Título original: センサー (Sensā)
Año de publicación: 2019
Traducción: Olinda Cordukes Salleras
Valoración: está bien
Hoy por hoy, Junji Ito probablemente sea el mangaka más conocido en Occidente, fuera del ámbito de los aficionados al género, claro. Esto se debe, sin duda, a su estilo tan reconocible y perturbador, pero también a que lleva más de treinta años dedicándose al tema y en ese tiempo ha realizado multitud de mangas, más o menos rompedores y más o menos bizarros: también otros que pueden se considerar casi como mainstream, aun dentro de su rareza, como es el caso de este Sensor, interesante ejemplo, pero que, ya aviso, tampoco se encuentra, creo yo, entre lo mejor de su autor.
Resumen resumidillo: la joven Kyôko Byakuyo pasea un día cerca del volcán Sengoku cuando percibe en el aire unos cabellos dorados, que al principio ella confunde cn los llamados "cabellos de pele" que puede soltar el volcán. En éstas, conoce a un muchacho que la lleva a su pueblo, Kiyokami, donde todo refulge al estar recubierto por esos cabellos dorados que además, al parecer, dotan a sus habitantes de clarividencia y todo, según ellos, gracias al dios Amagami y a Miguel, un misionero cristiano de la época del shogunato. En fin, no me voy a extender más, porque son muchos los giros y vicisitudes que se suceden a lo largo de la trama, con la hermosa Kyôko convertida en una fugitiva de cabellera dorada, buscada tanto por un reportero llamado Wataru Tsuchiyado como por la secta Indigo Shadow, que quiere acceder a través de ella a unos supuestos registros akáshidas que contienen todo el saber del Universo. Además, encontramos aquí insectos suicidas, espejos de tráfico espías y algún que otro salto en el tiempo -por lo visto, la primera intención de Ito, seguida luego por él sólo a medias, era desarrollar una serie de episodios independientes con sucesos sobrenaturales o extraordinarios, de los que serían testigos e hilo conductor primero Kyôko y luego el reportero Tsuchiyado-; en fin, todo el despliegue imaginativo habitual con este autor, aunque ya digo que aquí un tanto rebajado o amoldado a los gustos del gran público.
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