sábado, 9 de junio de 2012

A vueltas con Murakami

Idioma original: japonés
Valoración: así en conjunto, se deja leer

Me van a perdonar los lectores y compañeros de este blog por esta entrada, que se sale de nuestra línea habitual por su tono y por su contenido, pero es que necesito desahogarme. Si no lo digo, exploto:

Odio a Haruki Murakami.

Por supuesto, estoy exagerando: no le odio, ni como persona (no le conozco de nada) ni como escritor. De hecho, me parece que no escribe mal (sus novelas se leen con facilidad y por momentos incluso sorprenden); Tokyo Blues fue la primera que leí, me entretuvo, y me dejó con ganas de leer más cosas de este autor. Y de hecho debo de haber leído cinco o seis obras suyas (Tokyo Blues, Kafka en la orilla, After Dark, La caza del carnero salvaje, De qué hablo cuando hablo de correr...).

Pero...

Mi odio a Murakami tiene dos partes. De la primera parte tiene la culpa el propio Murakami; de la segunda no, o no directamente.

La primera parte es que Murakami se repite más que el ajo. Sus personajes casi siempre parecen sacados por el mismo troquel: seres sensibles, algo alternativos, simpáticos, tímidos... Historias de búsqueda personal y/o romántica en un Japón casi abstracto. Algo de "realismo mágico" aquí o allá. Unos toques de novela de aventuras... Tengo comprobado, además, que es muy habitual que la novela que más gusta de Murakami es la primera que te lees de él. ¿Y por qué? Porque leída una, leídas (prácticamente) todas.

La segunda parte que ya no es culpa de Murakami propiamente, es su entronización como un "clásico vivo". Por favor. Que el nombre de Murakami aparezca en las listas de candidatos al Premio Príncipe de Asturias y, sobre todo, al Nobel, me parece un ejemplo de banalización o comercialización de los estos premios. Del Príncipe de Asturias uno ya espera cualquier cosa, pero ¿del Nobel? Yo a un Premio Nobel no le exijo solo que "no escriba mal"; sino que rompa barreras, en cuanto al uso del lenguaje, en cuanto al conocimiento del mundo, en cuanto a lo que los seres humanos conseguimos hacer con eso que llamamos "literatura".

¿Consigue algo de esto Murakami? Pues como ya os imaginaréis, yo creo que ni de lejos. Murakami me parece un autor superficial, fuegos de artificio narrativos sin contenido humano digno de tal nombre; un conjunto de juegos bastante vacíos por muy atractivos que sean, y por mucho que vendan. La diferencia con Philip Roth, con quien "compitió", según dicen, por el Premio Príncipe de Asturias, es tan evidente que debería hacer que Murakami se encerrase una temporada en su casa a replantearse su vida.

Esto no quiere decir que uno no se lo pueda pasar bien leyendo a Murakami (sobre todo, como decía, cuando se lee por primera vez una novela suya); ni que no pueda gustarte Murakami, faltaría más.

Pero para mí, Murakami es el Paulo Coelho japonés.

Si a pesar de esto quieres leer algo de Murakami, puedes empezar por After Dark
o Kafka en la orilla
Otras obras del autor en ULAD: De qué hablo cuando hablo de correrAl sur de la frontera, al oeste del SolTokio bluesLos años de peregrinación del chico sin colorEl elefante desapareceDe qué hablo cuando hablo de escribirDe qué hablo cuando hablo de escribir, La muerte del comendador

viernes, 8 de junio de 2012

Perihan Mağden: Dos chicas de Estambul

Título original: İki genç kızın romanı
Idioma original: turco
Fecha de publicación: 2002
Valoración: Recomendable

Dos chicas de Estambul, novela de la escritora turca  Perihan Mağden, es uno de esos libros que no soy capaz de decir si me han gustado o no pero que sí puedo afirmar sin dudarlo que me han sorprendido.

Una vez más, lo rescaté de la biblioteca que frecuento sin tener ninguna clase de información previa sobre él, pero con la curiosidad abierta de par en par gracias a la insinuante ilustración de la portada. Y también ayudaron algunos comentarios gloriosos de su contraportada, entre ellos, uno del mismísimo Orhan Pamuk, nobelizado autor turco venerado en su país y buena parte del planeta, y otro que decía algo así como que desde El guardián entre el centeno nadie había descrito tan bien la confusión y el dolor de esa época tumultuosa que es la adolescencia. Así que, “para la saca”, me dije.

Y lo cierto es que no me he arrepentido en absoluto de gastar unas cuantas horas para leer esta novela ágil y no demasiado extensa que habla de cómo a Behiye, una adolescente del Estambul del siglo XXI, estudiante brillante pero borde e introvertida y con varios kilos de más, y que odia en silencio a su familia (formada por un hermano con ideas atrabiliarias, una madre depresiva y un padre ausente), le cambia la vida cuando conoce a la dulce y bellísima Handan.

Handan es una chica de la edad de Behiye pero completamente diferente a ella. Es todo inocencia y hermosura y vive con una madre muy joven, alocada y atractiva que se gana la vida a base de ligarse a hombres mayores y con mucho dinero, casi siempre casados y que se cansan de ella a los pocos meses.

Behiye verá a Handan como una salvación, y al poco de conocerla se instalará en su casa con la disculpa de ayudarla con sus estudios, cocinar para ella y, en fin, cuidarla. Pero lo que Behiye quiere realmente es que Handan suponga para ella una puerta de entrada a su nuevo Yo, y para estar junto a ella no dudará en prácticamente dejar de comer, robar, mentir y guiarse por sus más íntimos anhelos, inclusive rechazar ferozmente que Handan se relacione con muchachos de su edad atraídos por ella... Y la intensa, casi asfixiante, relación que las dos chicas de Estambul inician, coincide con una serie de violentas y misteriosas muertes en la ciudad…

En fin, que si recomiendo esta novela es porque aunque en ocasiones parezca que lo que ahí dentro sucede es poco creíble (Behiye tiene conductas muy raras pero casi siempre se sale con la suya…), y que el lenguaje y las expresiones que utilizan las protagonistas sean, en mi opinión, un poco cargantes y melosas (estilo “dulce gatita bebé handanesca”), creo que es un soplo de aire diferente más que fresco, en el panorama literario del tercer milenio. De todos modos, y volviendo a lo de la sensación de falta de credibilidad y de edulcoración en las expresiones, hay que recordar que el libro habla de dos chicas de Estambul, y que Oriente es Oriente, y que hay que tener en cuenta las diferencias que puede haber en la forma de vivir y hablar de un país a otro, de un continente a otro. Aún así, no puedo ocultar mi admiración por el traductor de esta novela, ya que doy por hecho que ha hecho un brillante y dificilísimo trabajo.

Ah, y me he enterado de que hay peli. Multipremiada, además. Me apetecería mucho verla, la verdad. Las fotos que he encontrado sobre ella en Internet prometen (las protagonistas están muy bien escogidas). Pero tal y como está la televisión en este país, como no la localice por mis medios, voy lista…

jueves, 7 de junio de 2012

Colaboración: Nocilla Experience, de Agustín Fernández Mallo

Idioma original: español
Año de publicación: 2008
Valoración: Está bien

Nocilla Experience es la segunda parte de una trilogía narrativa (Proyecto Nocilla) basada en la teoría postpoética de Agustín Fernández Mallo. Sus méritos tienen que ver con las carencias de la mayoría de las novelas (españolas) contemporáneas: estructura ambiciosa, temas originales y ausencia de solemnidad. También están a su favor muchas de sus influencias y homenajes: física cuántica, el ajedrez en Kalmukia, Julio Cortázar, Brit Pop, Jim Jarmusch, Apocalipsis Now, Roberto Rossellini, Woody Allen y bastantes más que estoy olvidando.

En su contra, podría apuntarse la falta de verosimilitud de casi todos los personajes del libro, que parecen no dejar de ser en ningún momento extensiones acartonadas del narrador; algunas historias que entorpecen al resto y debilitan la estructura y los excesos postmodernos en el estilo. Para un tipo tan pasado de moda como yo, Fernández Mallo resulta más interesante como lector, que como escritor; más interesante encontrando historias, que inventándolas o contándolas. Más interesante como agitador del polvo de la literatura española más rancia que como novelista o profeta literario.

Con suerte, alguno de sus entusiastas lectores pop acabará cayendo en los autores que admira, homenajea y copia Fernández Mallo. Con suerte, los leerá con cuidado y empezará a amarlos, dará las gracias al Proyecto Nocilla y lo dejará guardado en un cajón como las cartas adolescentes de su primer ex.

También de Fernández Mallo en ULAD: El hacedor (de Borges). RemakePostpoesíaLimboNocilla Dream

Firma invitada: Jorge Martín

miércoles, 6 de junio de 2012

William Faulkner: Mientras agonizo

Idioma original: inglés
Título original: As I Lay Dying
Año de publicación: 1930
Valoración: Muy recomendable

Faulkner es un mundo. Eso no lo vamos a descubrir ahora. Sus novelas tienen un aire de "algo más grande que la vida", que parece estallar por las costuras del texto: un aire mítico, épico, a pesar de la pequeñez y mezquindad de muchos de sus personajes y situaciones. Será por su estilo, por la abundancia de alusiones y referencias bíblicas y literarias o por el aire primitivo y salvaje que respiran sus obras, o por la creación de un universo narrativo compacto, antecedente (como tantas veces se ha dicho) del Macondo de García Márquez, por ejemplo.

En Mientras agonizo (una obra menos monumental que El ruido y la furia o ¡Absalón, Absalón!, por ejemplo) hay algo de eso: personajes vulgares en casi cualquier sentido del término, enfrentados a unas circunstancias adversas, y que se sobreponen a ellas definiéndose al mismo tiempo a sí mismos (y no siempre para bien). El argumento es simple: cuando muere Addie Bundren, mujer de Anse Bundren y madre de Cash, Darl, Jewel, Dewey Dell y Vardaman, estos emprenden un viaje imprudente en medio de la tormenta para cumplir su voluntad de ser enterrada en Jefferson, junto a sus parientes.

Pero en Faulkner no vale con contar el argumento para hacerse una idea. En él, la técnica es tan importante como el objeto sobre el que se aplica. En este caso, la novela está narrada desde diversos puntos de vista alternantes (hasta 15 narradores distintos en los 59 fragmentos en que se divide el texto) que muestran, a través de monólogos interiores, la personalidad y las preocupaciones de cada personaje (Anse es egoísta y materialista; Cash es pragmático; Darl, sensible y soñador; Jewel, impulsivo y agresivo; Dewey Dell, ingenua en su desesperación...). También Addie Bundren, la fallecida, muestra en un fragmento abrumador la tragedia de su vida: casarse con un hombre al que no quería y darle hijos que no deseaba.

Y tampoco el estilo de Faulkner puede transmitirse contando solo el argumento de la novela: un estilo que puede ser intrincado y poético, o cortante y vulgar, según las necesidades de cada situación y la personalidad de cada narrador; así, después de leer los insultos de Jewel o las frases inconexas de Vardaman, te encuentras con frases como estas: "I feel like a wet seed wild in the hot blind earth" ("me siento como una semilla fresca y salvaje en la tierra caliente y ciega"); o "My father said that the reason for living is getting ready to stay dead." ("Mi padre decía que el sentido de la vida es prepararse para estar muerto").

Mientras agonizo no es probablemente la obra maestra de Faulkner, honor que corresponde seguramente a El ruido y la furia; pero sigue siendo una novela magnífica y terrible. Y para quienes no hayan leído nada de él, puede ser una buena manera de empezar: en ella encontrarán, en una versión condensada, los recursos, imágenes, espacios y personajes que conforman el conjunto de la obra de Faulkner.

Otras obras de William Faulkner en ULAD: Aquí

martes, 5 de junio de 2012

Alberto Olmos: Ejército enemigo

Idioma original: español
Año de publicación: 2011
Valoración: se deja leer

He tenido un dilema a la hora de valorar, según nuestros parámetros, esta última novela de Alberto Olmos. Porque al terminarla tuve la sensación de que había estado leyendo tres libros distintos, con tres contenidos distintos y con tres maneras distintas de contar. Y cada uno de esos tres libros me pedía, honestamente, tres valoraciones diferentes: recomendable, se deja leer, decepcionante. Finalmente, he optado por la segunda, al considerarla la más ajustada a la realidad y la más salomónica. En todo caso, era importante dejar claras mis dudas y mis reservas.

Ejército enemigo gira en torno a Santiago, un publicista ruin, cobarde y cínico que vive precipitado por una inercia de la que no sabe, o no quiere escapar: sin relaciones afectivas sinceras, con una sexualidad furibunda y viciosa y una obsesiva capacidad crítica. Malvive en un barrio hostil, tiene un trabajo insatisfactorio y gran parte de su tiempo lo dedica a navegar por internet o discutir con algún medio amigo. Al comenzar la novela uno de estos amigos, vinculado a los movimientos sociales e indignaciones varias de nuestro tiempo, muere en extrañas circunstancias. Eso dispara la acción: Santiago entrará de lleno en la vida privada del muerto, descubrirá secretos que no debían ser revelados, investigará las causas de su muerte, etc.

El primer libro es el que más me gustó y es el que permite al autor, a través del narrador, hablar de todo tipo de cosas que están ahí y de las que poca gente habla. Sus teorías y reflexiones sobre numerosos temas (internet, sexo, muerte...) son, por lo general, radicales; algunas veces, ingeniosas; en ciertos momentos, agudísimas. La trama, en este sentido, es una excusa para hablar en voz alta sobre lo que sea, mientras Santiago, el protagonista, hace y deshace sin que nos importe. Por este motivo, pensé que muchas de las ideas que se ponen sobre la mesa tendrían cierto interés en otro formato, cibernético o en papel, pero desde luego no en forma de novela. Quizá artículos de opinión, o un blog, u otra cosa.

El segundo libro me gustó menos, pero "se deja leer", como decía, y es el que entronca con el tema de la solidaridad contemporánea, la conciencia ciudadana, los movimientos sociales, los quinceemes de toda índole y la perspectiva de futuro, o de presente, que tienen las diferentes tesis para provocar, realmente, un cambio en la sociedad. "Cambiar la mente de los hombres", que rezaba aquel papel fundamental de 1948. Aquí sí que la acción de la novela encaja y se sigue, pues es por boca del protagonista y en conversaciones con personajes secundarios que se emiten distintos veredictos, más o menos discutibles, sobre la importancia y capacidad de estos movimientos sociales. Siendo Santiago un cabrón despiadado, como es, es fácil intuir qué opina y cómo los siente de cercanos. En todo caso, una buena hostia se rifa durante todo el libro, y en algunos momentos crees que ciertos puntos se han tratado de forma superficial, es decir, que se podría haber "rascado" un poco más.

El tercer libro me pareció decepcionante, insípido: es la trama "negra", la peripecia detectivesca del protagonista que trata de resolver un crimen y se deja llevar por un torbellino de pistas, de emails contradictorios, de misterios. Desgraciadamente, gran parte del peso de la novela recae sobre este punto, sobre todo la última parte, y el embrollo, que comienza con algún interés, se desinfla y pierde sustancia, camina por tierra de nadie y termina, todavía peor, en ningún sitio. Como si el narrador se perdiera, o mejor: como si hubiera perdido el interés por su historia. La propuesta de conclusión no tiene color ni brillo, se queda coja, y lo que pretende ser un giro final que resuma el palpitar último de toda la novela es, para tristeza del lector, inconsistente. Una sensación de vacío tal que faltaran cien páginas, que la edición está castrada, o algo así.

Dado que Olmos escribe fácil y tiene gracia cuando quiere, el libro se sigue hasta el final. Pero la sensación de que las últimas cien páginas se te hacen cuesta arriba es evidente. Y tiene 279.

Otros libros de Alberto Olmos en Un Libro Al Día: Trenes hacia TokioVida y opiniones de Juan Mal-heridoAlabanza

lunes, 4 de junio de 2012

Colaboración: El jardín colgante, de Javier Calvo

Idioma original: español
Año de publicación: 2012
Valoración: recomendable

Mi experiencia con Javier Calvo se limitaba hasta ahora a Mundo maravilloso, una novela con un cierto regusto acelerado que acababa como una especie de escena coral a lo Tarantino. Un libro que iba de más a menos, que quedaba resuelto de una manera algo chapucera. No negaré que el miedo a un final decepcionante condicionaba algo mi lectura de El jardín colgante.

Una novela con un planteamiento original. Es 1977 y los antiguos servicios secretos del franquismo, dedicados antiguamente a controlar y perseguir las innumerables fuentes de disidencia política, se ven obligados a reciclar sus fuerzas en otras direcciones. Una imaginaria formación de extrema izquierda convive con ETA y GRAPO y los servicios de inteligencia urden un ensortijado plan para infiltrarse en ella y desmantelarla.

Teóricamente.

Con base en esta premisa, Calvo teje una trama de agentes dobles, de agentes que desertan sobre la marcha por diversos motivos. De continua traición a los principios, como si en ese momento los principios fuesen un ente estático al que mostrarse fiel. Es política-ficción del momento de la transición, con elementos de corte casi esotérico (el reciente impacto de un meteorito en una población cercana a Barcelona ha generado una atmósfera física enrarecida), y con una buena semblanza de los personajes: funcionarios maquiavélicos, jóvenes agentes en proceso de desengaño prematuro, pseudogurús que bautizan a sus acólitos con nombres delirantes. Con un cierto recuerdo al Houellebecq más científico, al Casavella más acanallado.

Puede achacarse algún pasaje de ligera confusión, en que el lector, en medio de capítulos en diferentes escenarios que parecen ir a confluir pueda dudar cual es el bando y la intención final de algún personaje. Pero Calvo lo acaba resolviendo, con alardes de buena prosa y momentos literariamente brillantes. El jardín colgante no recurre, esta vez, a una escenificación casi cinematográfica como foto del final. Una buena novela que confirma la progresión de un escritor aún joven.

También de Javier Calvo en ULAD: Corona de floresEl fantasma en el libro

Firmado: Francesc Bon

domingo, 3 de junio de 2012

Jean Paul Sartre: El existencialismo es un humanismo

Idioma original: francés
Título original: L'existentialisme est un humanisme
Año de publicación: 1946
Valoración: Está bien



En la época de Sartre, la filosofía como materia de reflexión para el profano estaba de moda en ciertos círculos no estrictamente filosóficos. Las terribles convulsiones de la primera mitad del siglo XX habían conmocionado al público incitándole  a buscar respuestas. Ahora, el espectáculo al que estamos asistiendo nos mantiene también en estado de alerta, pero nuestra postura es muy diferente: nos hemos vuelto mucho más pragmáticos. Sin embargo, profundizar en estas cuestiones no está nunca de más, ni siquiera en los momentos más estables y prósperos. Ir más allá de lo evidente resolvería las cuestiones cotidianas así como las relaciones económicas y sociales mucho mejor que el mero pragmatismo.

No se trata de ninguna gran obra del filósofo, ya que es la transcripción de una conferencia suya organizada por el club Maintenant en París el año anterior con gran repercusión mediática. Sartre respondía a las objeciones que otras corrientes, como el catolicismo y el marxismo, habían hecho a los argumentos existencialistas. Se defendía de la acusación de supuesto pesimismo ideológico, explicaba el significado de la expresión existencia antes que esencia en un marco estrictamente ateo partiendo del cogito ergo sum de Descartes y situaba el concepto de angustia y desamparo a que da lugar la libertad absoluta, producida por la falta de referencias teístas y por la consiguiente eliminación de valores absolutos y determinismos de cualquier tipo. Las posibilidades no significan gran cosa, lo que cada uno haga será lo que es, y lo que somos afecta a todos. El que se escuda en un falso determinismo para no actuar es cobarde, no en un sentido ético sino intelectual. De ahí llega a la idea de compromiso y a la de responsabilidad. En la presentación de ese amplio abanico de libertades consiste el optimismo existencialista.

En la segunda parte, titulada Discusión, se reflejan las réplicas planteadas en la conferencia– entre las que destacan la supuesta primacía del pensamiento marxista sobre el existencialista o las nociones contrapuestas de naturaleza y situación – y las correspondientes respuestas de Sartre.

Este librito, al trasladar literalmente las palabras del autor y contener numerosos ejemplos, además de constituir un curiosidad, servirá a los estudiantes para conocer de primera mano los planteamientos básicos del filósofo y a todos para repasar en poco tiempo los supuestos existencialistas, como simple recordatorio o como preparativo antes de embarcarnos en una obra más amplia. Por otra parte, los argumentos a favor y en contra de esta corriente filosófica aclararán muchas cosas a todo el que esté interesado en conocer los cauces por los que discurría el pensamiento de entonces.



También de Sartre en ULAD: A puerta cerradaLa náuseaLas manos suciasLos secuestrados de Altona  Sobre esta corriente filosófica: Los existencialistas