Estimandos amigos y amigas de Un Libro al Día y, sin embargo, seguidores de este blog (o viceversa): hoy traemos a vuestras pantallas una entrada un tanto especial, que se sale del formato habitual, pero que, por ello, unos lectores y lectoras ávidos como vosotras/os sabrán sin duda apreciar. Como seguramente ya sepa más de uno y una, se ha publicado recientemente en castellano este título del insigne escritor portugués José Luís Peixoto: El camino imperfecto, una interesante combinación de libro de viajes -sintetiza varias de sus visitas a Tailandia-, remembranza de su infancia en un pueblo de Portugal e incluso una pequeña investigación detectivesca que le lleva a otro de los lugares emblemáticos en su vida, la ciudad de Las Vegas.
Para hablarnos del libro y de paso que su entrevista sirva a modo de reseña, hemos conseguido entrevistar no al propio Peixoto, sino a alguien, si cabe, más importante: el traductor del libro, pues ya se sabe que el autor es contingente, pero el traductor es necesario... (bueno, vale, igual me he pasado un poco). En este caso, se trata nada menos que del afamado estudioso y literato Santiago Pérez Isasi, que domina el bello idioma luso como si se hubiera criado comiendo bacalao en el Algarve (algo de eso hay, aunque en su caso fue a la vizcaína). Y no, he de decir a los admiradoras y admiradores que pueda atraer que el de la foto de la cubierta no es Santi; sus tatuajes son mucho más molones... Agradeciéndole que nos haga un huequito entre sus muchas ocupaciones, comenzamos esta resentrevista o lo que sea:
Gracias por atendernos y responder a las preguntas de este modesto blog. ¿Nos conocías de antes? ¿Habías leído alguna de nuestras reseñas, incluso?
Pues algo me sonaba, la verdad, el nombre me era familiar… A lo mejor porque fui uno de los fundadores del blog, no sé… Puede ser por eso :-P
Desde el punto de vista de la traducción no ha supuesto un especial problema, porque el texto intenta “explicar” esas realidades lejanas para un lector portugués, que no se diferencia excesivamente del lector español que recibirá la traducción. El público de destino del texto original, de hecho, no está excesivamente marcado, se podría decir que busca llegar a un público más amplio que el estrictamente portugués, prácticamente a un lector (potencialmente) mundial… Es decir, los referentes que se emplean o bien son conocidos globalmente (como es el caso de la película The hangover – Resacón en las Vegas), o son tan exóticos que casi cualquier lector (occidental) necesita una explicación, como es el caso de los múltiples términos y conceptos tailandeses que aparecen explicados en el libro. De hecho, en algunos momentos del texto el autor menciona o se dirige explícitamente a sus (futuros) traductores, lo que demuestra que sabe que el libro va a ser leído en otros países, lenguas y culturas diferentes a la suya.
El estilo fragmentado, a base de pequeños capítulos que, en conjunto, van componiendo una imagen caleidoscópica me parece ingenioso, pero también característico de cierta literatura contemporánea. ¿Se puede considerar por tanto El camino imperfecto como un libro representativo de su tiempo?
El segundo aspecto que se podría clasificar como “posmoderno” es ese fragmentarismo de la narración, que hace que la lectura sea más ligera, con saltos en el tiempo y en el espacio, mezcla de narración y reflexión poética, y una historia casi de suspense que se abre en el primer párrafo del texto y solo se cierra (de aquella manera) en el último… En ese sentido, esta es una narrativa de viajes muy contemporánea, y que no hay duda que bebe mucho de la ficción o de la literatura en general. De hecho, me resulta muy difícil no pensar en algunas obras de Fernández Mallo (por forma y contenido) al leer El camino imperfecto…
No creo que se pueda (ni se deba) buscar una única explicación para el título, que creo que es voluntariamente ambiguo; está claro que la idea de camino remite a la del viaje, y ambas son una metáfora recurrente de la propia vida, pero también del proceso de escritura que, como recordarás, al autor se le “atasca” en cierto momento y parece que se le hace bola. Vivir, viajar, escribir, los tres términos o conceptos están unidos, como el autor recuerda varias veces, y a los tres puede referirse el título.
Otro tema interesante también es el de la distinción -o no- entre turista y viajero que se hace en el libro. ¿Cuál crees que es la posición de Peixoto sobre este tema?
Pero al mismo tiempo, en otras ocasiones el propio Peixoto parece ser algo irónico en relación con esa oposición entre viajeros (selectos, reflexivos, críticos) y turistas (masivos, aborregados, destructivos), que en realidad tiene algo de artificial o incluso clasista, como cuando sucumbe a la tentación y asiste a un espectáculo “erótico-festivo” en Bangkok, en que una chica lanza bolas de ping-pong con la vagina: una típica trampa para turistas. Al fin y al cabo, un viajero que critica a los turistas que ve a su alrededor es como sea gente que se queja de que los centros comerciales están abarrotados en Navidad… como si él con su presencia no contribuyese a abarrotarlos.
Hay muchos más puntos que se tocan en el libro, pero un leit motiv que se repite desde el principio, incluso desde la propia cubierta, es el de los tatuajes -para empezar, el principal viaje que se narra lo hace con su amigo el tatuador e ilustrador Makarov-. ¿A qué consideras que se refiere Peixoto con esta idea recurrente?
El interés de Peixoto por los tatuajes viene de antiguo, de mucho antes de escribir y publicar este libro, de ahí que conociera a Makarov, quien lo acompaña en su viaje, y quien por cierto también contribuye con tres ilustraciones en el libro. Se podría pensar que los tatuajes son otra forma más de escritura, y una que está íntimamente ligada al cuerpo (ya no tan definitivamente como hace unos años, porque ahora es más fácil borrar tatuajes…). Hay un momento curioso en que Peixoto promete dejar que Makarov le haga un tatuaje cuando vuelvan a Lisboa, y promete también mostrar -y dejar tocar- ese tatuaje a cualquier persona que haya leído el libro y se lo pida. Cuando le conozca personalmente, no sé si me atreveré a hacerlo.
Esperemos que se lo haya hecho en algún lugar, ejem... accesible. Éste es el primer libro de José Luís Peixoto que reseñamos en Un libro al día. Tú, que eres un avezado lector de literatura portuguesa, ¿cómo sitúas a este autor dentro del panorama general y actual, en concreto? ¿Y este libro dentro del conjunto de su obra?
Es verdad que no hemos reseñado ningún libro de Peixoto todavía; yo estuve a punto, hace años, de hacer la reseña de Te me moriste, quizás su libro más conocido, pero finalmente no me animé… En todo caso, Peixoto es uno de los novelistas más conocidos de su generación; entre otros muchos premios y reconocimientos, recibió el Premio José Saramago en 2001, por su obra Nenhum Olhar. En España y en otros países europeos también tiene un cierto reconocimiento y seguimiento...
En cuanto a este libro, se sitúa en una de las líneas desarrolladas por Peixoto en su obra y en su trayectoria vital: la literatura de viajes, género a la que también pertenece Dentro do segredo (sobre Corea del Norte), además de muchas otras contribuciones en revistas sobre viajes. Tiene también una página web llamada “Viagens para ler” (o “José Luís Peixoto em viagem”, no lo tengo claro) en la que se recogen algunos de estos textos. Vamos, que la escritura sobre el viaje es una constante de este autor. Incluso ha llegado a ejercer como “guía de viajes” (lo que vuelve a plantear hasta qué punto se distingue el viajero del turista…).
Por último, ¿qué tal ha sido la experiencia traductora? ¿Dispuesto a repetirla?
La verdad es que traducir es una actividad que me gusta mucho, aunque no sea mi trabajo habitual ni mucho menos. Tiene una parte mecánica o de "picar piedra", pero también mucho de creativo, y de reflexión sobre la propia lengua, sobre sus particularidades, sus usos en diferentes contextos, sus connotaciones… Es como hacer un puzzle sin estar seguro de si las piezas van a encajar, o de si de hecho existen todas las piezas.
En el caso de El camino imperfecto, la traducción fue relativamente fácil, porque es un libro escrito en un registro muy neutro, con un estilo muy directo, quizás por ese intento de llegar a un público amplio que mencionaba antes. La mayor dificultad fue probablemente no dejarme ningún “portuguesismo” en el texto, porque al vivir en inmersión en otra lengua, tan similar además al castellano, uno pierde un poco la perspectiva.
Y sí, estoy más que dispuesto a repetir la experiencia, de hecho ya estoy haciendo otra traducción de una novela portuguesa (de una autora, esta vez), que también saldrá en La Umbría y la Solana – pero no creo que pueda decir cuál es, todavía…
5 comentarios:
Felicitaciones al traductor por su trabajo, una empresa que considero harto difícil y por añadidura, admirable.
También felicitaciones al blog por contar con profesionales.
A pesar de la fama que le precede a causa, entre otras cosas, de haber recibido en vida la bendición de Saramago, sólo le he leído su viaje a Corea del Norte, una narración que está bien. Me interesó pero no me pareció literariamente algo excepcional. Aún así tengo entre ojo Gaveias desde hace tiempo. No conocía la reseñada hoy, quien sabe si algún día...aunque sólo sea por apoyar a Umbría y Solana, que edita muy pero que muy bien.
Portugal, ese vecino al que solemos mirar por encima del hombro y todavía no sé porqué. Inexplicable, la verdad. Dicho esto, Peixoto está muy lejos de los grandes de la literatura portuguesa. Escribe bien y punto.
Muchas gracias por los comentarios, y coincido en casi todo lo que habéis dicho: en la buena labor que hace La Umbría y la Solana, en el desconocimiento generalizado de la literatura portuguesa en España (exceptuando a Saramago, Pessoa y Lobo Antunes)... Esta obra de Peixoto, no es porque la haya traducido yo, pero es la que más me ha gustado de él de las que he leído, y sobre todo como narrativa de viajes es muy interesante...
Jajaja, Santi. No había caído en que eras tú el traductor. Aunque sea sólo por hacerte publicidad y ayudar a agotar la primera edición, compraré el libro. Espero que no nos hayas engañado y que esté bien!!
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