miércoles, 7 de febrero de 2024

Barry Hines: Kes


Idioma original:
inglés
Título original: A Kestrel for a Knave
Traducción: Diego Uribe-Holguín
Año de publicación: 1968
Valoración: recomendable 
 
Aunque me declaro incapaz de hacer una lectura objetiva de la sociedad británica (me debato entre cierta rendición por su efervescencia artística y una franca repugnancia hacia su sempiterno clasismo y su desvergonzada rendición a las instituciones más acartonadas), sí que hay hechos en la historia reciente que suscitan mi interés. Desde el Brexit, qua a ratos entiendo y a ratos no, hasta ese ensimismamiento que puede ser su causa o su consecuencia, aunque me declaro seguidor de Owen Jones y comparto sus análisis cuajados de escepticismo. Precisamente porque recuerdo alguna mención en sus libros a algún político (David Cameron, quizás) que se plantó ante su electorado para proclamar que toda la sociedad británica era de clase media. Ahí está, decenas de millones de habitantes sin clase baja. En fin. 
 
Seguro que en los años sesenta no hubiera habido político  con semejante cuajo. Kes es una novela emblemática de la época, y nada más alejado del glamour de la City que las andanzas de Billy Casper, cuya existencia transita entre la precariedad de un dormitorio compartido con un hermanastro, el desinterés de su madre por su vida, la evocación de la figura del padre ausente, su escasa habilidad social en esos tiempos en que conceptos como el bullying se podían ver, casi, como inocuos contratiempos en la necesidad de adaptación de cualquier criatura -ergo, los compañeros maltratadores son a lo sumo perpetradores de chiquillerías- y otros contratiempos, con la escasez material como tapiz de fondo constante. Billy encuentra su refugio cuidando de un cernícalo en un cobertizo. En ese animal focaliza toda su actividad al margen de la escuela. Se hace con tratados de cetrería, se informa sobre el tema, aprende con fruición mientras en la vida real las cosas siguen su curso anodino y sórdido y comprendemos la imagen del niño absolutamente refugiado en el adiestramiento y cuidado del ave como oposición a un mundo exterior, una realidad que ni comprende ni cuestiona.
 
Una muestra de literatura social, realista y oscura como las películas de Ken Loach, no exactamente el libro que uno elegiría para tomar una visión luminosa y optimista de la existencia humana, más bien, obviemos el desenlace, para comprender lo asfixiante de ciertos entornos y ciertas situaciones en el ámbito de la infancia. Agradezco que Hines se haya ahorrado el mensaje moral y deje al lector tomar sus conclusiones. Demasiados libros hoy en día se toman la libertad de empujarte hacia ellas.

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