lunes, 9 de diciembre de 2024

Leonard Cline: El dios de piedra

Idioma original: Inglés
Título original: God Head 
Traducción: ¿?
Año de publicación: 1925
Valoración: Bastante recomendable

Menudo novelón, El dios de piedra de Leonard Cline; uno que concilia admirablemente la factura artística y el fondo enjundioso con el entretenimiento.
 
Además, parece escrito expresamente para mí, pues tiene varios de mis ingredientes literarios favoritos: un argumento oscuro, un protagonista oblicuo, un sórdido romance, una atmósfera siniestra, un suspense angustioso y reflexiones sumamente crueles. 

Sigue los pasos de Paulus Kempf, un agitador político que, tras huir de las autoridades, acaba viviendo en una pequeña y apartada colonia finlandesa. Kempf, médico incapaz de ejercer, artista frustrado y comunista desencantado, se deshace de toda restricción moral y se impone a la gente sencilla que lo salvó, acogió y cuidó, aprovechándose de su buena fe y de las supersticiones en las que creen.

Muchas son las virtudes de El dios de piedra. Quizá la más destacable es el propio Kempf, por complejo y memorable. A fin de cuentas, su personalidad y evolución están muy logradas. Entendemos por qué hace lo que hace, y hasta sentimos una pizca de simpatía por él, pese a lo despreciable de su carácter y lo destructivo que es para con la gente inocente y bondadosa que lo rodea.

Asimismo, también hay que mencionar la calidad de la prosa de El dios de piedra. Leonard Cline es capaz de dotar, a través de ella, de una pátina hermosa, melancólica o turbia a ciertas escenas. También la emplea para describir paisajes, comunicar estados de ánimo o generar suspense con asombrosa facilidad. Lástima que la edición de Betruviaan la opaque un poco, pues alguna oración formulada de manera extraña y varias repeticiones intrusivas me hacen sospechar que no hay un traductor involucrado en esta obra.

Otro aspecto positivo de El dios de piedra es su integración del folclore y las tradiciones finlandesas en el argumento. Ambos aspectos dan una textura única al conjunto, y se explican hábilmente para que incluso un lego pueda entenderlos sin por ello abusar de herramientas de exposición cuestionables.

Poco más que añadir. Sólo reiterar que El Dios de piedra es un novelón. Que sea la primera novela de Cline me hace tener ganas de seguir leyendo al autor; no puedo ni imaginar qué nos deparó su madurez artística.

4 comentarios:

Alberto dijo...

Apuntada. Gracias por el descubrimiento Oriol. Este Cline tiene una novela publicada en Valdemar hace bastantes años, La estancia vacía, creo que se llama. Lo cita Lovecraft en su ensayo sobre el horror en la literatura. Al parecer murió muy joven. Un saludo.

Palangre dijo...

Hola. No comento nunca en este blog pero lo hago porque igual merece saberse: esta editorial cerró este mismo año cuando se descubrió que hacía sus traducciones con inteligencia artificial. Empezaron muy fuerte, con una distrubición potente, y la cosa se desinfló enseguida.

Gerardo Lima dijo...

Leonard Cline escribió La Estancia Oscura, que puedes encontrar en Valdemar. Lovecraft hablaba muy bien de Cline. Me han dado ganas de leer ambas novelas. La de la Estancia la tengo olvidada.

Oriol dijo...

Gracias a todos por los comentarios.

Alberto, Gerardo: Me apunto La estancia oscura, que tiene buena pinta, aunque me llama mucho menos que la premisa de El dios de piedra. Si al final leéis ésta última novela, ya me diréis qué os parece.

Palangre: Sí, sospechaba lo de las traducciones y sabía que la editorial cerró. Lástima, porque como confesé en mi reseña de La declaración de Stella Maberly, su catálogo y apartado gráficos eran muy prometedores.