita con una vocación literaria innegable. Sin embargo, no he acabado de conectar con ella. Y es que esta novela breve de Miguel Herráez es excesivamente espesa, lenta en su desarrollo y pretenciosa en su prosa.  

Entiendo que varios de los elementos de difícil asimilación que esgrime son deliberados. A saber: su estructura tendente a la repetición; su narrador, que nos abruma con detalles muchas veces anecdóticos o irrelevantes; su tono, demasiado intelectual; su insípido protagonista; así como su abuso del covid para establecer paralelismos. Pero que dichos elementos de difícil asimilación sean intencionados no impide que lleguen a hacerse cuesta arriba.

En definitiva: La estratagema es una propuesta ambiciosa y, hasta cierto punto, valiosa, aunque quizá debería haberse concebido en un formato capaz de integrar mejor sus búsquedas artísticas con la asequibilidad. Me recuerda vagamente al Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi, un clásico de premisa parecida que sí lograba derrochar ligereza.