miércoles, 31 de agosto de 2011

Chinua Achebe: Un hombre del pueblo

Idioma original: inglés
Título original: A Man of the People
Año de publicación: 1966
Valoración: Muy recomendable

Hay hechos o coyunturas históricas que se comprenden mejor a través de una novela que de sesudos ensayos o reconstrucciones con pretensiones de veracidad. O bueno, por no ser tan radical, digamos que hay obras de ficción que son un complemento casi imprescindible para poder entender realidades complejas y que nos resultan ajenas. Pensaba en esto después de leer Un hombre del pueblo, que me parece un documento excepcional para entender la realidad africana inmediatamente posterior a la descolonización: para poder acercarnos a la intrahistoria de lo que Kapuscinski nos contó, en otro género, en Ébano.

Un hombre del pueblo cuenta una historia pequeña, pero que pretende ser representativa de los problemas de la África recién descolonizada (de ahí que Achebe, a diferencia de sus anteriores novelas, no situase esta explícitamente en Nigeria, sino en un ficticio país africano sin nombre). El narrador, Odili, es un profesor de escuela con aspiraciones académicas que es invitado a convivir una temporada con el nuevo Ministro de Cultura, el Jefe Nanga; entre ellos surge una relación ambivalente (de admiración y desprecio, atracción y repulsa simultáneamente) que se rompe definitivamente por, bueno, por un lío de faldas, básicamente. A partir de ese momento, Odili decide enfrentarse a Nanga en las urnas y en el dormitorio, descubriendo que ninguno de los dos terrenos es sencillo.

Un hombre del pueblo es una novela a ratos muy divertida: las situaciones surrealistas que incluye provienen sin duda de la complejidad caótica y de la improvisación vertiginosa de aquellos primeros momentos de independencia, en los que todo parecía posible y el pasado y el futuro se mezclaban en la mente y las vidas de los africanos. Nadie se salva del ridículo: ni los dirigentes del nuevo régimen, egoístas, incultos, corruptos trepas sin escrúpulos; ni los europeos, siempre en busca de lo "exótico" e incapaces de renunciar a su autoproclamada superioridad; ni siquiera el propio narrador, a quien, a pesar de su idealismo y sus sacrificios, cabe hacer algunos reproches importantes (como por ejemplo, que no se oponga al régimen ni al mandato de Nanga hasta que éste le roba una novia, por ejemplo...).

La novela contiene además una curiosidad histórica: en el momento en el que fue escrita, Nigeria (país de origen de Achebe) todavía no había sufrido un golpe de estado militar, como el que se describe al final de la novela; un año después de publicarse, el golpe de estado se produjo, y Achebe fue acusado de haber estado al tanto de su preparación, por lo que tuvo que abandonar el país junto con su familia. Lo cierto es que no necesitaba conocer los detalles concretos: podía bastarle con conocer la realidad de su propio país, y mirar las barbas peladas de sus vecinos africanos. En todo caso, este hecho solo demuestra que Achebe conocía su país y su continente, y que gracias a sus novelas, nosotros también podemos conocerlo mejor.

Otras obras de Chinua Achebe en ULAD: Todo se derrumbaMe alegraría de otra muerte

martes, 30 de agosto de 2011

José Carlos Somoza: Dafne desvanecida

Idioma original: español
Año de publicación: 2000
Valoración: recomendable

Esta novela del escritor español -aunque nacido en Cuba- José Carlos Somoza fue finalista del Premio Nadal en el año 2000. Es, ciertamente, una novela sólida y redonda (tanto en forma como en argumento, como vamos a ver), y bastante enrevesada.

La novela comienza cuando el escritor Juan Cabo, presa de la amnesia tras un accidente de tráfico, encuentra la siguiente frase escrita de su puño y letra: "Me he enamorado de una mujer desconocida". En su intento por reconstruir su neblinoso pasado tirará del hilo de esta misteriosa confesión, y el lector avanza al mismo ritmo que Cabo en la recuperación de su propia identidad perdida.

Desde el principio, por lo tanto, aparecen diferentes capas de ficción: por ejemplo, ¿existe verdaderamente esa mujer maravillosa, o es solo el producto de la imaginación literaria del autor? El lector asiste a una -quizá confusa- progresiva superposición de capas, que desemboca en un final sorprendente que deja al lector momentáneamente descolocado. Solo diré que me dejó una sensación parecida a la que me quedó después de ver la película Los otros...

Somoza va liando la manta cada vez más, pero consigue que al terminar no queden cabos sueltos y que todo cobre sentido. La intriga que se crea desde las primeras líneas se mantiene de manera efectiva, y todo ello resulta en una novela curiosa y psicológicamente muy inquietante.

lunes, 29 de agosto de 2011

Antonio Pomet: Devoradores


Idioma: español
Fecha de publicación: 2009
Valoración: Se deja leer

De nuevo, compendio de relatos de un joven escritor español; Antonio Pomet (Granada, 1973) en este caso.

De nuevo, un estilo más bien lacónico y unos argumentos instalados en una austera cotidianidad que de pronto se ve sacudida por un suceso inesperado.

Y de nuevo, no puedo decir que el escritor de turno no tenga talento, por supuesto que no. Considero que Pomet escribe muy bien e indaga también muy bien en la psicología de sus personajes sin ponerse quisquilloso o rebuscado, pero tampoco sería sincera si hablara con entusiasmo de sus cuentos.

Quizás sea cosa mía, pero no consigo encontrar el gran atractivo que otros encuentran en el tipo de relato que se publica en España desde finales de los noventa, centrado casi siempre en contar, con un estilo harto minimalista, historias protagonizadas por personas normales con vidas normales pero víctimas de tormentos y traumas varios, y haciendo gran hincapié en describir con generosidad conductas, preferencias y costumbres sexuales de los mismos. Bueno, esto último (es así le pese a quien le pese) lo suelen hacer los cuentistas "hombre", y será por manías personales de quien firma este post, pero me parece que la mayoría de las veces, la insistencia del escritor en regodearse en pechos, traseros y escatologías y prácticas sexuales varias, resta calidad y coherencia a su obra.

Pero leer Devoradores no se hace cuesta arriba ni mucho menos. En una tarde entera se pueden leer los cinco relatos que comprende, piezas de un escritor que en general ha recibido muy buenas críticas (sobre todo de Luis Mateo Díez) y prestigiosos premios, entre ellos el Pedro Atarrabia de relato por "El apartamento", que abre el libro.

Los argumentos de los cinco cuentos tienen como nexo común "la idea posmoderna de la muerte como deseo", dicen sabiamente en una de sus solapas. Y comprenden, entre otros, a un matrimonio que pretende deshacerse de un cadáver en el mar ("El apartamento"), a un anciano aficionado a la escritura que pasa el último trayecto de su vida en una residencia o a una serie de personajes testigos de los ataques del 11 de septiembre. Pero el más perturbador de todos ellos es, en mi opinión, el titulado "Devoradores de Saturno", sobre la extraña y breve reunión de una extraña y pequeña familia que le deja a uno con mal cuerpo aunque realmente no pase gran cosa. Qué cosas.

domingo, 28 de agosto de 2011

Jon Martin: Loco

Idioma original: euskera
Título original: Ero
Fecha de publicación: 2008
Valoración: recomendable

–¿Tú sabes cuál es la frontera entre la normalidad y la locura?
—¿A qué viene esa pregunta?
—Acabo de leerme un libro de cuentos... Loco. Todos los cuentos tratan un poco ese tema.
—¿Tratan sobre locos?
—Bueno, algo así. Hablan de personas que tienen trastornos mentales, pero también de gente aparentemente sana que hace locuras.
—¿Qué tipo de locuras?
—Un poco de todo, la verdad. A veces, se atreven a hacer algo que nunca pensaron que harían. Otras veces, cometen actos aberrantes...
—Parece que mete todo en el mismo saco, ¿no? Quiero decir... ¿el libro va de gente que está loca o que pierde la razón por un momento o que, simplemente, se atreve a hacer algo osado, aunque eso no quiera decir que ha perdido la razón?
—Un poco de todo, ya te digo. Supongo que, por un lado, quiere expresar que cualquiera puede perder la cabeza en un momento dado...
—... y que hay quien vive la vida como quiere y es tachado de loco.
—Supongo.
—Y, ¿qué tal está el libro?
—Muy bien, muy bien, me ha gustado muchísimo. Cada relato tiene un estilo diferente, ¿sabes? Parecen redactados por diferentes escritores. Es muy interesante.
—Y este Jon Martin, ¿quién es?
-Es un bertsolari bastante conocido, aunque también es periodista y guionista.
—Vaya.
—Sí. Tiene otro libro, que aún no he leído, y también se ha llevado muy buenas críticas. La verdad es que escribe muy bien.
—Pues ya me lo dejarás.
—Claro.
—Vale. A todo esto, no has respondido a mi pregunta.
—¿A cuál?
—¿Qué diferencia hay entre un cuerdo –o normal– y un loco?
–Psé. Define "normal".
–... No sé.
—Pues eso.

sábado, 27 de agosto de 2011

Neil Postman: La desaparición de la niñez

Idioma original: inglés
Título original: The disappearance of childhood
Fecha de publicación: 1982
Valoración: muy recomendable

La tesis principal de este libro es muy fácil de resumir: la niñez empezó a existir a partir de la invención de la imprenta y está desapareciendo bajo el embate de la televisión. Por supuesto que dicho así parece una soberana tontería, y requiere bastantes matices para empezar a entender qué es lo que quiere decir Postman.

Para empezar, debemos abandonar la idea de que la niñez es una etapa biológica, por la que todos los seres humanos de todas las épocas han tenido que pasar. Todo un capítulo del libro se dedica a demostrar cómo durante la Edad Media no había una verdadera división entre niños y adultos. Sí había infancia, eso sí, entendida como la edad en que un niño no domina todavía el lenguaje (etimológicamente eso es lo que significa infans), pero a partir de los, digamos, 7 años, un niño empezaba a ser tratado como cualquier adulto. Trabajaba y vestía como un adulto, sabía las mismas cosas y hablaba de la misma manera que un adulto.

Esto cambió radicalmente con la invención de la imprenta y el consiguiente empuje a la alfabetización. Cuando se extendió la capacidad de leer, los adultos empezaron a poder reservar de la curiosidad de los niños todo cuanto quisieran. Hacía falta una etapa en la que se aprendiera a leer para llegar a conocer esos conocimientos adultos, y es eso lo que conocemos como niñez. Cuando las escuelas se extendieron por Europa, los niños empezaron a ser vestidos de manera diferente a los adultos, empezaron a jugar a sus propios juegos (o bien fueron los adultos los que los abandonaron), a hablar sus propias jergas y a leer su propia literatura.

Según Postman, el último cambio en la historia de la niñez está causado por la extensión de la televisión. Puesto que cualquier puede acceder a los contenidos televisivos sin aprendizaje previo, ya no es posible guardar secretos a la vista de los niños, por lo que estos, de nuevo, empiezan a saber todo lo que sabe un adulto, empiezan a vestir como ellos, a comportarse como ellos...

Supongo que tiene que sonar muy raro en esta versión hiper resumida, pero lo cierto es que Postman logra juntar una buena cantidad de ejemplos cotidianos para ilustrar su atrevida tesis. Pese a que, desde luego, incurre en algunas inexactitudes históricas y exagera y simplifica lo suyo, a mí me ha hecho pensar. Se trata, además, de un libro muy bien escrito, tan ameno en el estilo como sorprendente en la argumentación.

viernes, 26 de agosto de 2011

David Grossman: La vida entera


Título original: Ishah borahat mi-bsora
Idioma original: hebreo
Año de publicación: 2010
Valoración: Está bien


Con este libro me ha pasado algo curioso, hasta más o menos una cuarta parte de sus 807 páginas me parecía un relato de lo más atractivo – los episodios del hospital y del taxista son espléndidos – pero la intensidad desciende tanto a medida que se pasan las hojas, se hace tan repetitivo, se va tanto por las ramas que según avanzaba mi valoración iba bajando, digamos que cada 150 páginas perdía un punto. Hay novelas extensísimas a las que no sobra ni una letra, pero si la densidad se convierte en relleno acaban resultando pesadas y cuanto más se avanza más aumenta el fastidio. Para rematar, el desenlace resulta decepcionante pues no revela por qué hombre se decide finalmente la protagonista y tampoco lo que le ha ocurrido al hijo. Sabemos que Grossman tiene que callar este segundo aspecto pues no puede salvar al ajeno habiendo perdido el propio ni desvelar un desastre que es el suyo y que acaba de suceder; sin embargo, después de haber visto desmenuzar el viaje y las peripecias de los personajes hasta la extenuación (sin que tanto detalle les preste excesiva consistencia) mi único aliciente era la intriga.

No voy a quitar a Grossman los méritos de su profundo conocimiento del ser humano ni de una maestría narrativa fuera de toda duda que se concretan en una ágil narración y un manejo impecable del diálogo, incluyendo ademanes y silencios, que la traducción se encarga de resaltar. Reconozco que me he encariñado con Sami, el taxista musulmán que sintiéndose en campo ajeno aguanta estoicamente, con el entrañable Abram y a veces también con Ofer, el hijo menor de Ora, pero el atractivo que parecía tener ésta, va diluyéndose a medida que naufraga su largo testimonio. Una novela debe imitar a la vida real sin tratar de reproducirla, ya que los momentos insignificantes forman parte de la experiencia vital pero si aparecen descritos con la misma minuciosidad resultan insoportables.

El objetivo es de lo más atrayente: mostrar en qué se convierte la vida después (y durante) los conflictos bélicos, cómo estos desgastan la amistad, cómo desconciertan a los que creen que se aman, cómo angustian a unos padres que no dejan de imaginar lo que puede estar pasando en el frente, cómo destrozan el futuro de los que vuelven siendo otros. Sin olvidar uno de los momentos más logrados: el esbozo que hace al principio de la difícil convivencia entre vecinos, del absurdo que se vive a diario entre personas que se conocen bien y se aprecian aunque su pertenencia a bandos distintos les impida demostrarlo, de la ambivalencia de sentimientos, la culpabilidad, la conciencia del peligro y la sensación de incomodidad que se presentan en situaciones lamentablemente demasiado comunes.

Recuerdo una frase de Bécquer que venía a decir: hay que dejar pasar el tiempo para hablar de las vivencias que más nos han impresionado pues si escribimos bajo su efecto el resultado necesariamente flojea. No puedo estar más de acuerdo, y estoy segura de que el mayor escollo que encuentra el autor – y que no consigue salvar – es precisamente el viaje (interior y exterior) que Ora lleva a cabo en la novela y que se aproxima bastante al que Grossman mismo ha debido realizar para escribirla. Ambos pretenden desafiar a la suerte, envolver al hijo que está en el frente con una especie de hechizo a base de palabras y esto nunca es garantía de éxito. El soldado no por ello queda a salvo, la hebra invisible que ella sujeta por un extremo para proteger al hijo que hay en el otro probablemente no exista, y la literatura se convierte en palabrería desde el momento en que novelista y personaje pretenden alargar el discurso indefinidamente como si fuera un infalible talismán.

jueves, 25 de agosto de 2011

Colaboración: El mono que asesinó, de Horacio Quiroga


Idioma original: español
Año de publicación: 1991 en esta antología; publicados originalmente en la revista Caras y Caretas de Buenos Aires entre 1908 y 1911 en forma de folletín
Valoración: Decepcionante

Como lector nunca me pregunté si un sentimiento que me asalta, cada tanto, me hermana a otros lectores, y es el de sentirme agradecido ante mi buena estrella por el hecho de haber leído después una mala obra de un escritor admirado, en vez de haberla leído antes. Quiero decir: me alegra haber leído antes Conversación en la Catedral que Lituma en los Andes; me alegra haber leído antes Cien años de soledad que Memoria de mis putas tristes; me alegra haber leído antes La conjura de los necios que La Biblia de neón; me alegra haber leído antes Cuentos de amor, de locura y de muerte que estos cuentitos (dos) de la antología que me ocupa. Y me alegra, porque si el orden hubiera sido el inverso, el asco o la descepción me habrían embargado durante años y quizás nunca habría juntado suficientes fuerzas como para acometer otras lecturas de esos (y tantos otros) autores. Porque es claro que nadie es perfecto, pero cuando me cruzo con la obra de un autor y es tan rematadamente mediocre, me quita el hambre, el sueño, el hipo y la voluntad de volver a leer una línea del suprascripto. Pero me pasa cuando leo antes esa obra mala antes, que no después.

Si usted es como yo, amable lector, huya de nada que no sea Cuentos de amor, de locura y de muerte o los cuentos selváticos de Horacio Quiroga la primera vez que agarre uno de sus libros con intención de leerlo; si agarra un libro que tenga, como el mío, los cuentos "El mono que asesinó" o "El hombre artificial" desvíe su mirada prestamente, como ante la visión de un/a viej@ desnud@ o de un/a gat@ comiendo un/a ratón/ona. El primer cuento, aún, se deja leer, y eso se debe a que el escritor uruguayo parece no tomarse demasiado en serio el tema del que trata su relato y se permite aquí y allá deslizar pequeñas y amables humoradas que hacen amena la lectura; pero el segundo es incomible e indigesto: el peor Quiroga posible, el más convencido de que en Poe hay que creer como en Dios mismo, el más trasnochadamente positivista y romántico a la vieja usanza. Dos personajes consumidos por una Voluntad irreductible, llevando a piñón fijo sus designios hasta sus últimas consecuencias y, obviamente, consumidos por las trágicas consecuencias inevitables del inexorable fracaso (o fracasísimo, como guste usted).

No es la única vez, de todos modos, que Quiroga presenta personajes consumidos por la Voluntad, cualquiera sea ésta; en "El Yaciyateré", por ejemplo, también hay un dúo de hombres adultos dejándose el alma a jirones en su lucha contra la adversidad que frustra sus planes y todo eso; pero el cuento está ambientado en medio de la selva misionera, y se nota.

Decepcionantes los cuentitos.

Firma: Ferbr1

miércoles, 24 de agosto de 2011

Fred Uhlman: Reencuentro

Idioma original: inglés
Título original: Reunion
Año de publicación: 1971 
Valoración: Recomendable

Mi encuentro con esta novela empieza con una de esas casualidades que pasan a veces: hasta hace unas semanas yo no sabía quién era Arthur Koestler; después me compré un libro suyo en la FNAC de Lisboa (El cero y el infinito, que ya reseñé) porque me parecía curioso que precisamente un libro suyo pudiera encontrarse en español en la FNAC de Lisboa; unas semanas después, en el aeropuerto de Barcelona me compro esta novelita de Uhlman, porque era corta y barata, y el resumen tenía buena pinta. La abro, empiezo a leerla y ¿de quién es el prólogo que la encabeza y que la elogia diciendo que "ocupará un lugar perdurable en cualquier biblioteca"? De Arthur Koestler. Ahí queda eso.

Como El cero y el infinito, aunque con técnicas muy distintas, Reencuentro es también un retorno con algunos elementos autobiográficos a una época histórica convulsa: los terribles años 30 en los surgieron y triunfaron los totalitarismos europeos, y se preparó el camino para el baño de sangre que seguiría. Aquí no se trata del Stalinismo, como en la obra de Koestler, sino del nazismo, con su vena de antisemitismo visceral y su militarismo agresivo.

El tono, como dice Koestler en su prólogo, es menor, cotidiano, íntimo: cuenta la historia de un adolescente judío alemán que entabla una amistad apasionada (como son las amistades durante la adolescencia) con un compañero de escuela, el aristocrático Konradin von Hohenfels, al margen de convencionalismos sociales y de diferencias de carácter. Una amistad que se verá contaminada por el triunfo del nazismo, las tensiones raciales y la violencia. Es una mirada a las pequeñas historias de sufrimientos individuales y colectivos que debieron poblar la Europa de la época.

Los últimos capítulos de la novela ponen los pelos de punta; no por lo que cuentan (esta novela no es Sin destino o Si esto es un hombre) sino por lo que queda implícito, por el fondo terrible de desolación y odio que transparenta. No sé si decir tanto como que este libro ocupa un lugar perdurable en mi biblioteca, pero sí que no me arrepiento de haberlo comprado y leído.

martes, 23 de agosto de 2011

Jonathan Safran Foer: Comer animales

Idioma original: inglés
Título original: Eating Animals
Fecha de publicación: 2009
Valoración: muy recomendable

Que quede claro, ante todo, que me gusta la carne. Me gusta más el pescado, vale, pero como carne con placer (dadme un plato de hígado y lo dejaré limpio). Por eso y porque, siendo el ser humano omnívoro, creo que debemos comer de todo, cuando empecé a leer Comer animales lo hice con ciertos prejuicios. Pensaba que el autor era un vegetariano militante (cosa que no tiene nada de malo) que pretendía convencer al mundo de que la dieta "verde" es lo mejor del universo. Y, como tantas otras veces, me equivoqué. Es cierto que Safran Foer es vegetariano, pero no intenta convencer a los lectores de que ése es el camino a seguir, sino que muestra cómo es la industria de la carne y revela qué es exactamente lo que nos llevamos a la boca cuando comemos un filete o unas alitas de pollo o cualquier cosa que no haga la fotosíntesis. Y creedme, no es agradable.

El autor nos explica cómo funciona la industria cárnica, algo que no tiene nada que ver con las granjas de animales que yo conocí de niña o con los pequeños ganaderos que aún, a duras penas, resisten en el mercado. La mayor diferencia entre ambos reside, como siempre, en su objetivo principal: en el caso de los pequeños ganaderos, su objetivo es la calidad de la carne que venden. Por ello, sus animales reciben una alimentación equilibrada, hacen ejercicio, no viven hacinados, llegan a la edad adulta (un detalle bastante más importante de lo que parece) y son sacrificados en mataderos tradicionales de la forma más "humana" posible. En el caso de la industria cárnica, el objetivo es ganar mucho dinero invirtiendo poco. Por ello, los animales criados por ésta viven hacinados, reciben una alimentación artificial sobrehormonada, no salen al exterior, son sacrificados poco antes de llegar a lo que sería su adolescencia y son cruelmente tratados en la recta final de sus vidas.

¿Qué consecuencias tiene todo esto? Además del obvio y gratuito sufrimiento para esos millones de animales, esto provoca que haya cada vez más áreas de tierra y ríos contaminados (¿adivináis qué pasa con las heces de toooooodas esas criaturas? pues pensad que quien sólo se preocupa de ganar dinero a costa de maltratar animales no va a gastar un euro en procesar debidamente sus residuos orgánicos, habiendo ríos o montes para tirarlos alegremente), un incremento del efecto invernadero y un grave daño a nuestra salud, porque, entre otras cosas (quien quiera saber todo lo referente a E. Coli, salmonella y demás, que se lea el capítulo referente a los mataderos; yo no voy a fastidiarle el almuerzo a nadie), los animales están tan hormonados (para crecer más rápido y llegar a tener mayor tamaño) y reciben tantos antibióticos a lo largo de su corta vida que éstos están dejando de tener efecto en los seres humanos.

Lamentablemente, las especies acuáticas no se libran de este daño. Puede que el pescado no esté hormonado, pero la situación de la mayoría de las piscifactorías es tan dañiña para los animales (y para nosotros) como cualquier empresa cárnica de gran tamaño. Por no hablar de que la forma en la que se pesca actualmente acabará esquilmando el mar alrededor del año 2050 y de que hay especies que tienen tanto mercurio en su cuerpo que la OMS ya ha desaconsejado que acaben en nuestro plato.

En contra de lo que se pueda creer (de lo que yo creía) en un principio, Safran Foer no dice que no hay que comer carne, sino que hay que hacerlo (el que quiera) de forma responsable. Si queremos vivir de forma sostenible (aunque sólo sea por un motivo puramente egoísta, para que nuestros nietos tengan un mundo más o menos decente en el que habitar), tenemos que empezar con aquello que nos llevamos a la boca. Y, sinceramente, después de leer este libro y de lo que a raíz de esta lectura he investigado por ahí, os aseguro que en mi plato no va a volver a haber un trozo de carne que no haya salido de una granja ecológica.



También de Jonathan Safran Foer: Tan fuerte, tan cerca

lunes, 22 de agosto de 2011

Kurt Vonnegut: Matadero cinco

Idioma original: inglés
Título original: Slaughterhouse - Five or The Children's Crusade
Año de publicación: 1969
Valoración: Muy recomendable

En realidad, no sé cómo calificar esta novela: si como novela (anti-)bélica (porque el tema principal son las hazañas de Billy Pilgrim durante la Segunda Guerra Mundial y en especial durante el bombardeo de Dresde); como una novela fantástica (porque Billy está convencido de haber sido abducido por alienígenas del planeta Trafalmadore, de quienes aprendió la capacidad de dislocarse del tiempo a voluntad) o como una novela cómica (porque aunque los hechos que se cuentan son graves, o incluso trágicos a veces, el tono es de farsa surrealista). Al final, la califico como todas las cosas.

Pero sobre todo, la califico como una grandísima novela: un ejercicio de imaginación, de estilo y de estructura, una fantasía alocada pero que atrapa instantáneamente, burlona pero tierna, terriblemente realista en la descripción de la ridiculez de la guerra; tremendamente insensible (como exige el humor) en su presentación de los personajes, todos ellos emocionalmente tullidos, inadaptados, frustrados, incapaces de aceptar el mundo y aceptarse a sí mismos.

En su combinación de una faceta humorística y una faceta antibélica (y el autor-narrador, a quien tampoco conviene tomarse muy en serio, dice expresamente, en el primer capítulo, tener intención de escribir una novela antibelicista), Matadero cinco hace pensar en otras grandes obras del género como Trampa 22 (que debería reseñar cuanto antes) o Las aventuras del buen soldado Svejk. Pero a estos elementos, Matadero cinco añade otro, o mejor dicho otros dos relacionados: el elemento fantástico, y la estructura narrativa.

Porque desde que Billy Pilgrim es raptado por los trafalmadorianos, adquiere la capacidad de saltar en el tiempo a distintos momentos de su vida, y el texto, que le sigue, se construye así en forma de flashes desordenados que incluyen sus experiencias en la Gran Guerra, pero también su trabajo como óptico, su vida conyugal con la enorme Valencia, su casi-muerte en accidente de aviación o su muerte-sin-casi después de una charla pública. Pero para Billy la muerte no significa nada, porque todo lo que pasó, pasa y pasará en algún momento del tiempo, sigue pasando eternamente.

No sé si esta es una obra para todos los gustos: quizás no atraiga a los lectores más tradicionales. Pero sí puedo decir que creo que nunca he leído una novela igual, ni parecida. Y que experiencias lectoras nuevas no se tienen todos los días, así que merece la pena el riesgo. Además, está publicada en Compactos Anagrama, así que ni siquiera es una novela cara...

También de Kurt Vonnegut en UnLibroAlDía: Un hombre sin patria, Madre noche, Barbazul

domingo, 21 de agosto de 2011

Per Olov Enquist: El libro de Blanche y Marie

Idioma original: sueco
Título original: Boken om Blanche och Marie
Año de publicación: 2004
Valoración: Muy recomendable

"El amor siempre vence", decía Blanche Whitman. Marie Curie, su amiga y compañera profesional, llegó a creer que tal afirmación era cierta.
Blanche escribió El libro de las preguntas, un atípico diario en el que relataba no sólo las vivencias diarias, sino también las preguntas "vitales" que la asaltaban y sus intentos por responderlas. Marie estudió el radio.
Blanche, debido a las continuas amputaciones que sufrió durante su vida, apenas medía más de un metro. Marie, debido a sus estudios científicos, estaba cada vez más enferma.
Juntas intentaron descubrir la naturaleza científica del amor y la fórmula química del deseo. Juntas lucharon contra las convencionalidades y no sabemos si vencieron o sucumbieron a ellas.

Lo que sí sabemos es que, tal y como nos tiene acostumbrados, Olov Enquist ha escrito una novela bellísima (y durísima, también) sobre dos mujeres que desafiaron a la sociedad de su tiempo para vivir como querían y con quien querían, y que fueron castigadas por ello. Las palabras de Blanche resultan tan reales que nos es necesario recordar cada cierto tiempo que estamos ante una obra de ficción y no testimonial, en la que el autor no ha escatimado recursos para hacer de ésta una novela grandiosa y poética como pocas.


También de Per Olov Enquist: El ángel caídoLa partida de los músicos

sábado, 20 de agosto de 2011

Tom Sharpe: Becas flacas

Título original: Grantchester Grind
Idioma original: inglés
Fecha de publicación: 1995
Valoración: Recomendable

Los lectores fieles de ULAD sabrán que en este blog Mr Sharpe es ya un viejo y querido amigo (luego, más abajo, pondré los links a las obras del autor que hemos reseñado en el blog). Y es que nunca está de más buscar la carcajada sana y libre (pero originada por el mejor humor inteligente, por supuesto) dentro de la oleada de grises dramas y sesudos ensayos que solemos presentar por estos lares.

Tom Sharpe, célebre sobre todo gracias a su incombustible y descacharrante Wilt, es un autor británico que ha conseguido extender por todo el mundo eso que llaman "el humor inglés", una rama de la comicidad difícil de definir pero en la que destacan por encima de todo la ironía y el escepticismo ante una inclemente existencia que hace con nosotros lo que quiere y de la que, en última instancia, sólo nos queda burlarnos.

Becas flacas es una novela que se ubica en un college llamada Poterhouse, presentado ya por Sharpe en la anterior Zafarrancho en Cambridge. Desde el primer momento, al lector se le deja bien claro que Poterhouse es un desastre: se preocupan más de que la cocina sea exquisita que de la calidad de los títulos académicos que expiden, y el profesorado del lugar es más bien desastroso.

Será la misteriosa muerte del rector del lugar, Sir Godberg Evans, el suceso que desencadenará toda la hilarante trama. Su viuda, Lady Mary, sospechando que a su marido le mataron (y no que muriera abiréndose la cabeza tras una caída etílica), creará una nueva cátedra y meterá a un infiltrado para que éste investigue por los pasillos y las estancias del desastroso Poterhouse qué fue realmente de su marido.

La trama es una amalgama de personajes irrepetibles y tronchantes (atención a Skullion, el vengativo y poco agraciado portero al que quieren hacer sucesor de Evans), sobre todo cuando entran a escena los intereses norteamericanos, ya que cierto magnate estadounidense dice querer salvar con una generosa donación el decandete college. Sharpe hace hincapié en mostrar los contrastes entre la mentalidad abierta y emprendedora de los empresarios de los EEUU con la atrabiliaria y tradicional sociedad inglesa. No tiene desperdicio cierta escena "de dormitorio" en la que el americano enviado al college confundirá a cierto personaje de Poterhouse con una suerte de Quasimodo...

Recomendable, claro que sí. Sobre todo ahora, que es verano. Ya dejaremos los dramones y las lágrimas para la vuelta al cole...

También de Tom Sharpe en ULADWiltLos Grope,Lo peor de cada casa

viernes, 19 de agosto de 2011

Sergi Pàmies: La bicicleta estática

Idioma original: catalán
Título original: La bicicleta estàtica
Año de publicación: 2010
Valoración: recomendable

En realidad, para esta reseña podría reutilizar casi todo lo que escribí cuando reseñé la anterior recopilación de relatos de Pàmies, Si te comes un limón sin hacer muecas. Los cuentos de Pámies siguen siendo generalmente ligeros, habitualmente humorísticos, casi siempre sorprendentes, muchas veces autoconscientes de su existencia como texto literario. El escritor mantiene su voz, personal y juguetona, autorreferencial en ocasiones, y ofrece un volumen de lectura rápida y fácil (125 páginas de letra grandecita, 19 cuentos en total) pero que deja bastantes ideas en la cabeza del lector.

Quizás la mayor diferencia entre este libro y el anterior del autor es que el tono es algo más sombrío ahora: muchos de los cuentos hablan de separaciones, de desencuentros amorosos, de relaciones fallidas, de ausencias. El matrimonio, el divorcio, la responsabilidad del cuidado de los hijos ocupan una parte importante de las preocupaciones de los narradores de los relatos (en "Acostarse temprano", por ejemplo). Otros, como "La isla" o "Las canciones que le gustaban a Lenin", se acercan a temas más oscuros, como el suicidio o la muerte de los padres.

Sigue habiendo, en esta obra como en la anterior, espacio para la experimentación narrativa más formal(ista). Por ejemplo, "Lo que no hemos comido", que relata una (posible) relación amorosa como si fuera una receta de cocina; o "Papiroflexia", un provocador diálogo literario con El Principito de Saint-Exupery. "Unplugged" es un brevísimo y sorprendentemente tierno cuento meta-literario, que parte del principio de que "el hijo es como un cuento", invirtiendo así el tópico de que los cuentos son hijos literarios de su autor.

Siento debilidad por Pàmies, lo reconozco. Su estilo, sus temas y hasta algunos de sus recursos literarios me recuerdan, en cierta medida, a los que uso yo mismo cuando me pongo al otro lado del papel, por decirlo así. Así que a lo mejor al recomendarlo me estoy recomendando a mí mismo por persona interpuesta. Sea como sea, leedlo: pasaréis un buen rato.



También de Sergi Pàmies en ULAD: Si te comes un limón sin hacer muecas

jueves, 18 de agosto de 2011

Mark Kalesniko: Novia por correo


Idioma original: Inglés
Título original: Mail Order Bride
Año de publicación: 2003
Valoración: Muy recomendable


Monty es un hombre de 39 años, virgen e inmaduro, que regenta una tienda de cómics. Incapaz de mantener una relación amorosa con una mujer de su entorno, decide "encargar" una novia oriental que tenga las características de las jóvenes estereotipadas que pueblan sus fantasías adolescentes: que sea hermosa, delicada, hogareña y fiel, y que se desviva por hacerle feliz.

Así llega Kyung Seo a su vida, una joven coreana que resulta no ser lo que Monty esperaba, como tampoco él resulta ser el hombre que ella esperaba encontrar al llegar a Canadá. Profundamente descontentos con la vida que tienen en común, Monty intenta continuamente (y sin éxito) "convertir" a su mujer en la fantasía que ha alimentado durante años, mientras que ella, a través de su amistad con Eve (una joven oriental criada en Occidente y aparentemente liberada, feminista y moderna), intenta convertirse en una mujer independiente.

Kalesniko, con un dibujo detallado (quizá algo orientalizado para la ocasión) y una técnica más que cuidada, no sólo retrata en esta novela gráfica una triste y dolorosa historía de "amor", sino también muestra cuán difícil puede ser escoger entre la libertad y la seguridad. Para no dejarlo pasar.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Tim Dinsdale: El enigma del plesiosaurio del Lago Ness

Idioma original: inglés
Título original: The story of the Loch Ness monster
Año de publicación: 1973
Valoración: imprescindible


Este es uno de los libros más frikis que tengo en mi colección. Perteneció a mi tío Carlos, cuando yo no había nacido siquiera, luego pasó a mi padre y finalmente yo me lo quedé, no sé muy bien por qué: la portada, supongo.

Lo devoré en mi niñez, como un poseso. En aquella época (siete, ocho, nueve años) yo leía este tipo de cosas: tengo otro sobre el Triángulo de las Bermudas que no tiene desperdicio. Pero claro, el tema este de Nessie es tan, pero taaaaan interesante. Os copio el texto de presentación y decirme si no es directamente la ReHostia:

"¿Qué misterioso animal vive a mil pies de profundidad en las negras aguas del lago Ness? ¿Es un plesiosaurio, uno de los grandes saurios del cretáceo, misteriosamente vivo después de más de setenta millones de años? En los medios científicos se habla, aun quedamente, sin creérselo, de una colonia de diez a veinte plesiosaurios que se han perpetuado desde hace millones de años en un lago de condiciones de vida ideales.

"Las fotografías, que se publican con el libro, hablan por sí solas. El enorme animal es un hecho. La tradición es milenaria. El mayor misterio de la biología vive en las enormes profundidades de un lago escocés. Su existencia avala muchas leyendas e historias que la ciencia condenó durante mucho tiempo".

Exacto: ¡¡¡el libro tenía fotos!!!
A mí, con esto ya me bastaba. En aquellos tiempos no había photoshop. Vale que las fotos son en balnco y negro, borrosas, desde lejos y que en ellas se ven, básicamente, "cosas" que flotan en el agua, pero qué demonios: todo el mundo sabe que Nessie existe. ¿No?

La cuestión es que el libro es una obra de divulgación científica bastante amena, sin chorradas sobrenaturales: biología, zoología, cosas serias. El autor empieza hablando del "monstruo" en sí (la leyenda escocesa del caballo de agua, San Columbán y el descubrimiento, la época del flipe general con el bicho, las pruebas registradas, dibujos con su forma, medidas, qué puede comer, cómo pasa el rato...) y luego pasa directamente "a la acción": Cazando al monstruo. En esta segunda parte nos describe a los distintos personajes que han dedicado su vida a sacarle fotos, extraerlo del agua o simplemente verlo alguna vez, cómo lo hacían, con qué medios, durante cuánto tiempo y con qué resultados (ahí las fotos de maderos flotando y tal).

Y termina con un capítulo de título excepcional que a cualquiera debería sugerirle la imperiosa necesidad de leer esta obra: "Lo que conviene hacer -y lo que no conviene- cuando se cazan monstruos". En serio: ¿Alguien es tan, pero tan bobo, de no querer leer este apartado, aunque solo sea para estar preparado por si alguna vez "pasa algo"?

Avisaos quedan.


martes, 16 de agosto de 2011

Jorge Luis Borges: Autobiografía

Idioma original: inglés
Título original: Autobiographical Essay
Fecha de publicación:
1970
Valoración: muy recomendable

Sí, sí, habéis leído bien. Idioma original: inglés. Todo buen borgiano sabe que por las venas de Borges corría también el inglés; su padre daba clases en este idioma, que era la lengua materna de su madre (abuela de Borges), y el propio escritor aseguraba a veces en broma (o no se sabe si en serio) que él había leído el Quijote, por primera vez, en una traducción inglesa. Pues bien, con todo ese bagaje no sorprende saber que Borges hablaba inglés perfectamente y que incluso se atrevió a escribir alguna cosa. Los magníficos Two English poems, por ejemplo.

En este caso, se trata de un texto concebido originalmente en inglés, y dictado en esa lengua a quien fue su traductor e introductor en EEUU: Norman Thomas di Giovanni. El ensayo autobiográfico fue publicado en 1970 en The New Yorker, y poco después se añadió como introducción de la versión inglesa de El Aleph. Quiere esto decir que uno no puede esperar alguna suculenta y morbosa confesión en un texto con tan oficiales propósitos. De hecho, quien haya visto las míticas entrevistas a Borges en el programa de TVE A fondo, y conozca bien su obra, apenas aprenderá nada nuevo con este libro.

Eso sí, disfrutará de la ventaja de tenerlo todo escrito juntito y en orden, y con la magnífica prosa de Borges (que los traductores al español, el propio di Giovanni y Marcial Souto) han sabido conservar (o crear, es curioso...). El recorrido por la vida de Borges se detiene 16 años antes del fin, claro está, pero justo en un momento en que le está llegando al escritor una fama inesperada. El pistoletazo de salida fue la concesión del recién creado premio Formentor en 1961, ex aequo con Samuel Beckett. A partir de ahí, invitaciones a universidades de todo el mundo, viajes, premios, condecoraciones...

Otras obras de Jorge Luis Borges en ULAD: Aquí

lunes, 15 de agosto de 2011

Arthur Koestler: El cero y el infinito

Idioma original: alemán / inglés
Título original: Darkness at Noon / Sonnenfinsternis
Año de publicación: 1940
Valoración: Muy recomendable


Este libro desafía la idea misma de las divisiones nacionales de la literatura, y por extensión también nuestro ya famoso Sistema Unificado de Etiquetas: el autor es húngaro, pero escribió el original en alemán; este original fue traducido al inglés contemporáneamente, con el título de Darkness at Noon; después el original alemán se perdió, de manera que las versiones alemanes que existen ahora son en realidad una re-traducción de la traducción inglesa. Por si esto fuera poco, el título español no viene del alemán ni del inglés, sino del que tomó la traducción francesa (Le zéro e l'infini). ¿Se trata por lo tanto de un libro húngaro? ¿Alemán? ¿Inglés? ¿Todas esas cosas o ninguna?

En todo caso, esto es irrelevante para el mérito de la obra, que es grande: una introspección en los mecanismos ideológicos, administrativos y psicológicos que llevaron a la auto-delación de decenas de intelectuales soviéticos, algunos de ellos destacados bolcheviques, en especial en el conocido como "Juicio de los Veintiuno". En efecto, como advierte Vargas Llosa en su introducción a la obra, los hechos narrados en esta obra no son especialmente terribles (sobre todo si los comparamos con lo que Solyenitzin describiría en Archipiélago Gulag, por ejemplo): al protagonista le someten a una tortura psicológica (luces brillantes, privación de sueño, humillaciones), pero lo que interesa sobre todo es mostrar la retorcida lógica (aparejada a una retórica igualmente retorcida) que sirvió para construir una maquinaria administrativa y punitiva implacable, inhumana.

Porque el protagonista, Rubachof, es él mismo un convencido (al menos inicialmente) del marxismo y su aplicación a la Rusia comunista (aunque, por cierto, en ningún momento se afirma claramente que estemos en Rusia); porque él mismo ha aplicado a otros los mismos castigos (detención, tortura, expulsión del Partido, destierro, ejecución...) que ahora se le aplican a él, por separarse de la doctrina ortodoxa oficial y pensar como individuo (vicio típico de la burguesía capitalista occidental), dejándose llevar por los sentimientos en vez de pensar en el Gran Esquema de la Historia -que nos absolverá a todos.

El propio Koestler se lamenta (citado por Vargas Llosa) por haber arruinado sus novelas al incluir demasiadas reflexiones teóricas y filosóficas; pero en este caso el equilibrio funciona: los diálogos entre Rubachof y sus interrogadores, llenos de discusiones sobre la ideología Comunista y su aplicación histórica concreta, forman parte integral y verosímil de una historia en la que, por otro lado, también hay hueco para pasajes narrativos (recuerdos que persiguen y atormentan a Rubachof) impactantes y poderosos.

A estas alturas, no es que leer esta obra nos descubra nada nuevo sobre el Stalinismo, sobre sus perversiones o sus mecanismos retorcidos de control individual y colectivo; pero todo aquel que alguna vez se haya preguntado por qué aquellos intelectuales bolcheviques aceptaron someterse a sí mismos a la humillación pública en forma de juicios-farsa, encontrará en esta obra una explicación detallada. Y desasosegante.

También de Arthur Koestler en ULAD: Llegada y salida

domingo, 14 de agosto de 2011

Anónimo: Planeta, la cultura del dinero

Idioma original: español
Año de publicación: 1994
Valoración: no aplicable

Este libro, en realidad, no existe: no se encuentra en las librerías, no se vende, no tiene ISBN, no tiene autor... Pero yo lo tengo entre mis manos, qué cosas, porque lo encontré en una caja en la calle. Por no tener, ni siquiera aparece en las búsquedas de Google. Y todos sabemos que no aparecer en Google es no existir.

Esta breve reseña quizá nos traiga problemas, ya os aviso. Porque supongo que, pasados ya 15 años desde su publicación, no tiene sentido: las cosas han cambiado, muchos nombres han cambiado, muchas decisiones han sido tomadas, pero, en su día, este libro pegaría una hostia bien fuerte al Grupo cuyo nombre aparece en el título. No en vano lo encontré en la calle.

Pero, ¿de qué va todo esto? Yo os lo explico: este libro es el documento de protesta que redactaron (presuntamente) los empleados de Ediciones Deusto a mediados de los años noventa cuando esta empresa editorial, sita en Bilbao desde hacía 34 años, fue absorbida por el Grupo Planeta. En 1994, después de un año y medio de promesas, ofertas y palabras de ánimo, un dirigente del Grupo llega a Bilbao, cesa al gerente de Ediciones Deusto de manera fulminante y regresa a Barcelona, avisando ya de que volverá a Bilbao más tarde con un nuevo "plan de empresa". El 27 de junio de 1994 vuelve el vicepresidente ejecutivo, se reúne con el equipo de dirección y posteriormente con el comité de empresa y comunica la decisión del accionista de trasladar el negocio de Bilbao a la sede central del grupo en Barcelona en un plazo de dos meses, dentro del cual está el mes de agosto, durante el cual la empresa cierra por vacaciones. A partir de ese momento comienza el calvario para toda la plantilla de Ediciones Deusto, pero también para el grupo Planeta, porque "el soberbio plan de traslado del negocio no se cumple y todo porque la plantilla de la empresa no reacciona como se había previsto en el cuartel general. ¡Qué cosas, qué osadía! ¡No acatar sumisamente la decisión del dueño!" (cito del prólogo del libro, que cuenta con más detalle toda la problemática, haciendo una comparación bastante curiosa entre El proceso de Kafka y la situación que estaban viviendo los trabajadores).

Finalmente, el grupo Planeta se vio obligado a retirar su decisión de traslado de la empresa, Ediciones Deusto continuó teniendo su sede en Bilbao y hoy es el día en que todavía mantienen la oficina en la calle Alameda Recalde, como toda la vida...

Cosas curiosas del libro:

- Portada: Se ve el edificio de Ediciones Deusto y un grupo de trabajadores en la calle (dibujados). Ellos hablan en "bocadillos", como sucede en los comics, y dicen cosas como: "¿Ediciones Deusto en Barcelona? ¿La Cibeles en Londres?", "Y todo lo resumió diciendo que para cojones los suyos", o "Planeta... Sensibilidad por la cultura... Insensibilidad social... Todo le suena a dinero".
- Después del prólogo, de cuatro páginas y en el que se cuenta toda la historia en formato resumido, viene un capítulo de media página titulado "Cómo toda la empresa se ilusiona por un proyecto alrededor de la visión transmitida por el empresario", que termina diciendo "las siguientes páginas las debe completar el propietario de Ediciones Deusto": y vienen 60 páginas en blanco donde solo pone "reservado para el accionista". Luego, otro capítulo: "Las maniobras de gente incompotente dan al traste con las esperanzas de todos", con otras 60 páginas idénticas a las 60 anteriores. Por último, los cuatro capítulos finales: "La entrada de un elefante en una cacharrería", "De cómo un supuesto paseo triunfal se convierte en un ridículo", "Notas de prensa y circulares" y "Al final... ¿La cordura?... ¿El trágala?... ¿Numancia?", cierran el librito: basten los títulos para saber de qué van y lo que cuentan.

Cosas que pasan en nuestro país. Es genial cuando la revolución se ejemplifica con un libro.

sábado, 13 de agosto de 2011

Craig Thompson: Adiós, Chunky Rice


Idioma original: Inglés
Título original: Good Bye, Chunky Rice
Año de publicación: 1999
Valoración: Muy recomendable

Craig Thompson es un autor de cómics estadounidense conocido, sobre todo, por su novela gráfica Blankets y su obra posterior, Cuaderno de viaje. Pero, si buscamos un poco, descubriremos que existe un "antes" antes de ser reconocido internacionalmente. Y ese antes se titula Adiós, Chunky Rice.

Chunky Rice es una tortuga que decide abandonarlo todo (incluso a su enamorada, la rata Dandel) para embarcarse rumbo a las islas Pontinas, travesía durante la cual conoce al capitán Chuck y a las siamesas Livonia y Ruth. A través de las historias de estos personajes, todos marcados por el abandono a otros (ya sea por fuerza mayor o por decisión propia) o por la incapacidad para abandonarlos (como en el caso de las siamesas), Thompson hace una reflexión sobre la amistad, el amor y la pérdida, pero también sobre el daño que irremediablemente infligimos a los demás (y a nosotros mismos) mientras intentamos descubrir quiénes somos y cuál es nuestro camino a seguir.

Esta obra es toda una lección de técnica narrativa que, en mi opinión, ya adelanta la maestría que más adelante conseguiría el autor con Blankets y que esperamos que mantenga en Habibi, su próxima novela gráfica. Imprescindible, sin duda, para todo buen lector de cómics.



También de Craig Thompson en ULADBlanketsCuaderno de viajeHabibi

viernes, 12 de agosto de 2011

Philippe Claudel: Almas grises

Idioma original: francés
Título original: Les âmes grises
Fecha de publicación: 2003
Valoración: Recomendable

Hoy tenemos aquí una novela encajable en el tan puntero género negro pero no por ello ágil y ligera, características que suelen tener en estos tiempos que corren los libros de la citada temática. No, qué va: Almas grises, que fue elegida novela del año en Francia y que ganó uno de los más prestigiosos premios de su país, pese a girar en torno al asesinato de una niña de diez años, posee todas las cualidades necesarias para ser catalogada como "drama".

Almas grises se sitúa en una pequeña ciudad de provincias del norte de Francia y tiene como telón de fondo la cruenta, injusta y terrible Primera Guerra Mundial, aunque el desangelado y poblado de personajes ruines lugar que presenta, es en sí un entorno de dolor y miseria.

Como se ha dicho, el eje central de la trama es el misterioso asesinato de una bonita niña del pueblo y la historia está narrada veinte años después del crimen por el policía que se hizo cargo del caso.

No decepcionará a sus lectores esta novela que ofrece lo que su contraportada promete, ni más ni menos, y aunque tampoco me ha parecido una obra maestra (tengo que decir que me recuerda a muchos libros y películas, aunque quizás sea verdad eso de que todo está ya inventado), he disfrutado mucho deshilándola y sumergiéndome en la atmósfera fea y seca de ese pueblo insignificante pero muy jerarquizado que le sirve de escenario.

Los halagos que recibe la forma de escribir de su autor, Philippe Claudel, creo, en fin, que son del todo merecidos. Leánla y descubran a lo que me refiero...

También de Philippe Claudel: El informe BrodeckLa nieta del señor Linh

jueves, 11 de agosto de 2011

Serge Latouche: Pequeño tratado del decrecimiento sereno

Idioma original: francés
Título original: Petit traité de la decroissance sereine
Fecha de publicación:
2007
Valoración: muy recomendable

Estos días parece que uno tiene que tener un máster en Economía financiera para leer el periódico. Vaya mesecito llevamos: que si los ataques a la deuda soberana, que si EEUU deja de ser un país sin riesgo para inversores, que si las bolsas se hunden, la economía se estanca y todo el tinglado se va a hacer gárgaras. Frente a todas estas calamidades, a veces difícilmente comprensibles para los profanos, aparece siempre una misma obsesión como bálsamo curalotodo: el crecimiento. Parece ser que (horror) el crecimiento económico se está desacelerando de nuevo y, frente a eso, todos debemos hacer un esfuerzo (trabajando más, cobrando menos y muchas gracias caballero vuelva cuando quiera), porque lo que importa, sobre todas las cosas, es que la economía crezca.

Pues bien, no sé si soy un bicho raro, o si alguien más comparte mis dudas, pero a mí siempre me ha chocado muchísimo esto de que la economía tenga que crecer constantemente para considerar que tiene buena salud. Si cada año hay que tener mayores beneficios y, por tanto, vender más, transportar más, producir más, ¿no parece evidente que toda esta danza infernal, a ritmo cada vez más rápido, nos llevará a estrellarnos contra la realidad de un planeta con recursos finitos? Bueno, pues esa es la tesis principal del libro de Latouche.

Este buen hombre es uno de los líderes de la corriente del decrecimiento, que tiene en Francia una presencia pública notable. Lo que sostiene, básicamente, es que el sistema económico actual, basado en el crecimiento constante, es un invento nefasto que nos hace más infelices, menos sanos y que, además, está condenado al colapso en pocos años. La solución no es un crecimiento "verde" o "sostenible", que no parecen más que coartadas para seguir con el mismo juego cambiando el color de las fichas. Lo que se necesita es un cambio radical en el imaginario colectivo, que derive en una nueva forma de economía, más local, más pausada, más consciente de los recursos que tenemos.

El diagnóstico que hace Latouche de la situación actual es inapelable, aunque no desconocido: para mantener las cotas de rentabilidad creciente debemos consumir cada vez más, y así ocurre que comemos más grasa, más sal y más azúcar de la que necesitamos, trabajamos más horas y con más estrés del que podemos soportar sin antidepresivos, y emitimos a la atmósfera mucho más CO2 de lo que ésta puede soportar. Esto sin contar la inestabilidad política y la precariedad de vida que nuestras compañías y gobiernos alientan en un buen número de países para proveernos de los recursos que necesitamos para seguir comiendo y comprando a un ritmo creciente. Lo nuevo es atreverse a formular una utopía económica y social concreta (en este tiempo descreído) y hacerlo, además, contra el credo que comparten universalmente todos los partidos de izquierda y derecha: crezamos y seremos felices.

Este libro en concreto es una versión abreviada de otro más amplio del mismo Latouche (La apuesta del decrecimiento), orientada a dar a conocer sus tesis de manera sencilla. Se lee fácil y del tirón, aunque es una pena que la traducción española flojee en bastantes ocasiones.

También de Serge Latouche en ULAD: Salir de la sociedad de consumo

miércoles, 10 de agosto de 2011

José Monleón: Cultura democrática


Idioma original: español
Año de publicación: 2006
Valoración: recomendable

José Monleón ha sido y es un personaje fundamental en la cultura española de los últimos ciencuenta años. Durante los primeros 25, podríamos decir, sobre todo en el ámbito de las artes escénicas y particularmente el teatro; en los 25 siguientes, y sin dejar de lado su vinculación con la creación artística, se ha centrado más en construir un discurso democrático global, atento a las tesis de la UNESCO, de las Naciones Unidas, de la Declaración de los Derechos Humanos, y ha trabajado sin descanso para defender un modelo de cultura basado en la reflexión, la paz y la justicia social.

Su CV es escalofriante: fundador de la revista Primer Acto (1957), que sigue publicándose hoy, probablemente la publicación teatral más importante de la historia de España y América Latina (un ejemplo: en el número 1 publicaron, por primera vez en nuestro país, Esperando a Godot, mientras la crítica española de la época (imaginad la época) decía que esa obra, y ese autor, eran básicamente repugnantes y no tenían ningún futuro). Catedrático de Sociología del Teatro en la RESAD. Fundador y Director de la Fundación Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo, con delegación en más de veinte países. Director del Festival de Mérida de Teatro Clásico, del Festival de Teatro Medieval de Elche, del Festival Internacional Madrid Sur. Director de los Foros Ibn Arabí, de los Encuentros Teatrales del Festival de Almada, del Simposio del Festival de Agüimes. Profesor, conferenciante, coordinador, etc. en numerosos países europeos, americanos, norteamericanos, africanos... Premio Nacional de Teatro, Medalla de Oro de las Bellas Artes, Premio MAX de Honor, Oficial del Wissam Al Alaoui de Marruecos, Medalla de honor de la Universidad MEnénzdez y Pelayo. Ha recibido distinciones en Venezuela, Cuba, Argentina, Italia, Colombia, Portugal, Túnez, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Estados Unidos. Autor de obras de teatro, libros de ensayo, relatos, poemas. Director teatral, periodista, crítico teatral, presentador de televisión, antifranquista incansable, humanista, pensador, amigo de Alberti, de Marsillach, de Federico Mayor, de Távora, de Terzopoulos, de Barba...

En Cultura democrática Monleón recopiló una gran cantidad de ensayos escritos entre los años 2003 y 2006, todos ellos directamente o indirectamente relacionados con el teatro y las artes en general, pero especialmente dirigidos a componer un discurso total en defensa de un mundo mejor, más ancho, más justo, más solidario. El primer apartado, "Final de partida", nos sitúa a comienzos del siglo XXI y expone las contradicciones e injusticias que definen nuestra época: Humanismo y Barbarie, Teatro y Compromiso ahora, Identidad y Globalización, Sobre la interculturalidad, Cultura y Emigración, La justicia en las sociedades contemporáneas y La construcción de la memoria son los títulos de los artículos de este apartado. Luego, en "El Mediterráneo", elabora una aproximación detallada al concepto de mediterraneidad, con sus luces y sombras: Mundo Mediterráneo y Humanismo Mediterráneo y Obstáculos Históricos son los dos excepcionales artículos que desarrolla. Después de un artículo sobre el mundo árabe (Los nuevos pensadores del Islam), entre de lleno en la materia de la que, probabemente, sea la persona viva que más sabe (sus 84 años le dan cierta experiencia): el teatro. Teatro y Democracia, Teatro y Democracia Española, La imagen de la guerra en la creación artística, Teatro, Historia y Personaje y Teatro occidental e Islam son una serie de artículos indispensables para cualquier persona que, más allá del mero hecho de asistir con regularidad al teatro, considere las artes escénicas como un aspecto fundamental en el proceso de construcción democrática, tesis que Monleón defiende con vehemencia. Termina el libro haciendo una terrible analogía entre la tragedia griega y nuestra época, con los artículos Tragedia griega: arqueología y contemporaneidad y Tragedia griega y democracia contemporánea. A través de Eurípides, siempre Eurípides, para Monleón el mayor dramaturgo de todos los tiempos, pone de manifiesto cómo los humanos, desde hace más de dos mil quinientos años, seguimos sufriendo los mismos males, cometiendo los mismos errores y enfrentando las mismas injusticias, a pesar de que muchos creadores, muchos dramaturgos como el gran griego, las denuncien sistemáticamente para tratar de provocar un cambio, en palabras de las Naciones Unidas, "en la mente de los hombres", que termine de una vez y para siempre con este pequeño trozo de cosmos que, pudiendo ser mejor, no hace sino incrementar las violencias, las perversidades y las desigualdades.

En breve saldrá publicado su próximo libro, Siglo XXI: La evolución pendiente, en el que, entre otras muchas cosas (Alianza de civilizaciones, Zapatero, Rajoy, interdependecia, crisis económica) presta especial atención al movimiento 15-M y todo lo que representa.

martes, 9 de agosto de 2011

Arturo Pérez Reverte: Cabo Trafalgar. Un relato naval

Idioma original: español
Año de publicación: 2004
Valoración: está bien

Aquí viene Arturito a poner las cosas en su sitio, que lo de Pérez Galdós estuvo bien, pero ya se ha quedado un poco viejo. Bien, Benito, bien, hiciste lo tuyo pero deja ya paso a las nuevas generaciones. Aunque también, Arturo, se te ve un poco aprovechado con esto de las conmemoraciones, ¿eh? ¿Que se van a cumplir doscientos años de Trafalgar? Toma: Cabo Trafalgar. Un relato naval. ¿Que si doscientos años del sitio de Cádiz? Pumba: El asedio. Que vale, está bien, son temas que te pegan, que te hinchan la vena patriótica, la irónica, la satírica y otras venas que no se pueden mencionar porque hay señoritas delante; pero no me negarás que algo de estrategia comercial también hay, ¿eh?

Una cosa te tengo que reconocer, Arturito, y es que te has documentado como un campeón para escribir esta novela. Que a veces leo tanto término náutico junto y pienso: ¿pero este tío ya sabrá lo que está diciendo? Porque yo, la verdad, ni pajolera idea. Pero me fío, además seguro que has tenido buenos asesores... Vamos, que esa parte se te reconoce. Y el estilo, pues también, aunque sea el mismo que usas en tus columnas y que ya te tiene que salir como el mear, o sea, sin esfuerzo. Pero bueno, es gracioso, por ejemplo cuando transcribes las palabras extranjeras como suenan, como "Yenesepá", "Les choses como son" o "Du yu spikin spanish", o cuando haces hablar a los marineros del siglo XIX como si fueran macarras del siglo XXI. Bien, Arturito, bien.

Alguna pega te voy a poner, Arturito, porque si no no sería yo, y porque la gente se va a pensar que somos compadres, que comemos juntos y nos damos palmadas en la espalda y nos vamos de putas juntos. Y no. Pues mira, que a veces me parece un poco repetitiva la novela, Arturo, la verdad. Coño, Arturo, que te pones muy pesao con lo de que los ingleses son eficaces y disciplinados; los españoles, torpes y trepas, pero con los cojones bien puestos; y los franceses, unos cobardes de cuidado. O con lo de que los que pelearon en Trafalgar no tenían ni pajolera idea de barcos, ni de guerra, ni de nada. Vale, sí ya lo has dicho. No hace falta que insistas tanto, que es peor. Que a estas alturas ya deberías saberlo, Arturo, que pareces nuevo.

Pero vamos, que sí, Arturo, que bien, que es una novela divertida, que te echas unas risas leyéndola aunque a veces te pierdas un poco entre tanto nombre de barco y de vela y de cuerda y de aparataje y de leches en vinagre. Bien, Arturito, bien. Esta vez te la pasamos con buena nota.

Otros libros de Arturo Pérez-Reverte en ULADLa sombra del águilaEl maestro de esgrimaLa reina del surHombres buenos

lunes, 8 de agosto de 2011

Per Petterson: Salir a robar caballos


Idioma original: noruego
Título original: Ut og stjœle hester
Año de publicación: 2003
Valoración: recomendable

Hay libros que ves en una estantería, te llaman la atención no sabes por qué y te los llevas a casa con un "a saber qué me he comprado esta vez" en la cabeza. A veces, los abres y no pasas de la página 20 y te lamentas por los X euros pagados. Otras veces, sin embargo, los abres y descubres que tienes entre las manos un librazo. Eso es lo que, afortunadamente, me pasó a mí con esta obra.

No puedo contar demasiado del argumento de Salir a robar caballos, porque destriparía ciertas cosas que el lector debe descubrir a medida que avance en la lectura. Sí puedo decir que es una novela contada en primera persona, donde un hombre que se ha quedado viudo hace no mucho se instala en una cabaña, dispuesto a pasar los últimos años de su vida tranquilo, sin socializar más de lo necesario. También puedo decir que en ese retiro hace un repaso a su vida, especialmente al último verano de su adolescencia que pasó con su padre. Y hasta aquí puedo contar.

El resto tendrá que descubrirlo cada lector. Tendrá que adentrarse en la prosa sobria y calmada de Petterson y descubrir junto al protagonista lo que éste desea contar. Tendrá que unir los cabos sueltos que nos ofrece o dejarlos así, en el aire, para disfrutar una historia diferente. Porque es mucho lo que cuenta y mucho lo que calla, y depende en gran medida del lector llevar el desenlace de la obra por un sitio o por otro. Para no dejarlo pasar.

También de Per Petterson en ULAD: Hombres en mi situación

domingo, 7 de agosto de 2011

Jaime Gil de Biedma: Volver

Idioma original: español
Año de publicación: 1989
Valoración: recomendable

"La poesía es un arma cargada de futuro", decía Gabriel Celaya. Pero la poesía de Gil de Biedma es un arma cargada de pasado. Pasado añorado, pasado vívido, pasado olvidado y recordado, pasado grabado en los versos del autor como la marca indeleble que el transcurso de los años dejó en el alma del poeta.

Gil de Biedma es uno de los máximos exponentes de la generación de los 50, sus poesías han sido clasificadas como sociales, quizás por sus coqueteos con el marxismo, cuando él era un claro exponente de la burguesía reinante en la España de Franco. Además, su condición de homosexual dentro del ambiente homófobo de la época, añadía una carga de dramatismo a sus poemas, todos ellos versados, según declaración del propio autor, en sí mismo y en el paso del tiempo.

Esa contradición entre la moral imperante de la época, su estatus de abogado y alto ejecutivo de la empresa familiar, y sus ideas izquierdistas o mejor, izquierdosas, le llevaron a crearse una fama de maldito que la temática de su poesía contribuiría a aumentar, acrecentada por el punto sórdido y canalla que tiene su obra.

En esta antología, publicada por Cátedra el año anterior a su muerte, desfilan todos los temas recurrentes del autor, con gran cantidad de insinuaciones y un profuso tratamiento del deseo, más que del amor. Es el deseo, actual o recordado, el tema central de su poesía, unida a la añoranza por la juventud perdida. Y a la búsqueda de la juventud en sus amantes, en una dualidad levemente esquizofrénica, donde la huella que dejó en sus sentimientos se transmite fielmente en su versos, para pasmo de la sociedad bienpensante en la que escribía y para goce de las generaciones posteriores, donde encontró un mejor encaje.

sábado, 6 de agosto de 2011

Félix María de Samaniego: El jardín de Venus

Idioma original: castellano
Año de publicación: escritos en 1780, publicados en 1921
Valoración: recomendable

El eufemismo del título de esta compilación de poemas del ilustrado español Félix María de Samaniego nos da una idea bastante clara del contenido. Sí, damas y caballeros: lo que hoy les presento es, nada más y nada menos, una colección de poemas eróticos. Pero no solo eróticos, sino satíricos, humorísticos y... también un poco chabacanos.

Sorprende esta faceta ignota del autor de fábulas tan conocidas como las de la lechera o la cigarra y la hormiga. Con estos poemas, Samaniego da la vuelta al calcetín de "enseñar deleitando" y nos muestra su cara más jocosa e irreverente. Deleitar, deleita; y no se puede decir que cada uno de los poemas no nos vaya a enseñar alguna canallada nueva...

El jardín de Venus os va a sacar una sonrisa detrás de otra gracias al ingenio del estilo y la desvergüenza de las historias que narra, y por eso os lo recomiendo. Los poemas están en el Cervantes Virtual, así que que no cunda el pánico si no encontráis el volumen en vuestra librería o biblioteca más cercana.

Y ahora os dejo con una muestra: Las lavativas

Cierta joven soltera,
de quien un oficial era el amante,
pensaba a cada instante
cómo con su galán dormir pudiera,
porque una vieja tía5
gozar de sus amores la impedía.
Discurrió al fin meter al penitente
en su casa y, fingiendo que la daba
un cólico bilioso de repente,
hizo a la vieja, que cegata estaba,10
que un colchón separase
y en diferente cama se acostase.
Ella en la suya en tanto
tuvo con su oficial lindo recreo,
dándole al dengue tanto15
que a media voz, en dulce regodeo,
suspiraba y decía:
- ¡Ay...!, ¡ay...!, ¡cuánto me aprieta esta agonía!
La vieja cuidadosa,
que no estaba durmiendo,20
los suspiros oyendo,
a su sobrina dijo cariñosa:
- Si tienes convulsiones aflictivas,
niña, yo te echaré unas lavativas.
- No, tía, ella responde, que me asustan.25
- Pues si son un remedio soberano.
- ¿Y qué, si no me gustan?
- Con todo, te he de echar dos por mi mano.
Dijo, y en un momento levantada,
fue a cargar y a traer la arma vedada.30
La mozuela, que estaba embebecida
cuando llegó este apuro,
gozando una fortísima embestida,
pensó un medio seguro
para que la función no se dejase35
si a su galán la tía allí encontrase.
Montó en él ensartada,
tapándole su cuerpo y puesta en popa,
mientras la tía de jeringa armada
llegó a la cama, levantó la ropa40
por un ladito y, como mejor pudo,
enfiló el ojo del rollizo escudo.
En tanto que empujaba
el caldo con cuidado,
la sobrina gozosa respingaba45
sobre el cañón de su galán armado,
y la vieja, notando el movimiento,
la dijo: - ¿Ves como te dan contento
las lavativas, y que no te asustan?
¡Apuesto a que te gustan!50
A lo cual la sobrina respondió:
- ¡Ay!, por un lado sí, por otro no.


viernes, 5 de agosto de 2011

Guy Bois: La revolución del año mil

Idioma original: francés
Título original: La mutation de l'an mil
Fecha de publicación: 1989
Valoración: recomendable

Vamos a ver, recomendable, recomendable... para quienes tengan algún interés en el surgimiento del sistema feudal. Bien, con la frase anterior me acabo de cargar toda la audiencia potencial de esta reseña, ¿verdad? Sigamos entonces.

La tesis principal de Bois se puede resumir muy fácilmente: el sistema feudal tal y como se suele entender (con sus proliferación de burgos y señoríos, sus campesinos sujetos a vasallaje y sus campesinas sujetas al derecho de pernada) no es en absoluto una continuación del sistema antiguo, sino que surge de una ruptura radical que puede fecharse aproximadamente en el año 1000. Si uno lo piensa dos veces, se ve que es una afirmación bastante polémica, porque lo que hace Bois es atrasar unos cuantos siglos el comienzo de la Edad Media. Así, esta no empezaría (en Francia) con las invasiones francas y la introducción de la dinastía merovingia, sino mucho después. Hasta el año 1000 el tejido social mantuvo una forma típicamente antigua, sobre todo por la presencia de una institución en concreto: la esclavitud.

Los (pocos) documentos de la Alta Edad Media están llenos de referencias a servi y ancillae, pero, al parecer, la gran mayoría de estudiosos ha entendido siempre que aquí no se hablaba propiamente de esclavos y esclavas, sino de siervos en el sentido feudal (es decir, campesinos formalmente libres ligados a un terruño que no era suyo pero de cuyos frutos se beneficiaban). Bois argumenta que esa interpretación sólo se sostiene sobre las ganas que tienen los medievalistas de no privar a su disciplina de la mitad de su extensión: los siglos del V al X. Está bien claro que los servi eran legados y donados por sus propietarios junto con la tierra en la que vivían, y también que de ellos podía demandarse cualquier servicio, a voluntad del señor. Es decir, que eran esclavos con todas las de la ley.

Una vez probada la permanencia de la esclavitud hasta el año 1000, Bois va analizando la extraordinaria revolución que se produce entonces en todos los ámbitos: demográfico, social, económico y político. Es en torno a esa fecha cuando se asienta, por ejemplo, el esquema social tripartito que se mantendrá hasta la Revolución francesa: la división en oratores (clero), bellatores (nobleza) y laboratores (burguesía y campesinado).

El libro, en fin, tendrá un interés muy limitado para quienes no se interesen por estos temas, pero es, en cualquier caso, un ejemplo de cómo un punto de vista original y bien fundamentado puede llegar a sacudir las más arraigadas concepciones en cualquier campo de estudio. El estilo es muy pragmático (hasta cortante), y a veces se introducen muchas cifras que resultan imprescindibles para el hilo del discurso (sobre la producción de trigo, por ejemplo), pero lo cierto es que a mí me mantuvo atrapado por la inapelable maquinaria argumentativa que pone en marcha.