miércoles, 31 de agosto de 2022

Alexandr Solzhenitsyn: Pabellón de cáncer

Idioma original: Ruso
Título original: Rakoli Corpus
Traducción: Julia Pericacho
Año de publicación: 1968
Valoración: Muy recomendable

La concesión, en el año 1970, del Nobel a Alexandr Solzhenitsyn causó cierto revuelo por ser considerado en algunos medios como un premio "político" debido al distanciamiento entre el autor y el régimen soviético. Habiendo leído únicamente tres obras de Solzhenitsyn (este magnífico "Pabellón de cáncer", "Archipiélago Gulag" y "Un día en la vida de Ivan Denisovich", la más floja de las tres), no soy nadie para hablar sobre la justicia o no de la concesión, aunque sí que puedo decir que las críticas "políticas" no son del todo correctas. Lo veremos más adelante.

"Pabellón de cáncer" es una novela que, como su propio título indica, transcurre en las dependencias de un hospital para enfermos oncológicos.  Además, estamos en 1955 y en algún lugar de Asia Central, dos datos clave que sirven para que la novela se desarrolle por dos vías entrelazadas, la "política" y la "intimista", a través de dos personajes antitéticos: el fiel servidor del régimen Pavel Rusanov y el prisionero Kostoglotov.

1955. El "amigo" Stalin ha fallecido hace cosa de un par de años.  El XX Congreso del PCUS está al caer y aparece el choque entre las "2 Rusias", entre viejos y jóvenes (aunque no sea exactamente así siempre). Se hacen oír las primeras voces que claman contra el terror estalinista, contra el horror del destierro padecido por seres que lo acaban prefiriendo a la oscuridad de la vida anterior y contra el papel de la sociedad rusa en su conjunto en el período del "camarada Dzhugashvili". Es muy importante decir aquí que la crítica que Solzhenitsyn realiza en la novela se centra más en el estalinismo que en el propio sistema soviético. Así, es más un replanteamiento de este último y de los problemas éticos a los que el mismo se enfrentaba, lo que unido a cierto fatalismo típicamente ruso, hace que la sombra de Leon Tolstoi planee por la novela. Dos párrafos / frases sirven de ejemplo:
Estamos condenados a extinguirnos en la ignominia
Depende, Alexei Filipovich, del número que te haya caído en suerte. En nuestro lugar, ustedes habrían sido tan mártires como nosotros. Y nosotros, en el suyo, habríamos sido igualmente contemporizadores, Pero hay algo más. Para quienes, como usted, comprendieron en seguida, ha sido un infierno. Para quienes conservaron la fe, todo ha ido sobre ruedas. Tienen las manos tintas en sangre, pero si no las tuvieran no se habrían explicado la situación.
Lo anterior no debe ocultar que "Pabellón de cáncer" es una novela intimista en la que las dudas, esperanzas, anhelos, miedos, formas de afrontar la enfermedad, etc. tienen un papel preponderante. Por otro lado, las relaciones personales entre los enfermos, entre médicos y enfermos generan variopintas situaciones en las que la vida, el amor, el deseo... se abren camino. Porque "¿Está constituida de tal modo la naturaleza humana que es imposible hacer perder al hombre el hábito de sorprenderse?".

Todo ello configura una novela que, sin dejar de ser una metáfora de la Unión Soviética estalinista, es una historia terriblemente humana, narrada a un ritmo lento pero seguro y con algunos personajes de esos que se quedan grabados en la memoria. Una novela, en definitiva, muy muy recomendable.

También de Solzhenitsyn en ULAD: Un día en la vida de Ivan Denisovich

martes, 30 de agosto de 2022

Pol Guasch: La part del foc

Idioma original: catalán
Título original: La part del foc 
Traducción: únicamente en catalán hasta la fecha, por Viena edicions. Próximamente en castellano a manos de Ultramarinos Editorial.
Año de publicación: 2021
Valoración: entre recomendable y muy recomendable


Debo confesar ya de entrada que el género de la poesía siempre me ha infundido un gran respeto; el respeto hacia aquellos escritores que escriben poesía y que perfilan, modelan, refinan, pulen las palabras para que queden aquellas justas para expresar lo que pretenden decir. No debe ser una labor nada fácil y de ahí también me asalta el respeto hacia el texto, entendiendo respeto como cierto recelo o temor como lector a no ser capaz de comprender o alcanzar la explosión de significados que unos pocos versos pueden producir. Pero si alguien puede romper ese recelo es Pol Guasch, pues su grandísimo libro «Napalm en el corazón» abrió una puerta al resto de su obra que merecería ser cruzada.

El origen del libro parte de un acercamiento del autor a la filósofa y ensayista Marina Garcés (quien escribe el prólogo) indicándole que quiere escribir un libro sobre el amor y la poesía y hacerlo basándose en los textos de Mieli, Lispector, Cixous, Barthes, Maggie Nelson y especialmente de Blanchot. Y Guasch, escritor de un talento inmenso, se impregna de la palabra «amor» en sus diferentes significaciones, para escribir un texto que brilla por la ausencia de cursilería. Guasch escribe sobre un amor que pretende enraizar en arduos terrenos, con la siempre presente volatilidad de las emociones y los sentimientos, en un estado entre vigoroso y caduco, y la necesidad siempre presente de mantenerlo vivo a pesar de todos, a pesar incluso de nosotros mismos.

De esta manera, nos sitúa enfrente del amor, pero también enfrente de su ausencia en aquellos que lo han perdido o que nunca han podido encontrarlo. Dice el autor que debemos mover el cuerpo «como si no te lo agujerearan cuando te miran, como si el corazón no fuera también una bomba (…) como si la añoranza no fuera quizá una boya» mientras afirma, en otro fragmento, que «aún nos queda anudar bien nuestros cuerpos con lazos muy frágiles, escuchar el batido de un corazón que falsamente bate —muerto y vivo—  tomarlo después con las manos, este corazón frágil, y entre los dos hacer el intercambio: yo te doy el mío, tú me das el tuyo, mirándonos con dolor desconocido». Porque el dolor aparece también en varios momentos del libro de manera explícita en algunos casos o sobrevolando el texto en prácticamente su totalidad como se puede ver cuando escribe que «el amor también era eso: el cobijo en una intemperie y todas las ventadas, después» porque «debe ser que el amor es esto: lo que no está. Un dios de cristal. Una impaciencia que destroza. Y la fuerza, después, que crece de los escombros». 

Así, el texto nos habla del amor como algo incompleto, que necesita tener la posibilidad de ser destruido para existir en totalidad, compartiendo espacios vacíos en los que crecer y desaparecer. El amor volátil y efímero, que comparte dolor y placer. La fuerza que construye pero que también destruye y en ambos casos de manera compartida, quizá incluso a la vez. Dice Guasch, en uno de los fragmentos de este libro, que «la pregunta sobre qué es el amor únicamente ha recibido respuestas insignificantes (…) seguramente se trata de recordar que aprender a articular este espacio entre nosotros como un espacio de deseo, de intensidad y de entendimiento es como aprender una nueva lengua. Hablar otra gramática del cuerpo». Un espacio y una lengua no exentos de riesgos porque «no sé si el amor es un cambio de lengua —empezar a hablar con las palabras que se esconden. Abrir a quien tienes delante un lenguaje secreto: las manos entrelazadas, en forma de corazón, con un vacío escondido en el centro. Un espacio de aire oscuro».
 
El libro que ha escrito Guasch bien vale una lectura, pues nos acerca al amor y nos distancia de él, hablándonos como si el amor fuera un ser vivo, a quien alimentamos y destruimos sin a veces ser conscientes ni de lo uno ni de lo otro; un libro al que merece la pena acercarse y que presenta el reto de recopilar unas sensaciones que emanan de la lectura de otros libros y que el autor, citando a Blanchot, confirma que «escribir es negar todos los libros haciendo un libro con todo lo que ellos no son —pero con ellos de fondo». Y eso Guasch lo hace a la perfección.

lunes, 29 de agosto de 2022

Andrea Camilleri: La secta de los angéles

Idioma original: italiano

Título original: La setta degli angeli

Año de publicación: 2011

Traducción: Juan Carlos Gentile

Valoración: más que recomendable

Última novela publicada hasta la fecha en España de don Andrea Camilleri -aunque la original es de 2011-, en la que abandona su habitual escenario de la ficticia localidad de Vigatà para ambientar la acción en otra llamada Palizzolo, similar en muchos aspectos, pero con ciertas características propias:

"Pueblo de siete mil habitantes, situado justo en el centro de grandes latifundios, en 1901 Palizzolo presumía de contar con dos marqueses, cuatro barones, un duque de ciento dos años que ya no salía del castillo y un mártir antiborbónico, el abogado Ruggero Colapane, ahorcado en la plaza pública por su adhesión a la República partenopea. 
Pero su mayor orgullo eran las ocho iglesias, cada una provista de un campanario y de campanas tan potentes que cuando sonaban todas juntas era como si hubiera un terremoto."

En este pueblo, en ese principio del siglo XX se desata una curiosa epidemia -no desvelaré los detalles, pero parece afectar sólo a mujeres jóvenes y guapas-, cuya explicación buscará una pareja de peculiares investigadores: el abogado y periodista Matteo Teresi y el capitán Montagnet, de los Reales Carabineros. Ambos, por una causa u otra -por anticlerical y contestatario uno, por piamontés el otro-, ajenos a las fuerzas vivas del pueblo y sus dinámicas de poder, claves en toda esta novela y que Camilleri expone, ridiculiza y deplora, por más que se trate, aparentemente, de una historia de ficción.

Digo que en apariencia porque la novela está basada, de forma más o menos directa, en un suceso similar ocurrido en la localidad de Alia y en el que también tuvo un papel destacado el auténtico Matteo Teresi, farmacéutico, abogado y luego escritor siciliano que acabó emigrando a EEUU y a quien Camilleri pretendió rendir un homenaje con esta novela. Novela que, siguiendo el característico estilo de este autor, mezcla eldrama y la denuncia -en este caso, de los abusos ha cia las mujeres y los chanchulloos propios de las clases dominantes parasortear lalegalidad y que lasrelaciones de poder en la sociedad siciliana no cambiaran-con un gran sentido del humor que hace que el libro se lea con una sonrisa casi permanente y, en más de una ocasión, a carcajada limpia. Cierto que es un sentido del humor que puede bordear lo soez (la mediterraneidad tira mucho) e incluso suena un tanto a señoro de otra época, pero hay que reconocer que eficaz es y, después de todo, supone la "marca de la casa" y un elemento imprescindible para que su narrativa resulte especialmente corrosiva.

Porque, además, a don Andrea, que Dios (o el diablo) tenga en Su Gloria, hay que perdonarle todo y más en una novela como ésta, que resulta ser de las más "sciascianas" de su producción (como dice un amigo mío, Camilleri venía a ser como Sciascia, pero en menos fino); aquí también, como en El consejo de Egipto o A cada uno lo suyo, hay un siciliano bienintencionado y abierto de mente que trata de cambiar o al menos cuestionar la sociedad en la que vive, pero la maquinaria de ésta le pasa por encima. Aquí también, como en El día de la lechuza, hay un representante de la autoridad venido de fuera que parece no entender la idiosincrasia del país, y acaba comprendiéndola demasiado bien... Y, al igual que en los libros de Sciascia, en general, pero también en los del propio Camilleri encontramos todo un panorama casi felliniano (o sorrentiniano, diríamos ahora) de la sociedad en la que nacieron y sus más conspicuos representantes: nobles, burgueses y próceres -reunidos en el Círculo del Hogar y la Familia-, mafiosos, sacerdotes, obispos, jueces, carabinieri, bandoleros, aparceros, criadas, gentes del pueblo llano... todo un sinfín de personajes que giran y se entremezclan en un carrusel, en una danza tragicómica que provoca tanto la risa como el llanto. Y viceversa.

Muchos más libros de don Andra reseñados: aquí

domingo, 28 de agosto de 2022

Reseña de mierda*. Kiko Amat: Los enemigos

Idioma original:     español

Año de publicación: 2021

Valoración: irrelevante

Hace unos días tomaba cierto compromiso de reseñar por última vez a Kapuscinski. Una cuestión casi logística (creo que me he acabado su obra) pero en cuyo panegírico final olvidé añadir algún concepto: cada día había sido más universal, más adaptable su obra y su pensamiento a más casos y más situaciones.

Bueno: hoy también expresaré mi intención de no reseñar más a Kiko Amat. Habrá que ver cómo me las apaño cuando el persistente aparato de Anagrama vuelva a definir una eventual próxima novela como SU OBRA DEFINITIVA DE MADUREZ y muerda el anzuelo como un incauto - con una poderosa red de bibliotecas públicas, pero incauto. Pero lo de este "Los enemigos" (me ahorro el subtítulo que ya debía divertirme de lo que se avecinaba) ya es demasiado. Sin mencionar la horripilante portada, evocadora de algún flyer de macrodiscoteca costera, parece que Anagrama la ha matizado un poco recuperando el texto, de la que no vamos a culpar más que indirectamente, al autor.

El problema es que  Amat, al revés que Kapuscinski, ya solo escribe para los amiguetes que le ríen las gracias. Ignoro si son una pandilla o una multitud, cosa importante para su editorial y las tiradas, claro. Este ensayo - llamémosle así, pero que sepáis que "reguero de chascarrillos" y "sucesión de pajoteos" estaban en la terna finalista - me ha acabado de convencer de que el autor ha llegado a su agotamiento definitivo, casi irreversible, como escritor. A ese punto donde otros autores como Bernhard suben la apuesta y ganan, sí. Pero Amat no gana, Amat simplemente cansa, agota y se repite y su prosa se colapsa y deja de suscitar el mínimo interés. Ya cerca de la cincuentena, ni su obra de ficción ni la de no ficción muestran signos de desembarazarse de sus tics habituales, más bien hacen patente que no sabe adaptarse a ello y sigue trufando sus escritos de elementos solo descodificables  por su entorno cercano. Sonará pretencioso decir que se aleja de la universalidad, pero empieza a resultar desesperante el generar un escenario tan reducido y ver que este no tiene proyección a mayor escala. Entonces, este intento fallido de convertir una lista de filias y fobias en algo importante y trascendente, aunque sea rellenándolo de referencias de lo más variado - otra obsesión de Amat, mostrar músculo de bagaje cultural - acaba resultando irrelevante, reiterativo y aburrido. Abusando de su estructura - los preámbulos de los capítulos ya avisan de que lo que sigue alterna, ya es mérito, lo pretencioso con lo puramente chorra. En eso se nota al autor tan anclado a su estilo, de verdad, si no hubiera leído y reseñado tantos de sus libros no me mostraría tan vehemente, pero es que Amat parece arrepentirse de su conocimiento de la cultura contemporánea (sobre todo la puramente british y anclada en la era dorada de los movimientos mod y rocker) y ese arrepentimiento lo compensa con coletillas propias del gracioso de la clase. Si estuviera en Twitter lo tendríamos anotando con respuestas sin gracia - ni repercusión - a cada dos por tres. Como ese pesado del grupo de amigos que le sacaba punta a todo. Justo eso. Aquí ha llegado tu espiral, Kiko. A la irrelevancia más absoluta.

*Perdón por la ordinariez.

sábado, 27 de agosto de 2022

Isaac Sánchez: Baños Pleamar

Idioma original: Español
Año de publicación: 2022
Valoración: Entre recomendable y está bien

Baños Pleamar es una novela gráfica de Isaac Sánchez. Narra, a modo de crónica, las visicitudes de la familia del autor. Se ambienta en la Badalona de los años 90.

Su apartado narrativo me parece reivindicable. La historia en conjunto emociona, hay capítulos muy bien escritos, su sentido del humor suele cuajar, los temas se exponen con claridad y el elenco de protagonistas ha sido adecuadamente caracterizado. Quizá, eso sí, le reprocharía que ciertas subtramas no llegan a fraguar nunca, pero son las más anecdóticas, por lo que tampoco se las echa en falta. 

Asimismo, su faceta gráfica no me ha acabado de convencer. El estilo artístico se antoja inconsistente, los escenarios y fondos pecan de indefinición, el uso del color tiende a la saturación. En cualquier caso, se compensa estas carencias con el acertado uso de referencias visuales y la originalidad de determinadas secuencias. 

Por todo lo dicho, Baños Pleamar es una obra recomendable. Sus defectillos se balancean gracias a una serie de virtudes nada desdeñables; sus enfoques autobiográfico y nostálgico adquieren interés apelando a lo universal. ¡Buen trabajo, Isaac!


También de Isaac Sánchez en ULAD: El de la batamanta

viernes, 26 de agosto de 2022

Jazz Bocanegra: Bala perdida

Idioma original: castellano

Año de publicación: 2021

Valoración: Entre Recomendable y Está bien


Iba a empezar diciendo que la novela negra está fuera de mi zona de confort. Pero pensándolo bien, creo que no tengo ninguna zona de confort literaria, así que diré que la novela negra es un género que he explorado poco, y por tanto vengo peor equipado que la mayoría de mis compañeros. Pero se hará lo que se pueda porque, como ya he dicho alguna vez, también me siento libre de prejuicios y con la espontaneidad del diletante, que eso también puntúa, digo yo.

Resulta que la editorial Menoscuarto (Palencia, de nuevo fuera de las mecas literarias, bien) lanza una colección llamada Seis Doble, que son relatos de distintos autores cuyo nexo de unión es el personaje de la detective Sonia Ruiz. Cada título es una historia independiente a la que sólo se exige la presencia de ese personaje y asumir lo que ya se contó en los volúmenes precedentes. Algo que quizá no es muy original (si no me equivoco alguno de los reseñistas de ULAD ya participó en una iniciativa parecida), pero que tiene su gracia, una serie como las de hace años, con su protagonista y sus aventuras, siempre en la atmósfera de la novela negra.

El crimen (porque obviamente hay un crimen) tiene lugar en un escenario que no es inhabitual pero que tiene siempre su punto inquietante: un circo. Y la víctima, aún más inquietante en los estándares actuales, el payaso, a la sazón dueño del circo y un tipo bastante desagradable. Ahí encontramos a toda la troupe clásica: los enanos, el hombre de goma y, sobre todo, la mujer que gira en la gran ruleta (Nadia) y el hombre que dispara el revólver cual lanzador de cuchillos (Bocanegra). En el circo reina el mal rollo porque Nadia es la femme fatale, atractiva, ambiciosa, manipuladora, caprichosa, y todos buscan sus favores con desesperación. El payaso era su última pareja y eso multiplica las sospechas y garantiza el enredo, aunque en principio todo apunta al suicidio.

En muy pocas páginas yo ya me sitúo en una película en blanco y negro, de los años 40 o 50, Humphrey Bogart como Bocanegra, Nadia podría ser Rita Hayworth o así, en fin, que tampoco estoy muy puesto en eso del cine negro, pero la atmósfera del libro resulta muy cercana. Bocanegra es un tipo algo cáustico, de pocas palabras, duro solo en apariencia, seguramente muy capaz de matar, atormentado y enloquecido por Nadia. Ella es perfectamente consciente de sus habilidades y conoce a los hombres, con los que juega sin que exista defensa posible. Son personajes si se quiere muy de cliché, pero muy bien definidos, que mantienen su personalidad de forma convincente, al igual que los secundarios. A la detective Ruiz no la hemos conocido en las anteriores entregas de la saga y cuesta más cogerle el punto. Parece un personaje actual incrustado en esa historia de medio siglo atrás, un contraste algo extraño. Pero en general el reparto es bastante bueno.

El argumento también está bien construido, en tono muy cinematográfico, con un largo flash back que sigue a una entradilla, y varios giros para ir a la vez desconcertando al lector y dándole pistas (algunas obviamente equívocas) hasta un final que, si se me permite el pseudo-spoiler, me parece quizá lo más flojo. La frase muy corta, bien empleada, es un instrumento para realzar el ambiente de tensión y marcar una especie de ritmo inevitable, puede decirse que es un tópico, sí, pero funciona con eficacia.

No sé si todo esto se ajusta a los cánones del género. El libro se lee con interés y casi nunca pierde vigor. Hay una historia oscura, con posibles candidatos a la figura de malo definitivo y posibles desenlaces bien sugeridos y disimulados, algunos lugares comunes y cosillas que chirrían un tanto, como cierto abuso de referencias musicales (ni a Bocanegra ni mucho menos a la detective Ruiz les pega nada Extremoduro). Quizá hay algún grado de incongruencia, porque tenemos la sensación de estar leyendo historias de dos épocas totalmente diferentes, una netamente americana en blanco y negro, y otra muy española y en color. 

Pero el conjunto funciona razonablemente, al menos para el lector no habituado y, a falta de elementos de juicio de mayor peso de los que este reseñista carece, estaría bien que los especialistas  le echaran un vistazo y nos dejasen su opinión.


jueves, 25 de agosto de 2022

Gerardo Fernández Fe: Cuerpo a diario

Idioma original: Español

Año de publicación: 2004

Valoración: Bastante recomendable 

Los diarios como género literario, el cuerpo y la literatura, los diarios y la literatura, autores que escriben desde la muerte obligada como Fucik o desde la muerte voluntaria como Styron, diarios en situaciones límite y formas de afrontarlos según se llame uno Ludwig Wittgenstein, Anna Frank o Albert Grunberg, diarios que privilegian lo histórico o lo colectivo sobre lo individual, diarios vanidosos porque "no hay diario íntimo exento de la idea de la trascendencia", diarios confesionales (aunque sea solo a medias) o diarios redentores, pero también diarios novelescos, diarios en los que se introduce la ficción, ficciones en las que se introducen los diarios, etc. 

Todos ellos caben en las 145 páginas de este libelo obra del habanero Gerardo Fernández Fe en el que mezcla con habilidad humor y erudición, anécdota, reflexión y variadísimas referencias. 

Tres los los ejes principales del texto, más allá de sus múltiples ramificaciones. Tres diaristas tan diferentes (y, ¿por qué no?, complementarios) como Martí, Drieu La Rochelle y Walter Benjamin ocupan buena parte de las páginas y sirven como punto de partida para acercarnos a otros diaristas y como arranque de reflexiones de más hondo calado. Así, el poder, la culpa o la propia confesión como herramienta de control social y moral son algunos de los temas que encontraremos en "Cuerpo a diario".

Por tanto, ensayo literario (sobre libros, para más inri), pero ensayo sui generis y algo "tramposillo", ya que igual no es tan importante la aparente línea principal como lo que hay detrás, y ensayo muy interesante que amplía la ya de por sí extensa libros "por leer".

P.S.: Aviso para editores avispados! Esta es la segunda reseña que publicamos en ULAD de Gerardo Fernández Fe, ambas publicadas fuera del circuito convencional español (una autopublicada y la otra publicada en Argentina) y valoradas con un "bastante recomendable". 

También de Gerardo Fernández Fe en ULAD: Hotel Singapur

miércoles, 24 de agosto de 2022

Wajdi Mouawad: Assedegats y Un obús al cor

Idioma original: francés
Título original: Assoiffés / Un obus dans le coeur
Traducción: Ramon Vila al catalán para Comanegra. Sin traducción al castellano hasta la fecha.
Año de publicación: 2007
Valoración: recomendable


Se ha hablado en algunas ocasiones en ULAD sobre la dificultad de leer obras de teatro, pues a menudo estas se centran en los diálogos y dejan la escenografía o la descripción de ambientes en manos del dramaturgo que se encargue de su puesta en escena. Por ello, a veces es difícil ubicarse mentalmente en el escenario que se plantea cuando este está tan abierto que su recreación debemos llevarla a cabo mentalmente sin apenas elementos que nos ayuden. Afortunadamente, hay obras que no necesitan una gran escenografía, pues se mueven en pocos ambientes y estos son prácticamente irrelevantes, pues el peso de la obra recae en los diálogos y las reflexiones en voz alta. Este es el caso que nos ocupa y Mouawad consigue su propósito.
 
Este corto libro incluye dos pequeñas obras de teatro (de unas setenta páginas la primera y solo treinta la segunda) que son plenamente identificables con el estilo del autor. Un estilo que, como indica el dramaturgo Oriol Broggi en el prólogo, «desde la primera palabra consigue atraparte de tal manera que nos arranca con violencia de allí donde estamos y nos arrastra a un lugar diferente. ¿Qué es lo que nos seduce? ¿Qué nos revuelve nuestra vida y nos transporta hasta estrellarnos contra los arrecifes de nuestro propio dolor?». Porque así es el estilo de Mouawad, contundente y poético a la vez que descarnado porque indaga en nuestras emociones hasta llegar donde nos pueda infligir dolor y tormento.

En «Assedegats» («Sedientos», en castellano), la primera de las dos obras que componen el libro y la más extensa, el autor el relato arranca con un monólogo vivo y desatado en el que su protagonista Murdoch denuncia la sociedad a la que nos vemos sometidos y se rebela contra ello afirmando que «no me rebajaré a aplaudir vuestras debilidades globalistas. ¡Tengo mis opiniones! ¡Vivís como si fuerais de un club de devoradores en red!». Un sistema que «os esclaviza, os consumatiza, os ikeatiza, os caprabotomiza, os carrefouriza». Y, en paralelo, el relato nos presenta a Norvège, una joven encerrada desde hace tres días en su habitación y con quien sus padres no consiguen comunicarse, pues no quiere que sus padres entren en su habitación y se resiste a ello. Solo pide, a través de un papel que deja en el pasillo delante de la puerta, hablar con el señor Boltansky. 

Como es habitual en sus obras, Mouawad alterna dos líneas temporales para desarrollar la historia. Así, nos sitúa en un presente con Norvège y Boon, mientras que el pasado viene de la mano de el joven enigmático y desencadenadamente verborreico Murdoch, alguien que lo ve todo mal y que lo expone sin tapujos ni cortapisas a la vez que profesa su incomodidad y malestar en un mundo que apenas reconoce al preguntarse «¿qué puedo hacer para tener la sensación de que estoy vivo y no soy una máquina?». El nexo entre Norvège, Boon y Murdoch será el hilo conductor que, de manera circular y enigmática, utilizará el autor para desarrollar la historia porque, a partir de ahí, Mouawad introduce un elemento de misterio y desarrolla lo que domina completamente: la tensión emocional, las dudas, los enigmas del pasado, las conexiones no siempre evidentes entre las personas y sus sentimientos.

En su segunda obra, «Un obús al cor» («Un obús en el corazón», en castellano) el autor despierta nuevamente el misterio en sus primera líneas, afirmando ya en las primeras frases, a modo de confesión, que uno nunca sabe cuándo empieza una historia, porque «cuando empieza una historia y esta te pasa a ti, no sabes cuándo empieza, que comienza (…) y después, cuando finalmente te das cuenta que estás embarcado en una historia, no sabes cómo terminará todo». En esta obra, el autor nos presenta a Abdelwahab de diecinueve años y quien narra en primera persona una historia que empieza en el momento en que, mientras duerme, recibe una llamada diciéndole «ven enseguida». Es Navidad y sabemos que su madre está a punto de morir. En el viaje hacia el hospital para verla por última vez, mientras recuerda su pasado nos confiesa que él se ahoga «en al fondo del autobús, estrangulado por la obligación que tengo de amar a mi madre, porque se muere». En el trayecto nos recuerda episodios de su pasado y qué pasó entre ellos porque la cercanía de la muerte de su madre le lleva a recordar un pasado casi olvidado, recordando su soledad y la necesidad de buscar una huida a través de la pintura que coloree unos espacios por los que escapar de una realidad que se le antoja difícil, inexplicable y llena de miedos y recelos así como de antipatía hacia su familia: su padre, sus tíos y tías, sus hermanos, de quién afirma sin tapujos que «los odio a todos. No sé por qué, pero los ametrallaría sin remordimientos». 

Como es habitual en el autor libanés, Mouawad envuelve a sus personajes de tragedias personales, de miedos y pasados revisitados en los que encontrar el origen de sus propias historias, de sus propias vidas. En esta obra corta, el estado de su madre, en sus últimos días, le brinda la oportunidad de echar una última mirada atrás y buscar en ella los trazos maltrechos e incomprensibles de su propia experiencia.

Dice Mouawad en un fragmento del libro que «la belleza está al alcance de todos. Pero, si esta belleza no se alimenta, se transforma en una cosa horrible y esta cosa horrible nos roe por dentro. Entendí que, cuanto más intentamos vivir sin belleza, la belleza que está en nosotros se vuelve más fea». Busquemos por tanto la belleza, en las pequeñas cosas o en los grandes sucesos, pero busquémosla y alimentémosla porque, de lo contrario, acabaremos carcomidos en un mundo feo, hostil y sin esperanza.

También de Wajdi Mouawad en ULAD: LitoralIncendiosBosquesCielos

martes, 23 de agosto de 2022

Patricia Highsmith: Small g: un idilio de verano

Idioma original: inglés

Título original: Small g: a Summer Idyll

Año de publicación: 1994

Traducción: Elsa Mateo

Valoración: entre recomendable y está bien

Antes que nada: la small g del título, es decir, "g minúscula", se refiere a una calificación que alguna guía turística de Zúrich otorga -u otorgaba- a los locales de ambiente homosexual pero no en todo momento ni frecuentado únicamente por gays. En el caso de esta novela, el café-cervecería Jakob's, centro de su barrio y frecuentado por los dramatis personae de la historia, como el diseñador gráfico y publicista Rickie Markwalder -siempre junto a su perrita Lulu-, cuarentón que ha perdido unos meses antesa su novio Peter, asesinado por unos atracadores. Rickie traba relación en el Jakob's con Luisa, una joven costurera que estaba enamorada de Peter y que trabaja para la tiránica Renate, también asidua del café, aunque odia a los homosexuales. La situación se mantiene en una suerte de equilibrio entre ellos hasta que aparece algún nuevo personaje que cambia y precipita los acontecimientos...

Small g... fue la última novela publicada por Patricia Highsmith, el año anterior a su muerte... y me temo que se nota. es decir, sigue manteniendo su facilidad y aun excelencia narrativa habitual, capaz de enganchar al lector a los pocos párrafos; su capacidad para la observación de la realidad circundante y la creación de personajes interesantes a partir de ella yesa forma de ir enredando las tramas a partir de una premisa de aparente sencillez, que convierten en muy características todas sus historias. Pero en ésta le falta un elemento aún más distintivo de la narrativa de esta autora:esa tensión malsana que. aunque oculta muchas veces tras la mera descripción de las acciones cotidianas (incluso rutinarias) de los personajes, permanece siempre allí agazapada, recordándonos que en cualquier momento se puede desatar el drama. 

No quiere decir esto que no encontremos en esta novela situaciones y personajes equívocos o, directamente, turbios... Lo que ocurre es que esa turbiedad se diluye en sus idas y venidas por las calles del barrio del Aussensihl: de la casade Rickie al Jakob's , de Jakobs -o del Small g, los sábados por la noche, sobre todo- a la vivienda de-taller de Renate y Luisa, de ésta al salón de té L'éclair, etc. Casi resulta un alivio para el lector cuando la novela llega a su fin y dejan de dar vueltas, la verdad... Por otro lado, casi se diría, ciertamente, que en esta su última novela doña Highsmith hubiera decidido redimir en parte el marcado escepticismo e incluso la misantropía que desprenden casi todas las que escribió a lo largo de su vida: aquí podemos encontrar personajes que parecen del todo positivos (casi cabe sospechar que cínicamente positivos) y, es más, la última frase del libro, que alude a la felicidad, deja a todo el que conozca, siquiera en parte, el resto de la obra de esta escritora en una cierta perplejidad. Aunque esto no quiere decir que la autora se hubiera ablandado en su vejez, o algo parecido, seguía siendo consciente, a la perfección, de los mecanismos de egoísmo y mezquindad que determinan el comportamiento humano.

Sólo que en Small g... parece haberlos sublimado en una especie de cuento de hadas moderno -una idea que aparece ya de vez en cuando en la novela, que conste-: encontramos una bella y virtuosa doncella cautiva de una bruja, un caballero que trata de liberarla, un principe azul, etc. Todo en medio de un edénico ambiente de tolerancia en el que se mezclan homosexuales, heteros, gentes de  diversas edades y variopinta condición social... y con el SIDA como amenaza presente pero no abrumadora en aquellos ya lejanos años 90. Quizás fuera un poco inverosímil todo, pero la novela no está exenta de interés. y, sobre todo, ojalá sirviera para que doña patricia pasara también una última etapa de su vida feliz, mientras la escribía. 


Más libros de doña Patricia reseñados: aquí

lunes, 22 de agosto de 2022

Colaboración. James Hilton: Adiós, Sr. Chips


Idioma original:
inglés

Título original: Goodbye, Mr. Chips

Año de publicación: 1934, 2021 en esta edición

Traducción: Concha Cardeñoso

Valoración: muy recomendable (incluso imprescindible)

La editorial Trotalibros nace en 2021 (si, en plena pandemia; hay gente muy loca en este mundo) con la idea de “recuperar obras fundamentales de la literatura universal injustamente olvidadas”, ya sean libros nunca traducidos al español, o libros publicados hace años (1934) que se quedó en el olvido. Adiós, señor Chips, de James Hilton, pertenece a este segundo grupo. Y, aún a riesgo de adelantar acontecimientos, estoy de acuerdo al 100%: Adiós, señor Chips es un libro muy injustamente olvidado. 

La historia a priori puede parecer un poco aburrida: narra la vida de un profesor de latín y griego (el Señor Chips) en un internado inglés desde mediados/finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, incluyendo la época de la primera guerra mundial. Y encima el protagonista que da nombre al libro es un hombre un tanto anticuado, extraño y peculiar. Pero la verdad es que el libro, e incluso el Señor Chips, es más profundo de lo que aparenta ser. Te encuentras con una novela en cierto modo histórica (el paso de los años, el efecto de una guerra) y de amor, una historia triste (hay ciertas partes del libro que dan una penita),  e incluso cómica. 

Durante la lectura, no he podido evitar acordarme de Stoner, de John Williams (la vida de un profesor un tanto peculiar) o de Mendel, el de los Libros (personajes peculiares, extraños, que viven como ajenos al mundo que les rodea). Ambos libros, leídos hace mucho, siguen estando entre mis libros favoritos, por lo que era lógico que Adiós, señor Chips me encantase tanto como para estar entre mis libros favoritos de todos los tiempo. E igualmente, el señor Chips estaba destinado a convertirse en uno de mis protagonistas librescos preferidos.

Es un libro corto, que te lees sin darte cuenta hasta el punto de que, cuando pasas página y te das cuenta de que ya no hay más, piensas “No puede ser, yo quiero seguir leyendo este libro”. Es, además una edición muy cuidad, con unas ilustraciones (de Jordi Vila Delclòs) que son simplemente una maravilla. 

Puedo entender que haya gente a la que el libro no les diga mucho, pero definitivamente recomiendo poner al señor Chips en tu vida. No te dejará indiferente.  

Colabora: Patricia, @pptox

domingo, 21 de agosto de 2022

Riszard Kapuscinski Los cínicos no sirven para este oficio

Año de publicación: 2000

Valoración: muy recomendable

Sirva esta reseña como punto final de mi atención a la obra de Kapuscinski. Creo que, con ella, toda la obra traducida del escritor polaco ya ha sido tratada aquí. Lo que yo llamo un escritor fetiche, propio, eso sí, aunque es muy revelador que sea justamente esta obra, que es un punto intermedio entre su obra más teórica (en la que siempre he visto a Kapuscinski un poco fuera de lugar) y su crónica periodística, que en su conjunto es imprescindible y, todavía hoy, necesaria para comprender la configuración planetaria actual. El subtítulo del libro (Sobre el buen periodismo) podrá sonar algo pretencioso, aunque como siempre la realidad se ha empeñado en dar la razón al escritor polaco. Desde las frases lapidarias - demasiadas para mencionarlas - hasta el puro hecho de que algunos que salen en muchos medios - demasiados para mencionarlos - se llamen a sí mismo periodistas a pesar de aportar visiones sesgadas y distorsionadas de la realidad para satisfacer a quienes les pagan o a sus propias ambiciones.

Así que en las entrevistas que configuran este libro, que Kapuscinski ya concede con plena consciencia de que se ha convertido en un autor influyente y venerado, ya se permite un tono, en ese momento ya tiene más de sesenta años, algo más orgulloso de esa condición, no confundamos con soberbia o chulería, pero ahí el protagonista es él, el preguntado y el sometido a un merecidísimo homenaje, cosa que redunda en una atmósfera relajada y una justificada tonalidad algo crepuscular. Ya no es el treintañero entusiasta que toma la cámara y el cuaderno de notas dispuesto a ir donde perciba que puede estar el origen de su crónica. Y las entrevistas son interesantes, algo breves pero sumamente sustanciosas pues Kapuscinski, especulando o teorizando o siendo más concreto en los detalles, no pierde un ápice de su sentido común, cosa que se traduce en genialidad de una densidad absoluta. Por eso es completamente publicable y se convierte en una obra de peso en su obra, Kapuscinski descifrando el código-máquina de su obra e, insisto por si algún tertuliano se deja por caer por aquí y se da por aludido, haciendo sonrojar a más de uno que entiende que periodismo es que te lean ( o te vean) muchos y cobrar a final de mes y si acaso montar una productora y hacerse de oro. Porque una de las cosas en las que insiste es en que nadie se va a hacer rico haciendo el periodismo que él (que de hecho, era historiador), hacía. 

Kapuscinski insiste en que ejerce su profesión por los pobres, por la gente sin privilegios que no consigue columnas ni sillas en los platós. Kapuscinski, perdonad que el tono sea más de epitafio que de otra cosa, resume su obra, su actitud hacia periodismo, crónica, literatura, en estas tres entrevistas, una de las cuales comparte con John Berger. Sus planteamientos están tan revestidos de sentido común, de vocación de ser útil a la sociedad, que a veces pueden parecernos obvios. Pero solo hace falta asistir a los hechos para ver que no es así. Por lo cual, aunque esta sea nuestra última reseña de su obra, va a seguir vigente, por mucho tiempo.

sábado, 20 de agosto de 2022

Carlos Mazzanti Clerici: El círculo Yesida

Idioma original: Español

Año de publicación: 1974

Valoración: Entre está bien y recomendable

Esta reseña comienza allá por el mes de abril, cuando Gonzalo (nieto del autor) me habló de la existencia de tres novelas publicadas por su abuelo y de la posibilidad de hacerme llegar alguna de ellas para una posible reseña. El caso es que me puse a buscar y, aunque en Madrid igual no te encuentras nunca con tu ex (según Ayuso, claro) pero puedes encontrar casi cualquier libro (esto lo digo yo), vi que en una librería de viejo estaba a la venta "El círculo Yesida" y allí que me fui.

El caso es que "El círculo Yesida", publicada en 1974 por Seix Barral (ojo que por aquella época publicó a Vargas Llosa, Cabrera Infante, Benet, Donoso o Manuel Puig), es una novela más que interesante, aunque algo lastrada por algún que otro vaivén y por una excesiva "densidad".

Pese a los nombres citados, el primer nombre que me viene a la cabeza tras la lectura de la novela es el de Ernesto Sabato. Porque habemus último representante de familia bien (no de rancio abolengo pero familia bien en todo caso), habemus casa enorme pero casi "infranqueable", habemus conspiración / persecución y habemus personaje central rarito / contemplativo / poseído por oscuras abstracciones que conviven con largos periodos de inercia.

Más allá de esto, la novela tiene en su fase inicial varias "subnovelas" en su interior ya que en ella conviven la novela existencialista, la novela más o menos histórica y la más o menos tradicional saga familiar latinoamericana. Pero mediado el texto, este se vuelve paulatinamente un denso, oscuro y por momentos críptico juego dialéctico-metafísico que hace que caiga en alguna reiteración, que el ritmo se resienta y que la lectura pierda "agilidad".

Dicho esto, la novela tiene varios aspectos a destacar, como son:

- el lado crónica del auge y decadencia de la estirpe de los Gentile (será casualidad la coincidencia del origen italiano del apellido de protagonista y autor?)

- el retrato de clases sociales de la época, con sus ricos en los que se mezcla la explotación más salvaje y cierta "empatía" para con el débil y sus servidores en los que conviven temor y dependencia

- el personaje de Graciano Gentile, con sus obsesiones y abstracciones, con su lucidez y su locura, su soledad y su culpa

- el juego oscuridad de la mente del personaje y oscuridad de la casa, dos caras de la misma moneda.

Así que no me arrepiento para nada de haber "arriesgado" con un autor y un texto del que creo que muy pocos han oído hablar y al que, en estos tiempos de recuperaciones y rescates, quizá habría que dar una relectura. Con sus "peros" incluidos, el texto merece la pena.

viernes, 19 de agosto de 2022

VV.AA.: Arquitecturas inquietantes

Idioma original: Español
Año de publicación: 2022
Valoración: Recomendable (especialmente para interesados)

Arquitecturas inquietantes compila quince ficciones. Quince ficciones que han sido escritas en español por autores de distintos países. Quince ficciones que se relacionan con varios registros terroríficos y giran en torno al concepto de la casa encantada. Quince ficciones que, en conjunto, exhiben un nivel literario altísimo. 

Por un lado tenemos aquellas que dejan un regusto clásico. Asimismo, hay aportaciones más originales (por ejemplo, "Calamidad doméstica", mi favorita con diferencia).

Abordémoslas una a una:

  • "Un flamante apartamento", de José Luis Velasco. Tiene una prosa cuidada y detallista. Desgraciadamente, su voz narrativa es inverosímil.
  • "La casa inútil", de Thomas Harris. Cumple, pero he detectado alguna incoherencia en su lógica interna.
  • "Una noche de invierno es una casa", de Cecilia Eudave. Lograda metáfora sobre la descomposición de una pareja.
  • "En la ruta", de Gustavo Nielsen. La forma en que transmite su premisa, así como la atmósfera malrollera y las imágenes perturbadoras que convoca, se me antojan muy interesantes. 
  • "La casa embrujada", de Fernando Iwasaki. Típico microrrelato del autor, con su ineludible giro de tuerca final.
  • "La casa feliz", de José María Merino. Elegante, aunque insípido, ejercicio de extrañeza.
  • "La lepra de las casas", de Ana María Shua. Prueba de que se puede comunicar muchísimo con unas pocas líneas.     
  • "Habitante", de Patricia Esteban Erlés. Breve pero intenso. Su estructura circular insinúa connotaciones espeluznantes.
  • "La casa muerta", de Alina Gadea. Hermosamente triste a su fascinante manera.
  • "Calamidad doméstica", de Solange Rodríguez PappeSu temática y enfoque rehuyen lo convencional.
  • "La Maga", de Elia Barceló. Historia canónica donde las haya, competente aunque tendente a la sobreexplicación. 
  • "La casa de Adela", de Mariana Enriquez. Tan sencilla y eficaz como una buena leyenda urbana. Destacaría, sobre todo, su conseguido escenario principal.
  • "La casa vacía", de David Roas. Tributo respetuoso a la figura y obra de H. P. Lovecraft con un planteamiento y desenlace excesivamente lineales.  
  • "La maldición de la casa Arteaga", de Yoselin Goncalves. Contenida e introspectiva reflexión en torno a la pobreza, la familia y el desarraigo. 
  • "Casa volada", de Gemma Solsona Asensio. Homenaje a la magistral "Casa tomada" de Julio Cortázar.

Resumiendo: Arquitecturas inquietantes saciará a los interesados. Sólo por sus piezas más destacables ya vale la pena leerla; y es que "Una noche de invierno es una casa", "En la ruta" y "Calamidad doméstica" son, en mi humilde opinión, notables contribuciones al subgénero aquí barajado. 

jueves, 18 de agosto de 2022

2 x 1 Jean Paul: El viaje del rector Florian Fälbel / Vida del risueño maestrillo Maria Wutz

Idioma original: alemán

Título original: Des Rektors Florian Fälbels und seiner Primaner Reise nacht dem Fichtelberg / Leben des vergnügten Schulmeisterlein Maria Wutz in Auenthal. Eine Art Idylle (ahí queda eso)

Traducción: Isabel Hernández

Año de publicación: 1790

Valoración: Se deja leer


Johann Paul Friedrich Richter, allá por finales del siglo XVIII y principios del XIX, firmaba con el afrancesado pseudónimo de Jean Paul. Parece que era un tipo bastante peculiar, autodidacta, de familia pobre, y también algo especial como escritor. Empeñado, pese a sus penurias económicas, en ganarse la vida escribiendo libros, llegó a conocer un cierto éxito popular, y se mantuvo al margen del mundillo literario de la época, que no era poca cosa (Goethe, Schiller, Hölderlin, Herder). Jean Paul iba por libre, que siempre es algo estimulante, y su estilo se distanciaba de sus contemporáneos, lo que tampoco le granjeó muchos amigos y sí algunas envidias por haber sabido conectar con un respetable número de lectores.

Las obritas que tenemos a la vista son dos nouvelles de época más o menos temprana en las que se aprecian algunas de las características más definitorias de este autor. Por encima de todo, el humor, algo que quizá no encaja mucho con nuestros posibles prejuicios hacia la literatura germánica, pero que en nuestro autor es seña de identidad. Jean Paul es sarcástico, goza con el absurdo y con situaciones ridículas, y no deja pasar la oportunidad de meter las gomas a todo lo que no le resultaba simpático: los caciques rurales, el sistema educativo, algunos compañeros de profesión, la hipocresía, la mediocridad. No por casualidad los protagonistas de los dos textos son maestros, actividad que él mismo desarrolló un cierto tiempo, al parecer sin mucho entusiasmo, y son personajes a quienes su erudición les sirve de bien poco, tipo sencillos con un punto de orgullo que se mueven con más pena que gloria en un entorno que les menosprecia claramente.

En el primer relato Florian Fälbel, más bien un profesor raso, dirige a sus alumnos, o lo intenta, en una especie de campamento volante, un intento de abrirles al mundo y enseñar cosas a pie de calle y de bosque. Como se puede suponer, todo es una sucesión de peripecias relativamente divertidas en la que se pone de manifiesto la inutilidad de la empresa, resultando absurdo el despliegue de conocimientos del maestro ante la ingrata tarea sembrada de dificultades. La vida de un tal Maria Wutz, también maestro, estructura el segundo librito, con un humor algo menos corrosivo, y repleto de digresiones que lo hacen algo menos consistente.

Bajo las historias, de apariencia algo inocua, se esconden algunas de las claves del pensamiento del autor, la frustración (heredada de sus dificultades económicas) ante el favoritismo de los nobles que designaban caprichosamente a sus protegidos para los mejores puestos, y la creencia en un fondo esencial de bondad del ser humano que se trasluce en especial en el desdichado maestrillo Wutz. La sensación, sobre todo en el Florian Fälbel, deja un aroma vagamente quijotesco, ese tipo de relato itinerante durante el que van surgiendo malentendidos, burlas y situaciones comprometidas para sus protagonistas, más o menos cómicas para el lector, y la mezcla de idealismo e ingenuidad que impregna al personaje. Pero ambas obras evocan mucho más al Tristram Shandy, con su afición por la cita erudita, el tono burlesco, el circunloquio excesivo y el gusto por invitar al lector a participar en el relato. Todo hay que decirlo, con bastante menos gracia en la mano de nuestro autor germánico que en la de Laurence Stern.

En torno a los clásicos hay diferentes leyendas. La más extendida entre los no lectores defiende, sin base en nada, porque no los han leído, que son aburridos, ininteligibles, arcaicos, nada que pueda satisfacer mínimamente al lector actual. Es algo obviamente falso, porque muchos de los que calificamos como clásicos (definición aún por precisar) son, con sus peculiaridades, de lectura sencilla, con frecuencia divertidos o sorprendentes, etc., o sea, que no tienen por qué asustar a nadie. Pero también es cierto que hay autores cuyo valor literario, o histórico-literario, nadie discute, pero que puestos frente a frente del lector del siglo XXI (incluso del XX) pues eso, que son difícilmente digeribles. Incluso somos capaces de detectar sus virtudes, un estilo diferenciado, la capacidad de innovación, pero siendo honestos, como lectores de a pie que somos, a lo mejor hay que reconocer que no resultan demasiado atractivos.

Supongo que se entiende que es justamente el caso. No he disfrutado casi nada con esta lectura, he intentado encontrarle la gracia, lo he conseguido a veces, pero con cuentagotas. Y quizá lo que más me ha ayudado ha sido ese magnífico epílogo de Isabel Hernández (también traductora, y autora de las numerosas notas al pie) que glosa la trayectoria de este autor singular, explica cosas que seguro no he sido capaz de ver, y deja una buena panorámica en la que situar a nuestro Jean Paul y pistas para entenderle mejor. Un lujo cuando alguien que domina un tema se esfuerza en hacerlo llegar a quienes somos profanos.


miércoles, 17 de agosto de 2022

Étienne Davodeau. Caída de bici

 Idioma original: francés

Título original: Chute de vélo

Año de publicación. 2004

Traducción: Ana Millán

Valoración: recomendable

El historietista Étienne Davodeau ha mostrado siempre una especial querencia y sensibilidad por el mundo rural, como atestiguan varias de sus obras y también, en cierto modo, esta Caída de bici, que se desarrolla en uno de esos pueblos franceses en los que nunca se ve a nadie por la calle y menos con la calorina del verano (es decir, la mayoría de ellos). Allí acude durante las vacaciones estivales una familia, en un amplio sentido del término: padre, madre, dos hijos, primo, tío chistoso, abuela con demencia senil y amigo pegado que duerme en una tienda de campaña en el jardín, para adecentar la casa familiar, con el objetivo de venderla. Los chiquillos, además de que el más pequeño trate de aprender a montar en bici -de ahí el título del cómic, aunque no sólo-, se entretienen espiando a los obreros que trabajan en la casa de enfrente: un veterano albañil y un díscolo y renuente aprendiz, entre los que no tarda en surgir el conflicto. Aparte de esto, que sirve de motor a la trama y de algún que otro roce entre algunos personajes, el ambiente general en que transcurre la historia es de muy buen rollo, pese a que también haya secretos que carcomen a quienes los guardan, como en toda familia que se precie...


Como es fácil de suponer, la imagen de una "caída de bici" es también una metáfora de las dificultades y tropiezos que encontramos  a lo largo de la vida y la forma de superarlos. Pero que nadie espere aquí un "cómic de autoayuda" o un peñazo pseudofilosófico... no, el tono de las narraciones de Davodeau es siempre sencillo, cotidiano, incluso entrañable, si se quiere. para dar pistas, esta novela gráfica/Bande Desinée recuerda bastante (o más bien al revés, puesto que es anterior) a La casa, de Paco Roca, también sobre una familia que se reúne para adecentar una casa o caseta construida por el padre... También el estilo de dibujo, minucioso y amable, es parecido en ambos autores, por cierto... Pero Davodeau va más allá del ejercicio nostálgico y acaba centrando su historia, repito, en esos secretos y errores que, la que más o la que menos, esconde toda familia. Lo que no significa que sean desgraciadas, o no siempre... a veces es el tenr secretos lo que nos hace felices.


Otros títulos de Étienne Davodeau reseñandos en Un Libro Al Día: El perro bizcoLos ignorantes

martes, 16 de agosto de 2022

Roald Amundsen: Al Polo Norte en avión

Idioma original: Noruego
Título original: Gjennem luften til 88°nord (Amundsen-Ellsworths polflyvning 1925)
Año de publicación: 1926
Traducción: Augusto Mendoza Larsen
Valoración: Entre está bien y recomendable

Está claro que si por algo es conocido el noruego Roald Amundsen es por haber sido el primer ser humano en alcanzar el Polo Sur, tras una dramática carrera contra el tiempo y contra la expedición británica de Scott.

Pero además de este innegable logro, Amundsen llevó a cabo una serie de expediciones "aéreas" por los alrededores del Polo Norte que por sí solas lo hubiesen situado entre los grandes de la exploración polar. Esta que relata el libro que hoy traemos a este espacio es una de esas aventuras, concretamente la que tuvo lugar en el verano de 1925 y cuyo principal objetivo era sobrevolar una amplia zona del Ártico partiendo desde las Svalbard, pero que se vio en parte truncado e implicó unas "agradables vacaciones de 4 semanas" en pleno hielo.

A pesar de lo que el encabezamiento de la reseña puede indicar, "Al Polo Norte en avión" no es únicamente el relato de Amundsen de la expedición. De hecho, este ocupa solo la mitad (aprox) del libro, lo cual personalmente agradezco ya que los diversos anexos hacen del texto algo más completo y poliédrico.

Porque Amundsen sería un explorador del copón, pero el estilo de su texto no me acaba de convencer. Le veo demasiado genérico, frío y lacónico, hasta algo estirado diría, y excesivamente alejado de lo puramente humano, excepción hecha de la parte final del texto.

Más interesante me parecen, en el aspecto literario y "viajero", los apuntes del Teniente Dietrichson. Como que me transmiten más, vaya, gracias a una mirada más compasiva hacia el exterior, más profunda hacia el interior (divagaciones, dudas, temores...) e incluso con una pizca de humor.

Completan el volumen los casi telegráficos diarios de Ramm, periodista que acompañó a la expedición, las notas de carácter eminentemente técnico del Teniente Riis-Larsen (confieso que no me he enterado de una carajo, yo que soy incapaz de montar una estantería de Ikea) y las interesantísimas observaciones meteorológicas de Bjerknes, que contribuyen a ofrecer una visión mucho más completa de lo que los solos diarios de Amundsen harían. 

Por lo tanto, volumen algo irregular en su conjunto pero con páginas y capítulos que los amantes de este tipo de textos seguro encuentran de lo más recomendable. Yo, desde luego, las he hallado.

lunes, 15 de agosto de 2022

Alice Pestana, 'Caïel': Desgarrada

Idioma original:
portugués
Título original: Desgarrada
Año de publicación: 1902
Traductor: Hermenegildo Giner de los Ríos
Valoración: Recomendable 

No creo que muchos lectores de este blog hayan oído hablar de Alice Pestana (salvo aquellos que me sigan por Twitter, porque ya he dado un poco la brasa con ella por ahí); de hecho, muy poca gente, en Portugal o en España, recordarán probablemente su nombre o su seudónimo ('Caïel'), porque salvo en el campo de la Pedagogía, en el que tuvo un papel destacado, y en el del activismo feminista portugués, donde su nombre es casi inexcusable, el resto de las facetas de su vida y de su producción (y como veremos, son muchas) han quedado totalmente olvidadas.

Y realmente es una pena, porque Alice Pestana es una figura interesantísima, que merecería haber permanecido algo más en la memoria cultural ibérica. En ese sentido, esta reseña es solo un paso en una recuperación crítica e histórica que espero conseguir promover en los próximos tiempos, también a través de mi trabajo como profesor e investigador.

¿Quién era, entonces, Alice Pestana? Pues así en resumen, una pedagoga, feminista, escritora, traductora, dramaturga, periodista e intelectual republicana portuguesa, nacida en Santarém en 1860 y fallecida en Madrid en 1929. Y casi podría decirse que en su vida caben dos vidas: hasta 1901, en Portugal, se destacó como activista feminista y pacifista (fundadora, por ejemplo, de la Liga Portuguesa da Paz y autora de un manifiesto titulado Le femme e la paix), y formó parte de la vanguardia del pensamiento pedagógico portugués, de la mano de su maestro Bernardino Machado; durante esta primera fase fue también una autora literaria bastante prolífica, con una obra relativamente extensa que incluye relatos, novelas, literatura infantil y juvenil, y una breve incursión en el teatro. Esta obra apareció casi siempre publicada bajo el seudónimo de 'Caïel', obviamente un anagrama de su nombre, Alice. 
 
A partir de 1901, tras su matrimonio con Pedro Blanco Suárez, se trasladó a Madrid, donde se integró en el círculo de la Institución Libre de Enseñanza (en la que fue profesora); a partir de ese punto su obra literaria se interrumpe, y sus energías se centran en la creación del Protectorado del Niño Delincuente, en sus colaboraciones periodísticas (escribió durante 12 años, por ejemplo, unas "Chrónicas de Madrid" para el Diário de Notícias) o en la traducción de novela, ensayo y teatro. Tras su muerte en 1929 se publicó un In Memoriam con textos de y sobre la autora, que revela la amplitud y variedad de su producción, y también el reconocimiento que recibió entre algunas de las personalidades más relevantes de su época, tanto en Portugal como en España.

Creo que este brevísimo perfil ya da idea de lo interesante que es esta autora, y de lo injusto que resulta su olvido, incluso entre quienes se ocupan de las relaciones culturales entre Portugal y España...

En cuanto a la novela que reseño hoy, Desgarrada, es la última novela que publicó (después de eso vendrían solo dos volúmenes de relatos, De longe (1904) y Retalhos de verdade (1908), y en ella se perciben claramente las huellas del traslado de la autora, de Lisboa a Madrid, poco antes o durante el proceso de escritura de la novela. De hecho, la protagonista de la novela, Germana da Câmara, también se traslada de Lisboa a Madrid, aunque por un motivo muy diferente al de su autora: para huir del oprobio por haberse quedado embarazada siendo soltera. Este traslado marca una clara división en la novela, que quizás no estuviera inicialmente planeada así (me atrevo a conjeturar): la primera mitad está dedicada a los desgraciados amores de Germana con el intelectualoide Ramiro (volveré a él más tarde), mientras que la segunda se desarrolla, unos años más tarde, en torno al hijo de Germana, Francisco, que ha sido adoptado casi como un hijo por el intelectual Manuel de Aguilar (en el que no es difícil identificar a Francisco Giner de los Ríos) y que se ve en la tesitura de tener que decidir si quiere o no conocer a su padre biológico.

Si digo que quizás la novela no fue planeada inicialmente con esta estructura, es porque la primera parte parece plantear una serie de temas o conflictos que se abandonan en la segunda, y de hecho ni siquiera el título, Desgarrada, parece corresponder del todo bien al contenido del conjunto de la obra. Así, en la primera parte, Germana está de hecho "desgarrada", entre creer las promesas y los supuestos ideales de libertad y progresismo de Ramiro, y la formación y el influjo conservador y religioso de su familia, un poco a lo Rosario en Doña Perfecta. (Con esta primera parte se relacionaría, también, la [espantosa] portada de la traducción española que coloco al principio). En cambio, en la segunda parte Germana es ya una mujer segura de sus ideales y de sus convicciones, que ha abandonado a su familia y a su país y que vive volcada en su vida intelectual y en la educación de su hijo; solo la reaparición indeseada de Ramiro sacudirá esa estabilidad duramente alcanzada (pero sin llegar, creo yo, a "desgarrarla" nuevamente, y de hecho como decía el centro de esta segunda parte es más el joven Francisco que ella). 
 
Quizás uno de los elementos más actuales de la novela sea, curiosamente, el personaje de Ramiro, a quien en términos actuales calificaríamos de "(falso) aliado" (de los de "soy aliado send nudes"). Con un discurso progresista y feminista, lleno de supuestos ideales y promesas de libertad para la mujer, lo cierto es que acaba disfrutando de todos sus privilegios (de género, económicos, sociales...) y utilizando a las mujeres para obtener aquello que desea, sea estímulo intelectual, satisfacción sexual o una pequeña fortuna de la que vivir el resto de sus días. Aunque la autora (o mejor, la narradora) nunca es demasiado ácida con Ramiro, como sí lo es en cambio con otros personajes de la novela, sobre todo con los conservadores y los snobs, no deja de ser curioso que hace ya más de 100 años Alice Pestana consiguiese identificar este perfil de presuntos aliados feministas que, en el fondo, lo único que buscan es conservar o aumentar sus propios privilegios.

Me gustaría poder decir que Desgarrada es una obra maestra, que he descubierto a una autora genial que pasará a ocupar un lugar central en el canon de la narrativa portuguesa, pero no puedo llegar a tanto. Sí es una novela notable, diría yo, queirosiana en ciertos aspectos (por ejemplo en las escenas de salón) y en que la autora demuestra una capacidad admirable de introspección psicológica y de descripción social. Narrativamente creo que la estructura irregular de la que ya he hablado no acaba de funcionar del todo, y de hecho la parte final es bastante anticlimática. En todo caso, es una novela interesante por el modo como problematiza cuestiones sobre feminismo, educación, m/paternidad o familia que están ahora mismo, 120 años después, en el centro de muchos de nuestros debates.

Como se puede ver por la portada del principio, y como ya he avanzado, hay una traducción española de esta novela, de 1909, realizada por Hermenegildo Giner de los Ríos, el hermano del famoso pedagogo de la ILE. De hecho, Alice Pestana es, según Elias Torres Feijó, la autora portuguesa más traducida al español en su época. Solo ese dato ya debería servir para indicar que nos encontramos ante una figura de gran relevancia, que convendría seguir leyendo e investigando más de cerca...

domingo, 14 de agosto de 2022

Roberto Bolaño: La pista de hielo


Idioma original: español

Año de publicación: 1993

Valoración: recomendable

Parece (aunque nunca se sabe) que haya acabado la inhumana búsqueda en los cajones (físicos y virtuales) del fallecido - nos acercamos a las dos décadas tras su desaparición, ergo puede que haya reediciones conmemorativas - escritor chileno. Luego toca apuntalar su presencia en este blog con sus primeras novelas, aquellas previas a la explosión acaecida con Los detectives salvajes. Y esa revisión de sus primeras obras publicadas completa la poderosa apreciación de su obra en su conjunto. Como si Bolaño hubiera compuesto un enorme puzzle, un árbol al que hubiera  permitido la integración de esquejes que generan fractales, más que contexto cabría hablar de eso, de micro-mundo que sobrevolar en avioneta y del cual La pista de hielo es una parte curiosa.

Para empezar, la estructura ya apunta la polifonía de Los detectives salvajes, si bien domada, sin flashbacks, pretendidamente lineal aunque parezca la integración de tres diarios que avanzan, aunque sepamos desde el primer momento hacia donde avanzamos. Son tres narradores: Gaspar, Remo y Enric. Ambos ubicados en Z, pequeña ciudad de la costa catalana, cercana a Barcelona, más bien al norte. Empieza el juego: Remo y Gaspar parecen trasuntos del propio Bolaño, muy dado a ello en toda su obra. Son poetas, vivieron y se conocieron en México aunque no queda claro que fueran de allí. Acaban en Catalunya buscándose la vida, y ejercen - otra coincidencia con los primeros años del escritor - las profesiones más dispares, por pura necesidad alimenticia. Vigilantes en un camping, gestores de precarios negocios de bisutería, nada que a uno le vaya a hacer millonario pero que permite a) ganarse el sustento b) disponer del suficiente tiempo para que la mente se evada y uno pueda dedicarse a observar lo que acontece a su alrededor para, llegado el caso, integrarlo en su torrente creativo. Cada uno de estos tres narradores se alterna en capítulos cortos. Enric parece el más prosaico de todos ellos: su tono al dirigirse al lector es plano y carente de estímulo literario. Es un político, un concejal al servicio de Pilar, alcaldesa con ínfulas de grandeza, ávida de ampliar su ámbito de poder y optar a cargo más relevante. Pero Enric se enamora de Nuria, una joven patinadora que ha sido víctima de alguna intriga: se la ha despojado de ayudas económicas y ha sido relegada de su representación en grandes eventos. Enric decide ayudarla y empieza a malversar fondos: acondiciona con ellos el Palacio Benvingut, para que ella entrene. Toma un enorme riesgo personal aunque Nuria está liada con Remo.

Este triángulo de amor bizarro es la base de la novela, con irrupciones tanto desde arriba (esos políticos que no saben nunca por dónde puede surgir el escándalo que dé al traste con sus aspiraciones) como desde abajo (esos personajes al borde de la indigencia que transitan por los campings o las poblaciones costeras), lo que aporta un ligero aire detectivesco, muy tenue en todo caso, pues, como en mucha obra del genio chileno, lo esencial es el desarrollo, el camino, no un final ni una solución de la trama (una mujer aparece asesinada en la pista de hielo, el político es automáticamente el principal sospechoso) que resulta casi abrupta, como si fuera una tapa que hay que pergeñar precipitadamente. Pero la esencia está ahí, el recorrido es literariamente necesario y evocador y, aunque sigo defendiendo Estrella distante como la cúspide de su narrativa corta, resulta que La pista de hielo, susceptible de relecturas que descubren joyas en sus párrafos, es una más que válida novela de iniciación para aventurarse en el universo narrativo de Bolaño.


sábado, 13 de agosto de 2022

Laura Lee Bahr: Carne de ángel

Idioma original: Inglés
Título original: Angel Meat
Traducción: Sofía Barker
Año de publicación: 2017
Valoración: Recomendable

Carne de ángel, antología de Laura Lee Bahr, compila nueve textos. Nueve textos a cada cual más distinto del anterior.

Mis favoritos son: 

  • "Mentirose". Cuento oscuro que destaca por su solvente manejo del suspense y la ambigüedad.
  • "Perro perdido". Estudio de personaje que nos enfrenta a un conmovedor arco de redención. 
  • "Pastel de terciopelo azul". Logrado ejercicio estilístico que funde el espacio-tiempo para reflexionar sobre las relaciones interpersonales y afectivas.
  • "Cabeza de rata". Bizarrada que combina una premisa alocada con un trasfondo profundo. 

Asimismo, aunque el resto de componentes del volumen no me han gustado tanto, creo que tienen virtudes innegables. A saber:

  • La atmósfera onírica, casi metafísica, de "Tangerine".
  • La naturaleza híbrida de "Apagón en Upper Moosejaw" (pastiche de sci-fi romántica) y "La causa" (mezcla de noir clásico con distopía).
  • La intención detrás de "Hora feliz".
  • El componente de autoficción y metaliteratura de "En el desierto". 

En resumen: Carne de ángel es un libro interesante. Estoy seguro de que cada lector será seducido, según sus afinidades, por al menos un puñado de piezas de la buena de Bahr.

viernes, 12 de agosto de 2022

Andrés Montero: Tony Ninguno

Idioma original: Español

Año de publicación: 2014

Valoración: Recomendable

El narrador es una función tramposa. Te lleva, te trae, te agarra de la mano, te suelta, te señala la Luna y tú, como tonto, miras la Luna (¿o era el dedo?).

Mucho de eso hay en esta breve novela del chileno Andrés Montero, en un texto que comienza un poco al estilo "Cien años de soledad", con su circo, su árabe "extraño" y su maldición, da paso a la historia del clan familiar del Circo Garmendia y termina pegando un triple salto mortal con el que el edificio gana altura y la novela acaba sorprendiendo para bien. 

Por tanto, costumbrismo, realismo mágico y el más o menos clásico juego del "texto dentro del texto dentro del texto" (mise en abyme, que decimos los intelectuales) para una novela que habla, mezclando drama y comedia y con un obvio aire de cuento oriental, de pequeñas historias familiares, de amores y odios, de relaciones de poder, ilusión y realidad, etc. 

Pero el juego no se reduce a los géneros narrativos. El circo como espacio físico ejerce de frontera entre el mundo real y el mundo de los "sueños" (¿cuál es cuál?) y el truco se multiplica. ¡Nos ha salido un autor juguetón, vaya!

Si por algo creo que destaca este "Tony Ninguno", además de por el ya comentado giro final y por la mezcla de géneros, es por la elección de la voz narradora. Javiera, miembro del clan familiar, testigo y protagonista de la novela, es a su vez la "cuentacuentos" del circo (otra vez el narrador tramposo?) y su elección como hilo conductor de la historia no es ni casual ni inocente.

¿O quizá todo lo anterior es solo una engañifa, un truco de prestidigitador? Si lo queréis saber, acercaos al Circo Garmendia y a la historia de Tony, Javiera y demás familia. No os decepcionará. 

jueves, 11 de agosto de 2022

Anna Gavalda: Quisiera que alguien me esperara en algún lugar

Idioma original: francés

Título original: Je voudrais que quelqu'un m'attende quelque part

Año de publicación: 1999

Traducción: Isabel González Gallarza

Valoración: entre recomendable y está bien

Primer libro de cuentos publicado, al final del siglo pasado, por la después muy exitosa escritora francesa Anna Gavalda y cuya frescura y humor, que no ha perdido, contribuyeron justamente a proporcionarle tal éxito. Bueno, no ha  perdido aunque sí, quizá, se haya empañado ligeramente su brillo, pues los años no pasan en balde y los guiños o referencias que por entonces resultaban de lo más actual, este acelerado siglo XXI ha dejado ya un poco viejunos... o mejor digamos vintageEl humor, en todo caso, sigue siendo el punto fuerte de estos relatos -en los que aparece, que no son todos- y también es lo que hace funcionar a unos mejor que otros, en mi opinión... Muchos de ellos, además, son historias de amor -en las que, por cierto, las situaciones (des-) amorosas se resuelven, en uno u otro sentido, gracias a la iniciativa de las mujeres, incluso siendo personajes secundarios- y, en fin, la mayoría tratan de las expectativas de sus protagonistas, luego cumplidas o no... 

Pero vayamos al lío: ya digo que, para mí, algunos de los mejores cuentos del libro son los que destilan una mayor concentración de buen humor; en este rango, destacaría Junior, sobre las tronchantes desventuras de un joven "cayetano" que toma prestado el jaguar de su papi y Clic-clac: las desventuras, en este caso, de un oficinista que vive con sus hermanas y se encoña suspira por las curvas de una compañera de trabajo. También con un todo desenfadado aunque quizás un poco menos logrado, podemos hablar de Epílogo, una especie de autoficción -o autoparodia, más bien- en la que la autora cuenta las supuestas vicisitudes qque precedieron a la publicación -o no publicación- de este mismo libro; The Opel Touch, en la que la protagonista es una estudiante con quizás excesiva tendencia a la ironía o incluso el sarcasmo, y Ambre una historia sobre una estrella de rock un tanto politoxicómano, contada por el mismo (aquí `puede resultar divertido ponerle al protagonista los rasgos  y voz de algún cantante real). El tono desenfadado lo encontramos asimismo en el primer cuento del libro: Pequeñas ocupaciones germanopradinas -la traducción del título se carga un juego de palabras, por cierto-, una historia muy parisina que resulta un tanto forzada, creo yo (a no ser que se tratara también de pergeñar una parodia, claro).

Por el lado "serio" o incluso trágico, también encontramos relatos bastante destacables: Interrupción Involuntaria del Embarazo (supongo que no hace falta explicar de qué va), también de lo mejor de esta recopilación; Este hombre y esta mujer, sobre un matrimonio burgués de mediana edad; la epatante El suceso del día y la aún más conmocionante , si cabe, Catgut, que refuta cierto conocido refrán sobre la venganza...Por último, dos historias de amor que, pese a mostrar gran sensibilidad e incluso emoción, a mí me han resultado más aburridas (ojo, que bien podrían contarse entre las favoritas de otros lectores/as, no digo que no): Permiso y Durante años.

En general, destacan la gran agilidad y versatilidad de la prosa de Gavalda, que posee un muy buen oído para los registros coloquiales y muy buena mano para combinarlos con un tono más "literario". También buen ojo para la observación costumbrista, empezando por la construcción de personajes, que hace que, con seguridad, muchos de sus lectoras/es sientan en algún momento cierta identificación con los mismos, incluso cuando los relatos no terminan con una resolución del todo satisfactoria; sin duda, en esto radica buena parte del éxito de esta escritora. Habrá que comprobar alguna vez si ha conservado este toque para provocar la empatía en sus obras posteriores...