Título original: Svatby v domě. Vita Nuova. Proloky
Año de publicación: 1987, 1986
Valoración: muy recomendable
Como la mayoría de nosotros sabe, Bohumil Hrabal fue uno de los escritores checos más conocidos –y prolíficos– del siglo XX, y tuvo muchos y diferentes trabajos antes de ganarse la vida como escritor (fue viajante de comercio, triturador de papel, empleado del ferrocarril, oficial de notaría...). Como es lógico, en numerosas ocasiones plasmó en sus novelas lo experimentado en estos oficios, dotándolas de gran realismo y verosimilitud.
En Bodas en casa, sin embargo, el autor decide escribir un texto autobiográfico y contarnos parte de su vida; algo que no sería nada extraño, si no fuera porque lo hace desde el punto de vista de su mujer. Es ella la que habla de su llegada a Praga después de que le hayan roto el corazón y explica cómo conoció al que llegaría a ser su marido. También nos describe su corto noviazgo, su boda y la posterior vida en común, y cómo poco a poco se convirtió Hrabal en el apreciado escritor que es hoy en día.
Una de las cosas que más llaman la atención de esta obra es la poca piedad que muestra el escritor consigo mismo. Adueñándose de la voz y la mirada crítica de su mujer, Hrabal muestra sin tapujos todos sus defectos, errores y vicios (como su gran afición a pasar horas en las cervecerías, su torpeza a la hora de mostrar sus sentimientos o las extrañas compañías con las que a veces llegaba a casa), así como el carácter fuerte y resolutivo de ésta, y la curiosa relación que los unía.
También utiliza Bodas en casa, por supuesto, para repasar la historia de la República Checa y contar cómo vivieron durante la ocupación comunista, tiempo en el que sus libros estuvieron prohibidos y tuvieron que ser publicados de forma clandestina. Sin embargo, Hrabal utiliza esta parte de la historia sólo como telón de fondo, como medio para seguir desarrollando la crónica de su peculiar autobiografía, logrando al fin una obra de gran belleza, donde la cotidianidad consigue confundirse con lo literario.
En Bodas en casa, sin embargo, el autor decide escribir un texto autobiográfico y contarnos parte de su vida; algo que no sería nada extraño, si no fuera porque lo hace desde el punto de vista de su mujer. Es ella la que habla de su llegada a Praga después de que le hayan roto el corazón y explica cómo conoció al que llegaría a ser su marido. También nos describe su corto noviazgo, su boda y la posterior vida en común, y cómo poco a poco se convirtió Hrabal en el apreciado escritor que es hoy en día.
Una de las cosas que más llaman la atención de esta obra es la poca piedad que muestra el escritor consigo mismo. Adueñándose de la voz y la mirada crítica de su mujer, Hrabal muestra sin tapujos todos sus defectos, errores y vicios (como su gran afición a pasar horas en las cervecerías, su torpeza a la hora de mostrar sus sentimientos o las extrañas compañías con las que a veces llegaba a casa), así como el carácter fuerte y resolutivo de ésta, y la curiosa relación que los unía.
También utiliza Bodas en casa, por supuesto, para repasar la historia de la República Checa y contar cómo vivieron durante la ocupación comunista, tiempo en el que sus libros estuvieron prohibidos y tuvieron que ser publicados de forma clandestina. Sin embargo, Hrabal utiliza esta parte de la historia sólo como telón de fondo, como medio para seguir desarrollando la crónica de su peculiar autobiografía, logrando al fin una obra de gran belleza, donde la cotidianidad consigue confundirse con lo literario.
También de Bohumil Hrabal: Las desventuras del viejo Werther, Anuncio una casa donde ya no quiero vivir, Yo que he servido al rey de Inglaterra , Una soledad demasiado ruidosa, Clases de baile para mayores, La pequeña ciudad donde se detuvo el tiempo
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