Título original: The last days of the Ottoman Empire. 1918-1922
Año de publicación: 2023
Traducción: María Luisa Rodríguez Tapia
Valoración: Bastante recomendable
Hace unos días leía un tweet (o como carajo se llame ahora) en el que un tuitero (o como carajo se llame ahora) se quejaba de la vergonzante exclusión a la que se ve sometido el Imperio otomano en las historias tanto europeas como mundiales que incluyen los libros de texto en secundaria. Yo iría más lejos y diría que esa exclusión es extensible a la ficción y a lo meramente divulgativo. Todos habremos leído más de una novela y más de un ensayo sobre el final de la "monarquía dual", sobre el colapso del Imperio zarista, sobre los años posteriores al final de la PGM en Alemania (Doblin y su Noviembre de 1918, por ejemplo) pero poco o nada habremos leído sobre los últimos años del Imperio otomano o sobre el ascenso al poder de Mustafa Kemal Ataturk.
Sin ir más lejos, me viene a la cabeza el magnífico Sonámbulos de Christopher Clark (también publicado por Galaxia Gutenberg), en el que se analizan los años y meses previos al estallido de la PGM. Ya os digo que es una maravilla, pero sí es cierto que peca de cierto eurocentrismo al infravalorar la importancia del papel otomano en la cuestión.
Me dejo de rollos. Los últimos días del Imperio otomano del profesor Gingeras viene a cubrir en parte este vacío al ocuparse del período 1908-1923 (con algunas incursiones en décadas anteriores y un breve apéndice en el que se destallan las reformas modernizadoras emprendidas en las dos décadas posteriores y las tendencias autoritarias de Ataturk y compañía), ese que comienza con la toma del poder por parte de los Jóvenes Turcos y que concluye con la firma de la paz de Lausana que pone fin al conflicto entre el Movimiento Nacional de Ataturk y los aliados, Grecia y compañía. Por el camino, la entrada del Imperio otomano en las Potencias Centrales, el Tratado de Sevres, la ocupación griega de Tracia Oriental y la zona de Esmirna / Izmir, el papel francés y británico en lo que ahora es Siria, Líbano, Irak o Palestina y litros y litros de sangre y toneladas de sufrimiento: matanzas, deportaciones, limpiezas étnicas... Vamos, un follón de tres pares de cojones que cien años después ahí sigue, en lo que fue el Levante del Imperio.
Como aspectos más destacados del texto, quisiera destacar los siguientes:
- su exhaustividad en lo que a aspectos generales se refiere: política interior y exterior, alianzas internacionales, contexto sociopolítico internacional y relación de los acontecimientos que tienen lugar en el Sublime Estado con todo lo anterior.
- su objetividad. Aunque es evidente que la mayoría turca convirtió lo que era era un Imperio de lo más heterogéneo acabó convertido en una República casi monolítica, no fue la única violencia del período. Destaca el conocido genocidio armenio, pero hubo violencia de griegos contra turcos, turcos contra kurdos, musulmanes contra cristianos, cristianos contra musulmanes, etc. No es equidistancia, en mi opinión, como tampoco es equidistancia decir que el bombardeo de Dresde fue una salvajada.
- la relación turcos (otomanos) - árabes. Uno, en su ignorancia, tiende a simplificar y se equivoca. La relación entre unos y otros es mucho más compleja de lo que parece y en el libro aparece bien descrito. En la misma línea, me interesan los debates sobre la "turquidad", el paso de lo otomano a lo turco y lo que eso significa.
- la desmitificación de los protagonistas. Ni seres puros de luz ni (solo) asesinos sin escrúpulos. Por ejemplo, Ataturk, presentado como un tipo en el que a su liderazgo más o menos innato se suman buenas dosis de contingencia, oportunismo y azar. Otro ejemplo, el propio Movimiento Nacional liderado por Ataturk, algo así como una revolución francesa a la turca, un movimiento popular de liberación frente a un antiguo régimen representado por el sultán y un movimiento "nacional - populista anatolio"
- su lectura más o menos "fácil". Personalmente, poco o nada sabía del momento y lugares de los que habla el texto y creo que no me he perdido demasiado. Indudablemente, mérito del autor y no el lector.
En el lado menos positivo estaría:
- su carácter más documental que analítico. No tengo claro si esta es una "pega" en sí misma, pero sí que es cierto que hecho en falta algo de análisis, sobre todo si lo comparo con el ya citado Sonámbulos.
- ciertos saltos temporales que enmarañan la narración de los hechos y hacen que el texto caiga en algunas reiteraciones.
- el mayor peso de los hechos que ocurren en la parte occidental (Anatolia occidental, Estambul, Tracia oriental) que en la parte oriental (Irak, Siria, Cáucaso). A la vista de la situación sociopolítica actual en Oriente Medio, me hubiera gustado más detalle al respecto.
- escaso desarrollo de las "relaciones" Ankara - Estambul o Movimiento Nacional - Imperio en el período inmediatamente posterior al final de la PGM en el que coexistieron (de aquella manera, eso sí) ambos centros de poder.
Podría seguir, pero creo que es más que suficiente para que os hagáis una idea de este Los últimos días del Imperio otomano, un texto más que recomendable para tener una idea de conjunto alejada de generalidades de un período histórico y unos acontecimientos no tan lejanos a nuestros días.
2 comentarios:
Excelente reseña, aunque me sorprende esta conclusión: "(...) pero poco o nada habremos leído sobre los últimos años del Imperio otomano (...)".
Reseñada en esta misma web: "Kenizé Mourad: De parte de la princesa muerta".
Bueno, lo digo en comparación con toda la literatura que existe ambientada en (o sobre) los últimos años del Imperio Austro-Húngaro o de la Rusia zarista. Al menos en mi caso, es mucho más lo que he leído sobre estos.
Muchas gracias por el comentario!
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