Idioma original: portugués
Título original: Uma viagem à Índia
Año de publicación: 2010
Valoración: recomendable
"¡Otra vez tú! ¡Dos días seguidos!" Pues sí, con permiso de mis compañeros de blog, y contando con la paciencia de los lectores, aquí vuelvo a la carga otra vez, y otra vez con un libro de la literatura portuguesa. Y lo hago por un motivo: porque este Viaje a la India de Gonzalo M. Tavares es, de una forma creo que bastante clara y deliberada, una actualización posmoderna y autoirónica de Os Lusíadas de Camões. Así que tenía sentido comentar los dos libros seguiditos, uno bien cerca del otro.
¿Y qué es lo que relaciona las dos obras? Pues para empezar, el género: los dos son poemas épicos, escritos en Cantos y divididos en estrofas numeradas (aunque Tavares, claro, no escribe en octavas como Camões, sino en estrofas de extensión variable y verso libre). En segundo lugar, el tema: un viaje desde Lisboa a la India; aunque aquí comienzan ya las diferencias, porque si Os Lusíadas cuenta el viaje de Vasco de Gama rodeando el continente africano con sus naves, el protagonista de Un viaje a la India, Bloom, que huye de Lisboa perseguido por la sombra de un doble crimen, llega hasta Asia por un camino más cómodo y civilizado: en avión, pasando por Londres y París.
Hay también otros elementos que hacen pensar que Gonzalo Tavares tiene muy presente la obra de Camões (como no podía ser de otra forma, como escritor portugués que es): las peripecias iniciales de Bloom en Londres, perseguido por varios matones, y su buena acogida en París, recuerdan a episodios semejantes de Os Lusíadas, en que Vasco de Gama y su tropa tienen que huir de Mozambique y Mombaça, antes de ser bien acogidos por el rey de Melinde. Y los episodios finales, ya a la vuelta del viaje, en que Bloom se distrae con unas prostitutas parisinas, recuerda una vez más al famoso capítulo de la Isla de los Amores que aparece al final del poema camoniano.
Naturalmente, hay entre las dos obras diferencias más profundas que un simple cambio de itinerario. La más importante es que Os Lusíadas es, muy deliberadamente, una epopeya nacional, mientras que Un viaje a la India es a la vez individual ("no vamos a contar la historia de un pueblo", dice literalmente un verso) y cosmopolita: el protagonista, aunque lisboeta, se llama Bloom (como el protagonista del Ulises, claro), y los pasajes sobre la historia de Portugal y sus héroes han sido sustituidos en la nueva obra por reflexiones de los personajes sobre la vida, la muerte, el amor o las mujeres. (Sí, Un viaje a la India es una obra con un cierto tono machista, o por lo menos macho: la mirada masculina es la única que tiene acceso al texto, y las mujeres que aparecen son casi siempre objetos de deseo y no sujetos de acción).
La otra gran diferencia entre Un viaje a la India y Los Lusiadas es el tono: declamatorio y épico en la obra de Camões (como correspondía a su espíritu y a su época); posmoderna, autoconsciente y levemente irónica en la de Tavares, que hace que la lectura sea sorprendente, llena de pequeñas trampas y giros lingüísticos, poéticos y narrativos. Tanto Bloom (que es al mismo tiempo un aventurero, un proscrito y un viajero diletante) como el narrador, que por momentos asoma la cabecita entre los versos, como otros personajes secundarios, aprovechan las oportunidades que se les ofrecen para bromear con el lector, con otros personajes o con la propia trama.
Y sin embargo, se habría agradecido que hubiera todavía más ironía y parodia (como por ejemplo en otro poema épico contemporáneo, Levante de Cartarescu), porque el Viaje a la India mezcla fragmentos en los que se ve un distanciamiento humorístico del narrador o los personajes, con otros en los que se imparte una cierta sabiduría new age (estamos en la India, al fin y al cabo) que llega a resultar algo cargante en su grandilocuencia. Quizás la búsqueda de grandes frases o versos (esos que luego aparecen citados en montajes con amaneceres en facebook) le haya podido a Tavares, que en cambio cuando se toma menos en serio, resulta mucho más simpático.
Dice la faja que rodea el libro (en Portugal por lo menos) que "algún día se escribirán tesis doctorales sobre los versos de Un viaje a la India". No tengo ninguna duda sobre ello, porque el poema es original, muy posmoderno, atractivo y divertido por momentos, y crea juegos interesantes con la tradición literaria anterior. El problema que le veo, quizás el mayor, es que por momentos Gonzalo M. Tavares parece estar pensando ya en las tesis doctorales que se escribirán sobre su obra, posando para la fotografía, por decirlo así. Y aunque es un gran escritor (uno de los mayores de la literatura portuguesa actual), está mal que se lo crea demasiado.
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