En mi adolescencia veía religiosamente todos los vídeos de Loulogio, uno de los primeros youtubers hispanos. Y aunque con el tiempo he ido distanciándome de su contenido audiovisual, pues mis intereses y sentido del humor han madurado en una dirección distinta a la de Isaac Sánchez, sigo teniéndole mucho cariño a aquel que se hallaba tras bizarradas como Televisión cultural, La mejor escena de ninjas de la historia del cine o Las alucinantes aventuras de Anselmo.
¿Cómo no voy a sentir aprecio por Isaac? Le debo muchas horas de entretenimiento durante mi juventud. También valoro sobremanera que se distanciara paulatinamente de la figura de Loulogio y retomara su verdadera vocación: dibujar cómics.
De él ya leí Baños Pleamar. Y ahora he disfrutado de su siguiente novela gráfica, El de la batamanta. La cual me parece, al igual que su predecesora, irregular pero prometedora, y tiene también paletadas autobiográficas y humorísticas.
¿De qué trata? Pues bien, es un retrato de la vida actual del autor. Hace especial énfasis en su transición de estrella de YouTube a dibujante de cómics y lo muestra superando una crisis existencial-laboral-afectiva. El punto de partida, muy bien escogido, es la mudanza al barrio madrileño de Prosperidad. Hay algunos "gags" recurrentes bastante divertidos, un par de misterios curiosos y personajes que, sin ser complejos o memorables, logran que se les coja cariño.
Quizá los apartados más logrados de El de la batamanta sean el sustrato emocional del argumento, la estructura narrativa y las originales transiciones que engarzan distintas secuencias. En cambio, la faceta gráfica se antoja algo inconsistente, y combina decisiones estilísticas muy ingeniosas con otras tirando a cuestionables.
Sea como fuere, El de la batamanta es una novela gráfica ligera, divertida y puntualmente ocurrente. La recomiendo a los admiradores de Isaac que amen sus dotes de monologuista o su forma de relatar historias, presentes en el guión y la estructura de la obra respectivamente. También a profanos que simplemente amen el medio y quieran conocer a un autor que, cuando está inspirado, es capaz de realizar auténticos milagros en lo que a emotividad y despliegue visual atañe.
También de Isaac Sánchez en ULAD: Baños Pleamar
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