Idioma original: castellano
Título original: Dos medios
zorros
Año de publicación: 2013
Valoración: muy recomendable
Después de escribir sobre el
hilarante Yo quiero mi gorro del
canadiense Jon Klassen, quiero presentar en esta ocasión otra joya publicada
recientemente por Ediciones La Fragatina que, por un golpe de suerte, acaba de caer en mis manos y que en breve llegará a las librerías; el libro álbum Dos medios zorros, escrito por Jon Juárez (Pamplona, 1983) e
ilustrado por Leire Salaberría (Donostia, 1983).
La obra pertenece a la colección
Lo Mullarero, colección al cuidado de Pep Bruno, que ya había apostado
anteriormente por autores e ilustradores como Miguel Tanco, Mariona Cabassa o
Rebeca Luciani. Tal y como figura en la página de la editorial, los libros de
esta colección son perfectos par soñar y es precisamente el acto de soñar, de
imaginar, de dudar frente a lo aprendido y asimilado como verdad unívoca lo que
despierta Dos medios zorros. La
evocación surge ya desde la dedicatoria, punto de encuentro entre autor e
ilustradora, que marcará ya la unión entre imagen y palabra que se establece a
lo largo del cuento: Para aquella
habitación construida encima de una falla, con techos altos, recortes de
cartulina, paredes de cartulina, sonido de cafetera, mucha luz, y la
“susurrisa” más cómplice, firma J.J., Para
mi medio zorro por escribir este bonito cuento, escribe L.S.
Complicidad, belleza, imagen delicada y cuidada se suceden en esta narración, en la que el hilo conductor es una conversación telefónica entre Fio Fagot y Gabi Blain. Como ya se observara en el caso de Yo quiero mi gorro, en este caso también a cada una de las intervenciones de los personajes le corresponde una tonalidad diferente: el negro es para Gabi y el rojo para Fio. Esta elección cromática, además del blanco de los zorritos, domina asimismo las ilustraciones, generándose una vez más el equilibrio entre imagen y palabra del que se hablaba arriba. Este vínculo aporta unidad a la obra y facilita la lectura de los más pequeños.
Complicidad, belleza, imagen delicada y cuidada se suceden en esta narración, en la que el hilo conductor es una conversación telefónica entre Fio Fagot y Gabi Blain. Como ya se observara en el caso de Yo quiero mi gorro, en este caso también a cada una de las intervenciones de los personajes le corresponde una tonalidad diferente: el negro es para Gabi y el rojo para Fio. Esta elección cromática, además del blanco de los zorritos, domina asimismo las ilustraciones, generándose una vez más el equilibrio entre imagen y palabra del que se hablaba arriba. Este vínculo aporta unidad a la obra y facilita la lectura de los más pequeños.
Guiado por la conversación entre los dos amigos, el lector se adentra en la historia en silencio, como si se internara por vez primera en un paisaje nevado y el universo ilustrado de Leire Salaberría (árboles rojos, una casa aislada en mitad del paisaje, pinos, un zorro blanco, dos medios zorros, gallinas de colores, escaleras que llevan directamente a una ventana, o un oso que duerme en una casa diminuta, texturas, collage, papeles pintados, recortes, cartulinas) lo asalta y sorprende hasta dar de bruces con el secreto que encierra este cuento.
Del mismo modo, el lenguaje sugerente de Jon Juárez se interroga y nos hace vacilar: ¿existe tan sólo aquello que somos capaces de medir, ver y calcular?, ¿existen realmente los zorros blancos de las nieves?: Fio, ¿los zorritos existen?/ No, Gabi, no existen […] ¡Pues estoy viendo dos medios zorritos blancos de las nieves desde mi ventana!/ ¿Dos medios zorros?/ ¡Eso mismo he dicho!/ Gabi, dos medios zorros suman uno entero. […] Gabi, los zorros blancos vivían en la nieve y aquí hace años que no nieva. […] ¡Como me llamo Fio Fagot que los zorros blancos de las nieves no existen, ni los duendes, ni los troles, ni las ardillas!
Conforme cuestiona la lógica de lo establecido, de lo aprendido, conforme cuestiona la realidad tal y como nos la han enseñado, Dos medios zorros invita al sueño, al despertar de la imaginación y, al fin y al cabo, evitando caer en un desenlace sentencioso y cerrado, apela a la libertad de cada uno de los lectores.
1 comentario:
Gracias por la información.
Os dejo un enlace que he encontrado con descuentos para la compra de libros.
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Un saludo
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