Año de publicación: 2024
Valoración: Está bien
Último ganador de cierto prestigioso concurso de libros de cuentos, éste está formado por cuatro relatos de mediana extensión, caracterizados todos por :
1- Estar ambientados en época actual y en contextos cotidianos, domésticos, incluso.
2- Protagonizados por mujeres, más o menos de la edad (qué curioso) de la autora, sin pareja, salvo en el último cuento y de clase más o menos media, con trabajos, cuando los conocemos, en relacionados con ámbitos creativos, sin serlo ellas directamente.
3- Las protagonistas transitan por un momento de incertidumbre vital, de cuestionamiento o, cuando menos, desconcierto acerca del camino a seguir, de extrañamiento, incluso, con el mundo que les rodea.
Aparte de eso, el primero y el tercero de los cuentos, titulados respectivamente Piedras que usan las mujeres y Temporada de cenizas están estrechamente relacionados, hasta el punto de que podrían tratarse de variantes del mismo relato o uno precuela del otro -o el segundo secuela del primero, si se prefiere-; ambos tratan de la vejez y enfermedad de la madre, en los dos casos mujeres que fueron abandonadas por sus maridos para irse con chicas más jóvenes y cuya fortaleza mental queda arrasada por la enfermedad y la edad. Además, encontramos otro punto en común en la presencia , supongo que con ánimo metafórico, de unas piedras de obsidiana que algunas mujeres se introducen en salva sea la parte para obtener su supuesta energía. Es cierto, en todo caso, que ambos resultan relatos muy sensibles sobre la relación entre madres e hijas -y, sobre todo, cuando las hijas se convierten en "madres" de sus madres- y sobre lo inclemente del devenir que a veces se precipita (por no decir que se derrumba) sobre las personas que han sido un firme pilar nuestro durante muchos años.
El segundo de los relatos, Un amor como el nuestro, trata de la solitaria correctora de una editorial que viaja a las cataratas de Iguazú junto con una autora de novelas románticas de la que se ha hecho amiga (spoiler o, mejor dicho, NO spoiler: la historia no va de una relación sáfica entre ellas) y el cuarto, Casi siempre desesperados, sobre la crisis de una pareja formada por Ramiro, un dramaturgo bastante insoportable y Ana, ayudante de un director de danza que se cuestiona adónde va esa relación y que diantres está haciendo con su vida... (En mi opinión, cualquier persona medio normal le diría: lo primero de todo, deja a ese cretino... Pero, bueno, tampoco quiero condicionar la lectura de nadie).
En conjunto, un puñado de relatos escritos con competencia pero que al encontrarse, quizás, demasiado apegados a lo cotidiano, no elevan el tono sino en contadas ocasiones... Cuando esto ocurre -en el segundo de ellos, por ejemplo, cuando la protagonista recuerda el accidente por el que luce una aparatosa cicatriz en la pierna- la narración gana en interés y hasta transcendencia, dotando a los relatos de una mayor consistencia, siquiera momentánea. Porque, en general, ya digo que son historias muy pegadas a los sentimientos e impresiones de las personas -de las mujeres, en este caso- de entornos normales, de una edad determinada, etc. lo cual, sin duda, resultará satisfactorio para quien se identifique con las protagonistas o esté más interesado/a en las vivencias de figuras de este tipos, pero, me temo, se queda un poco corto para quien busca en la ficción hechos y personajes extraordinarios o, cuando menos, distintos a su propia realidad o de las que puede tener noticia en su entorno cotidiano.