Título original: An agitator
Año de publicación: 1894
Traducción: Gonzalo Gómez Montoro
Valoración: Curioso
La protagoniza Christopher (Kit) Brand, un hombre de treinta y dos años que lucha por los derechos de los trabajadores. Brand es inteligente, un buen orador y tiene madera de líder, aunque peca de idealista. Podríamos considerarlo un héroe trágico porque, pese a sus numerosas cualidades, se ve asediado por sus propios fantasmas. A saber: su condición de hijo ilegítimo, las tentaciones que le provocan puntualmente el dinero y el éxito fácil o el distanciamiento que, por varias razones, experimenta con respecto a sus semejantes.
Revolucionario no destaca especialmente por su argumento o sus personajes. En ese sentido, hay que abordar este texto desde la óptica de la literatura de ideas, y no en tanto que ficción ortodoxa. Su autora explora en él temas complejos: la coherencia entre pensamiento y acción, la doctrina socialista, la implicación postiza de ciertos sectores en la lucha de clases, la cautela que hay que adoptar frente a aquéllos que sólo quieren medrar, la necesidad de autocrítica, la falta de credibilidad de la prensa... Resumiendo, podríamos decir que la obra de Black funciona mejor como ventana a cierta época y convicciones que como narración al uso. Aun así, resulta entretenido asomarse también a las tribulaciones de Brand y experimentar su desarrollo.
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