Título original: City
Año de publicación: 1952
Valoración: Imprescindible
En las frías noches de invierno, los perros se reúnen con sus cachorros en torno a una hoguera para narrar cuentos y fábulas sobre un ser mitológico que nadie recuerda ya si realmente existió: el hombre. En estas historias se cuenta cómo la humanidad fue desapareciendo progresivamente, dejando como único testigo a los perros, asistidos por robots. Ningún perro adulto haría caso de estos cuentos, pero todos saben que encierran significados ocultos, aún por descubrir. El hilo conductor es la familia Webster, presente en cada relato y acompañada por el robot Jenkins, el mayordomo perfecto cuya función esencial es ayudar a que los perros se comuniquen como humanos.
El declive y posterior ocaso de la raza humana se deja entrever en estos 8 cuentos a modo de fix-up (narraciones cortas, independientes, pero con un grado de coherencia entre ellas) que constituyen el libro, contados de forma triste y conmovedora. Estos relatos rebosan romanticismo, ironía, y hacen gala de un lirismo infinito. Ciudad es, en el contenido, una elegía a veces nostálgica y a veces satírica destinada a nuestra especie.
La humanidad se encamina progresivamente hacia la decadencia y la extinción, harta de la forma de vida actual, llena de prisas e infelicidad, huyendo en busca de tranquilidad y sosiego, hasta que la Tierra se acaba convirtiendo en un páramo rural casi deshabitado que bien puede hacer referencia al Wisconsin natal del autor. La tecnología y las máquinas no son protagonistas en esta historia: Simak siempre mostró más interés por el ser humano, y en este libro destaca precisamente la profunda caracterización de hombres, perros y robots. Maravillado, el lector asiste al abandono de las ciudades por parte de los últimos hombres, a la llegada de un nuevo paso en la evolución, los mutantes, y al fin voluntario tomado por la gran mayoría de los humanos restantes. Somos mudos testigos de 7000 años de historia del Hombre, de las metas fijadas y la derrota sufrida. Somos testigos privilegiados de sus consecuencias.
Hay ciertos pasajes e imágenes en Ciudad que nunca te abandonarán. El paseo del hombre y el perro por Júpiter. La imagen final, que te asaltará tras leer el libro, cuando menos te lo esperes. Sólo por esto merece la pena zambullirse en ella. Es ciencia ficción añeja, de la que ya no se lleva, con escasas 300 hojas que te vapulean sin compasión. Pero plenamente vigente.
Firmado: Nerea Ortega
3 comentarios:
Lo tengo en busca y captura desde que leí "Intervenciones" de Houellebecq, donde menciona que este libro es unos de sus favoritos del género.
Como sugerencia, me ha faltado un libro de ciencia ficción que me gusto mucho: Ubik.
De Clifford D. Simak he leído "Deserción" (incluído, quizás, en este libro), que es lejos mi cuento de ciencia ficción favorito.
Sin dudas me conseguiría este libro si tuviera la oportunidad.
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