Título original: The North Water
Año de publicación: 2016
Traducción: Santiago del Rey
Valoración: recomendable
Una de las gracias de esto de los libros es que si bien es relativamente fácil, deducir a posteriori las razones por las que una novela, por ejemplo, triunfa entre el público lector, mucho más difícil resulta saber por qué otras muchas pasan más o menos desapercibidas; sobre todo cuando vienen avaladas por el éxito en su país de origen e incluso prestigiosos premios y reconocimientos... Este es el caso, creo, de esta La sangre helada -mucho menor el título en inglés, por cierto- de Ian McGuire, una novela "histórico-criminal" que se desarrolla en el original escenario de un barco ballenero de mediado del siglo XIX, en latitudes árticas, y de la que, hasta donde yo sé (ojo que igual estoy metiendo la pata, puesto que, como es obvio, no dispongo de las cifras de venta) no llamó demasiado la atención su publicación en español, pese, ya lo digo desde ahora, a su excelente factura (*).
Quizás una de las razones sea que, aunque en ella encontremos varios crímenes, no estamos ante una novela "policiaca" o "de misterio" -en todo caso, un noir victoriano-; al contrario, conocemos la identidad del asesino desde el primer capítulo, sin que haya -o casi- una investigación propiamente dicha para atraparlo. El protagonista -tampoco "detective", en verdad- es el médico irlandés Patrick Sumner, que tras su paso por el ejército imperial británico en la India, durante la célebre insurrección de los cipayos, se enrola en un ballenero de Hull para cambiar de aires, digamos... En su aventura conocerá a tipos peculiares como el veterano capitán Brownlee, el visionario arponero Otto, el taimado armador Baxler, el taimado segundo Cavendish, el muy taimado y también arponero Henry Drax... Pues sí, en esta novela hay mucho personaje taimado, no te puedes fiar de -casi- nadie...
El caso es que ya digo (más que nada, por avisar a los amantes del género) que el libro no va por los derroteros habituales de una historia de misterio, pero eso no significa que no sea una novela de lo más recomendable para casi todo el mundo, sobre todo porque está magníficamente escrita, con una ambientación basada más en lo sensorial que en lo descriptivo que resulta convincente y subyugante. Tal vez (y por eso he puesto lo de "casi todo el mundo", y también por eso puede que no haya tenido en España el éxito que cabría esperar) sea una novela demasiado áspera y dura apara algunos lectores, pues cuenta una historia y, sobre todo, la cuenta de una manera, llena de desesperanza, que no deja demasiados resquicios para el optimismo, a modo de respiraderos en la banquisa como las que usan las focas para asomarse a la superficie... Es, además, una novela muy masculina, que exuda testosterona; no sólo apenas encontramos en ella figuras femeninas, que son, además, muy secundarias, sino que los temas que trata se engloban en la categoría de lo que solemos calificar como "masculino": el respeto o el desafío a la jerarquía, la camaradería más o menos agresiva, los usos "adecuados" -o no- de la violencia, la supuesta -o no- virilidad, la obsesión por elegir el propio destino (o el espejismo que supone).... Temas que se tratan con mayor o menos profundidad, a veces simplemente de pasada, pero que están en el transfondo de esta notable, aunque no demasiado complaciente. novela.
(*) Puede ser que esta situación cambie y el libro vuelva a las mesas de novedades a partir del inminente estreno en no sé qué plataforma de la serie televisiva que se ha hecho adaptando la novela y que, por lo que he podido ver en el tráiler, tiene muy buena pinta.
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