tag:blogger.com,1999:blog-85700747729402675542024-03-19T12:10:09.459+01:00Un libro al díaCada día, una nueva reseñaSantihttp://www.blogger.com/profile/03340701547489427642noreply@blogger.comBlogger5501125tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-17758249885081756792024-03-19T12:00:00.030+01:002024-03-19T12:00:00.136+01:00Isobel English: Todos los ojos<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5jhNSOCiPDdDdWoMPrIvlVK7THy9WPhCkHHTF-FDPbUwf1eQrq_8JDdhhDJmXn-YF9KpFI0wKFFpEQtiRQxT7OwOXwL1A628_chPvCGQBNSLePL4cfpN_GPyA9TwWekSL0Wxtuokh_ku48lzDQ2buiIXzKNWzC7VcTWBPLd2vsJMSVteqkVpwdZDUL43J/s275/descarga%20-%202024-03-17T183756.142.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5jhNSOCiPDdDdWoMPrIvlVK7THy9WPhCkHHTF-FDPbUwf1eQrq_8JDdhhDJmXn-YF9KpFI0wKFFpEQtiRQxT7OwOXwL1A628_chPvCGQBNSLePL4cfpN_GPyA9TwWekSL0Wxtuokh_ku48lzDQ2buiIXzKNWzC7VcTWBPLd2vsJMSVteqkVpwdZDUL43J/s1600/descarga%20-%202024-03-17T183756.142.jpeg" width="183" /></a></div><b>Idioma original:</b> Inglés<br /><b>Titulo original:</b> Every eye<br /><b>Año de publicación:</b> 1956<br /><b>Traducción:</b> Julia Osuna<br /><b>Valoración:</b> Bastante recomendable <p></p><p style="text-align: justify;"><i>Todos los ojos e</i>s el primer libro que se publica en España de la autora inglesa Isobel English (valga la redundancia) y espero que no sea el último, de verdad.</p><p style="text-align: justify;">A nivel argumental, podríamos resumir la novela como la historia de una vida. O, mejor dicho, la historia de una vida tirando de la vida (y la muerte) de otra.</p><p>Es Hatty, la narradora y principal protagonista de <i>Todos los ojos</i>, quien repasa su vida partiendo del fallecimiento de su tía Cynthia. Esto supone que pasado y presente se fundan en la narración, sin olvidar nunca que el tiempo y la distancia ennegrecen las cosas, que <i>la vida se vive hacia delante pero se entiende hacia atrás.</i></p><p>Varios son los aspectos que me gustaría destacar del texto. Así:</p><p></p><ul style="text-align: left;"><li style="text-align: justify;">Las transiciones entre pasado y presente. Momentos, tenues hilos nos llevan de unos tiempos y lugares a otros y hacen que esos traslados fluyan con naturalidad.</li><li style="text-align: justify;">Las descripciones, breves y precisas. Sirva como ejemplo: <i>la cara de la mujer tiene la textura del ante más fino, espolvoreada con un rubor cárdeno, y su pelo de plata hilada bajo un penacho de airones blancos.</i></li><li style="text-align: justify;">Su parte "viajera". Hatty viaja de Londres a Ibiza y buena parte de ese recorrido puede leerse como una buena crónica viajera. Sus observaciones sobre paisajes y gentes, sobre belleza y horrores de la España de la época van del impresionismo al costumbrismo, de lo puramente sensorial a lo casi antropológico, y son dignas de mención.</li><li style="text-align: justify;">La evolución del personaje principal, de esa Hatty timorata e insegura por un "defecto físico" de nacimiento a esa otra Hatty que rememora su vida cuando ronda ya los 35 años de edad. Poco o nada tienen que ver entre sí.</li><li style="text-align: justify;">El final, tan hermoso y triste como "redondo", que cierra el círculo de una novela más que recomendable.</li></ul><div style="text-align: justify;">P.S.: Han pasado unos días desde que terminé y desde que anoté mis primeras ideas sobre la novela. Desde entonces, el libro ha crecido en mi cabeza. Igual en un tiempo tocará relectura.</div><p></p>Koldo CFhttp://www.blogger.com/profile/03234946910662770301noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-21928157420157298042024-03-18T12:00:00.148+01:002024-03-18T12:48:55.200+01:00Benjamin Moser: Sontag. Vida y obra<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgryw4YnzTUYX71XjNbA8dMcp-ZlEty-kszT9jZOhaLymeZGsYuP1n_UrAKq2sqYh56sX2P8J5nKD3UXWlq99sZVwcj6MPfL5IMcOAb1i61gERdQ75JfMy61GqmHCqBgN7FYIuMstTsYKC_W0HCFX6FuY0m9czpw7Zdpoq6W7GNrVyQoToH7RD0W9e3zImR/s867/sontag.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="867" data-original-width="552" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgryw4YnzTUYX71XjNbA8dMcp-ZlEty-kszT9jZOhaLymeZGsYuP1n_UrAKq2sqYh56sX2P8J5nKD3UXWlq99sZVwcj6MPfL5IMcOAb1i61gERdQ75JfMy61GqmHCqBgN7FYIuMstTsYKC_W0HCFX6FuY0m9czpw7Zdpoq6W7GNrVyQoToH7RD0W9e3zImR/w255-h400/sontag.jpg" width="255" /></a></div><p style="text-align: justify;"> <b>Idioma original:</b> inglés<br /><b>Título original:</b> Sontag<br /><b>Traducción:</b> Rita Da Costa<br /><b>Año de publicación:</b> 2020<br /><b>Valoración:</b> Casi imprescindible</p><p style="text-align: justify;"><i>Vida y obra. </i>El subtítulo<i> explicativo</i> (ausente en el título original) podría parecer innecesario, pero hay que poner al lector en antecedentes, que nos enfrentamos a ochocientas veinticinco páginas (intercalo suspiro melancólico al no atisbar futura TochoWeek en que encajar esta reseña) y no es cuestión de sentirse engañados ni un segundo. Por si no la conocemos o no entendemos el contexto, la de la portada es Susan Sontag y esta es - sin menosprecio de otras - una biografía completa y exhaustiva que recorre su existencia en lo personal y en lo literario.</p><p style="text-align: justify;">Aunque quizás debiéramos decir "en lo intelectual". Si bien en este blog tardamos algo en prestarle atención, y uno quizás especularía si no fue acaso por esa avasalladora imagen de <i>pensadora </i>aplicada a muchos campos y a muchos canales no siempre estrictamente literarios. Porque Sontag, ensayista, novelista, periodista, reportera, es una figura capital de la escena cultural norteamericana prácticamente a lo largo de cualquier década de su existencia adulta. Y Benjamin Moser, ya tocaba mencionar al autor, acomete en estas páginas un estudio profundo y secuencial de su carrera. Un dato: los agradecimientos y las notas para documentar todas las referencias representan unas ciento veinte páginas de este volumen. Un trabajo descomunal que le reportó a su autor un merecido Pulitzer (un premio de esos que aún mantienen prestigio). </p><p style="text-align: justify;">En cualquier caso, es muy de agradecer que a Moser no se le nubla el juicio al acometer un proyecto tan ambicioso. Lejos de representar una rendición constante, Moser indaga y usa testimonios de primera mano y las reverencias están cuando se justifican. Sontag mantuvo una obra en público pero su existencia fue objeto de mucho seguimiento y especulación. Sus volúmenes de diarios, a los que Moser accedió, aportan, aunque no siempre de una forma clara y directa, información adicional sobre aspectos de su vida personal, que por capilaridad asomaban en su obra. Porque Sontag no se limitó a aportar su contribución literaria, a la que la lectura de este libro empuja irremisiblementem, sino que contribuyó con su decidida existencia: mujer en un mundo, el comunicativo, monopolizado por los hombres, estandarte de una sexualidad libre y desinhibida, aunque hubiera de pagar el peaje de la época y mantuviera ocultas sus relaciones sentimentales, la última de ellas con la célebre fotógrafa Annie Leibovitz.</p><p style="text-align: justify;">Primorosamente escrita y reportada, esta biografía muestra igualmente sus flaquezas, que no sabremos nunca si fueron causa o consecuencia de su turbulenta personalidad, marcada tanto por su poderoso atractivo físico como por su capacidad intelectual, una erudición no siempre asequible al público medio, la de una voraz lectora y una persona con una enorme preocupación por lo que pasaba a su alrededor, que le llevó a manifestarse de forma muy contundente en lo político. Pero Moser no solo escribe sobre la intelectual de izquierdas que incomodaba por su valentía y su determinación. También lo hace sobre una mujer impetuosa y visceral que no encajaba en los estereotipos que se esperaban de ella. De una persona que a veces sometía a la gente que la rodeaba a situaciones difíciles por lo tormentoso que podía ser, ocasionalmente, su caracter. Hay capítulos enteros dedicados casi a analizar psicológicamente cómo su inquietud y su actitud hacia el mundo dificultaron sus relaciones con su madre, con sus parejas de ambos géneros, cómo ella misma puso en tela de juicio si había sido una buena madre para su hijo, el también escritor David Rieff. <i>Sontag </i>no es una hagiografía y esto se agradece. Quizás porque a estas alturas el lector ya dispone de muchos canales de consulta y contraste. Ello tampoco lo convierte en una especie de recorrido dramatizado que busque desmitificar. Todo está allí de forma transparente y objetiva, y leerlo es un gran placer que desboca nuestra curiosidad.<br /></p><p></p>Francesc Bonhttp://www.blogger.com/profile/04808954545083038445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-59065723350921554022024-03-17T12:00:00.047+01:002024-03-17T12:00:00.146+01:00Laura Piñero: Aquellos años accidentales<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGLWi3ydxP85cOVxL47thpgGi1odTHHie6ycJwar_IM9tpXHtZ_YR9psBW0Q8igvctwgybwBZqvL1_3pjn2zC0-VMlE_efTwPx9Cwh2FUaSVH94DSjbcVknlnvgu2ksGM3IZ-fuhQJjtFCLfFycYfnhCec8Di7yUfR1U3s51N3v8H5j1xd8RDJ9KjIpFSM/s225/Pi%C3%B1ero.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGLWi3ydxP85cOVxL47thpgGi1odTHHie6ycJwar_IM9tpXHtZ_YR9psBW0Q8igvctwgybwBZqvL1_3pjn2zC0-VMlE_efTwPx9Cwh2FUaSVH94DSjbcVknlnvgu2ksGM3IZ-fuhQJjtFCLfFycYfnhCec8Di7yUfR1U3s51N3v8H5j1xd8RDJ9KjIpFSM/w320-h320/Pi%C3%B1ero.jpg" width="320" /></a></div><b>Idioma original</b>: castellano<br /><p></p><p><b>Año de publicación</b>: 2023</p><p><b>Valoración</b>: Recomendable</p><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Resulta que ahora, al mismo tiempo que se reivindica a las divas del franquismo como mujeres empoderadas y adelantadas a su tiempo, se menosprecia la Movida madrileña, y la eclosión musical y cultural de principios de los años 80 queda apenas en un bluff, de igual forma que ciertos cambios que en otro orden hasta hace poco se consideraron históricos (y véase qué prudentemente esquivo entrar en detalles). Todo está sujeto a revisión, y las valoraciones que tradicionalmente se daban por incuestionables sufren de pronto una voltereta completa. Desde luego es muy sano poner en tela de juicio las certezas, pero su desmantelamiento tampoco tiene por sí mismo que conducirnos a la verdad.</p><p style="text-align: justify;">Pero no nos pongamos tan trascendentes, aquí hablamos de música, de gente que muchas veces no sabía tocar ni cantar, pero estaban locos por hacer cosas nuevas, por romper esquemas, divertirse y provocar, de aventuras discográficas, intentos ingenuos por hacerse escuchar, y crear con más o menos fortuna sin pensar en nada más. Ahí surge un auténtico tsunami de grupos (grupos, sí, esa cosa que muchos chavales hoy día ni siquiera conciben), formados por gente muy joven que a veces se reparte por sorteo los instrumentos, o se deciden a cantar por primera vez en su vida. La Movida, Madrid, fue el lugar más vistoso de la erupción, aunque ni mucho menos el único.</p><p style="text-align: justify;">Como editar un disco era algo casi inalcanzable y las multinacionales despreciaban a toda esta horda de muchachos herederos del punk y su entorno (los despreciaban hasta que empezaron a ver que podían generar negocio), algunos se decidieron a montárselo por su cuenta, levantando pequeñas discográficas independientes donde autoeditarse y publicar a algunos colegas o grupos que les gustaban. Todo empieza como un juego, una aventura sin más objeto que ver tu música en un vinilo expuesto en la estantería de la tienda. DRO es el sello creado a partir del grupo de pop electrónico liderado por Servando Carballar, sobre cuya historia pivota el extenso libro de Laura Piñero.</p><p style="text-align: justify;">No fue la única independiente, ni siquiera la más antigua, pero por circunstancias terminó por absorber o fusionarse con otras dos de las más importantes, Grabaciones Accidentales (GASA) y Twins. De este trío (más alguna otra, como Tres Cipreses, absorbida poco antes, y Nuevos Medios, a la que casi ni se menciona) salió la gran mayoría de grupos que rompieron esquemas a principios de los 80, prácticamente todos los que pueden venirnos a la cabeza ahora mismo. Y lógicamente la empresa, en principio totalmente amateur, se fue transformando en algo cada vez más grande y más profesional. El éxito, en el que inicialmente nadie pensaba, empezó poco a poco a hacerse realidad, y todo fue tomando la forma de un proyecto importante, cada vez mejor relacionado con las radiofórmulas, con un modelo de gestión más o menos homologable a cualquier empresa, y medios para lanzar comercialmente a sus artistas. Artistas, por cierto, progresivamente menos contestatarios y más proclives a encabezar listas comerciales, coleccionar discos de platino y llenar estadios, aunque seguramente sin abandonar del todo la apuesta por una música en los márgenes de lo puramente comercial.</p><p style="text-align: justify;">El libro, como creo que ya he apuntado, tiene unas generosas quinientas páginas, y muestra más trabajo de campo que elaboración back office. Se presenta como una sucesión de numerosas entrevistas con multitud de personajes (artistas, productores, diseñadores, periodistas musicales, distribuidores) que cuentan su experiencia en o alrededor de DRO, sus primeros éxitos o fracasos, las grabaciones en estudios mejor o peor montados, los conciertos y las peripecias para sacar tiradas de discos o hacerlos llegar a las tiendas. Muchos nombres, muchas anécdotas y muchísima música que parece que vayamos escuchando según nos hablan de todo ello. </p><p style="text-align: justify;">Me parece que la exposición peca de cierto desorden y de la voluntad de no dejar fuera a nadie (nadie que haya tenido alguna relación con el sello), y tampoco creo que aporte demasiados datos que no fueran ya conocidos, de manera que lo que queda, más que información es un sedimento, la sensación de haber explorado un poco las tripas de aquel mundillo musical. En mi opinión personal el interés del libro va poco a poco decreciendo, en parte por exceso de volumen, pero sobre todo porque también va disminuyendo el atractivo de lo que se está contando. A mí al menos me atrae mucho más saber de la explosión de bandas y sellos discográficos de los primeros 80 con toda su ingenua vitalidad, su espontaneidad y desparpajo, que el rumbo a la fama de grupos que unos años más tarde encontraron el camino mucho más transitable. Pero bueno, la trayectoria posterior del sello y sus voces destacadas más recientes lo dejamos para quien se anime con la lectura.</p><p style="text-align: justify;">En todo caso, es un libro entretenido y a veces interesante. Y, por si despierta alguna curiosidad, y ya que no he citado a nadie hasta ahora, ahí van algunos de los muchos grupos que con más o menos protagonismo, desfilan por sus páginas: Aviador Dro, Siniestro Total, Nacha Pop, Los Nikis, Os Resentidos, La Dama se Esconde (todos con pasado en DRO), Esclarecidos, Décima Víctima, Derribos Arias, Duncan Dhu (GASA), Gabinete Caligari, Parálisis Permanente, Loquillo (Tres Cipreses), más los artistas extranjeros que llegaron de la mano sobre todo de GASA, como Wim Mertens o Anna Domino. Más recientes, Celtas Cortos, Platero y Fito, Rosendo, Extremoduro. Alguno os gustará, digo yo ¿Que no es suficiente? Pues buceando en el libro podemos encontrar unos cuantos más, muchos, de verdad, para disfrute de los fans y culturilla musical del público en general. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Carlos Andiahttp://www.blogger.com/profile/09534613995520813515noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-79666509777281413042024-03-16T12:00:00.006+01:002024-03-19T12:09:37.469+01:00Raimon Casellas: Las cañadas indómitas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTFmHOPKvDrXZLyo0TOEEej4igGmW0AVAUZuydadJRLClJZwsdjLN1M4UqQpdNsbZilVpARpCdYYmdX4k3dytbyfNMi4wJC8wwTKPUlPtVCnlVTYMd6d7BP3gnmoYkY1MBMlbZCKN2NEO22carvqvJ7mNPuMX4LiP5pPhPyHwUDaDGMVurOO1CeKlkrf8/s1080/Tienda-ArtsLibris_elssots.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="705" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTFmHOPKvDrXZLyo0TOEEej4igGmW0AVAUZuydadJRLClJZwsdjLN1M4UqQpdNsbZilVpARpCdYYmdX4k3dytbyfNMi4wJC8wwTKPUlPtVCnlVTYMd6d7BP3gnmoYkY1MBMlbZCKN2NEO22carvqvJ7mNPuMX4LiP5pPhPyHwUDaDGMVurOO1CeKlkrf8/s320/Tienda-ArtsLibris_elssots.jpg" width="209" /></a></div><div><div style="text-align: justify;"><b>Idioma original: </b>Catalán</div><div style="text-align: justify;"><b>Título original: </b><i>Els sots feréstecs</i></div><div style="text-align: justify;"><b>Año de publicación (por entregas)</b><b>:</b> 1899</div><div style="text-align: justify;"><b>Año de publicación (íntegra)</b><b>:</b> 1901</div><div style="text-align: justify;"><b>Valoración:</b> Está bien</div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Raimon Casellas (1855-1910) fue crítico de arte, periodista y narrador. <i>Els sots feréstecs</i>, su única novela, es la primera en aplicar los preceptos estéticos del modernismo catalán. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sigue los pasos del padre Llàtzer, un capellán exiliado a una iglesia de la zona del Figueró y Montmany por las autoridades católicas. Su pecado: «la dèria de fer reviure un savi dels segles morts, (...) furgar la sepultura dels seus llibres, (...) dir que la veritat del món era allí dins, (...) voler d'un hertge fer-ne un sant» (pg. 159). </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Llàtzer, hombre idealista, intentará redimir a los lugareños, gente pobre y taciturna embrutecida por su mísera existencia. Sin embargo, el ambiente claustrofóbico de su nuevo entorno, la hostilidad de su parroquia y la llegada de una prostituta llamada La Rodasoques provocarán al religioso una crisis de valores e incluso un fatídico desenlace.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Clásico catalán por antonomasia, traducido incluso al español e inglés, <i>Els sots feréstecs</i> supone a la postre una lectura deliciosa, sobre todo para interesados. Sin embargo, presenta múltiples defectos, debido a que originalmente se publicó por entregas, a que supuso la primera (y última, recordemos) incursión de Casellas en la narrativa larga y a que la estética modernista ha quedado totalmente desfasada a día de hoy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Listemos brevemente los defectos antes mencionados:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li>Su prosa es lenta, espesa y excesivamente descriptiva.</li><li>Su argumento es tan lineal como esquemáticos los conflictos que lo salpican. La lucha entre el bien y el mal, el individuo y la multitud o el hombre y la naturaleza se suelen explorar actualmente con mayor grisalla.</li><li>Los personajes representados acusan cierto maniqueísmo y obran de manera exagerada (por ejemplo, el padre Llàtzer es dado a emitir parlamentos).</li><li>El conjunto se antoja repetitivo. Entiendo que Casellas quiera que calen sus ideas, y que la narrativa de entonces era más enfática que la contemporánea. Sin embargo, tanto volver constantemente sobre los mismos acontecimientos o reflexiones llega a abrumar al lector e incluso provoca que pasajes genuinamente potentes pierdan efectividad.</li><li>Hay episodios que no aportan gran cosa a la trama, pese al foco engañoso que les dan algunos capítulos enteramente dedicados a ellos. Sucede con el pasado de los criados del rector, con la caída del porquero de l'Ensulcida y, sobre todo, con la introducción de l’Aleix de les Tòfones. </li><li>Los personajes antes mentados son bastante superfluos e incluso, en algunos casos, contraintuitivos. L'Aleix, de hecho, tras el primer capítulo, desaparece y no vuelve a hacer acto de presencia hasta prácticamente el clímax, donde emerge de forma esporádica. ¿Acaso hacía falta para encarnar el embrutecimiento de su gente? Entiendo que la Rodasoques, la prostituta que llega a la zona y consigue influenciar a los lugareños, sea diferenciada del resto; sin embargo, que l'Aleix se distinga de una masa que Casellas trata de representar como homogénea me chirría sobremanera.</li></ul><div><br /></div></div><div style="text-align: justify;">Por otro lado, las virtudes que le he encontrado a <i>Els sots feréstecs </i>serían las siguientes: </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li>Resulta un documento valiosísimo en lo que a la literatura modernista catalana respecta, dado que se puede considerar una obra fundacional.</li><li>Pese a su factura totalmente añeja y su desalentadora repetitividad, una vez se le coje el truco se lee en una sentada.</li><li>Pese a que emplea un léxico completamente anticuado («cabòria», «bosquerols», «rònega», «pollancre», «bagassa»...), además de onomatopeyas y ruralismos varios, resulta fácil de comprender gracias al contexto que dan las oraciones.</li><li>Su simbolismo es bastante nítido. La naturaleza funciona como telón de fondo a la par que ilustra los diversos temas de la novela. Por otra parte, La Rodasoques es retratada adecuadamente como una amenaza a la salvación espiritual de la parroquia de Llàtzer.</li><li>La plasticidad de sus imágenes es asombrosa. Me gustan, por ejemplo, aquéllas empleadas para retratar paisajes, atmósferas o fenómenos meteorológicos. Aunque mis favoritas, por su creatividad y precisión, se limitan a describir colores. Cito un par de ellas: «La pols, la humitat, la terra, que ho cobrien tot, donaven a les imatges i als trofeus el to descolorit i fastigós de les coses enterrades... Les retorçades columnes, esculturades de raïms i de caps d’àngel, que un dia foren tot d’or, ara ensenyaven un pam de floridura, com malaltes d’un mal lleig.» (pg. 46) / «Quasi tots duien uns trajos balders, fets d’una roba de vellut obscura, fosca, però destenyida pel frec de la brossa i dels terrossos, així… com d’un to dubtós, que primer hagués sigut negre i després s’hagués tornat d’ala de mosca i hagués acabat per ser de color de gos quan fuig…» (pg. 52)</li><div><br /></div></ul></div><div style="text-align: justify;">En resumen: vale la pena descubrir <i>Els sots feréstecs </i>en tanto que obra fundacional del modernismo catalán. Ciertamente, no es el clásico de la época que mejor ha envejecido, pero afrontarlo tampoco supone un tormento. Creo que incluso lo hubiera disfrutado de joven, de haberlo tenido como lectura obligatoria en la asignatura de Lengua y Literatura.</div><div style="text-align: justify;"><div><br /></div><div>Ah, sabed que la edición que yo he catado, de Lapislàtzuli, tiene una ilustración de cubierta estupenda. Aunque me sorprende que en ella aparezca l’Aleix, personaje que, como he comentado antes, me parece bastante prescindible.</div></div>Oriolhttp://www.blogger.com/profile/17138234834594781972noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-18717363030595165002024-03-15T12:00:00.001+01:002024-03-15T12:42:41.964+01:00Rosario Castellanos: Balún Canán<div style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEip9EotWUCzillg9bTvlE03rRYeuI_-nR5_7k4sUHct5s_ZZ_-_Xrxq1jJAyU2Erl599Hgb8KiKeedyZzNYKXdnCyREHFfH5plgjN7XgK3ZkaqKsMHpxU9ZiwPLHUxRCrixEVywedBEFOBdQf5RN2BP239uCIbRnwS33bnyXqD6qYEV8Usu2UtPx0_tD7th/s500/balun%20canan.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="323" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEip9EotWUCzillg9bTvlE03rRYeuI_-nR5_7k4sUHct5s_ZZ_-_Xrxq1jJAyU2Erl599Hgb8KiKeedyZzNYKXdnCyREHFfH5plgjN7XgK3ZkaqKsMHpxU9ZiwPLHUxRCrixEVywedBEFOBdQf5RN2BP239uCIbRnwS33bnyXqD6qYEV8Usu2UtPx0_tD7th/s320/balun%20canan.jpg" width="207" /></a></div><b>Idioma original: </b>español</div><div style="text-align: left;"><b>Año de publicación: </b>1957</div><div style="text-align: left;"><b>Valoración: </b>Muy recomendable</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Hace poco reseñaba por aquí <i>Huasipungo</i>, de Jorge Icaza, unánimemente considerada como una de las cumbres del género de la novela indigenista: un subgénero específicamente hispanoamericano, aunque vinculable con el más abarcador concepto de realismo social, cuyo objetivo esencial es denunciar la explotación y la deshumanización de las poblaciones indígenas americanas. La novela que reseño hoy, <i>Balún Canán</i>, de Rosario Castellanos (una de las escritoras fundamentales de la literatura mexicana del XX, a pesar de ser mucho menos conocida que sus homólogos masculinos), es en cierto modo una continuación de esa reseña, ya que se trata de una novela que mezcla el espíritu de la novela indigenista, con el contexto de la novela de la revolución mexicana, y con una estructura que, al menos parcialmente, se podría vincular con la novela de formación o <i>bildungsroman</i>. </div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Vayamos por partes, como diría Jack el Destripador.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">La novela se divide en tres secciones: la primera y la tercera están narradas en primera persona por una niña, hija de una familia de terratenientes mexicanos en el periodo de la revolución mexicana. A través de la voz y de los ojos inocentes de la niña (más inocentes en la primera sección que en la tercera) vamos oyendo hablar de las "noticias" que llegan, de los cambios que se avecinan, aunque nunca se use la palabra "revolución" para designarlos. Asistimos también a la tierna relación entre la niña y su nana, una mujer india a la que el resto de los personajes blancos desprecian. <br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">En la segunda sección, que narra la estancia de la familia en sus posesiones Chactajal para intentar pacificar a los indios y vigilar la cosecha, la voz narradora pasa a ser la de una tercera persona omnisciente, y la visión transita de unos personajes a otros: César, el patriarca de la familia, autoritario y machista; Zoraida, su mujer, cuyo desprecio a los indios es incluso superior al de su marido; Ernesto, sobrino bastardo de la familia, inseguro y envidioso, quien es arrastrado a Chactajal para ejercer de maestro (una profesión que ni desea ni está preparado para cumplir)... y en el otro lado, los indios, capitaneados por Felipe, quien ha aprendido de primera mano en la capital de México lo que significa la revolución y la libertad, y está dispuesto a lograr acabar con las opresiones seculares de los indígenas, y que cuenta, para ello, con el aval y la protección del nuevo gobierno revolucionario de Cárdenas.<br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">En la tercera sección, la familia de terratenientes ha sido expulsada de Chactajal por los indios, y debe volver a Comitán, mientras espera (a lo Kafka o Godot) a que el gobernador se digne recibir a César y escuchar sus reclamaciones. En esta tercera sección volvemos a ver el mundo a través de los ojos de la hija de la familia, y el tema central pasa a ser la perpetuación de la estirpe, amenazada a causa de una maldición que supuestamente se cierne sobre la vida de Mario, el único hijo varón.<br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Aunque el punto de vista y el núcleo de la narrativa sea la familia de los terratenientes (representación literaria de la familia de la propia escritora), y aunque el contexto histórico de la acción permita vincular <i>Balún Canán </i>con la larga tradición de "novelas de la revolución mexicana", creo que también se puede percibir en ella el impulso de la novela indigenista (aunque sus tintes más naturalistas) del <i>Huasipungo</i> que mencionaba al principio. En primer lugar, por la presencia del personaje de la "nana", criada y aya indígena a la que la narradora de la primera y tercera partes se siente íntimamente unida (no así el resto de su familia, y en particular su madre, Zoraida); y también porque en la segunda parte cobra particular relevancia la lucha de los indios por sus derechos, sobre todo a través de Felipe, el único personaje al que podemos considerar heroico: un indio "empoderado", que ha tomado consciencia de su dignidad y sus derechos, y está dispuesto a todo por hacerlos valer. <br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Con todo, una descripción de estos elementos constitutivos (la novela de la revolución, la novela indigenista, o también la novela de aprendizaje, si tomamos separadamente las partes primera y tercera) no estaría completa sin mencionar la delicadeza y belleza con la que está escrita la obra. Destacan, aquí, algunos capítulos que funcionarían casi como relatos independientes, en los que se escuchan historias o leyendas de las criadas indígenas, llenas de diablos y bestias y seres maléficos que parecen surgidos de un cuento de Lovecraft. Copio una de ellas, y con esto me callo, que la reseña ya va larga, y más vale leer a Rosario Castellanos que leerme a mí:<br /></div><blockquote><div style="text-align: left;"><i><br /></i></div><div style="text-align: left;"><p class="sinsangria" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><i>—Dicen que hay en el monte un animal llamado dzulúm. Todas las noches sale a recorrer sus dominios. Llega donde está la leona con sus cachorros y ella le entrega los despojos del becerro que acaba de destrozar. El dzulúm se los apropia pero no los come, pues no se mueve por hambre sino por voluntad de mando. Los tigres corren haciendo crujir la hojarasca cuando olfatean su presencia. Los rebaños amanecen diezmados y los monos, que no tienen vergüenza, aúllan de miedo entre la copa de los árboles.</i></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 1.5em; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><i>—¿Y cómo es el dzulúm?</i></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 1.5em; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><i>—Nadie lo ha visto y ha vivido después. Pero yo tengo para mí que es muy hermoso, porque hasta las personas de razón le pagan tributo.</i></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 1.5em; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><i>Estamos en la cocina. El rescoldo late apenas bajo el copo de ceniza. La llama de la vela nos dice por dónde anda volando el viento. Las criadas se sobresaltan cuando retumba, lejos, un trueno. La nana continúa hablando.</i></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 1.5em; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><i>—Una vez, hace ya mucho tiempo, estábamos todos en Chactajal. Tus abuelos recogieron a una huérfana a la que daban trato de hija. Se llamaba Angélica. Era como una vara de azucena. Y tan dócil y sumisa con sus mayores. Y tan apacible y considerada para nosotros, los que la servíamos. Le abundaban los enamorados. Pero ella como que los miraba menos o como que estaba esperando a otro. Así se iban los días. Hasta que una mañana amaneció la novedad de que el dzulúm andaba rondando en los términos de la hacienda. Las señales eran los estragos que dejaba dondequiera. Y un terror que había secado las ubres de todos los animales que estaban criando. Angélica lo supo. Y cuando lo supo tembló como las yeguas de buena raza cuando ven pasar una sombra enfrente de ellas. Desde entonces ya no tuvo sosiego. La labor se le caía de las manos. Perdió su alegría y andaba como buscándola por los rincones. Se levantaba a deshora, a beber agua serenada porque ardía de sed. Tu abuelo pensó que estaba enferma y trajo al mejor curandero de la comarca. El curandero llegó y pidió hablar a solas con ella. Quién sabe qué cosas se dirían. Pero el hombre salió espantado y esa misma noche regresó a su casa, sin despedirse de ninguno. Angélica se iba consumiendo como el pabilo de las velas. En las tardes salía a caminar al campo y regresaba, ya oscuro, con el ruedo del vestido desgarrado por las zarzas. Y cuando le preguntábamos dónde fue, sólo decía que no encontraba el rumbo y nos miraba como pidiendo ayuda. Y todas nos juntábamos a su alrededor sin atinar en lo que había que decirle. Hasta que una vez no volvió.</i></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 1.5em; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><i>La nana coge las tenazas y atiza el fogón. Afuera, el aguacero está golpeando las tejas desde hace rato.</i></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 1.5em; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><i>—Los indios salieron a buscarla con hachones de ocote. Gritaban y a machetazos abrían su vereda. Iban siguiendo un rastro. Y de repente el rastro se borró. Buscaron días y días. Llevaron a los perros perdigueros. Y nunca hallaron ni un jirón de la ropa de Angélica, ni un resto de su cuerpo.</i></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 1.5em; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><i>—¿Se la había llevado el dzulúm?</i></p><p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: block; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0em; margin-top: 0em; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 1.5em; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"><i>—Ella lo miró y se fue tras él como hechizada. Y un paso llamó al otro paso y así hasta donde se acaban los caminos. Él iba adelante, bello y poderoso, con su nombre que significa ansia de morir.</i></p></div></blockquote>Santihttp://www.blogger.com/profile/03340701547489427642noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-84464800024313505882024-03-14T12:00:00.107+01:002024-03-14T12:00:00.131+01:00Óscar de Pablo: Sobre la luz (Poesía militante)<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLCjhtQsLp65HqYLRruqZ_5y4K8e5RXwArKIEAGlwGw06wjSP-QveS-kBBB593b6bCR7V6qppKoG3sYmML4E7B5hbUE1jzmR04d5-HPFyvGjDDZexcqUCyuJXvDg4HuU0gOcTkwFueSRxyAcDc-1lxPSX_u5cN-YJGohhQhGt49arRW879IP5LZRepHjw/s672/sobre%20la%20luz.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="672" data-original-width="448" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLCjhtQsLp65HqYLRruqZ_5y4K8e5RXwArKIEAGlwGw06wjSP-QveS-kBBB593b6bCR7V6qppKoG3sYmML4E7B5hbUE1jzmR04d5-HPFyvGjDDZexcqUCyuJXvDg4HuU0gOcTkwFueSRxyAcDc-1lxPSX_u5cN-YJGohhQhGt49arRW879IP5LZRepHjw/w213-h320/sobre%20la%20luz.jpg" width="213" /></a></div><span style="font-family: arial;"><span lang="ES"><div style="display: inline;"><b style="font-weight: bold;"><span lang="ES">Idioma original</span></b><span lang="ES"><b>: </b>español </span></div></span></span></div><div style="text-align: justify;"><b style="font-family: arial;"><span lang="ES">Año de publicación</span></b><span lang="ES" style="font-family: arial;">: 2014</span></div><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><span lang="ES"><p class="MsoNormal" style="font-family: -webkit-standard; margin: 0cm;"><span style="font-family: arial;"><b><span lang="ES">Valoración</span></b><span lang="ES">: muy recomendable<o:p></o:p></span></span></p><div><br /></div></span></div><div style="text-align: justify;">Lejos de adherirse a una visión etérea de la poesía, Óscar de Pablo la considera simplemente como “un género literario más”, lo que no implica que carezca de las riquezas que la literatura puede ofrecer. Manteniéndose con los pies en la tierra, de Pablo otorga igual importancia al poder reflexivo y emotivo de un poema, e incluso a su aspecto histórico. Profundamente influenciado por Bertolt Brecht, sostiene que la poesía (y el arte en general) debe comprometerse con la crítica social. Emplea su poesía como un vehículo para cuestionar el <i>status quo</i> e integra elementos teatrales y episodios históricos concretos para explorar temáticas de poder, resistencia y dinámica social.</div></span><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Como decía Borges, hablar con palabras abstractas es una forma de la haraganería, mejor les presento algunos de mis versos favoritos, para que se den un quemón.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Y así me reconozco:<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">como el poeta que baja del Parnaso<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">cara encontrarse en medio de Avenida<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Cuauhtémoc, puro y estúpido como recién<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">nacido, sordo de infinitud, lúcido, quieto,<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">empezando a entender, en su torpe ternura, el <o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">mensaje furioso de algún claxon<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Óscar de Pablo se distingue por su capacidad para entrelazar lo personal con lo colectivo, lo íntimo con lo universal. Además, en sus versos, la historia no solo funciona como la escenografía, sino como un actor vital que dialoga con el presente, permitiendo una crítica de nuestra realidad contemporánea:<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Centenares de miles. Este martes quisiera pedir<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">prestado un coche<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">y llevarte a comer carnitas a Huichapan. Este<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">martes quisiera, pero es martes<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">y alguien debe llevarle a Tolomeo III, el llamado<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Everjetes, sus miles de elefantes.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;"> </span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Y, por su puesto, su activismo político está más que presente en sus versos, algo que puede chocar, o incluso alienar, a aquellos que no comulgan con sus ideas. Pero aún así, no se puede negar su impacto. Por ejemplo, el poema “Sobre la luz”, título que de alguna manera parodia la idea del poeta iluminado, se refiere simplemente a la huelga de una planta hidroeléctrica:<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">y exígele a los ojos de la ciudad<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">que callen, que enmudezcan de amor los<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">reflectores, que los tranvías reposen como<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">rinocerontes<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">y que la tubería de los cruceros haga<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">cerrar el chorro tricolor del semáforo. Que se<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0cm 72pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">ponga de pie la presa de Necaxa.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Óscar de Pablo, con su obra, nos recuerda que la poesía, lejos de ser un mero adorno, es un acto vital de interrogación, revelación y protesta.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial;">Nota: Oscar de Pablo, junto con otros escritores, forma parte de “Brigada para leer en libertad”, la cual pone a disposición en su página web un amplio catálogo de libros gratis, incluyendo el aquí presentado.</span><span face="Calibri, sans-serif"><o:p></o:p></span></span></p>AlainRDhttp://www.blogger.com/profile/00054182270977843011noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-6095844096347595762024-03-13T12:00:00.070+01:002024-03-13T12:00:00.342+01:00Paul Auster: Baumgartner<div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg06jNaLAsFfKhRPici_N64wySmHRC6mO9JDLUPaEp9QMMRpj5g9smPYZnFdMqK0ojx28oXr8KD6SyyL2cgNtGXsj8DwClYT3tyW-6A0UYqdKne8uRc96M5QsWFNXpOSWPdP0NnKnJS4h7xScjaqHhYPruTitG5s7LctMy3FwwrohNFSgA87AVH4Q-3nO9g/s835/baumgartner.webp" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="835" data-original-width="552" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg06jNaLAsFfKhRPici_N64wySmHRC6mO9JDLUPaEp9QMMRpj5g9smPYZnFdMqK0ojx28oXr8KD6SyyL2cgNtGXsj8DwClYT3tyW-6A0UYqdKne8uRc96M5QsWFNXpOSWPdP0NnKnJS4h7xScjaqHhYPruTitG5s7LctMy3FwwrohNFSgA87AVH4Q-3nO9g/s320/baumgartner.webp" width="212" /></a></div><b>Idioma original:</b> inglés<br /><b>Título original:</b> <i>Baumgartner</i><br /><b>Traducción:</b> Ernest Riera en catalán para Edicions 62 y Benito Gómez Ibáñez en castellano para Seix Barral<br /><b>Año de publicación:</b> 2023<br /><b>Valoración:</b> está bien</div><p><br /></p><div style="text-align: justify;"><div>Me sincero ya de entrada: reseña complicada la de hoy, pues Paul Auster es el autor del que más libros he leído (cerca de veinte, que no son pocos) y, por ello, siento una gran y profunda admiración por su creación literaria. Pero ese amplio conocimiento que tengo sobre su obra también me permite saber reconocer sus grandes libros y sus obras menores y, justamente por ello, la dificultad de esta reseña, pues «Baumgartner» es de los más flojos de lo que he leído del autor últimamente.</div><div><br /></div><div>Cabe decir que el inicio del libro es prometedor, pues sin grandes alardes Paul Auster demuestra una vez más su talento en la construcción de novelas; no sé cómo consigue meterte tan fácilmente en las historias que narra y es suficiente con un par de páginas para que uno ya imagine el escenario por donde transcurre el relato y sobre lo que piensan y sienten sus protagonistas. Uno lee la escena doméstica con la que empieza el libro y en la que nos introduce a su protagonista absoluto y es fácil imaginársela de manera muy vívida, viéndola de muy cerca, casi sintiéndola porque es indudable que las páginas iniciales de este libro rebosan realidad. </div><div><br /></div><div>El autor en seguida nos permite conocer detalles de la vida del protagonista absoluto de la historia: sabemos que Baumgartner es viudo, que vive solo, que a menudo olvida cosas y que está enamorado en secreto de Molly, una repartidora de UPS que desde hace cinco años va a su casa dos o tres veces por semana para entregarle paquetes con libros que ha comprado únicamente con el propósito de verla. Esa parece ser su principal fuente de felicidad, esos breves instantes que le evaden de un presente rodeado de soledad porque sigue teniendo muy presente la que fue su mujer y el día en que una ola en la playa le dio un golpe tan fuerte que acabó con su vida a los cincuenta y ocho años; Baumgartner siente la pérdida, arrebatada de golpe hace diez años, de igual manera como las personas que han pedido un miembro, ahora amputado, porque nos confiesa que siente como si «los miembros perdidos todavía existen, y todavía duelen, hacen tanto daño que a veces parece que su cuerpo está a punto de estallar en llamas y consumirse en el acto». Ese recuerdo siempre presente de Anna envuelve la narración de manera que el autor intercala el presente con grandes episodios de su pasado y la vida compartida entre ambos. Así, a través de los escritos que Anna dejó y que él relee, conocemos su vida, sus pasiones, amores, carácter y forma de pensar; Baumgartner lee para recordarla y también para volver al pasado y la gestión del dolor y la pena por su muerte y se plantea editar sus escritos inéditos porque «la poeta crepitante y efervescente con la que había vivido casi dos tercios de su vida se merecía que la leyera alguien o muchos otros antes que no el saco de huesos decrépito que había estado su marido». </div><div><br /></div><div>Escrito en un momento vital del autor en la que transita por el árido mundo de <i>Cancerland </i>(territorio inhóspito en la que el autor y su mujer Siri Hustvedt han descrito el estado en el que Auster se encuentra a causa de su enfermedad) al lector le es difícil disociar la figura de Seymour Baumgartner con la vida personal del autor; hay paralelismos evidentes entre la edad avanzada y ciertas deficiencias físicas o mentales del protagonista con las del propio autor que hacen que en la mente del lector ambos personajes se acerquen y se asemejen, y en ocasiones emociona y conmueve observar a través de Baumgartner lo que el autor debe estar pasando porque hay muchos fragmentos donde uno ve al matrimonio Auster-Hustvedt, él sintiendo como el ocaso de su día aparece en el horizonte mientras mira y admira el talento literario de su mujer (también Auster hace mención la adolescencia de Anna y su físico andrógino y atlético y este reseñista, apasionado admirador de Siri, ve esos mismos rasgos en palabras de la propia Siri describiéndose a ella misma en algunos de sus ensayos autobiográficos o también cuando el protagonista de la historia, recuerda las «cosas grandes y pequeñas que les habían sucedido en aquellos cuarenta años» (recordemos que Auster y Hustvedt llevan juntos el mismo tiempo)) o también cuando Baumgartner quiere escribir un libro titulado «Misterios de la rueda» (claro guiño a «Los misterios del rectángulo», de Hustvedt). Y quién sabe si esta novela es la manera en que Auster, temiendo el peor de los finales posibles, la escribe no únicamente para nosotros, sino también como un canto de amor a quien durante gran parte de su vida ha sido su gran admiración y fuente de inspiración; me da la sensación de que este libro va dedicado a Siri, diciéndole que él ha sido feliz todo este tiempo junto a ella, pero que la vida sigue (y debe seguir) aunque uno de los falte.</div><div><br /></div><div>De esta manera, la historia se desenvuelve entre un presente transitorio y grandes episodios del pasado de Baumgartner y lo sucedido después de la muerte de Anna donde otras personas entran en su vida que le sirven para recobrar el ánimo, para reilusionarse, a pesar de que es consciente de que, aún y sintiéndose a gusto con otra persona, «la vida que llevará con ella no será una continuación de su vida con Anna sino algo completamente diferente y nueva» en «una oportunidad de volver a empezar». El autor combina la narración en presente, en la que todo fluye a un ritmo pausado, con especialmente muchos recuerdos del pasado que, si bien permiten entender la manera de ser del personaje, hay que reconocer que lastran la narración y la convierten en una lectura excesivamente plana por la que uno avanza rápidamente sin tener o querer detenerse o incluso ralentizar el ritmo para deleitarse con algún pasaje; es a partir de la mitad del libro cuando la narración se vuelca principalmente en el pasado donde pierde gran parte del interés, empatía y solidez alcanzada en la primera mitad; es en esa segunda mitad del libro donde el ritmo se ralentiza, la narración pierde fuelle y la capacidad de Auster en construir historias parece diluirse y a uno le cuesta ver la gran capacidad del autor mostrada en tantos libros pasados; una llanura argumental que pone de manifiesto el gran problema de los libros en los que desde el presente se narran recuerdos del pasado y es que si la historia pasada no te atrapa, si la vida del protagonista no tiene nada de destacable, mientras lees solo vas deseando que la narración vuelva al presente, que vuelvas a un punto de enganche aunque, en este caso, no ocurre muchas veces.</div><div><br /></div><div>En todo caso, quedémonos con los inicios del libro, quedémonos en ese territorio mental en el que entrevemos al Paul Auster que conocemos, el que sabe construir historias y engrandecer personajes, que hace que parecen reales y los sintamos próximos, sabiendo que no tendrán una vida fácil pues «vivir es sentir dolor (…) y vivir con miedo al dolor es rechazar vivir». Así que arriesguémonos con las lecturas, incluso si no están a la altura de las expectativas, y deseemos que este gran autor recobre su mejor forma física y también literaria.</div><div><br /></div><div><b>Encontraréis más reseñas de Paul Auster en ULAD <i><a href="http://unlibroaldia.blogspot.com/search?q=auster" target="_blank">aquí</a></i></b></div></div>Marc Peighttp://www.blogger.com/profile/08735148187603731097noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-27978675953936341052024-03-12T12:00:00.005+01:002024-03-12T12:00:00.239+01:00Arto Paasilinna: El año de la liebre<p><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8MtIU6IeQDOtyxWP4OGxn1tEOv3MkD-DT_qu1Uw8mUM9CFI4JU0iTZoIaqXet3uDQvBfU2bpwnP3485m_EYkviFvKoV8FE0nFDbsR5yBswdH6so5M0f9bgZe8eJF80lxT5bNAf5lPDI0umIeyJPki6RANmxZcZ9f_7T5DFQZPmgr1j5fcJTqyzeLjQKqW/s1021/42474.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1021" data-original-width="650" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8MtIU6IeQDOtyxWP4OGxn1tEOv3MkD-DT_qu1Uw8mUM9CFI4JU0iTZoIaqXet3uDQvBfU2bpwnP3485m_EYkviFvKoV8FE0nFDbsR5yBswdH6so5M0f9bgZe8eJF80lxT5bNAf5lPDI0umIeyJPki6RANmxZcZ9f_7T5DFQZPmgr1j5fcJTqyzeLjQKqW/s320/42474.jpeg" width="204" /></a></b><b></b></p><div style="text-align: justify;"><b style="font-weight: bold;">Idioma original: </b>finés o finlandés</div><p></p><p style="text-align: justify;"><b>Titulo original: </b><i>Jäniksen vuosi</i></p><p style="text-align: justify;"><b>Año de publicación: </b>1975</p><p style="text-align: justify;"><b>Traducción: </b>Ursula Ojanen y Juan Carlos Suñén</p><p style="text-align: justify;"><b>Valoración: </b>está bien</p><p style="text-align: justify;">Ésta, al parecer. fue la novela que hizo más conocido al escritor y periodista finlandés Arto Paasilinna, uno de los más destacados o, cuando menos prolíficos de su país.<b> </b>La novela, en verddad, resulta bastante sencilla de resumir y, de hecho, con el título y la cubierta de estq edición ya se conoce, a grandes rasgos, de qué trata la trama: el periodista Kaarlo Vatanen, de viaje por el interior de Finlandia junto a un fotógrafo, recoge a una pequeña liebre que han atropellado con el coche. pero en vez de dejarla en cualquier sitio y volver a su vida en helsinki, Vatanen no sólo cura al animal, sino que se la lleva a un periplo a lo largo y ancho de todo el país, abandonando a su esposa, casa y trabajo. </p><p style="text-align: justify;">Sobrevive llevando a cabo diversos trabajos al aire libre y de paso conoce a multitud de personajes que, salvo alguna excepción le tratan con sorprendente amabilidad, en gran medida por la inusual presencia de la liebre -o también, quizás, porque esa sea la idiosincrasia propia de los finlandeses, no sé-, muchas de estas personas resultan tan peculiares o ma´s que él y el viaje de Vatanen se convierte así en una especie de <i>road trip novel </i>o incluso, en más de un episodio, en una novela picaresca a la manera nórdica. Las excepciones, que aportan un punto de violencia a la narración, vienen de personas vinculadas a la religión, al ejército o a la delincuencia, pero el resto de los personajes con los que se encuentra el protagonista -o los, porque la liebre también lo es- son buena gente.</p><p style="text-align: justify;">Este buen rollito deriva hacia una narración en general amable y humorística; de hecho, parece que esta novela fue pionera en lo que en los países nórdicos llaman "humor ecologista", con su reivindicación de la vida sencilla en el entorno natural. Pero que tampoco se espere aquí nadie un despiporre; es verdad que encontramos algunos momentos que derivan hacia un cierto absurdo que casi podríamos calificar de berlanguianos (aunque dudo que este adjetivo exista en finlandés), pero, en general, el humor que encontramos en la novela resulta un poco naïf, "txotxolo" o cándido. Cierto es también que la crítica social que seguramente contienen este libro a mí al menos se me escapa, pero suin duda a los finlandeses les habrá hecho la mar de gracia, puesto que esta novela tuvo gran éxito y ha sido adaptada dos veces al cine. En fin, sin desdeñarla, en absoluto, tampoco es que comprenda del todo tanto renombre, si bien es evidente que hay algunos pasajes de mayor intensidad -el incendio en el bosque, la caza del oso- muy sugestivos y de indudable calidad literaria. El conjunto, no obstante, a casi 50 años de su publicación y a cuatro mil kilómetros del país donde se desarrolla la acción, quizás se me haya quedado un poco escaso, dejando la sensación de que se podía haber hecho una obra mucho más redonda y compleja, con las mismas premisas (en ese aspecto, me parece algo más interesante la otra novela de Paasilinna que he leído <i>Delicioso suicidio en grupo</i>). Pero si alguien quiere pasar un rato agradable entre bosques y lagos boreales, ésta es una lectura que seguramente le complacerá.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: justify;"><b style="text-align: left;">También de este autor y reseñado en Un Libro Al Día: </b><a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2023/03/arto-paasilinna-delicioso-suicidio-en.html" style="text-align: left;"><i>Delicioso suicidio en grupo</i></a></div><p><b><br /></b></p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-16812628897649089132024-03-11T12:00:00.144+01:002024-03-11T18:59:02.278+01:00Don Carpenter: Un par de cómicos<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxLk_VLTLjsI9TYkErtPjGmKXx6N58pkjMKToERL_IPdLnsfFJxkeZ-YRHOyX9OiIkBaQoNLK7972jhcnSZ7dJMOgFUNembU9oL4J5-EjycHgbjBlzMEwssE5XTEpImyPA_FjZNN6SLNqeI18ui2fNNEt3z_4X93udxoECR74eWeTblloCzG90BxxW2Pkm/s1200/carpenter%20comicos.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="766" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxLk_VLTLjsI9TYkErtPjGmKXx6N58pkjMKToERL_IPdLnsfFJxkeZ-YRHOyX9OiIkBaQoNLK7972jhcnSZ7dJMOgFUNembU9oL4J5-EjycHgbjBlzMEwssE5XTEpImyPA_FjZNN6SLNqeI18ui2fNNEt3z_4X93udxoECR74eWeTblloCzG90BxxW2Pkm/w255-h400/carpenter%20comicos.jpg" width="255" /></a></div><p> <b>Idioma original:</b> inglés<br /><b>Título original:</b> A Couple of Comedians<br /><b>Traducción:</b> Rubén Martín Giráldez<br /><b>Año de publicación: </b>1979 <br /><b>Valoración:</b> recomendable<br /></p><p style="text-align: justify;">Lejos del tono <i>underground </i>y ligeramente depresivo de <a href="http://unlibroaldia.blogspot.com/2015/09/don-carpenter-dura-la-lluvia-que-cae.html">Dura la lluvia que cae</a>, he de reconocer que desconocía más obras de Carpenter e incluso sentí la tentación de pensar que era un escritor de una sola novela brillante (quizás lo era) en torno a la que gravitaba una obra irregular. De hecho, recordaba esa novela como si la hubiera editado Sajalín (haría realmente un pack muy coherente con las novelas de Edward Bunker) pero no. En cualquier caso, puedo aplaudir relativamente que esta <i>Un par de cómicos</i> suponga un cambio de registro. aunque aquí haya excesos estos se circunscriben no al mundo delictivo o al lumpen sino a ese confuso mundo del espectáculo norteamericano de los años sesenta y setenta. De hecho, la foto de la portada no llega a engañar con el <i>frame</i>: ése es Dean Martin y el de la izquierda, Jerry Lewis. Una poderosa imagen que nos retrotrae a esa incipiente época pop aderezada de humor tosco y denigrante, ligeramente confusa por el poderoso influjo del descubrimiento, ya completamente desencadenado, de los narcóticos.<br /></p><p style="text-align: justify;">Esta novela parece especular más con lo que sucede entre bambalinas, y se centra en la relación discontinua entre Jim y Dave, ese <i>par de cómicos </i>que alternan shows y aparición en películas de medio presupuesto mientras su relación personal y profesional se ve sometida a sinuosos altibajos. Irrumpe en escena el día a día entre proyectos, y nos encontramos en la bulliciosa escena de la Costa Oeste de la época, un marco que ya ha sido fructíferamente mostrado en muchas manifestaciones artísticas, desde la extraña <i>Vicio propio </i>de Pynchon, pasando por los desmadres de Hunter S. Thompson, el reflejo del ambiente relajado de la época mostrado en el sonido Laurel Canyon, montones de referencias podrían añadirse pues asistimos a una tormenta perfecta. Una sociedad creativa y emergente, dinero a espuertas, la inspiración de una situación política turbulenta (con los ecos lejanos de la Guerra Fría y el impacto en la sociedad americana de lo de Vietnam), y por supuesto los efectos cercanos e individuales de los excesos de cada uno, las fiestas continuas, el sexo rápido, las drogas, el alcohol, la falta de sueño que se alterna con su exceso y la forma química de bregar con ambas. El ambiente se carga rápidamente. hay actores, clubes, restaurantes y bares con horarios ad hoc, una súbita aparición de la mansión Playboy, hay productores, inversores, hay visitas a casas enormes a horas intempestivas, piscinas, un enorme tránsito de <i>mujeres fáciles</i> (sitúese el contexto de la obra, por favor) y el conflicto permanente entre los dos cómicos. Dave, que parece conservar ciertos lapsos de cordura y consciencia; Jim, que aparece y desaparece y le mantiene en un vilo.</p><p style="text-align: justify;">Quizás más un <i>fresco </i>de una situación temporal y unas circunstancias vitales que una novela de estructura clásica. Moderna en el sentido de que el lector ha de aventurar que esos intersticios y esas recuperaciones de la normalidad - los espectáculos, los rodajes, los ensayos - son la argamasa (junto al placer de la fama y el dinero) que une a la pareja de comediantes. En todo caso, agradable ver que Carpenter se desenvolvía igual de bien en un entorno frívolo y prosaico.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>También de Don Carpenter en ULAD: </b><i><a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/search?q=Don+Carpenter%3A">Aquí</a></i></p><p></p>Francesc Bonhttp://www.blogger.com/profile/04808954545083038445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-85510262046317568132024-03-10T12:00:00.028+01:002024-03-10T12:00:00.124+01:00Linhart: Röd i snön (Rojo en la nieve)<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr0pI2kmCo5vg-0iR-4trdo-dvGsASdaQbeAYyQAE-rLAMXLvX07NrENT5OS28xaKa5Qi5MpD55knvj-0AHmebAs_vWsqJqBoJi7xpxCVAyNP-57_L85UtwJJWzfZc78F89sK6JHVVJ45_8iV4HDWe4pCdBZW43-xXhDXRw6KLNi4n0KcaLJblT4v8qrEa/s271/descarga%20-%202024-03-08T075731.078.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="186" data-original-width="271" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr0pI2kmCo5vg-0iR-4trdo-dvGsASdaQbeAYyQAE-rLAMXLvX07NrENT5OS28xaKa5Qi5MpD55knvj-0AHmebAs_vWsqJqBoJi7xpxCVAyNP-57_L85UtwJJWzfZc78F89sK6JHVVJ45_8iV4HDWe4pCdBZW43-xXhDXRw6KLNi4n0KcaLJblT4v8qrEa/s1600/descarga%20-%202024-03-08T075731.078.jpeg" width="271" /></a></div><b>Idioma original: </b>Español<p></p><p></p><p style="text-align: justify;"><b>Año de publicación: </b>2023</p><p style="text-align: justify;"><b>Valoración: </b>Está bastante bien</p><p style="text-align: justify;">Habemus crimen sin resolver en un aislado pueblo de Suecia y habemus inspector de seguros pelín extraño, agente de policía algo raruna y un puñado de secundarios a cual más excéntrico. Estos son los ingredientes más o menos clásicos de este "nordic noir" del autor balear Francisco Torres Linhart. Y aunque el autor parte de una situación convencional en el género, poco a poco se va alejando de los cánones, tanto por el tratamiento gráfico como por la introducción de elementos humorísticos y psicológicos en la parte estrictamente narrativa.</p><blockquote><p style="text-align: center;"><i>A veces solo vemos aquello que queremos ver</i></p></blockquote><p style="text-align: justify;">Es obvio que, con estos ingredientes, el centro de la trama lo ocupa el lado detectivesco del asunto. ¿Quién y por qué mato a Jakob Olsson? Estas son las dos preguntas a resolver en un texto en el que se van introduciendo digresiones y personajes secundarios que abren la novela a otros temas y otras vías, sin por ello desviarse de un camino principal bien trazado y, en general, bien resuelto, pese a pequeños encontronazo con algún que otro cliché. Además de la historia personal de Arne Gustafsson, me quedo con el japonés Tanaka (ahí hay otra novela en ciernes, creo yo) y con el asocial Holger y su hija adolescente.</p><p style="text-align: center;"><i>A veces las cosas no son lo que parecen y otras no parecen lo que son</i></p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;">Pero lo más destacable, en mi opinión, es el lado gráfico de la novela. Fondos limpios y una gama cromática en la que predominan los grises azulados (además del blanco de la nieve y el rojo de la no excesiva sangre) son el acompañamiento perfecto para los espacios abiertos y los blancos desiertos del norte de Suecia. Los dibujos son, en apariencia, extremadamente "sencillos", por lo que podríamos hablar de viñetas limpias y austeras, de líneas puras, casi de un minimalismo o esquematismo estilo Ikea (joder, esto sí que es un cliché en sí mismo) que confiere al texto una atmósfera sobria y fría, acorde con el argumento y su ubicación espaciotemporal.</div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW4Txp1N-t6mlQjQ0qUKYHDbJ24giaqN3WnNye0KQZJBkxXbSqpeBcCK6CxlKQNFUNhVOKgwKZIj5TLTu5urCClFpvSBbYpQZO8LKgCVrBV-4LzpTerzQQ4mCgWV8PGgNdN2OFnmaNcLHF_GSer0mFgaMm3VA8YMlicYiLC2d3SvyeGFOEcW2NuKzH0pHo/s326/r%C3%B6d-i-sn%C3%B6n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="286" data-original-width="326" height="281" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW4Txp1N-t6mlQjQ0qUKYHDbJ24giaqN3WnNye0KQZJBkxXbSqpeBcCK6CxlKQNFUNhVOKgwKZIj5TLTu5urCClFpvSBbYpQZO8LKgCVrBV-4LzpTerzQQ4mCgWV8PGgNdN2OFnmaNcLHF_GSer0mFgaMm3VA8YMlicYiLC2d3SvyeGFOEcW2NuKzH0pHo/s320/r%C3%B6d-i-sn%C3%B6n.jpg" width="320" /></a></div>Por último, quisiera hablar de la edición del libro. Un formato algo extraño (17 cm de alto por 24 cm de ancho), papel "gordito" y una tinta aparentemente de gran calidad hacen de este Röd i Snön un libro muy resultón. Pero no nos dejemos deslumbrar solo por las apariencias: dentro hay una buena historia, bien contada y estupendamente dibujada. Una grata sorpresa.<p></p><p style="text-align: justify;"></p>Koldo CFhttp://www.blogger.com/profile/03234946910662770301noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-34723780230503591272024-03-09T12:00:00.002+01:002024-03-09T12:00:00.240+01:00Colaboración: Dora Bruder, de Patrick Modiano<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvxZ0rq5gfH-Bw9HFw7UR-hwz0wQ9YJzQbijczF5PVahWQdF5Fe08Jv7REk5HhDBKOHrGwBXv4zCD_WJ7VzYdKPSzvwyox7iKkERgjR1TZlPm4HpnwmstkM1RbnGsQSUvIGXG9aovAozZCwbJigg0PvElR2ASJ4hpq5bPAQogRyWavs6aG_vnRrkEsYcu2/s276/Modiano.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="276" data-original-width="183" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvxZ0rq5gfH-Bw9HFw7UR-hwz0wQ9YJzQbijczF5PVahWQdF5Fe08Jv7REk5HhDBKOHrGwBXv4zCD_WJ7VzYdKPSzvwyox7iKkERgjR1TZlPm4HpnwmstkM1RbnGsQSUvIGXG9aovAozZCwbJigg0PvElR2ASJ4hpq5bPAQogRyWavs6aG_vnRrkEsYcu2/s1600/Modiano.jpg" width="183" /></a></div><b>Idioma Original:</b> Francés.<br /><p></p><p><b>Título Original:</b> <i>Dora Bruder.</i></p><p><b>Año de Publicación</b>: 1997</p><p><b>Valoración</b>: Muy Recomendable</p><p><span style="text-align: justify;">París, la ciudad luz, es para Patrick Modiano la ciudad de las tinieblas. Porque la luz es movimiento y la oscuridad inacción. Y es que, desde la desaparición de Dora Bruder, en esta ciudad el tiempo se ha detenido.</span></p><p style="text-align: justify;">Un día, el narrador -Modiano mismo- encuentra un anuncio de 1941 donde se reporta como desaparecida a una niña judía, Dora Bruder, al fugarse de un internado. Así él iniciará su búsqueda, no a través de la historia, sino del olvido y de la indiferencia, en esa Francia a la par cuna de los Derechos del Hombre y colaboradora de la Gestapo, donde se revelará un París ajeno a nuestra idea habitual de belleza, en un ambiente gris e indiferente pero salpicado de poesía con atardeceres que aniquilan, estaciones de metro que emergen de la neblina y reflejos enigmáticos entre las familias Bruder y Modiano.</p><p style="text-align: justify;">En su investigación, los edificios hablarán lo que otros han intentado borrar. A través de registros civiles, internados y cárceles -materialización del olvido- Modiano hará resonar los ecos de los que no tuvieron voz, ecos que nos hablarán de Dora y su familia, de esos migrantes que huyen de un cazador solo para que una bestia los devore. La historia de esta niña va más allá del pueblo judío: interesa a toda la humanidad. Como también interesa desenmascarar a París y mostrar ese lado crudo que tanto se maquilla y que lo fue aún más en ese invierno de 1941, el más duro de la ocupación, empeñado en separar familias y sembrar incertidumbre. ¿Por qué Dora se fugó? ¿En qué condiciones se refugió ante ese ambiente tan adverso? ¿Cómo pudo su padre registrarla como extraviada ante la policía si ellos mismos lo estaban buscando? ¿Se reencontró con sus padres? Solo Modiano puede arrojar luz en la oscuridad, o en este caso, oscuridad en una luz que borra todo.</p><p style="text-align: justify;">Como en cualquiera de sus novelas, la sencillez de Modiano sacude. Basta con una caminata vespertina para comunicarse con Dora. Pero es una comunicación fundada en interrogaciones persistentes, en preguntas que la niebla de París parece despejar pero el tiempo acrecienta. Modiano refleja la complejidad de la historia en oraciones sencillas pero lo suficientemente mordaces para comenzar a cuestionar lo que otros han escrito y así liberar y liberarse: hay que salir de los caminos habituales y andar en callejones sin salida porque ahí se encuentra la verdad, o lo que queda de ella en fotografías rotas y archivos ilegibles. He aquí la otra gran virtud de este escritor: arrebatar a los que él llama guardianes de la historia el secreto que ellos mismos olvidan que custodian.</p><p style="text-align: justify;">Los ecos de Dora, como ella, regresan y se van. Son una huella en el vacío, como la de tantos. Pero su destino ha sido reivindicado en la escritura de Modiano con un secreto victorioso. Nos toca aplicarlo.</p><p style="text-align: right;">Firmado: <b>Arturo Jiménez Viveros</b></p><p style="text-align: left;"><b><i>Unos cuantos libros de Modiano reseñados en ULAD</i></b>: <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/search?q=modiano" target="_blank">aquí</a></p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Carlos Andiahttp://www.blogger.com/profile/09534613995520813515noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-28755471916142626362024-03-08T12:00:00.039+01:002024-03-08T12:00:00.243+01:008M. Lecturas atentas, mentes críticas.<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjiiuadIr1N2uDoo1FCyLDwDvqtLA5T_Mt2JVxf16eFWIjcBdK3Mww0qfdQIY0YTCpC2RDBJjWCwMhJj4maGSJGqYkfNNzjZyeSE9yOD5yhukIBNDGXdY6RG4A36QjwArjMQnl-9iWtzzUsSb9o-V6LIl6F68AOCfLS2RyKfAYPF9bJ65Hbe8mtTt2qU7V4" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="745" data-original-width="495" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjiiuadIr1N2uDoo1FCyLDwDvqtLA5T_Mt2JVxf16eFWIjcBdK3Mww0qfdQIY0YTCpC2RDBJjWCwMhJj4maGSJGqYkfNNzjZyeSE9yOD5yhukIBNDGXdY6RG4A36QjwArjMQnl-9iWtzzUsSb9o-V6LIl6F68AOCfLS2RyKfAYPF9bJ65Hbe8mtTt2qU7V4=w265-h400" width="265" /></a></div></div><div style="text-align: justify;">Perséfone era la hija favorita de Deméter, la madre tierra. Su belleza y alegría colmaban el planeta de vibrante energía vital: el sol brillaba, los ríos discurrían llenos de peces, los bosques lucían frondosos… Hasta que un día el dios del infierno (Hades) subió a la superficie, vio a Perséfone y se enamoró perdidamente de ella, por lo que decidió secuestrarla y hacerla su esposa. En el mismo momento en que se la llevaba de camino a los infiernos, el cielo se volvió gris, los ríos se congelaron y algunos bosques se quedaron pelados. Deméter, horrorizada, fue a pedir ayuda a Zeus (dios de los dioses) que, tras escuchar a ambas partes, concluyó que Perséfone pasaría seis meses con su madre en la superficie y otros seis con su marido en el infierno. Fin. </div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El mito de Perséfone se concibió como una parábola para explicar por qué tenemos cuatro estaciones durante el año. Y como somos un blog literario, no hace falta decir que estamos a tope con las metáforas, los simbolismos y cualquier interpretación libre y bien ficcionada que nos permitan observar el mundo y al ser humano desde todas las ópticas posibles. Pero también porque somos un blog literario, somos muy conscientes del poder de las palabras y más aún cuando estas se articulan en forma de narraciones que trascienden y se integran en el relato cultural.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La belleza o el interés que suscita, aún hoy, el mito de Perséfone, no quita que esté construido sobre un sustrato absolutamente misógino que relega los derechos y la dignidad de la mujer muy por debajo de los del hombre. Claro que cuando el mito fue construido, no se tenía esa percepción y mucho menos teniendo en cuenta el factor romántico del «secuestro por amor». Sin embargo, cualquiera que hoy relea ese mito con un mínimo de atención, de conciencia, de perspectiva de género, de algo, lo que sea —por dios— se dará cuenta enseguida de que Hades debiera estar entre rejas de por vida y en régimen estricto de bromuro, mientras que Zeus debiera ser inhabilitado para ejercer cualquier responsabilidad que no sea cuidar de un faro recóndito con graves patologías estructurales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Es esa lectura atenta, compatible con una experiencia estética satisfactoria?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde el momento en que el 8M se integró en el <i>mainstream</i> y, por tanto, en el mercado y, por tanto, en inspiración para todo tipo de productos susceptibles de ser comprados, la maquinaria editorial ha podido también expandir sus fronteras y poner a disposición del público todo tipo de novelas, ensayos, novela gráfica, etc, alrededor de la igualdad de derechos para la mujer. Y ese es un gran paso por lo dicho hace tres párrafos: porque todas aquellas narrativas que logran trascender —y cuantas más haya, más probabilidad de que eso suceda— se integran en nuestro relato cultural, que buena falta nos hace. Y en el momento en que como sociedad integramos conceptos del tipo «el amor romántico no lo justifica todo» podremos abordar y disfrutar plenamente narrativas que sustentan todo lo contrario sin que por ello aceptemos ni por un momento tales premisas —si ahora mismo estás pensando «eso a mí no me pasa» quiero que sepas que te quiero y te respeto igual—. Por tanto, sobre la pregunta:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Es esa lectura atenta, compatible con una experiencia estética satisfactoria? Pues ya dependerá de cada uno, pero sí es un factor irrenunciable para no perder nuestra capacidad crítica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Volviendo al <i>mainstream</i> y al espumillón lila que HOY lo inunda todo, a las marcas que HOY jalean nuestra valía mientras nos venden ediciones especiales de lo de siempre, a las empresas que HOY dirigen su amoroso foco sobre sus trabajadoras que se pasan el resto del año haciendo encajes de bolillo para conciliar su vida familiar. HOY, que se puede decir <u><b>coño</b></u> en voz alta sin que suene vulgar… ¿Qué hacemos con las listas de libros y películas «para mujeres» que HOY publican los medios serios? Servidora, al menos, se las pasa por el mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recapitulando: (1) bien que la lucha por la igualdad de derechos para la mujer haya llegado al mainstream y, con ello, a los libros, pero también (2) bien por los libros y las historias de siempre, que narran <i>otras realidades no tan remotas</i>* y que hoy tienen el valor añadido de despertar nuestra mirada crítica en lo que al papel de la mujer se refiere y, ante todo (3) bien por esa mirada atenta que todos debemos mantener no solo en la lectura, si no también ante la borrachera de acontecimientos en el que estamos irremediablemente inmersos un día como hoy. Que no nos empapelen con listas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por más 8M cada vez menos necesarios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">* <i>Si ponemos el foco en algunos países a los que nos gusta viajar por su exotismo embriagador y donde las Perséfones son secuestradas a diario.</i></div>Beatriz Garzahttp://www.blogger.com/profile/05574737549059108482noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-75632371721117131702024-03-07T12:00:00.073+01:002024-03-07T12:00:00.235+01:00Alba Dedeu: La conformista<p style="text-align: justify;"> <br /><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi39uzZKLGzn9XJRHOEAZSMzaVc7bzFpUl4CuTUl1zfCF59NNdVsP1gkg0jNKLgtoRVs8bfV2SidO3dY6Y1sccvMLL9eq2bqf98Kt2Uu1IXmOy1D36WEdqjv0_COK0TkW4VE4QExeeJG7rw27sRGg0DHezYq1TufeNs6vnSGlOBNtUZM4QNb2yRc9LrHOag/s445/dedeu.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="445" data-original-width="292" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi39uzZKLGzn9XJRHOEAZSMzaVc7bzFpUl4CuTUl1zfCF59NNdVsP1gkg0jNKLgtoRVs8bfV2SidO3dY6Y1sccvMLL9eq2bqf98Kt2Uu1IXmOy1D36WEdqjv0_COK0TkW4VE4QExeeJG7rw27sRGg0DHezYq1TufeNs6vnSGlOBNtUZM4QNb2yRc9LrHOag/w263-h400/dedeu.jpg" width="263" /></a></b></div><div style="text-align: justify;"><br /><b>Idioma original:</b> catalán<br /><b>Título original:</b> La conformista.<br /><b>Traducción:</b> la propia autora<br /><b>Año de publicación:</b> 2024.<br /><b>Valoración:</b>bastante recomendable</div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Lejos, el título ya lo advierte, de la pirotecnia literaria, pero con una sorprendente fiabilidad narrativa, esta <i>La conformista</i>, primera obra de su autora en formato novela, resulta optar con firmeza a emblema generacional o incluso social. Su protagonista, Eva, es una joven que vive con Pere, su pareja, en algún pequeño piso de un barrio de Barcelona. Subsisten de lo que les rinde un pequeño negocio, una rosticería * que irrumpe no solo en su vida diaria sino en el más allá de ésta: el olor del pollo asado lo arrastran en su ropa, piel y cabello cuando llegan a casa, cenan normalmente algo del género que no han vendido. Una vida exenta de cualquier asomo de glamour o sofisticación, una existencia rutinaria que discurre entre la atención al negocio, que deja exhausta a la pareja, la cena a base casi siempre de sobras de género no vendido, el modesto lujo de la cerveza en el sofá ante el televisor y las esperadas pero exiguas vacaciones anuales. </p><p style="text-align: justify;">Una existencia que apenas parece poder ofrecer sobresaltos, incluso cuando Eva fantasea con una relación con el padre divorciado de una compañera de catequesis de su hija, esa fantasía es escasa, poco voluptuosa, efímera y fallida. Quizás una combinación entre el conflicto generacional -si bien los padres no están presentes, si que percibimos que estos han podido permitirse una existencia más desahogada que los hijos, y el conflicto de clases, muy sutil pero perceptible. Viven en un pequeño piso de un barrio medio de Barcelona, no parecen ser personas dadas a lujos . La vida sigue su curso: hijas, dos, que crecen, sexo que se manifiesta funcional y funcionarial. Y dos enormes elipsis que justifican que, en apenas ciento diez páginas, Dedeu sea capaz de esbozar un retrato honesto y preciso. La primera, que no se nos muestra una alternativa, una potencial renuncia de los protagonistas, una alternativa a esa abulia. La segunda, los enormes saltos en el tiempo, crueles reflejos de que en una vida así pueden no pasar apenas cosas dignas de mención. Cinco, diez años pueden pasar entre una maternidad y otra, desde el momento en que tienen un bebé hasta que sus hijas ya son adolescentes.</p><p style="text-align: justify;">Alba Dedeu mantiene un tono directo y coloquial, casi demuestra en su elección de formato - capítulos que son extensos párrafos que tienen un aspecto monolítico, cual paredes de convivencia anodina y escasamente motivadora, y en esos diálogos escuetos, ese brillante recurso de obviar la puntuación al poner frases en boca de la protagonista, que hace que esta primera novela parezca a la vez brillante y madura, espontánea pero calculada en su precisión.<br /></p><p><i>*<span class="ILfuVd" lang="es"><span class="hgKElc">Establecimiento donde se asan y venden pollos.</span></span></i></p>Francesc Bonhttp://www.blogger.com/profile/04808954545083038445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-49066543472259551362024-03-06T12:00:00.044+01:002024-03-06T12:25:48.064+01:00Mariana Enriquez: Un lugar soleado para gente sombría<p style="text-align: justify;"></p><b>Idioma original: </b>Español <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2HuIsmzbRScL02FledKCLvqtB_BalHGMVONvAb0CUnpsN_KPgSpQxOR3HBajhsxtRzhYpsKJbLiYE-l7gAHNsEJDQRPjgVtssnyC_q58BnILmtk6hM-w7XOVNZtF8jdu4A4acKFrhduRnoJKznHQpvsJTF9MvMgMGRt4NAPizSZv7a_Po8jVv6TvVdjBh/s281/descarga%20-%202024-03-03T211635.347.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="281" data-original-width="179" height="281" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2HuIsmzbRScL02FledKCLvqtB_BalHGMVONvAb0CUnpsN_KPgSpQxOR3HBajhsxtRzhYpsKJbLiYE-l7gAHNsEJDQRPjgVtssnyC_q58BnILmtk6hM-w7XOVNZtF8jdu4A4acKFrhduRnoJKznHQpvsJTF9MvMgMGRt4NAPizSZv7a_Po8jVv6TvVdjBh/s1600/descarga%20-%202024-03-03T211635.347.jpeg" width="179" /></a></div><p style="text-align: justify;"><b>Año de publicación: </b>2024</p><p style="text-align: justify;"><b>Valoración: </b>Recomendable</p><p style="text-align: justify;">Me pasa con algunos de mis grupos favoritos. Un ejemplo: Teenage Fanclub. A Norman Blake y a Gerard Love (bueno, a Gerard ya no porque dejó la banda hace unos años) no les pido otra cosa que las melodías de siempre, sus armonías, sus voces. No quiero que "experimenten", que traten de innovar, de ser "modernos". Me gustan sus discos clásicos, sobre todo el <i>Grand Prix</i> <strike>(no, no el programa de Ramón García)</strike> y el <i>Songs from Northern Britain,</i> y a sus últimos discos solo les pido un eco, una reminiscencia de los días de gloria.</p><p style="text-align: justify;">Pues algo parecido me pasa con Mariana Enriquez. No me parece descabellado que haya críticos <strike>(estoy pensando en cierto tipo calvo y con barba al que no parecen gustar demasiado los libros escritos por mujeres)</strike> que en sus comentarios a <i>Un lugar soleado para gente sombría</i> acusen a la argentina de cierto inmovilismo, de escribir una y otra vez el mismo relato, de poner demasiado a las claras sus influencias, etc.</p><p style="text-align: justify;">Sinceramente, me importa un carajo. A mi me gusta que Enriquez me lleve a territorios ya conocidos, a casa u hoteles abandonados o malditos, a espectros reales o ficticios (¿qué o cuál es la realidad?), a historias de miedos y terrores personales y colectivos, etc, a esos lugares de los que no se pueden huir porque duelen, etc. Y me gusta que se noten esas influencias de Silvina Ocampo o Borges (en <i>Mis muertos tristes </i>y en <i>Los pájaros de la noche), </i>Lovecraft (en <i>Los himnos de las hienas) </i>o King (en <i>Julie </i>o ¡¡¡¡<i>Cementerio de heladeras!!!!</i>). </p><p style="text-align: justify;">Además, no es cierto que sean "los mismos relatos". Me parece observar en ellos una mayor carga política, sobre todo en <i>Mis muertos tristes </i>y <i>La desgracia en la cara</i>, y mayores dosis de humor, con mención especial para esa <i>Metamorfosis</i> tan peculiar.</p><p style="text-align: justify;">De todas maneras, reconozco que no he tenido ese deslumbramiento o esa revelación inicial que tuve con <i>Los peligros de fumar en la cama </i>o <i>Las cosas que perdimos en el fuego. </i>Igual lo nuestro es ya un amor de madurez <strike style="font-style: italic;">(Mariana, casate conmigo y dejá al pelotudo de Paul)</strike>, qué sé yo. Aun así, confieso que he disfrutado un montón con algunos de los relatos incluidos en el volumen. Destacan, sobre todo:</p><p style="text-align: justify;"></p><ul><li style="text-align: justify;"><i>Los pájaros de la noche</i>, relato que parte de un supuesto mito y que se va volviendo cada vez más abierto, sombrío y turbio.</li><li style="text-align: justify;"><i>Un lugar soleado para gente sombría, </i>relato de oscura belleza sobre esos lugares de los que resulta imposible escapar.</li><li style="text-align: justify;"><i>Diferentes colores hechos de lágrimas, </i>texto inquietante cargado de presencias y olvidos.</li><li style="text-align: justify;"><i>La mujer que sufre, </i>texto que juega con mundos paralelos y desdoblamientos</li></ul><div style="text-align: justify;">Así que <i>Un lugar soleado para gente sombría </i>no es el mejor libro de Mariana Enriquez, pero estoy convencido de que no va a defraudar a los fans de la argentina y de que seguro sorprende a quienes no se hayan acercado aún a los mensajes mudos que envía desde esos lugares sombríos que son sus páginas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otros libros de "LA REINA MARIANA" reseñados en ULAD: </div><div style="text-align: justify;">Bueno, primero pongo este pedazo de <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2022/11/entrevista-la-reina-del-terror-mariana.html">ENTREVISTA</a> que tuve la suerte de hacerle. Y en cuanto a sus libros, aquí podéis acceder a las reseñas de <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2022/10/mariana-enriquez-el-otro-lado-retratos.html">El otro lado. Retratos, fetichismos, confesiones</a>, <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2022/10/colaboracion-este-es-el-mar-de-mariana.html">Este es el mar</a>, <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2022/08/dr-alderete-mariana-enriquez-el-ano-de.html">El año de la rata</a>, <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2022/03/mariana-enriquez-bajar-es-lo-peor.html">Bajar es lo peor</a>, <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2021/05/mariana-enriquez-alguien-camina-sobre.html">Alguien camina sobre tu tumba. Mis viajes a cementerios</a>, <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2020/03/mariana-enriquez-nuestra-parte-de-noche.html">Nuestra parte de noche</a> (no he vuelto a hablar a Juan desde que perpetró esta reseña), <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2018/12/efemerides-la-hermana-menor-mariana.html">La hermana menor</a>, <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2017/02/mariana-enriquez-los-peligros-de-fumar.html">Los peligros de fumar en la cama</a> y <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2016/07/mariana-enriquez-las-cosas-que-perdimos.html">Las cosas que perdimos en el fuego</a></div><p></p>Koldo CFhttp://www.blogger.com/profile/03234946910662770301noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-80332334994996950142024-03-05T12:00:00.043+01:002024-03-05T12:10:22.446+01:00Anne Rice: Violín<div style="text-align: justify;"><b><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.annerice.com/images/Cover_ViolinLrg.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="629" data-original-width="425" height="320" src="http://www.annerice.com/images/Cover_ViolinLrg.jpg" width="216" /></a></div><br />Idioma original:</b> inglés<br /><b>Título original: </b><i>Violin</i><br /><b>Traducción: </b>Camila Batlles<br /><b>Año de publicación: </b>1997<br /><b>Valoración:</b> Intensito / Pretencioso</div><p style="text-align: justify;">Qué fuerte con la Rice, cómo se pone de trascendental cuando se siente con ganas. Y qué pretenciosa, que es lo peor. Si hubiera tenido la capacidad...</p><p style="text-align: justify;"><i>Violín </i>trata sobre una mujer, Triana -no se le da bien a nuestra autora elegir nombres-, de metro y medio de altura y tronco deforme (lo dice solo una vez, no tiene relevancia en la trama), a la que se le muere su marido millonario. El segundo, por cierto: está claro que el físico nunca le ha resultado un problema para encontrar pareja, lo cual es maravilloso. Lo que no es creíble es que con esa personalidad encontrase a alguien que quisiese estar con ella, pero bueno. Estamos hablando de un personaje creado por Anne Rice.</p><p style="text-align: justify;">A lo que íbamos: entonces, la buena de Triana, como fantasea con la muerte (¿porqué no se suicida, sino para de repetir que no hay belleza más sublime?) se queda con el cadáver de su marido un par de días en la casa, más o menos hasta que empieza a oler ya fuertecillo. Vienen sus vecinos, viene su familia, y Triana, una vez convertida en protagonista, foco de atención y con buen casito recibido, decide pasar de todos y centrarse en un extraño violinista que toca solo para ella (¿egocéntrica? ¡no, no!) desde el exterior de su casa.</p><p style="text-align: justify;">El violinista resulta ser un fantasma – esto viene en la sinopsis del libro, no quiero hacer destripes -, antiguo alumno de Beethoven. No me queda claro porqué razón acude a Triana, a no ser que el verdadero motivo es que todo gire a su alrededor. En resumen, que, al estilo del fantasma de las navidades pasadas, la lleva a dar una vuelta por su pasado, para mostrarle su vida y su muerte. Beethoven aparece para rendirse a Triana, también, puesto que ella lo vale (aunque nunca lleguemos a saber porqué). Otro hecho importante sucederá hacia el final de la novela, donde la vida vuelve a darle a Triana (aparte, claro, de la familia, la fortuna y el protagonismo que ya tiene) otro maravilloso don, a cambio de absolutamente nada. Porque sí.</p><p style="text-align: justify;">Un factor muy importante en esta novela es la música: nuestra querida Triana la vive de una forma que hace que, cuando escucha a Mozart y Beethoven (la autora no conoce a más compositores), no pueda evitar rodar por el suelo y tirarse a las paredes, embargada de la emoción -por fortuna vive sola-; el que se aburre es porque quiere. Lamentablemente, los conocimientos musicales de la autora se ciñen al segundo movimiento de la novena sinfonía de Beethoven; es incapaz de citar otra obra en todo el libro. Por cierto, queda un poquito ridículo, amen de pretencioso, intentar ir de entendida musical cuando no tiene ni claros los conceptos de armonía, figura rítmica, altura, etc: se le ve la presunción y la falta de conocimiento a leguas.</p><p style="text-align: justify;">Un poco (mucho) de racismo en su versión más condescendiente con sus lacayos, lo que le da un nauseabundo sabor característico, clasismo (he leído entre 20 y 25 libros de Rice y TODOS sus protagonistas, así como secundarios, son inmensamente ricos, pero ricos de decir: “solo se movía en limusina”) y mucha profundidad trascendental (vacua) resumen esta novela. Bueno, pretendida profundidad que más bien es un charco de mala colonia derramado por el suelo de unos grandes almacenes, pero se me entiende la idea.</p><p style="text-align: justify;">Añadamos que todos los personajes, tanto en Viena como en Río de Janeiro, hablan en perfecto inglés, y ya tenemos el bingo de la egolatría.</p><p style="text-align: justify;">¿Porqué he leído yo esto, entonces? La razón de esta lectura, y otras, es que hay momentos de la vida en el que, por las razones que sean, como lectores, no podemos dedicarnos a libros “más difíciles”, me refiero a mamotretos colosales, profundos, o que requieran especial concentración en su lectura, así que debemos limitarnos a leer obras más “ligeras”, más superficiales. Afortunadamente, encontré muchos buenos y grandes libros, particularmente en los géneros de ciencia ficción y novela negra; no puedo decir lo mismo de Anne Rice. No puedo recomendar este libro a absolutamente nadie.</p><p style="text-align: justify;">Otras obras perpetradas por Anne Rice <i><b><a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/search?q=anne+rice">aquí</a></b></i>.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-42656617196748644792024-03-04T12:00:00.001+01:002024-03-04T12:00:00.228+01:00Charles Beaumont: Tal vez soñar<div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg72OvSoTrocjVw7m6mhf0l5q1XQ1j6TE5cmeY8zwngagt5OAaJizfnjguZDhGhJ0VgZGqnj_sUw2ccGKudgJ5eRBZkeUgOny5rhHfeAD55ExpX_I55kNZISRXU1fzxDne2sLII8Ar0ZktUyx6cx8lirJ6LZVboHbBfcbdlXsuQ9BHQGFl1cdAZ7UJDy8E/s542/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="542" data-original-width="346" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg72OvSoTrocjVw7m6mhf0l5q1XQ1j6TE5cmeY8zwngagt5OAaJizfnjguZDhGhJ0VgZGqnj_sUw2ccGKudgJ5eRBZkeUgOny5rhHfeAD55ExpX_I55kNZISRXU1fzxDne2sLII8Ar0ZktUyx6cx8lirJ6LZVboHbBfcbdlXsuQ9BHQGFl1cdAZ7UJDy8E/s320/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="204" /></a></div><b>Idioma original: </b>Inglés</div><div><b>Título original: </b><i>Perchance to dream. Selected stories</i></div><div><b>Traducción:</b> Óscar Mariscal</div><div><b>Año de publicación: </b>2015</div><div><b>Valoración:</b> Entre recomendable y está bien<br /></div></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Tal vez soñar</i>, volumen de la <a href="http://elpaseoeditorial.com/es/">editorial el paseo</a>, compila veintitrés de los mejores relatos de Charles Beaumont. Aunque dichos relatos pueden adscribirse a registros y géneros muy variados, ostentan cierta predilección por el humor, la fantasía, la ciencia ficción y el terror pulperos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las cuentos más conocidos de Beaumont son, probablemente, los siete que fueron adaptados en la mítica <i>The Twilight Zone</i>. Algunos de ellos, como ese que da título al conjunto o "Gente guapa", se cuentan entre mis favoritos de esta colección. Sin embargo, también he apreciado otros que nada tienen que ver con la serie americana; por ejemplo "La selva" o "Dr. Silk, mago".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quizá la mejor cualidad de Beaumont en tanto que escritor es su imaginación. Ésta le permitía desarrollar, a partir de la idea más básica o la premisa más sencilla, narraciones con trasfondos sugerentes o detalles atractivos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div>Además, Beaumont no sólo concebía ficciones entretenidas y variadas, sino que también era capaz de dotarlas, si se terciaba, de factura artística o profundidad temática, demostrando que dentro de los parámetros del pulp se pueden alcanzar impresionantes cotas de calidad. Como muestra de ello tenemos la ambiciosa escala del mundo de "La selva", la lograda sátira agazapada tras "Gente guapa" o la belleza melancólica del acabado formal de "Dr. Silk, mago".</div><div><br /></div><div>Es verdad que la prosa de Beaumont no es ningún prodigio estilístico. Sin embargo, resulta sencilla de leer y funciona perfectamente a la hora de narrar. Tampoco los argumentos del autor son particularmente audaces o complejos, ni sus personajes memorables. Pero tanto lo uno como los otros cumplen siempre, y holgadamente, unos mínimos. Ya he hablado de historias cuyo argumento me ha cautivado; aprovecho ahora para añadir que personajes como Luther, de "Fritzchen", o el Sr. Aorta, de "Tierra gratis", ostentan caracterizaciones bastante interesantes.</div><div><br /></div><div>Por último querría destacar el que, a mi juicio, es el punto débil de Beaumont: los finales. Y es que, pese a su eficacia, a menudo sus giros se antojan o bien previsibles o bien excesivos.</div><div><div><br /></div><div><div><div>Qué más puedo decir. En el emotivo prólogo de <i>Tal vez soñar</i>, el escritor <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/search?q=ray+bradbury">Ray Bradbury</a>, íntimo amigo de Beaumont, lo alaba. Algo parecido hace el actor William Shatner en un evocador epílogo. Y yo, desde mi humilde posición como crítico literario advenedizo, sólo puedo sumarme a ambos. </div></div></div></div></div>Oriolhttp://www.blogger.com/profile/17138234834594781972noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-35998353832754696522024-03-03T12:00:00.058+01:002024-03-03T12:00:00.249+01:00Volker Ullrich: Ocho días de mayo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOITFWTFBcHVroBVkk0dWatanm9GQad18uOuiUNDbzKYqaOiSSqaAb2hbQTLB28D3tOPPMdhB2ezJTQzC_vIcnSoGydvi2IZtGcFf7gTQkHC-fW4ErCalY-DNx4d1_a9DrR3svqUHH-2uiYfC9MeG_nHPoOr-2sUr6gKwpx0HjYmV37NhRTNkNPLFtcRRw/s285/Ullrich.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="285" data-original-width="177" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOITFWTFBcHVroBVkk0dWatanm9GQad18uOuiUNDbzKYqaOiSSqaAb2hbQTLB28D3tOPPMdhB2ezJTQzC_vIcnSoGydvi2IZtGcFf7gTQkHC-fW4ErCalY-DNx4d1_a9DrR3svqUHH-2uiYfC9MeG_nHPoOr-2sUr6gKwpx0HjYmV37NhRTNkNPLFtcRRw/s1600/Ullrich.jpg" width="177" /></a></div><b>Idioma original:</b> alemán<br /><p></p><p><b>Título original:</b> <i>Acht Tage Im Mai</i></p><p><b>Traducción:</b> Teófilo de Lozoya y Juan Rabasseda Gascón</p><p><b>Año de publicación:</b> 2023</p><p><b>Valoración:</b> Muy recomendable</p><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Aunque hayan pasado casi ochenta años, parece que no dejamos de descubrir nuevos horrores acerca del nazismo. Y aunque el libro que nos ocupa se limita en principio a los ocho días que siguieron a la muerte del dictador, es más que suficiente para estremecerse con episodios que darían, cada uno por sí solo, para un libro o una película de esos que le dejan a uno con mal cuerpo. Así que tras una cubierta casi tópica de la literatura de guerra (contundentes caracteres en rojo sobre fondo claro, con foto de soldados en blanco y negro) vamos a conocer esa muy breve pero apasionante etapa de la Historia reciente.</p><p style="text-align: justify;">Hitler se quitó de en medio junto con Eva Braun en el bunker de Berlín el 30 de abril de 1945, cuando el Ejército Rojo se encontraba ya a las puertas de la ciudad y una buena parte del territorio del Reich estaba bajo el control de los aliados. Su voluntad de eludir responsabilidades cuando la guerra estaba ya más que perdida contribuyó a aumentar el inmenso baño de sangre. Como testamento político, por llamarlo de alguna manera, dejó nombrado un Gobierno de gestión encabezado por el almirante Dönitz, que duraría exactamente los ocho días que describe el libro.</p><p style="text-align: justify;">La desaparición del Führer, que fue conocida en los días siguientes, dejó, según dice Ullrich, varios tipos de sensaciones: la fundamental, de alivio al vislumbrarse el final de la pesadilla, pero también de indiferencia entre la población alemana y, a efectos prácticos, de desorientación y desbandada entre las unidades militares todavía en activo y entre los fieles que de repente se encontraron sin alguien a quien obedecer. La consecuencia fue naturalmente un caos todavía mayor, del que fueron presa los propios mandos de la Wehrmacht, los responsables territoriales del régimen, o los grupos que custodiaban los campos de concentración o los batallones de extranjeros esclavizados. </p><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: justify;"><i>‘Era como si aquellos sátrapas, que habrían estado dispuestos a seguir las últimas órdenes sin rechistar, se hubieran convertido de nuevo en individuos capaces de actuar y de pensar por su cuenta’</i></p></blockquote><p style="text-align: justify;">La reflexión procede de una antigua funcionaria del Reich.<i> </i>Y por supuesto deportados, represaliados y en última instancia, la población civil serían una vez más las principales víctimas de la confusión.</p><p style="text-align: justify;">La narración de Ullrich se basa en una multitud de documentos y testimonios, muchos de ellos de civiles, memorias o diarios de personajes relevantes o de ciudadanos anónimos, buena parte de los cuales eran inéditos hasta la fecha, según he leído. De manera que el relato, sin desconocer por supuesto los hitos militares o políticos decisivos, desciende a episodios menos conocidos, como la rendición unilateral de algunos dirigentes nazis deseosos de salvar el pellejo, el descubrimiento de la mina de sal en la que Hitler quiso esconder su colección particular de arte, o los coletazos furiosos de los últimos incondicionales ante la evidencia de la derrota.</p><p style="text-align: justify;">Todo ello, claro está, envuelto en escenas espeluznantes, como el suicidio de los Goebbels, al que arrastraron a sus propios hijos, las múltiples violaciones en la zona de ocupación soviética, los suicidios en masa de Demmin, la tragedia del Cap Arcona, o las marchas de la muerte, en las que miles de personas en condiciones ya extremas fueron sacadas de los campos de exterminio y obligadas a deambular de un lugar a otro sin un destino concreto. Las atrocidades no parecen tener límite. El autor toma pie además en acontecimientos de aquellos días de mayo para seguir la pista de hechos anteriores que alimentan aún más el espanto, como la masacre de Lidice en represalia por el atentado contra Heydrich, el carnicero de Praga, o la barbarie represiva de Seyss-Inquart en la región neerlandesa donde gobernaba. </p><p style="text-align: justify;">Pero no hay que equivocarse, no es en absoluto un libro sensacionalista ni se regodea en la sangre, para nada. Con el mismo sistema, es decir, partiendo de algún hecho acaecido en esos días caóticos, se detiene también en examinar la trayectoria y vicisitudes de personajes que entonces o después formaron parte de la Historia, como Anne Frank y su familia, los futuros cancilleres Adenauer o Helmut Schmidt, el científico Von Braun o el líder comunista Walter Ulbricht. Todos ellos tuvieron su papel en esas jornadas en que se consumó el derrumbe de un Estado y un ejército que parecían en camino de dominar el mundo, y que vivieron su fin de forma tan patética y humillante. </p><p style="text-align: justify;">Nos quedan sin embargo otros aspectos quizá todavía más interesantes. La aparente abducción que la ideología y el liderazgo nazis consiguieron ejercer sobre tanta gente merecen un profundo estudio que no sé si se ha llegado a hacer. Pero lo más importante: ¿cuál fue la actitud de la mayoría del pueblo alemán durante esos más de diez años de locura, y cuando todo estaba a punto de terminar?</p><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: justify;"><i>‘El Führer, otrora idolatrado, fue declarado persona inexistente, un demonio con figura de hombre, de cuyas diabólicas artes de seducción nadie había podido defenderse. De ese modo, la gente se eximía de tener que rendir cuentas por su propia complicidad con el nacionalsocialismo. Si alguien tenía la culpa de los crímenes era Hitler, y luego Himmler y su pandilla. La gente no había tenido nada que ver con aquello’.</i></p></blockquote><p style="text-align: justify;">O no se habían enterado porque no vieron nada. O miraron para otro lado. Una valoración muy parecida a la que hacía Kracauer y buen número de otros autores. No es fácil, desde luego, ni quizá sea demasiado justo repartir culpas desde la comodidad del teclado de un ordenador. Pero ahí queda la cuestión, planteada al final de un libro imprescindible para quien quiera conocer más de cerca el horror de un periodo cuya herencia parece asomar de nuevo por todas partes.</p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Carlos Andiahttp://www.blogger.com/profile/09534613995520813515noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-29660455178008121872024-03-02T12:00:00.001+01:002024-03-02T12:00:00.242+01:00Jorge Icaza: Huasipungo<div style="text-align: left;"><b><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwY0cbNRBR4a8O_TfaMDadbVlBR8RvMA3OThVJyljKy5tOxGy1_jCHb6y9k-TTFwlQvlf-0pz9kBX2phmPw6CHfzz47mP69bcakKcZEPR1k3DdCMKvcVfOw6sfH_RdEbz1CH7apsBz4eFv5Qh1_YU7aYYIJ3d77afRTUHSf28dStpPy7oZLkjvFfapYl8F/s269/Huasipungo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="269" data-original-width="188" height="269" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwY0cbNRBR4a8O_TfaMDadbVlBR8RvMA3OThVJyljKy5tOxGy1_jCHb6y9k-TTFwlQvlf-0pz9kBX2phmPw6CHfzz47mP69bcakKcZEPR1k3DdCMKvcVfOw6sfH_RdEbz1CH7apsBz4eFv5Qh1_YU7aYYIJ3d77afRTUHSf28dStpPy7oZLkjvFfapYl8F/s1600/Huasipungo.jpg" width="188" /></a></div>Idioma original: </b>español</div><div style="text-align: left;"><b>Año de publicación: </b>1934</div><div style="text-align: left;"><b>Valoración: </b>recomendable como lectura, imprescindible como documento</div><div style="text-align: left;"> </div><div style="text-align: left;">Hay libros que quizás no sean lecturas agradables o particularmente placenteras; que quizás no se transformen en tu libro favorito, ese al que vuelves una y otra vez, y que regalas a todas tus amistades a la primera oportunidad; pero que sin embargo constituyen documentos imprescindibles para comprender un lugar y una época, para denunciar opresiones o injusticias a través de la ficción. Ese es el caso de <i>Huasipungo</i>, una obra cuya lectura puede ser ardua (por su forma y por su contenido), pero que ofrece un conmovedor e impactante testimonio de la situación de explotación inhumana en la que se encontraban los indígenas en el Ecuador de comienzos del siglo XX.<br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Para ofrecer este testimonio, la novela explora y entrelaza los destinos de dos hombres bien diferentes: Alfonso Pereira, el dueño de una extensa y mal gobernada plantación en el interior de Ecuador; y Andrés Chiliquinga, un indio de la hacienda de Pereira acosado por la desgracia, la miseria y la injusticia. Al comienzo de la novela, Alfonso Pereira, hostigado por su tío y por un inversor estadounidense (pero también por el embarazo no deseado de su hija) decide trasladarse a sus propiedades de Cuchitambo, para supervisar la instalación de una explotación maderera y la construcción de una moderna carretera. Vemos, así, que la situación de miseria y práctica esclavitud en la que vivían los indígenas (con sus "huasipungos", pequenas parcelas de tierra cedidas por los terratenientes, como única posesión) se ve empeorada aún más, con la imposición de nuevos trabajos, nuevas violencias, nuevas injusticias. </div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"></div><div style="text-align: left;">La crítica de Jorge Icaza es implacable: tanto el poder económico (representado por Pereira y por el señor Chapy, con su deseo de enriquecimiento a cualquier coste), el poder político (representado por el teniente político Jacinto Quintana) o el poder religioso (en la persona de un cura avaricioso, lujurioso y sin escrúpulos), todos demuestran el mismo egoísmo, la misma deshumanidad, el mismo desprecio por los indios, a los que tratan como posesiones reemplazables y molestas. Tampoco los propios indígenas aparecen en absoluto idealizados: son seres alcoholizados, violentos con sus mujeres, negligentes con sus hijos, supersticiosos, sumisos. Es obvio que la simpatía del narrador (y del autor) están de su parte, pero eso no significa que se los eleve a la categoría del "buen salvaje".</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Como decía al principio, esta puede resultar una lectura algo ardua, en primer lugar porque no se escatiman detalles en la descripción de las numerosas violencias (psicológicas, físicas y sexuales) que se ejercen sobre los indios o, en menor medida, los "cholos", o de las condiciones miserables e infrahumanas en las que viven los indígenas. (La escena en la que los indios, incluidos Andrés y su familia, consumen carne podrida de buey es paradigmática en este sentido). Por otra parte, hay un esfuerzo consciente (y progresivo a medida que avanzaban las ediciones de la obra) por representar con fidelidad el habla de los indios, que mezcla un español deformado con palabras y estructuras propias del quecha; aunque la novela incluye un útil glosario al final, puede resultar difícil comprender algunos diálogos, sobre todo al principio de la lectura.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Que el principal valor de la novela sea su carga de denuncia de una opresión inhumana, no quiere decir que carezca de virtudes o valores estéticos: las causas más justas pueden dar lugar a obras artísticas infumables, pero no es este el caso. En primer lugar, cabe destacar la inteligencia y eficacia de la estructura narrativa, que combina la alternancia de focos (entre Pereira y Andrés) anteriormente mencionada, pero también una progresión o adensamientod e los conflictos que llevan a un desenlace inevitable. También sorprende la belleza (aunque sea una belleza terrible) de ciertas páginas o ciertas descripciones de paisajes, personajes o situaciones, o la potencia de muchas escenas, como aquella en la que un indio queda atrapado en el lodo en medio de la corriente durante la construcción de la carretera. </div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Por todo ello (su capacidad de denuncia, unida a su magistral composición, <i>Huasipungo</i> está considerada como una de las principales representantes, si no el principal, de la novela indigenista, a la que también pertenecen <i>Los ríos profundos</i> de José María Arguedas o <i>El mundo es ancho y ajeno</i> de Ciro Alegría. Se trata de un subgénero específico de Hispano-América, pero que puede relacionarse con el desarrollo del realismo social en otras latitudes o tradiciones. Así, el grito con el que acaba la novela ("<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 32px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;">¡Ñucanchic huasipungo!", "</span><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 32px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;">¡</span><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 32px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;">el huasipungo es nuestro!") trasciende su ámbito concreto, para convertirse en un grito solidario con muchos otros: el grito de los oprimidos que se rebelan contra sus opresores.<br /></span></div>Santihttp://www.blogger.com/profile/03340701547489427642noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-38423227033612099742024-03-01T12:00:00.027+01:002024-03-01T20:34:04.332+01:00Luis Spota: Casi el paraíso<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsnI6GKMPTnEYwWBZImzNzo3mbRAYLiZ21FPd8XpxAMob_O1VhdYFGjYFhbWPML2pHNaKJI2TVOsd4e-_QWgeoyqM6Rns5Bos-axCJXHh5vjoHYZwdltSFOOYILn-NOenUwnqCNTD6aT6NPpoGOYFP4t1dDASE1Zc3pLX2ClDvAXXI2ImYs3NFGeaaWLk/s634/Casi%20el%20parai%CC%81so.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="634" data-original-width="415" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsnI6GKMPTnEYwWBZImzNzo3mbRAYLiZ21FPd8XpxAMob_O1VhdYFGjYFhbWPML2pHNaKJI2TVOsd4e-_QWgeoyqM6Rns5Bos-axCJXHh5vjoHYZwdltSFOOYILn-NOenUwnqCNTD6aT6NPpoGOYFP4t1dDASE1Zc3pLX2ClDvAXXI2ImYs3NFGeaaWLk/w261-h400/Casi%20el%20parai%CC%81so.png" width="261" /></a></div><b style="text-align: left;">Idioma original</b><span style="text-align: left;">: Español</span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><b>Año de publicación</b>: 1956</p><p style="text-align: justify;"><b>Valoración</b>: Recomendable</p><p></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;">Imagina esto: un aprendiz de torero se convierte, por azares del destino, en el presidente de la Comisión de Box y Lucha Libre Mexicana para luego llegar a ser el primer presidente del Consejo Mundial de Boxeo. Esta no es la vida del protagonista de esta novela, sino la de Luis Spota, una persona que hizo de todo: periodismo, radio, televisión, fotografía, cine y, lo que nos concierne, escribir libros.</p><p style="text-align: justify;">Luis Spota, como sugiere su aspecto de burócrata (traje marrón, corbata con estampado cachemira y lentes de pasta), no ostenta un estilo innovador o particularmente espectacular, pero es preciso y efectivo (no sé si eso viene del periodismo o del boxeo). Era un escritor que conocía muy bien su oficio. Era más un artesano (en el buen sentido de la palabra) que un artista (en el mal sentido de la palabra). A pesar de que "Casi el paraíso" transcurre en dos líneas temporales, para nada se parece a los embrollos de Vargas Llosa. Este recurso solo se usa como pretexto para mostrarnos el pasado del protagonista.</p><p style="text-align: justify;">Lo que tenemos aquí es una narración simple pero que va al grano: posterior a la salida de Lázaro Cárdenas de la presidencia de México, quien había materializado los ideales de la revolución de principios de siglo, el país fue ocupado por una burguesía nacida de las reformas revolucionarias (similar a los grandes conglomerados en EU o al zaibatsu en Japón). Una burguesía rapaz, poco ilustrada, ambiciosa, que acumuló una gran cantidad de capital al amparo del gobierno y que, como un nuevo rico rencoroso que desprecia sus orígenes, busca legitimar su riqueza adquirida sin mérito propio mediante su asociación con los intelectuales, o peor aún, con la nobleza.</p><p style="text-align: justify;">Al aliarse con figuras prominentes en el ámbito cultural y aristocrático, esta burguesía busca elevar su estatus social y proyectar una imagen de refinamiento y sofisticación, así como extender sus redes de influencia y oportunidades económicas. Este fenómeno es criticado y ridiculizado por Spota, quien nos muestra un mundo donde la corrupción y el cinismo son moneda corriente (“cuando entré a la revolución odiaba a los ricos, y ya ve, Dios me castigó haciéndome uno de ellos”), donde la riqueza es perseguida a cualquier costo, sin importar a quién se deba llevar entre las patas.</p><p style="text-align: justify;">Si bien "Casi el paraíso" de Luis Spota es un agudo análisis de una parte de la sociedad mexicana del siglo XX, también se pueden señalar algunos puntos negativos. Aunque la novela presenta una amplia gama de personajes, algunos de ellos pueden resultar superficiales, utilizados únicamente como contraste para los personajes principales. Además, en algunos momentos, el drama puede ser un poco denso, lo que recuerda a una telenovela mexicana. Estos puntos no necesariamente invalidan las cualidades positivas de la novela. Es sorprendente que Spota no sea tan conocido como otros escritores mexicanos, ya que, para mí, es uno de los grandes.</p><div style="text-align: justify;"><br /></div>AlainRDhttp://www.blogger.com/profile/00054182270977843011noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-6281058508628896732024-02-29T12:00:00.033+01:002024-02-29T12:46:51.227+01:00Marina Garcés: El tiempo de la promesa<div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt7aiF384Su-I6pDe66p9cXjb7uciNwKCqVwUODqDGFPfWOgcbx73uJBNlQXgkB6PFDY-kc4J8AyNRAGcrKgUEejRwdai5HBnRBDgkSjkRcvyF1CNsWcRMMTb4f9CCobLR_yHycq95TujPE3So8A2UoAcz6YV_YLfMcaCvAV2mnxQFZqOrhkk0QZC15W-6/s2120/marina%20garc%C3%A9s%20promesa.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2120" data-original-width="1270" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt7aiF384Su-I6pDe66p9cXjb7uciNwKCqVwUODqDGFPfWOgcbx73uJBNlQXgkB6PFDY-kc4J8AyNRAGcrKgUEejRwdai5HBnRBDgkSjkRcvyF1CNsWcRMMTb4f9CCobLR_yHycq95TujPE3So8A2UoAcz6YV_YLfMcaCvAV2mnxQFZqOrhkk0QZC15W-6/s320/marina%20garc%C3%A9s%20promesa.jpeg" width="192" /></a></div><b>Idioma original:</b> catalán / castellano<br /><b>Título original:</b> El temps de la promesa / El tiempo de la promesa<br /><b>Año de publicación:</b> 2023<br /><b>Valoración:</b> muy recomendable</div><p><br /></p><div style="text-align: justify;"><div>Debo confesar, que a mí la filosofía siempre me ha parecido una disciplina muy interesante y necesaria para no únicamente intentar entender el mundo, sino también como campo de crecimiento personal y de autoconocimiento a través de la realidad que nos envuelve. Y si a las ganas que ya tenía por conocer la obra de Marina Garcés tras haberla leído y escuchado en entrevistas a lo largo de los años, le añades que comienza el libro con una cita de <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/search?q=mouawad" target="_blank">Mouawad</a>, entonces la decisión respecto a esta lectura se convierte en una apuesta muy segura.</div><div><br /></div><div>Empieza la autora con un mensaje que traslada cierto descontento hacia la sociedad actual, afirmando que «las promesas ocupan un espacio poco importante, hoy, en las maneras cómo nos vinculamos con los otros: en el amor, en el trabajo, en la vida social y política» y remarca la importancia de las promesas, pues «prometer es una acción que se hace con la palabra y que, de la nada, hace nacer un vínculo y un compromiso capaces de atravesar el tiempo y reunir, en una sola declaración, pasado, presente y futuro. Pero ¿cómo prometer nada si ponemos el futuro en peligro? Esta es la pregunta del sentido común: sin futuro no hay promesas. Podemos darle la vuelta: ¿de qué futuro podemos disponer, si no nos atrevimos a prometer nada?». Y es que, en la sociedad de hoy en día, anclada en un presente continuo e infinito, este acto se hace arduo porque «sí que sabemos imaginar el futuro. Lo que ocurre es que no se parece en nada a lo que nos habían prometido» y, justamente por ello, el futuro queda lejos en el tiempo, pero aún más en pensamiento; el futuro, por incierto o por desalentador, queda apartado de nuestros proyectos, centrados en el aquí y ahora, en una mala concepción de una especie de <i>mindfulness </i>que desvía la atención desde lo importante a lo inminente. </div><div><br /></div><div>A partir de esta premisa inicial, la autora se abre a la revisión de las promesas a lo largo de la historia y pone en relieve que «la historia nos dice que una buena parte de la humanidad ha sido excluida de lo espacio de la promesa: quien no dispone libremente de su voluntad no puede prometer nada a nadie». En este sentido, se reafirma afirmando que «el engaño no es ceguera, sino un deseo de creer vivido desde la desigualdad». Así, la autora nos habla de la promesa, el compromiso y la responsabilidad de quién la hace pero también de quién la recibe, pues «la promesa imperativa busca un “te lo prometo como a una declaración de sumisión”», y en este sentido, apuntala su reflexión al indicar que quien promete a menudo es el poderoso (entiendo el poder como político, económico o religioso) y pone como ejemplo la religión, en la que un dios hace promesas a sus fieles mostrando su poder absoluto a la vez que torna las promesas en exigencias y obligaciones. Así, quien promete acaba siendo quien reclama en contrapartida, estableciendo así una alianza entre pueblo y Dios desigual. De igual manera, también el estado hace promesas, aunque en lugar de salvación promete protección siempre y cuando se cumplan una serie de obligaciones de manera que la promesa se convierte en una sumisión a menudo disfrazada de vínculo proteccionista. Y la autora incide en el tercer pilar, el económico, pues se sirve también de promesas lanzadas y difundidas de manera constante y repetitiva, ofreciendo ilusiones ficticias pues «el delirio de todos los que vivimos bajo el capitalismo es que, a pesar de que las cosas nos vayan mal, en algún momento pueden ir bien».</div><div><br /></div><div>Enlazando su reflexión acerca del capitalismo y sus infinitas ansias de crecimiento, la autora relaciona el concepto de promesa con la predicción, distinguiendo claramente una de otra pues la promesa es un acto de voluntad, mientras que la predicción es el resultado de una serie de cálculos; justamente por ello, nos alerta acerca de la IA y su peligrosidad, pues sus algoritmos «predicen sin pretender explicar, contrarrestar o contraargumentar» y, como sus patrones derivan de los datos con los cuales han sido entrenados, el futuro que proyectan no deja de ser una imagen basada en datos de un pasado actualizado de manera que no queda claro si «hablan del futuro o realmente son una proyección del pasado» (algo que Grafton Tanner ya indicaba también en su ensayo «<a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2023/08/grafton-tanner-las-horas-han-perdido-su.html" target="_blank">Las horas han perdido su reloj</a>»). De manera adicional, no únicamente estas predicciones proyectan el pasado, sino que también, ocultas bajo la opacidad de las técnicas predictivas utilizadas, consiguen algo aun más peligroso, la exención de responsabilidades sobre su seguimiento pues «estas técnicas nos comunican los resultados, calman nuestra ansiedad y nos permiten delegar la decisión. Ponernos en manos de los dioses o del algoritmo, ética y políticamente, no es tan diferente. Pero cuando un general declara la guerra después de haber escuchado el oráculo, quien ha declarado la guerra, ¿él o el oráculo?». Con ello, la toma de decisiones se externaliza y por tanto la responsabilidad se difiere, oculta en algoritmos, datos y procesos que nadie entiende y que, justamente por ello, sirve como perfecto escudo de la toma de decisiones más éticamente injustificables. Ese es el paraguas que los protege de la lluvia de críticas, y de remordimientos.</div><div><br /></div><div>Dice Marina Garcés que «las promesas hablan del futuro, pero se hacen desde un presente y nos hacen presentes. Hablan del futuro, pero invoca un comienzo y una memoria compartida (…) hacer una promesa es interrumpir el destino» porque «prometer una cosa es introducir una verdad que inventa un lugar propio en la trama de lo real: es una expectativa compartida que es cierta a pesar de no haber sucedido». Incidiendo en ello, afirma que «todo compromiso es un vínculo, de la misma manera que toda promesa refuerza el vínculo porque lo sostiene a través del tiempo. Es nuestro pasado común, porque nos proyecta a un futuro en que nos jugamos algo juntos». Esta quizá es la gran responsabilidad de quienes hacen promesas: crear un pacto que no se hace únicamente aquí y ahora, sino que se mantiene a la largo del tiempo y se renueva a cada minuto que pasa hasta su cumplimiento. En un momento en que solo existe el ahora y en el que no sabemos dónde estaremos ni quienes seremos dentro de un tiempo, hacer una promesa puede sonar como algo muy aventurado y osado, pero sin duda también se podría considerar una demostración de que nuestros valores y principios perviven a pesar de todo, y de todos.</div><div><br /></div></div>Marc Peighttp://www.blogger.com/profile/08735148187603731097noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-18232054057420885992024-02-28T12:00:00.001+01:002024-02-28T13:00:12.129+01:00Stephanie Dompierre: Principiante<div style="text-align: justify;"><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggdGRSkwKIox3CshXkst-fGrlrfsd_jslIkzR4cU_NxFdXAXynSPWiE9Czrl_cgqBen-KwYdhZUWQDU2uR03WZb2oSqepp22DkxRAWMZALSO7xk6ZueT4EV6DzSiyWDgGQFbwgjnN8M53Ki5eA_P63xAoGI9iUhR_wva4f1M1aSO4FtwBbf-L7jxGSawk/s2571/producto_1675078858_portada-principiante.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2571" data-original-width="1714" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggdGRSkwKIox3CshXkst-fGrlrfsd_jslIkzR4cU_NxFdXAXynSPWiE9Czrl_cgqBen-KwYdhZUWQDU2uR03WZb2oSqepp22DkxRAWMZALSO7xk6ZueT4EV6DzSiyWDgGQFbwgjnN8M53Ki5eA_P63xAoGI9iUhR_wva4f1M1aSO4FtwBbf-L7jxGSawk/s320/producto_1675078858_portada-principiante.png" width="213" /></a></div><b>Idioma original:</b> Francés</div><div><b>Título original:</b> <i>Novice</i></div><div><b>Año de publicación: </b>2022</div><div><b>Traducción:</b> Catalina Ginard Féron</div><div><b>Valoración:</b> Está bien (recomendable para interesados)</div><div><br /></div></div><div style="text-align: justify;">¿Conocéis la película <i>Tucker & Dale contra el mal </i>(2010)? Es una hilarante comedia de terror que parodia al "slasher" jugando con los clichés del género y las expecativas de su audiencia. <i>Principiante</i>, de Stephanie Dompierre, hace lo propio a través de la literatura.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La novela de Dompierre narra cómo unos jóvenes (el "youtuber" que prioriza un vídeo a su integridad física, la "influencer" que sobrestima su impacto en el mundo, el "gamer" viciado a los videojuegos bélicos, el pajillero adicto al porno, etc...) que acuden a un campamento de desintoxicación tecnológica acaban enfrentándose a «la Bestia», un asesino que pretende masacrarles.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que más me ha gustado de <i>Principiante </i>son su moderadamente original premisa, sus simpáticas objeciones a la plausibilidad de los "slasher", las siniestras descripciones de las pinturas de los chalés, las divertidas escenas iniciales de «la Bestia», las muertes de ciertos personajes y los giros "over the top" que adopta en su clímax. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aquello que he apreciado pero me parece que no acaba de funcionar serían su sentido del humor y su crítica social. El primero porque no siempre resulta eficaz; la segunda, porque aunque sus ataques a la dependencia a la tecnología y la superficialidad de las nuevas generaciones son válidos, recurren a generalizaciones y tópicos "boomer".</div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">En el lado estrictamente negativo de la obra se hallarían algunos fallos e inconsistencias en su lógica interna, la excesiva simplicidad de su elenco (puede que deliberada, no lo niego) y el ritmo abrupto del desenlace.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: justify;">En fin: <i>Principiante </i>es una novela que satisfará a los amantes del género de terror que estén dispuestos a reírse de sus incoherencias. Personalmente, la he disfrutado bastante, pese a un par de altibajos. Sin embargo, creo sinceramente que el producto final hubiera mejorado notablemente de haberse empapado de una sensibilidad más actual. Y es que resulta involuntariamente cómico que una novela publicada originalmente en 2022 hable sin un ápice de ironía (o así me ha parecido a mí) de Facebook, especialmente como si fuera una red social todavía usada por una demografía joven, y en cambio apenas mencione Twitter. Al menos no referencia a las «<i>avocado toast</i>», aunque su énfasis en las fotos de «<i>café latte</i>» me lo habían hecho temer.</div></div>Oriolhttp://www.blogger.com/profile/17138234834594781972noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-55430211830638738162024-02-27T12:00:00.007+01:002024-02-27T12:00:00.135+01:00Ryan Gingeras: Los últimos días del Imperio otomano<div style="text-align: justify;"><b>Idioma original:</b> Inglés<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhogv16PqHshT5K05yWmXGJ_xT8AEVnD_ZIRE5iaVLPLdivhbajBECuOch10u7Ux4RiHKZUEGuPAg6AGb7tgeYzv4IpvjOF07uXUsR-8bTsBuw6Ebs_F0uHqGLu_d7MLZ97djGPcBlPO5_uFm1eaUdlyyQEP9CcnzPjcEMlDFOy4HHUu_FC3ZAKf0xRQUxM/s277/descarga%20-%202024-02-22T194952.165.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="277" data-original-width="182" height="277" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhogv16PqHshT5K05yWmXGJ_xT8AEVnD_ZIRE5iaVLPLdivhbajBECuOch10u7Ux4RiHKZUEGuPAg6AGb7tgeYzv4IpvjOF07uXUsR-8bTsBuw6Ebs_F0uHqGLu_d7MLZ97djGPcBlPO5_uFm1eaUdlyyQEP9CcnzPjcEMlDFOy4HHUu_FC3ZAKf0xRQUxM/s1600/descarga%20-%202024-02-22T194952.165.jpeg" width="182" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><b>Título original:</b> The last days of the Ottoman Empire. 1918-1922</div><div style="text-align: justify;"><b>Año de publicación:</b> 2023</div><div style="text-align: justify;"><b>Traducción: </b>María Luisa Rodríguez Tapia</div><div style="text-align: justify;"><b>Valoración:</b> Bastante recomendable </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace unos días leía un tweet (o como carajo se llame ahora) en el que un tuitero (o como carajo se llame ahora) se quejaba de <i>la vergonzante exclusión a la que se ve sometido el Imperio otomano en las historias tanto europeas como mundiales que incluyen los libros de texto en secundaria. </i>Yo iría más lejos y diría que esa <i>exclusión </i>es extensible a la ficción y a lo meramente divulgativo. Todos habremos leído más de una novela y más de un ensayo sobre el final de la "monarquía dual", sobre el colapso del Imperio zarista, sobre los años posteriores al final de la PGM en Alemania (Doblin y su Noviembre de 1918, por ejemplo) pero poco o nada habremos leído sobre los últimos años del Imperio otomano o sobre el ascenso al poder de Mustafa Kemal Ataturk.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin ir más lejos, me viene a la cabeza el magnífico <i>Sonámbulos </i>de Christopher Clark (también publicado por Galaxia Gutenberg), en el que se analizan los años y meses previos al estallido de la PGM. Ya os digo que es una maravilla, pero sí es cierto que peca de cierto eurocentrismo al infravalorar la importancia del papel otomano en la cuestión. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me dejo de rollos. <i>Los últimos días del Imperio otomano</i> del profesor Gingeras viene a cubrir en parte este vacío al ocuparse del período 1908-1923 (con algunas incursiones en décadas anteriores y un breve apéndice en el que se destallan las reformas modernizadoras emprendidas en las dos décadas posteriores y las tendencias autoritarias de Ataturk y compañía), ese que comienza con la toma del poder por parte de los Jóvenes Turcos y que concluye con la firma de la paz de Lausana que pone fin al conflicto entre el Movimiento Nacional de Ataturk y los aliados, Grecia y compañía. Por el camino, la entrada del Imperio otomano en las Potencias Centrales, el Tratado de Sevres, la ocupación griega de Tracia Oriental y la zona de Esmirna / Izmir, el papel francés y británico en lo que ahora es Siria, Líbano, Irak o Palestina y litros y litros de sangre y toneladas de sufrimiento: matanzas, deportaciones, limpiezas étnicas... Vamos, un follón de tres pares de cojones que cien años después ahí sigue, en lo que fue el Levante del Imperio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como aspectos más destacados del texto, quisiera destacar los siguientes:</div><div style="text-align: justify;"><ul><li>su exhaustividad en lo que a aspectos generales se refiere: política interior y exterior, alianzas internacionales, contexto sociopolítico internacional y relación de los acontecimientos que tienen lugar en el Sublime Estado con todo lo anterior.</li><li>su objetividad. Aunque es evidente que la mayoría turca convirtió lo que era era un Imperio de lo más heterogéneo acabó convertido en una República casi monolítica, no fue la única violencia del período. Destaca el conocido genocidio armenio, pero hubo violencia de griegos contra turcos, turcos contra kurdos, musulmanes contra cristianos, cristianos contra musulmanes, etc. No es equidistancia, en mi opinión, como tampoco es equidistancia decir que el bombardeo de Dresde fue una salvajada.</li><li>la relación turcos (otomanos) - árabes. Uno, en su ignorancia, tiende a simplificar y se equivoca. La relación entre unos y otros es mucho más compleja de lo que parece y en el libro aparece bien descrito. En la misma línea, me interesan los debates sobre la "turquidad", el paso de lo otomano a lo turco y lo que eso significa.</li><li>la desmitificación de los protagonistas. Ni seres puros de luz ni (solo) asesinos sin escrúpulos. Por ejemplo, Ataturk, presentado como un tipo en el que a su liderazgo más o menos innato se suman buenas dosis de contingencia, oportunismo y azar. Otro ejemplo, el propio Movimiento Nacional liderado por Ataturk, algo así como una revolución francesa a la turca, un movimiento popular de liberación frente a un antiguo régimen representado por el sultán y un movimiento "nacional - populista anatolio"</li><li>su lectura más o menos "fácil". Personalmente, poco o nada sabía del momento y lugares de los que habla el texto y creo que no me he perdido demasiado. Indudablemente, mérito del autor y no el lector.</li></ul></div><div style="text-align: justify;"><div>En el lado menos positivo estaría:</div><div><ul><li>su carácter más documental que analítico. No tengo claro si esta es una "pega" en sí misma, pero sí que es cierto que hecho en falta algo de análisis, sobre todo si lo comparo con el ya citado <i>Sonámbulos.</i></li><li>ciertos saltos temporales que enmarañan la narración de los hechos y hacen que el texto caiga en algunas reiteraciones.</li><li>el mayor peso de los hechos que ocurren en la parte occidental (Anatolia occidental, Estambul, Tracia oriental) que en la parte oriental (Irak, Siria, Cáucaso). A la vista de la situación sociopolítica actual en Oriente Medio, me hubiera gustado más detalle al respecto. </li><li>escaso desarrollo de las "relaciones" Ankara - Estambul o Movimiento Nacional - Imperio en el período inmediatamente posterior al final de la PGM en el que coexistieron (de aquella manera, eso sí) ambos centros de poder.</li></ul><div>Podría seguir, pero creo que es más que suficiente para que os hagáis una idea de este <i>Los últimos días del Imperio otomano, </i>un texto más que recomendable para tener una idea de conjunto alejada de generalidades de un período histórico y unos acontecimientos no tan lejanos a nuestros días.</div></div></div>Koldo CFhttp://www.blogger.com/profile/03234946910662770301noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-8103215239508164932024-02-26T12:00:00.146+01:002024-03-04T14:00:45.643+01:00 Lea Ypi: Libre. El desafío de crecer en el fin de la historia<div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5-qUxDZzoRw_GQHgRGuBxX8gZQkY7XkwlnNTPpuuB2BaeZQdJ1Uu59szn1sXg4bCvLk2cIg4ibC5goqEtFSqQztdK9wo9oobFkmgFJ8M8xu05XZb8vwKs2jqZ3_yGd3F9nJFKtzgwie64q8IlwqTd7HkFeLH6Q0OhGFeo9ewk9KBj_FimztkEkaNKiQ1L/s281/libre.jpg"><br></a></div><div><br></div><p><b></b></p><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilLTMN__J24q9AokUsbmDNMqvHx8xM9he4FRh27DiRn60rM6I_f1mniP5r2NPTJxbVf-MJo4ReQgEK90O9VYudhPgBSAYy4ZEsf-xzWpMUzc7BNJnU_SaNE8OGex3rjooWLWE7SVE_IkNqfj8SYIu1kzivIYR0nW82ZyGg1KYDVVAKy10ADAtJzQy5sPfd/s864/libre.jpg"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilLTMN__J24q9AokUsbmDNMqvHx8xM9he4FRh27DiRn60rM6I_f1mniP5r2NPTJxbVf-MJo4ReQgEK90O9VYudhPgBSAYy4ZEsf-xzWpMUzc7BNJnU_SaNE8OGex3rjooWLWE7SVE_IkNqfj8SYIu1kzivIYR0nW82ZyGg1KYDVVAKy10ADAtJzQy5sPfd/w255-h400/libre.jpg" width="255"></a><b></b></div><b>Idioma original:</b> inglés<br><b>Título original:</b> Free. Coming of Age at the End of History<br><b>Traducción:</b> Cecilia Ceriani<br><b>Año de publicación:</b> 2023<br><b>Valoración:</b> muy recomendable.<p></p><p> </p><p>Para la gran mayoría del planeta (no solo de sus vecinos de la vieja Europa) Albania fue, durante mucho tiempo, una especie de enigma absoluto, solo comparable al que, aún, y no sé si eso va a durar mucho tiempo, representa Corea del Norte. Un país aislado en su empecinamiento de representar un ejemplo de la aplicación de ciertos ideales que son, casi todos, perfectos en lo téorico y desastrosos en lo práctico (lo cual siempre se suele achacar a la <i>naturaleza </i>humana). Allá por el periodo posterior a la II Guerra Mundial y en el estéticamente fascinante periodo de la guerra fría, fue un pequeño territorio aislado, al lado de los Balcanes que se embarcó, liderado por uno de esos dudosos <i>líderes</i>, Enver Hoxha (que suelen compartir destino simbólico con otros dictadores cuando las enormes estatuas con sus efigies son abatidas entre alborozo general, y esas imágenes se constituyen en símbolos de la liberación de sus pueblos), en una suerte de regimen hermético, rechazando a partes iguales el imperialismo capitalista y el soviético.</p><p>Aunque la caída de este último fuera, pensemos que por capilaridad, lo que sumiría al país en una abrupta transición, no por casualidad contemporánea con la elevada inestabilidad en la zona que suele envolverse en el paraguas conceptual del <i>conflicto de los Balcanes. </i>Un aperturismo súbito y casi narcótico que sumió a sus habitantes en una desorientación de identidad que se redujo, en la práctica, a unas cuantas fotos sensacionalistas de buques llegando a puertos italianos repletos, sobre todo, de hombres de aspecto cansado y algo oscuro, como siempre, seguimos así, huyendo hacia un futuro mejor. </p><p>Aún así, si a este humilde comentarista de lo cultural le preguntan por albaneses de origen, mi pareja de elegidos no puede ser más heterodoxa: Ismail Kadaré y Dua Lipa.</p><p>Lea Ypi ni siquiera figura en la escueta solapa de<b> </b><i>Libre </i>como escritora, me atrevería a afirmar que, salvo que el éxito crítico de este libro provocara lo contrario, quedará como una especie de <i>one hit wonder </i>literaria, aunque es posible que se genere cierta curiosidad y se indague sobre artículos de perfil profesional, pues es profesora universitaria en Londres y Australia especializada en marxismo y teoría crítica, cuestión que surge en el texto y que aleja cierto fantasma al que este tipo de obras puede ser proclive. Ypi se declara marxista y este <i>Libre</i> no está escrito ni desde la nostalgia ni desde el rencor. Lo cual, como mi valoración ya os advertía, es un poderoso punto a favor. Ya desde la portada, una fotografía de una lata de Coca Cola vacía usada a modo de jarrón decorativo en una casa albanesa, se percibe lo que es <i>Libre</i>, y lo que justifica su subtítulo. <i>El desafío de crecer en el fin de la historia. </i>Pues Ypi es una niña, una adolescente que crece en un entorno que cambia a velocidad de vértigo. Que observa un mundo precario e hipercontrolado gobernado por lo que poco cuesta verificar como absurdo: el racionamiento, las colas para acceder a los productos básicos, el control gubernamental especialmente (la envidia es la mejor espoleta para cualquier revolución) celoso en la filtración de información respecto a lo que pasara más allá de sus fronteras. Una obsesión infantil: los albaneses aprendían italiano para ver frívolos programas de variedades de la RAI, porque otra obsesión de los regímenes dictatoriales es proclamar una especie de férrea moral pública donde cualquier <i>desviación </i>se contempla como un peligroso asomamiento a la posibilidad de la libertad de elección, individual y colectiva. </p><p>Diría que debería haber un punto medio entre la cruel disyuntiva entre la democracia liberal, que deja a todos a su libre albedrío aunque lleve a la autodestrucción y ese estado incautador y paternalista que decide hasta el gusto que debe tener tu dentífrico. Es una vieja controversia, pero Ypi no se solaza en ella. Habla de la infancia y la juventud como patria de las personas, escribe con eficacia y oficio sobre esa vida en la que el aparato estatal captaba acólitos para denunciar ya no disidencia, sino semilla o incipiencia de ésta, de los tímidos conatos de apertura cuando Hoxha fallece y su red de funcionariado es incapaz de contener el estallido de la voluntad del pueblo. Habla de todos los eufemismos empleados en las conversaciones del día a día para evitar afrontar una realidad incómoda y asfixiante. Lo hace de un modo cercano y confidente, sea de anécdotas intrascendentes o de cuestiones como la separación familiar o el desarraigo. Al margen de que el tema pueda resultar, décadas después, fascinante y de interés, el resultado literario ya es muy valioso por sí solo.<br></p>Francesc Bonhttp://www.blogger.com/profile/04808954545083038445noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-51444446320829463012024-02-25T12:00:00.000+01:002024-02-25T12:00:00.128+01:00Junji Ito: Sensor<p><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEHFa3t_M7LN2JSARTjZPDmvo0_DDoQvUNlHGgtmK9nM2c25_DzvMuIApciReoYTdzEyz2VT1c_YBGQ4ZQD8RGkldJQ249SNB3cGqzTpyNPhdGbXkYevbi3GmWrX0919epGhwt7swRJ7nJnS18o9s-5eC6-xdrWB_MhPN_l8vvJWxte_GJfa623NYdZmW8/s1000/A1bUxa0PIdL._AC_UF1000,1000_QL80_FMwebp_.webp" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="708" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEHFa3t_M7LN2JSARTjZPDmvo0_DDoQvUNlHGgtmK9nM2c25_DzvMuIApciReoYTdzEyz2VT1c_YBGQ4ZQD8RGkldJQ249SNB3cGqzTpyNPhdGbXkYevbi3GmWrX0919epGhwt7swRJ7nJnS18o9s-5eC6-xdrWB_MhPN_l8vvJWxte_GJfa623NYdZmW8/s320/A1bUxa0PIdL._AC_UF1000,1000_QL80_FMwebp_.webp" width="227" /></a></b><b></b></p><div style="text-align: justify;"><b style="font-weight: bold;">Idioma original: </b>japonés</div><p></p><p style="text-align: justify;"><b>Título original:</b> <span face="-apple-system, BlinkMacSystemFont, "Segoe UI", Roboto, Inter, Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202122; font-size: 16px;">センサー (</span><i>Sensā</i>)</p><p style="text-align: justify;"><b>Año de publicación: </b>2019</p><p style="text-align: justify;"><b>Traducción: </b>Olinda Cordukes Salleras</p><p style="text-align: justify;"><b>Valoración:</b> está bien</p><p style="text-align: justify;">Hoy por hoy, <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/search?q=Junji+Ito">Junji Ito</a> probablemente sea el <i>mangaka</i> más conocido en Occidente, fuera del ámbito de los aficionados al género, claro. Esto se debe, sin duda, a su estilo tan reconocible y perturbador, pero también a que lleva más de treinta años dedicándose al tema y en ese tiempo ha realizado multitud de mangas, más o menos rompedores y más o menos bizarros: también otros que pueden se considerar casi como <i>mainstream</i>, aun dentro de su rareza, como es el caso de este <i>Sensor</i>, interesante ejemplo, pero que, ya aviso, tampoco se encuentra, creo yo, entre lo mejor de su autor.</p><p style="text-align: justify;">Resumen resumidillo: la joven Kyôko Byakuyo pasea un día cerca del volcán Sengoku cuando percibe en el aire unos cabellos dorados, que al principio ella confunde cn los llamados "cabellos de pele" que puede soltar el volcán. En éstas, conoce a un muchacho que la lleva a su pueblo, Kiyokami, donde todo refulge al estar recubierto por esos cabellos dorados que además, al parecer, dotan a sus habitantes de clarividencia y todo, según ellos, gracias al dios Amagami y a Miguel, un misionero cristiano de la época del shogunato. En fin, no me voy a extender más, porque son muchos los giros y vicisitudes que se suceden a lo largo de la trama, con la hermosa Kyôko convertida en una fugitiva de cabellera dorada, buscada tanto por un reportero llamado Wataru Tsuchiyado como por la secta Indigo Shadow, que quiere acceder a través de ella a unos supuestos registros akáshidas que contienen todo el saber del Universo. Además, encontramos aquí insectos suicidas, espejos de tráfico espías y algún que otro salto en el tiempo -por lo visto, la primera intención de Ito, seguida luego por él sólo a medias, era desarrollar una serie de episodios independientes con sucesos sobrenaturales o extraordinarios, de los que serían testigos e hilo conductor primero Kyôko y luego el reportero Tsuchiyado-; en fin, todo el despliegue imaginativo habitual con este autor, aunque ya digo que aquí un tanto rebajado o amoldado a los gustos del gran público. </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.zonanegativa.com/imagenes/2020/11/Sensor-03.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="564" height="400" src="https://www.zonanegativa.com/imagenes/2020/11/Sensor-03.jpg" width="283" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aún así, resulta un manga cuando menos entretenido y, sobre todo, dibujado con su exquisito trazo habitual, sobre todo en el caso de las féminas. Puede ser, por tanto, una buena manera de acercarse (sin asustarse, quiero decir) a la obra de este peculiar <i>mangaka</i>, pero teniendo siempre en cuenta que su universo bizarro y a ratos terrorífico no se queda en esto, ni mucho menos...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Otros libros del sin par Junji Ito reseñados en este no menos singular blog:</b> <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2018/02/junji-ito-aula-demoniaca.html"><i>Aula demoníaca</i></a>, <a href="https://unlibroaldia.blogspot.com/2019/05/junji-ito-uzumaki.html"><i>Uzumaki</i></a></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8570074772940267554.post-58137426665308986782024-02-24T12:00:00.023+01:002024-02-24T12:00:00.140+01:00Jenni Fagan: Maldición<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHGwk8jXFT4p6UaLchvtWzzQhLRdXUfCATwZqQpJnkY3LAb7r1YWuURmyTCnW21sqncmxmQrBjmNq0ANuioCzC8kQLzVBhAZ7Rx4eT1IGK7wE-nt2Ex2iGYD60iPlMUaPIzWCUz-XZ6D2oV7Zy4b40fojV0_nDSZUPCzN08UXun_qVMV9cVOqRYZ1Xryk3/s274/Fagan.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="274" data-original-width="184" height="274" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHGwk8jXFT4p6UaLchvtWzzQhLRdXUfCATwZqQpJnkY3LAb7r1YWuURmyTCnW21sqncmxmQrBjmNq0ANuioCzC8kQLzVBhAZ7Rx4eT1IGK7wE-nt2Ex2iGYD60iPlMUaPIzWCUz-XZ6D2oV7Zy4b40fojV0_nDSZUPCzN08UXun_qVMV9cVOqRYZ1Xryk3/s1600/Fagan.jpg" width="184" /></a></div><b>Idioma original</b>: inglés<br /><p></p><p><b>Título original</b>: <i>Hex</i></p><p><b>Traducción:</b> Jesús Cuéllar</p><p><b>Año de publicación</b>: 2022</p><p><b>Valoración</b>: Decepcionante</p><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Los procesos de las brujas de Berwick, a finales del siglo XVI, son algunos de los más conocidos entre los muchos que tuvieron lugar en Europa en busca de poderes oscuros, curaciones sospechosas y maleficios. Al parecer, el rey Jacobo volvía de su boda en Dinamarca y fue sorprendido por terribles tormentas, lo que provocó que se buscaran responsables de causar semejantes fenómenos para acabar con él. Mediante el uso generalizado de la tortura comenzó el habitual reguero de delaciones, mientras se vengaban viejas rencillas, se doblegaba a gentes incómodas y se consolidaba el terror frente a la disidencia o simplemente frente a conductas que pusieran en cuestión el orden religioso, moral y, finalmente, político.</p><p style="text-align: justify;">Jenni Fagan toma como protagonista a una de aquellas brujas, Geillis Duncan, apenas una adolescente que por algún motivo fue elegida para ser eliminada y cuya confesión, obtenida de aquella manera, sirviese de paso para condenar a otras mujeres de mayor significación pública, en especial Euphame McCalzean, cuya posición social y económica suscitaba ciertos deseos de quitarla de en medio. Geillis va a ser ajusticiada, y en su celda, donde ha sido violada repetidas veces, recibe la visita de Iris, una mujer del siglo XXI que le acompaña en sus últimas horas. </p><p style="text-align: justify;">Lo que parece podría ser una narración llena de fantasía de tintes góticos se convierte sin embargo en otra cosa. En vez de recibir a un ser extraordinario procedente del futuro, se diría que el carcelero ha dejado entrar en el calabozo a una amiga de Geillis para que la pobre tenga un poco de conversación antes de morir en la horca. De manera que Iris, obviamente solidarizada con la presunta bruja, se dedica durante unas cuantas páginas a colocar el discurso feminista propio de su época. En la base de los procesos por brujería, parece defender Iris, no hay un fondo de incultura popular, de alienación religiosa, intereses pueblerinos o maniobras políticas, solo el deseo de castigar a mujeres por el hecho de serlo, el impulso depravado de hombres obsesionados por la integridad de sus pollas (sic), una especie de miedo atávico frente a aquellas a quienes no pueden someter de otra forma.</p><p style="text-align: justify;">Y bueno, el resto de las largas conversaciones entre la víctima y su visitante no pasa de ser una charla insulsa, llena de lugares comunes, reflexiones sobre la injusticia y la violencia, peroratas apenas disfrazadas de patetismo y ramalazos líricos, fogonazos de magia injustificada, todo lo cual tiene como mayor virtud la brevedad de sus apenas cien páginas.</p><p style="text-align: justify;">No era mala la idea, y daba para montar una historia quizá atractiva. Tampoco era desdeñable la posibilidad de levantar una reflexión sobre un posible enfoque de género en la persecución de la brujería, o un juego de contrastes entre la perspectiva ideológica de nuestro siglo y la de los inicios de la Edad Moderna. No sé, había posibilidades de hacer unas cuantas cosas interesantes, tal vez en otros formatos, pero Jenni Fagan elige la peor opción, una sucesión de diálogos, a veces monólogos sucesivos, sin nervio, con un fondo forzado y nada creíble que a veces suena a representación escolar, por mucho que se adorne con una especie de acotaciones que presentan cada escena de modo más bien efectista.</p><p style="text-align: justify;">Solo las últimas páginas tienen un tono más intenso, imágenes más sugerentes y un ritmo más vivo. Bien habría hecho Fagan en aplicar el mismo criterio al resto del libro. Pero aunque este último empujón deja un sabor algo más gratificante, ni aun así nos libra de la decepción. </p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Carlos Andiahttp://www.blogger.com/profile/09534613995520813515noreply@blogger.com0