Título original: Cuadratura cercului
Año de publicación: 1975 (en español: 2010)
Valoración: Muy recomendable
Esta
obra, si bien circunscrita en cuanto a contenido a la categoría de fantástica,
pertenece a un género incierto, a caballo entre la narrativa, el ensayo, el
cuadro descriptivo y la poesía surrealista. Recoge además elementos de la arquitectura
(en la que Săsărman está doctorado aunque nunca haya llegado a ejercerla), la
historia –de la prehistoria a las predicciones futuristas, pasando por épocas
diversas–, la filosofía, la mitología y la ciencia ficción, y rasgos de
subgéneros como el de aventuras, terror o cómico. Como indica su traductor y
prologuista Mariano Martín en su minucioso análisis de la trayectoria del texto,
este no ha sido tenido en cuenta como se merece debido a la censura rumana -que
en la primera edición suprimió unas cuantas ciudades y algún párrafo suelto,
sin demasiado fundamento, como suele ocurrir en estos casos- pero también por
ser imposible de encuadrar en un género específico
Los
mensajes que transmite la obra pueden resultar algo crípticos. Pero merece la
pena el esfuerzo por el carácter poético de los textos, la variedad de estilo
dependiendo del carácter de cada pieza, las referencias culturalistas y su
carácter satírico evidente. Igualmente sugestivos son los nombres, la mayor parte de ellos de inspiración grecolatina
o simbólicos.
En
las piezas exclusivamente descriptivas, obviamente no aparecen personajes, en los
demás raramente encontraremos individuos, las personalidades suelen ser colectivas
pero, a su modo, presentan caracteres y acción. Todas ellas aparecen cuajadas
de símbolos, abundan las escenas de violencia y destrucción (por lo general humana,
solo ocasionalmente debido a los elementos o al transcurso del tiempo), así
como el análisis etimológico de los vocablos, también es frecuente la
aceleración de los acontecimientos de forma que, en solo unas pocas líneas, se
nos ofrece un panorama histórico.
Vavilón
parece un zigurat y se presenta como precursora de Las mil y una noches.
Protópolis
se ha cubierto con una cúpula transparente y su aislamiento de la
atmósfera, junto a una tecnología punta, introduce automáticamente medidas preventivas
e higiénicas que vuelven longevos a sus habitantes. Paradójicamente, y mediante
un irónico proceso –menos disparatado de lo que pueda parecer– comienzan a
experimentar síntomas involutivos que presagian un paso atrás como especie. Una
ciudadanía que enferma de aislamiento pero, sobre todo, de éxito es una forma
de analizar nuestras propias sociedades en clave de humor.
(…)
En un intento por agotar las posibilidades, se incluye una ciudad sin nombre,
cuya existencia se llega a cuestionar. Una ciudad inquieta y efímera, hasta se diría
que itinerante, cuya construcción dura eternamente y de cuya existencia solo
dan fe unos cuantos testimonios de fiabilidad dudosa. Y, a pesar de todo, es
una de las que sentimos más cercanas, al presentar individuos reales, aunque
sin entidad definida, que llegan a entablar un diálogo. También hay diálogo en
Kriegbourg, la ciudad repleta de riquezas que sirve de tumba a los
codiciosos, o en Moebia.
Verticity
no incluye conversaciones pero cuenta con un protagonista con nombre
propio, Nat, gracias al cual puede esbozarse una trama, Su curiosidad nos
acerca a un cuadro futurista que recuerda un poco a 1984 de Orwell,
también, de alguna forma, nos previene de la afición excesiva por lo virtual,
algo que podía parecer exagerado hasta hace poco y que ya estamos
experimentando casi literalmente. Sah-Harah presenta también a un
personaje: el intrépido Lord Knowshire que, al explorarla, y pensando que rodea
el perímetro de un círculo enorme, tras un angustioso periplo, llega a su
auténtico destino, el centro de una espiral.
Conviene
introducirse en esta serie de 36 estampas poco a poco y en el orden que nos parezca. No es
un volumen para leer de forma continuada pues, si bien tiene un propósito
unitario carece de argumento. De esta forma podremos asimilar mejor el carácter
de cada construcción y no las confundiremos entre sí.
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