Valoración: Divertidísimo
Yo lo tengo muy claro: la cubierta de "El indio cíclope" es una de las mejores cubiertas que he visto en los últimos tiempos. Y no solo por el colorido o por lo llamativo, sino porque es un perfecto reflejo de lo que encontraremos en el interior. Porque "El indio cíclope" es una novela ilustrada, con texto de Guillermo Roz e ilustraciones de Óscar Grillo, entre lo grotesco, lo delirante y lo divertido.
En cuanto al texto, lo que inicialmente puede parecer una novela negra, con sus gangsters neoyorquinos, sus clubs, sus luchas de poder, etc, se convierte en una novela de "aventuras" llena de humor, gracias a personajes y situaciones a cual más estrambóticas. Así, la acción vuela de Nueva York a Buenos Aires, de Buenos Aires a Ushuaia y de Ushuaia a Nueva York y es protagonizada por, atención, dos capos mafiosos que semejan a Schwarzenegger y Danny de Vito en "Los gemelos golpean dos veces", el hermano gemelo y albino de Carlos Gardel, la sirvienta blancanegra o negrablanca de este, un clarividente indio patagónico dotado de poderes mágicos y la hija "de muy buen ver" de este, un nieto de Darwin con una salud mental de aquella manera, etc.
¿Y cómo se come eso? Pues juntando con mucha imaginación la historia principal y las secundarias, metiendo muchas dosis de humor gamberro, dándole a la narración un ritmo trepidante que hace que pasemos por alto alguna que otra licencia para salvar según qué situaciones y con unas ilustraciones que juegan con un elemento grotesco, feísta y exagerado, especialmente en los dibujos de los personajes.
En cuanto a las ilustraciones, hay que distinguir entre los personajes y los escenarios. Los personajes son, ya digo, grotescos y desproporcionados, plenos de color, lo que dota al texto de mucha potencia. En cuanto a los escenarios de las peripecias de la troupe de Indio cíclope, hay en ellos algo menos de colorido y más "realismo" que en los personajes. Por momentos, algunas de las ilustraciones de escenarios llegan a recordar al célebre "Díptico de Marilyn" de Andy Warhol. Todo lo anterior me lleva a definir el trabajo de Óscar Grillo como "irreverente pop expresionista" (y que me perdonen los expertos en pintura (bueno, y también los expertos en literatura)).
Para resumir, novela ilustrada tremendamente loca, disparatada y divertida a la que, si he de ponerle algún pero, solo se le puede achacar un final un tanto abrupto. Da igual, el regusto que queda tras la lectura de "El indio cíclope" es más que agradable.
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