Idioma original: español
Año de publicación: 2020
Valoración: muy recomendable
Un anciano que fue un escritor de cierta celebridad, que dejó de publicar novelas hace más de 40 años, resiste junto a varias personas escondido en las instalaciones de un antiguo psiquiátrico en Reus, Tarragona. Empieza a redactar un diario a lo largo de 99 días, diario para el que aprovecha hojas en blanco, hojas de cortesía que arranca de los ejemplares de la biblioteca del centro. Sus compañeros son de lo más variopinto, incluyen tanto antiguo personal del centro como pacientes y otras personas que se han unido. Deben abandonar la instalación en unas semanas pues la zona va a ser evacuada a cuenta de una serie de acontecimientos que, año 2066, quedan en un incómodo pero atractivo misterio. El mundo, en cualquier caso, es muy diferente al de hoy en día. Una aceleración tecnológica que queda demostrada en ciertos neologismos (alephone, petbot, óvalos) ha sido bruscamente cortada y parece que los más válidos para la supervivencia son los que no han crecido en dependencia tecnológica absoluta. También, mira que casualidad, ha habido una pandemia.Hay escasez de energía, de alimentos, un panorama obviamente apocalíptico.
Un tema un poco extraño que en manos de muchos resultaría hasta risible, algo grotesco. La cuestión de la pandemia le otorga una casual vigencia, pero la novela se escribía ya en 2018 cuando nada imaginábamos (muchos) sobre todo esto de ahora. Delicado, insisto, que semejante trama no se le escapara de las manos a cualquiera. Pero a Pablo Martín Sánchez, perteneciente a OULIPO, autor nacido, como el protagonista, en Reus (más detalles, mismo año, mismo número de letras componiendo el nombre y apellidos) no le sucede. Esta es una novela escrita con enorme audacia, sin miedo a planteamientos estrafalarios a priori, resuelta a la perfección, con una pericia narrativa, que, aleguemos algún momento de parón relativo y ya sería mucho alegar, mantiene al lector, casi espectador, pues contamos con un potente apoyo visual, pendiente, diría enganchado pero no me gusta el término, pero el poder de la novela me ha sorprendido, y no solo es visual por la presencia de alguna oportuna ilustración; Martín Sánchez parece no compartir la alergia actual a las descripciones y ya os digo que Diario de un viejo cabezota daría para una buena película pues hay aquí trama y poderío, por supuesto literario y no creamos que estamos ante una distopía de aventuras, la novela me ha parecido realmente brillante y su planteamiento muy adaptable a diversas lecturas.
Cierto es que tales temáticas ya han sido tratadas y que Pedrolo, McCarthy y otros muchos ya han presentado mundos apocalípticos. Martín se evita el berenjenal político pero ahí ha habido un confrontamiento entre civilizaciones, un Pacto de la Vergüenza, una Tercera Guerra, referéndums de autodeterminación, guerras civiles, etc. El panorama en que nuestro protagonista escribe un diario, tras años de no escribir, y, alternando pura narración con puntuales apelaciones a su mujer fallecida, detalla ese mundo en una novela que alterna el perfil psicológico y los eventos de cierta acción sin que en ningún momento el ritmo se resienta, sin que el buen nivel estilístico descienda un segundo, consiguiendo que nos sintamos a la vez interpelados por la intriga y agraciados por el obvio placer lector. Un hallazgo que iba echando de menos.
12 comentarios:
Joder, qué pintaza! Qué raro que este libro no haya aparecido en ninguna lista de "Lo mejor de 2020" (guiño - codazo - guiño)!
Por cierto, aunque imagino que ya lo habrás visto, hace poco se ha reeditado "Nada es crucial", una novela de este mismo autor publicada originalmente hace 10 años.
Creo que Nada es crucial es de otro autor.
Y crees bien! He metido la pata hasta el fondo. Solo coincide en q se llama Pablo
Pablo Martín Sanchez es un muy buen escritor. Este último lo tengo pendiente pero es sólo cuestión de tiempo. Que no publique en una de las grandes es una incógnita que sólo nos podría explicar él. Y precisamente por eso, no es un autor conocido para el gran público. Aún así, el novelón de su debut le funcionó bastante bien a Acantilado, creo. Es gratificante ver que bastantes librerías siguen manteniendo en su fondo “El anarquista que se llama como yo”. Le ocurre algo parecido a Fulgencio Argüelles (su estilo nada tiene que ver), otro escritor de fuste que sigue siendo bastante desconocido.
No me cabe duda que la reseña es acertadísima.
Una precisión para maliciosos. Que los dos publiquen en Acantilado no me delata. Soy un lector de a pie y nada tengo que ver con la industria editorial. Aunque alguno podría lícitamente pensar eso de excusatio non petita...
De verdad, que son muy buenos ambos, uno de Reus y otro gijonés, hablo de memoria.
Saludos desde la meseta castellana en una sobremesa gélida, como tantas por estos lares.
Creo que el autor no tenía nada interesante que contar y salió esto.
Decepción absoluta, teniendo en cuenta su trabajo anterior.
Por fin Pablo Martín Sánchez en unlibroaldia!!! Merci beaucoup, Koldo
Yo no he sido, jajajajaja. Ha sido el gran Francesc Bon!!
Mil disculpas, Francesc. Agradecida. Era por levantarle el ánimo a Koldo por su tremendo patinazo.
Tiene buena pinta.. Kempes 19
Gracias por los comentarios, perdón por la tardanza y asegurar a todo el mundo que leerá más cosas de este hombre.
Termino el libro ahora mismo. La verdad que un poco decepcionado. Había visto la entrevista al autor en página dos y había leído la reseña de ULAD y tenía expectativas muy altas. Sin embargo, el libro me ha parecido flojo. La premisa inicial es bastante interesante pero no ha terminado de engancharme, los recuerdos que evoca no me han dicho nada y las constantes referencias a personajes me han resultado un poco pesadas. Aun así, me parece que el libro mejora en su segunda parte.
Ahora me toca elegir el siguiente, siguiendo recomendaciones de ULAD, estoy entre Terroristas Modernos, Walt Withman ya no vive aquí o Americanas Ilustres.
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