Idioma
original: francés
Año de publicación: 2009
Valoración: Muy recomendable
Pocas veces he comenzado una novela con más escepticismo que en esta
ocasión. Incluso cuando llevaba ya unas decenas de páginas, y aunque no me
parecía mal escrita, contaba con un protagonista simpático y su contenido
resultaba atrayente de momento, me parecía inevitable que cayese mucho antes de
sus 656 páginas. Porque, con aquellas premisas, ¿cómo era posible mantener en
alto hasta el final una narración tan extensa sin ser ni Thomas Mann ni Tolstoi?
Para mí no era más que cuestión de
tiempo, estaba segura de que, más pronto que tarde, me acabaría decepcionando.
Mientras tanto, continuaba leyendo a toda velocidad y, a medida que iba
avanzando, más compulsivamente. Pero el grosor de lo que restaba era cada vez
menor y mis predicciones seguían sin cumplirse. No solo no encontraba motivos
para abandonar el libro, es que su interés iba en aumento, y con rapidez
creciente además.
Y es que la facilidad de lectura, si bien nunca ha sido un buen síntoma en
sí mismo, tampoco es necesariamente malo. Guenassia no emprende ninguna
aventura experimental, sencillamente se sirve, con total corrección, hondura,
meticulosidad y coherencia, de esquemas narrativos clásicos. Pese a la crudeza
de algunas situaciones y la complejidad de los aspectos que muestra, la prosa
es sencilla y directa, abundan el diálogo y la acción, la mirada es clara y sin
prejuicios, tal como corresponde a un personaje que no deja de crecer con la
historia a la vez que esta crece a nuestros ojos. Ocurre que el ritmo y la
verosimilitud, así como la empatía con el lector, consiguen, no solo mantener
el interés bien alto, incluso apasionarnos con las peripecias de unos
individuos tan entrañables como excepcionales (como muchas personas comunes y corrientes
que nunca merecerán la atención de los medios), no solo por lo que son sino por
el modo con que se destacan las facetas más luminosas de sus personalidades
respectivas.
La acción comienza a principios de los años sesenta, dura unos cuatro años
y narra, básicamente, el estado de cosas existente tras la Segunda Guerra
Mundial, con el fenómeno nazi y la creación de la Unión Soviética como
fenómenos relativamente recientes que han dado lugar a enormes contingentes de
exiliados, así como el estallido de la guerra de Argelia y las consecuencias
que todo ello tiene en Michel Marini y su multicultural familia.
La inusual precocidad del protagonista puede justificarse teniendo en
cuenta que encarna un punto de vista, es decir, además de personaje, también es
un recurso literario. No obstante, logra elevarse a la categoría de ser de
carne y hueso porque manifiesta una personalidad definida y porque es capaz de
lograr que compartamos con él esos primeros pasos de su vida adulta.
Escritor francés de origen
argelino, Jean-Michel Guenassia, obtiene con esta novela en noviembre de 2009
el Goncourt des Lycéens, otorgado por los jóvenes franceses a uno de los
finalistas del premio. No es difícil adivinar por qué: en ella se analizan las
relaciones con el padre y la madre, el descubrimiento del primer amor, el
conflicto con los hermanos, el despertar de la vocación profesional, el desafío
al liderazgo o la revelación de los propios límites. Pero El club de
los optimistas incorregibles es más que una novela de iniciación, investiga
muchos de los principales escollos con que puede tropezar el ser humano: la
amistad, que nunca es fácil, la relatividad del enamoramiento, la traición, la
ideología, la familia, la fidelidad a los propios principios, la solidaridad,
los prejuicios, el exilio, la lucha por la supervivencia, la identidad
religiosa, los incontables sufrimientos que trajo el nazismo a Europa, las
alianzas políticas, el liderazgo intelectual… Enumero y no acabo. De todo ello se
sirve Guenassia para reflejar la lucha frente a la adversidad, la capacidad
para superar el pasado y sobrevivir en circunstancias diferentes a las
habituales hasta entonces, incluso aunque sean mucho peores e incluyan el
desarraigo, la pérdida de seres queridos, la categoría profesional, el nivel
adquisitivo o el status social.
Un verdadero canto al optimismo, tan innecesario cuando la vida nos sonríe como
absolutamente imprescindible cada vez que el barco comienza a hacer aguas.
7 comentarios:
No conocía el libro. Y si consiguió convencerte pese a que parecía que ibas con predisposición a que terminara por no gustarte, es que merece la pena.
Tomo nota. Gracias y un saludo!
Gracias por confiar en mi post, Ana. A veces me apasiono mucho en una reseña y luego me asusta decepcionar, me pasó también con la anterior.
Solo te digo que no te dejes impresionar porque el punto de vista esté a cargo de un chaval de 12 años (al principio, claro, luego va creciendo). Para nada es una historia de niños, en ella hay muchos otros personajes y el interés no deja de aumentar.
Si la empiezas sin prejuicios, seguro que te encanta.
A mí también me sorprendió gratamente.
Gracias, Guillermo.
Añado que es fácil de encontrar en bibliotecas. Yo la saqué de ahí.
Lo compré, algo intimidad por el grosor, pero cautivada por el título. Espero que me sorprenda 😊
Yo también lo espero, Mariana, es una novela entrañable que abarca muchos aspectos. Si te quieres pasar por aquí cuando la acabes y dejar tu opinión, continuaremos con el intercambio de impresiones.
Una novela estupenda, muy bien escrita y que te engancha desde el principio. No os dejéis asustar por la cantidad de páginas; me he quedado con ganas de más.
Una historia que parece anodina pero muy bien contada y que perfectamente podría ser real.
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