martes, 19 de agosto de 2025

José Saramago: Todos los nombres

Idioma original: 
portugués
Título original: Todos os nomes
Traductora: Pilar del Río
Año de publicación: 1997
Valoración: está bien
 
Podría decirse que "un Saramago al año no hace daño", y de hecho hemos pasado ya demasiado tiempo sin reseñar nada del (hasta ahora) único premio Nobel portugués, así que aquí voy yo con este Todos los nombres, que he leído intercalado con otras lecturas veraniegas, como si fuera un palate cleanser para poder tolerar mejor otras lecturas que, como diré en su debido tiempo, se me están haciendo pesadas. Y aunque, como es obvio por la valoración, esta no es ni con mucho mi novela favorita de José Saramago (ahí arriba están El año de la muerte de Ricardo Reispor ejemplo, o por supuesto el Ensayo sobre la ceguera), no hay novela de Saramago que no tenga pasajes sorprendentes, frases que hacen reflexionar o personajes que rezuman una humanidad muy necesaria en estos tiempos sombríos.
 
¿Y qué nos cuenta exactamente Todos los nombres? Pues la historia de don José, trabajador de la Conservaduría del Registro Civil, un hombre soltero de mediana edad perfectamente anodino, rutinario, trabajador abnegado, que de hecho vive en una casa anexa al propio Registro, y cuya única excentricidad consiste en reunir una especie de "catálogo de personas famosas" a partir de los documentos recogidos en el registro. Pero todo cambia el día que, por casualidad, la ficha de una mujer cualquiera cae, por azar, en manos de don José, y por alguno motivo pasa a obsesionarse con ella: no le son sufiientes los datos recogidos en el registro, y decide iniciar una ingenua y torpe labor detectivesca para intentar desubrir el paradero actual de la mujer, todas las circunstancias de su vida y, quién sabe, tal vez conocerla personalmente. Esta investigación lo lleva a falsificar una credencial del Registro, a asaltar el colegio en el que estudió la mujer, o a faltar a sus obligaciones y rutinas laborales, para sorpresa de sus colegas y superiores.
 
Tal como sucede con otras obras de esta misma época del mismo autor (como Ensayo sobre la ceguera o Las intermitencias de la muerte, por ejemplo), Todos los nombres funciona casi como una fábula extensa: no sabemos en qué país ni en qué época sucede la acción, y los personajes son casi más categorías que individuos (como es el caso del casi anónimo don José, cuyos apellidos ni siquiera llegamos a conocer). En este caso, la fábula podría referirse a las complejas relaciones que existen entre la vida y la muerte (puesto que el Registro las separa en categorías radicalmente opuestas, algo que la narrativa irá cuestionando progresivamente), o al modo en que los aparatos del poder y de la burocracia nos despojan de identidad y de individualidad, tanto a sus trabajadores como a sus "súbditos". 
 
El problema que le veo a la novela es que, sinceramente, el interés de la trama no es suficiente para sustentar todas sus páginas (350 en la edición que manejo). No digo que it could have been an email, pero sí creo que habría funcionado mejor despojada de algunas de sus digresiones, reflexiones o indagaciones minuciosas en cada decisión de don José, o sus diálogos interiores o proyectados en los más diversos objetos (por ejemplo, en el techo de su cuarto). En general, me ha parecido demasiado morosa o, por usar una palabra que me gusta bastante, "demasiado verbosa". Por contraste, la parte final de la novela, en que don José por fin descubre el destino de la mujer misteriosa, me ha parecido demasiado corto, o incluso algo precipitado, cuando esa es una parte que sí que atrapa la atención... 
 
Es cierto que, como decía antes, prácticamente cualquier obra de Saramago tiene joyas escondidas y transmite ese espíritu lúcido, crítico e irónico de su autor; pero infelizmente, esta no pasará a estar entre mis imprescindibles.
 

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo con la reseña. La leí hace mucho y la recuerdo entretenida sin más, pero como bien dices, con Saramago la lectura depara situaciones y reflexiones que dan para pensar. Tomo nota de las que opinas que son mejores. Salud!

Jorge dijo...

Hola, a mí me parece una obra maestra absoluta. Entretenido y profundo. Es un libro absorbente, y extraordinario, muy bien escrito. Una genialidad!!! Y el mejor de un maestro de la literatura.

Anónimo dijo...

Pues a ti te puede parecer como dices, pero tú no la escribiste

Anónimo dijo...

En eso lleva razón el anterior, tú no la escribiste

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja

Anónimo dijo...

La leí hace poco. Me parece una genialidad esta obra. No coincido con tu reseña. Tiene guiños propios del luso. Por ejemplo, se llama todos los nombres, y los personajes no tienen nombre. Me parece de una profundidad abismal y sutil a la vez. Creo que es una de sus mejores obras. Saludos

Jorge dijo...

Estoy completamente de acuerdo. Una novela ejemplar.

Santi dijo...

Bueno, bienvenidas sean las múltiples lecturas diferentes. La mía es la que he explicado en la reseña, pero naturalmente puede haber otras. Sin ser una mala novela, porque Saramago es incapaz de escribir una mala novela, desde luego yo no la pongo entre mis favoritas...

Antón M. dijo...

Un Saramago al año no hace daño, no puedo estar más de acuerdo. En 2025, "Levantado del suelo" que me ha dejado un muy buen sabor de boca, novela de la que, por otra parte, desconocía su existencia; no entiendo muy bien porque me parece un grandísimo libro.
Todos los nombres fue mi primer Saramago, hace ya casi 30 años... Me encantó y fue el que me abrió el universo Saramago. En cambio, la he releído no hace mucho y me ha parecido ahora algo más floja, sin duda porque el listón de este escritor es altísimo.
No me atrevo a decir cuál es para mi su mejor libro, aunque tengo una predilección especial por "Viaje a Portugal" que curiosamente no es ficción sino un estupendo libro de viajes.
Saludos.

Anónimo dijo...

Lei primero ensayo sobre la ceguera,me costaba mucho leer al principio,no entendía bien de qué iba el tema,me quedaba estancado,me sucede cuando leo algo que me cuesta entender y a eso le llamo estancarme en una lectura,algo que me tengo que esforzar mucho para entender ya que yo no soy de muchas letras"pero al llegar a la mitad le fui cogiendo el tema y a lo último entendí perfectamente y hasta me engancho,luego leí la caverna que me engancho de principio a fin ,y entendí perfectamente,Todos los nombres en cambio me costó

Adrienne dijo...

Cierto que tal vez el ritmo de las novelas de Saramago es a veces un poco lento porque efectivamente inserta dentro de la acción misma reflexiones que parecen no tener algo que ver con la historia, pero que de alguna forma sí lo tienen, para mí precisamente representan gran parte de su encanto.