Idioma original : Español
Año de publicación : 2010
Valoración : recomendable
Javier Calvo es un escritor con una marcada influencia de la cultura pop: detectable incluso cuando sus obras van atrás en el tiempo y se sitúan, como ésta, en el último cuarto del siglo XIX, en una Barcelona sucia, lúgubre, en construcción, repleta de callejones y rincones por los que discurren los personajes de esta novela de terror gótico.
Esa influencia de la que hablo, aquí muy visual, resulta combinada con otras más heterodoxas: El conde de Montecristo, los relatos más truculentos de Poe o Lovecraft, pero también películas como Seven, El pequeño salvaje, las de Murnau o series como Carnivále. Sin cargar las tintas en prosa abarrocada o descripciones excesivamente floreadas, el ambiente que consigue Calvo siempre es oscuro y tenebroso. Recurriendo a algunas figuras familiares para los más adictos al género, pero dotándolas de señas de identidad propias: el científico enajenado, el policía de conducta poco ética, el político corrupto y ambicioso, el burgués pervertido por el aburrimiento. La combinación de Calvo es sabia y la historia transcurre con paso firme, capítulo tras capítulo que significa casi escena tras escena. Calvo escribe de un modo muy visual, y rápidamente los paisajes de la novela aparecen ante nosotros: oscuridad, inmundicia, plagas de roedores, plagas de insectos, lugares insospechados, sucias estancias que albergan sorpresas en sus tenebrosos rincones. Un par de capítulos intermedios dividen las tres partes de novela y aclaran, en sendos flash-back, detalles que explican la situación de alguno de sus personajes. Todo transcurre por ese cauce incómodo, turbador y misterioso, y su lectura es un placer. El autor ha sabido documentarse lo suficiente sobre cómo era Barcelona en esa época, y no ha tenido reparos en tomarse la licencia de encajar algún lugar imaginario al servicio de la acción. El pequeño problema es que al hacer convivir tantos personajes, coincidentes, todos ellos, en tener lados oscuros y usar la crueldad sin ningún reparo, siempre que sirva a sus fines, el autor no ha contrapesado la trama. Todo personaje es sospechoso porque todo personaje acaba siendo culpable. Ese misterio del no misterio lastra el final de la novela, altera algo el placer que ha supuesto su lectura al no acabar de ofrecer un desenlace coherente con todas las líneas que han quedado abiertas. A pesar de mantener su buen nivel hasta la última de sus palabras, es inevitable cerrar el libro sin tener la sensación de que algo ha quedado incompleto. A pesar de esta pega, recomiendo, como dije anteriormente, leer a Javier Calvo y seguir su evolución.
También de Javier Calvo en ULAD: El jardín colgante, El fantasma en el libro
4 comentarios:
Muy buenooo!!!!
Gracias.... eeehhhh.... bonita Web !!
Muy interesante la reseña. Sólo añadiría que esto de las 'historias abiertas' de la generación afterpop, pues igual no es fácil de digerir para todo el mundo. Es mejor ser consciente desde el principio de que no vamos a tener un final digamos convencional ni los cabos va a terminar atados. De esta forma no nos llevaremos una decepción.
Saludos. Carlos Andia
Bueno, Carlos, ya sé que no pueden esperarse finales al uso, aunque diría que Calvo es un novelista con una intención más clásica de la que puede deducirse de ciertas temáticas. Por cierto, javier Calvo, otra de esas filias mías, a lo que hay que añadir todo aquello en que colabore como traductor.
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