Año de publicación: 2022
Valoración: Recomendable
No había oído hablar de Abilio Estévez hasta que la magnífica reseña + entrevista de Archipiélagos me puso sobre la pista del habanero. La reciente publicación de este "Cómo conocí al sembrador de árboles" ha sido la excusa perfecta para adentrarme en la obra de un autor del que volveré a hablar en un futuro. Y esto es debido a que la impresión general ha sido más que favorable, lo que me ha llevado, siguiendo la recomendación del gran Gerardo Fernández Fe, a comprar "Tuyo es el reino".
Insisto: la impresión general es muy positiva y, aunque resulta complicado valorar una colección de 22 relatos (con sus correspondientes prólogos / preludios, tan (y a veces hasta más) interesantes que los propios relatos) en los que, como es normal, hay un poco de todo: relatos magníficos, notables, prescindibles, etc, tras su lectura queda una sensación final, un cierto poso que el paso de los días va asentado en tu cabeza y que te dice que sí, que el libro te ha gustado.
Siguiendo con las generalizaciones, varios son los temas que comparten la mayoría de los relatos: la "cubanidad", la memoria deformante, el desarraigo y la soledad, el miedo y la búsqueda, el recuerdo como enfermedad, Cuba como herida, el individuo y la Historia, etc. En lo estilístico, los relatos comparten tonos y atmósferas que oscilan entre la melancolía, la tristeza y la belleza, desarrollos elusivos y finales abiertos. En Estrellas propicias, por ejemplo, se reúnen buena parte de estas "obsesiones".
Creo que lo más destacable de los relatos de Estévez son los citados tonos y atmósferas, gracias a magníficas descripciones de lugares y ambientes y a acertadas caracterizaciones de personajes, como en el caso de Playa Baracoa, en casa de la tía Emma.
Quizá en ciertos momentos se pueda acusar al autor de algún exceso descriptivo y de la ausencia de inmediatez, tensión o "electricidad" que suele caracterizar al género breve, hasta el punto de que algunos de los relatos, como Todos los caminos del mundo o Yo sé que nunca besaré tu boca, pueden parecer más esbozos de futuras novelas, pero lo positivo supera claramente a lo negativo.
Por último, quiero citar 5 de mis relatos favoritos del volumen. Serían:
- El caballo de la calle Samaritana, por el riesgo formal y la fuerza de algunas de las imágenes.
- Jamaica, las montañas azules, quizá el relato que mejor muestra el desarraigo y extrañeza de los protagonistas.
- Grietas, relato de toque gótico construido en base a contrapuntos.
- Faluca sobre el Nilo, metafórico texto en el que enfermedad y huida se mezclan.
- Cómo conocí al sembrador de árboles, hermoso cuento circular en el que lo elusivo y lo melancólico combinan a la perfección.
Lo dicho. Volveré a leer a Abilio Estévez y volverá a aparecer por ULAD.
También de Abilio Estévez en ULAD: Archipiélagos
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