Idioma original: Japonés
Año de publicación: 1992
Título original: 国境の南、太陽の西, Kokkyō no minami, taiyō no nishi
Traducción: Lourdes Porta
Valoración: recomendable
La constante polémica que rodea la valoración literaria de Haruki Murakami, reverdecida cada vez que se publica o se traduce una novela, o que suena su nombre para el Nobel, acaba resultando un serio inconveniente. Pues parece que los libros de este escritor no puedan ser merecedores de otra valoración que el entusiasmo o la crítica más feroz.
Creo que Murakami es responsable, pero no culpable ni de su éxito ni de la voracidad con la que sus editores explotan ese filón. Creo, entonces, que debemos intentar abstraernos, cosa cada vez más difícil, y valorar sus novelas en función de sus méritos concretos. Y una a una. Para qué complicarse más. Que si sus personajes suelen parecerse y sus tramas repetirse en sus esquemas. Ah. Lo hacen otros y tenemos aquello de los mundos propios y los universos tejidos por un creador. Lo hace Murakami, y es reiteración. Curioso.
Pues Al sur de la frontera, al oeste del Sol resulta ser un buen libro, una novela más que solvente. Veis, alguno ya dejará de leer justo a aquí. Alguno ya ni habrá empezado, al ver que la valoración es, para lo que se espera hablando de un murakami (así, en minúsculas), una valoración, digamos, inocua. No, no hay un combate a dirimir en esta reseña. Lo que hay es una historia de reencuentro y de cierre de ciclo y de ajustes emocionales con el pasado. Una como otras, claro, y como otras de Murakami, por supuesto. Pero una historia bien estructurada, bien narrada y con los resortes de estilo y de contemporaneidad que hacen de este hombre, hoy en día y pese a quien pese, un valor seguro para la industria que necesita grandes cifras para poder apostar por valores no tan vendibles.
Hajime habla de su vida, de sus amores de adolescencia y de juventud y de su condición de hijo único como hecho trascendente en el devenir de sus relaciones con las mujeres. Y su historia nos atrapa por su naturalidad y su sencillez. Una historia en la que se debate entre amores que representan etapas de la vida, que representan elecciones a nivel personal que nunca acaba de tomar con decisión, como si necesitara de alguien que apretara una tecla para que su adolescencia acabase.
Hay que reconocer que Murakami no está en la primera división literaria por ser un portentoso creador, es decir, por méritos artísticos, si no por méritos comerciales, pero que no es un escribidor de fast-food literaria, para nada. Y que Tusquets simplemente pone a disposición del público lo que el público parece acoger con agrado.Algo que no debe parecernos terrible ni perverso. Simplemente otorgarle su lugar: millas atrás de Franzen, peromuchas millas por delante de Dan Brown.
Sobre Murakami: A vueltas con Murakami, y de Murakami en UnLibroAlDía: After Dark, De qué hablo cuando hablo de correr, Kafka en la orilla, Tokio blues, Los años de peregrinación del chico sin color, El elefante desaparece, De qué hablo cuando hablo de escribir, La muerte del comendador
Sobre Murakami: A vueltas con Murakami, y de Murakami en UnLibroAlDía: After Dark, De qué hablo cuando hablo de correr, Kafka en la orilla, Tokio blues, Los años de peregrinación del chico sin color, El elefante desaparece, De qué hablo cuando hablo de escribir, La muerte del comendador
9 comentarios:
Coincido, más o menos, con la opinión del autor de la reseña. En mi opinión, el problema de Murakami es que se repite. Lo que resultó una agradable sorpresa en novelas como Sputnik, mi amor o Crónica del pájaro que da cuerda al mundo -lecturas con las que disfruté mucho- corre el riesgo de convertirse en reiterativo. Dicho lo cual, no comparto la inquina que le profesan algunos. Me parece desproporcionada. Diría que en buena medida reside en que se ha convertido en un autor de éxito, en un fenómeno editorial. ¿Es eso necesariamente malo? ¿Le hace sospechoso a la fuerza?
Yo soy una de esas personas que le tienen inquina a Murakami :P (Bueno, no llega a inquina, pero sí me irrita ligeramente).
Como expliqué en alguna entrada, no sé en cuál, mi problema con Murakami es que esté tan extraordinariamente sobrevalorado. No tengo ningún problema con que un autor consiga el éxito, tenga lectores fieles o se convierta en un fenómeno mundial; mi problema empieza cuando se habla de él como eterno candidato al Nobel, por ejemplo, cuando en mi opinión existen decenas, si no centenares de escritores que lo merecerían mucho más que él.
Murakami es un buen escritor que, como tú dices, resulta repetitivo a la tercera o cuarta novela que lees de él. Es agradable, entretenido, sorprendente a veces... pero a mí no me dice nada esencial sobre la vida o sobre el mundo: lo leo, está bien, vale, paso a otra cosa y ya lo he olvidado.
Es muy diferente la impresión que me produce leer novelas de Kundera, Kadare, Philip Roth, Lobo Antunes... por citar solo algunos otros no-Nobelados.
Bueno! Un amago de polémica muy escuchimizado y donde todos nos movemos civilizadamente en nuestro corto margen respecto a este hombre. Yo un día probaré con una de sus novelas más "largas" a ver si cuando intenta afrontar cotas más ambiciosas se pega el trastazo o no. Gracias por los comentarios!
A mí me parece que Murakami escribe muy bien, tiene un gran dominio del párrafo, sobre todo y hace que sus libros se lean con facilidad, pero sus argumentos y personajes son bastante vacuos, por más que les pretenda dar una profundidad existencialista.tristona. Al final, todo son excusas para meter unas cuantas escenas calentorras, pero a la japonesa, que tiene más morbo....( aunque igual no tantopara los japoneses, supongo....) en fin, qué cn leer una par de ellos, es suficiente para hacer se una idea. Seguro que le dacaban dando el Nobel, eso sí.
Pues eso, Jonan. Que quizás el mejor favor que se puede hacer a Murakami es una ñectura limitada y espaciada en el tiempo. No se merece el Nobel, de eso no me cabe duda.
Gracias por el comentario.
que le den el nobel y se tire a descansar
Un Zasca breve pero un Zasca al fin y al cabo.
Murakami es buenísimo, en mi opinión. Hay que atreverse con “Crónica de un pájaro....” Seiscientas páginas que proporcionan un auténtico placer y, luego, unas cuantas decepcionantes hasta llegar a un final no conseguido. Pero que me quiten lo “bailao“.
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