Traducción: David Tejera Expósito
Año de publicación: 2001
Valoración: Muy recomendable
No es fácil reseñar un libro como este, que incluye 39 relatos publicados por J. G. Ballard entre 1956 y 1963. Creo que lo más cómodo y lo más representativo será ofrecer una serie de líneas generales sobre temáticas, estilo, puntos fuertes y puntos débiles porque dentro de esos 39 relatos hay de todo (obviamente): relatos magníficos de principio a fin, relatos que comienzan de manera deslumbrante y que se caen al final, relatos más o menos planos, relatos hasta cierto punto prescindibles, etc. Dicho esto, generalicemos y tiremos p'alante.
Para empezar, situaremos los relatos de Ballard en lo genérico. Obviamente, la primera etiqueta será la de la ciencia-ficción, pero no esa de marcianitos, naves espaciales y demás parafernalia. Será, más bien, ficción especulativa utilizada como trasfondo para hablar de pasiones y pulsiones universales. Pero no solo de ciencia-ficción en sus más variadas formas vive Ballard. La distopía, ciertas formas de terror psicológico, lo absurdo y lo surreal e incluso lo gótico conviven a los largo de las 850 páginas de este tochazo en las que encontraremos ecos de Poe, de Kafka o de Orwell, por citar tres nombres.
Respecto a los temas ballardianos, cabe destacar que estamos ante un autor más de abstracciones que de concrecciones. Aún así, el tiempo y el espacio (y variaciones sobre los mismos), el poder, la idea de Dios, la soledad o los efectos que la "sobretecnologización" de la sociedad tienen sobre el individuo son algunas de las obsesiones que observamos en estos relatos.
En cuanto a lo estilístico, Ballard me parece un autor terriblemente pictórico. Muchos de sus relatos, especialmente en lo que a atmósferas y escenarios se refiere, poseen una potencia visual tremenda. A ello contribuyen sus estupendas descripciones y ambientaciones, lo que no excluye una cierta tendencia a la sobreadjetivación que no acaba de convencerme.
Pasemos ahora a los puntos fuertes de estos relatos. Serían su ya comentada potencia visual, la ya citada habilidad para las descripciones y sus premisas o puntos de partida, verdaderamente originales e inquietantes, pese a que algunas de ellas han podido quedar algo "desfasadas" debido al progreso tecnológico de las últimas décadas.
En cuanto a loa puntos más "flojos", además de la sobreadjetivación de la que hablaba, habría que citar el escaso desarrollo psicológico de algunos de los protagonistas de los relatos (Ballard es más un escritor de atmósferas que de personajes, lo que no significa que encontremos relatos en los que ambos aspectos casan a la perfección) y algunos de los finales, que no terminan de estar a la altura de la premisa inicial del relato.
Por último, citaré media docena de los relatos que más me han gustado, que serían:
- La ciudad de Concentración, por la magnífica construcción de un universo distópico y opresivo caracterizado por un aberrante urbanismo.
- Ahora: cero, un relato realista con trasfondo ci-fi que explora acertadamente la psicología de un personaje que detenta un poder omnímodo.
- Cronópolis, relato orwelliano ambientado en una civilización derrumbada por el exceso de tecnología, la superpoblación, los recursos limitados, etc. Terrible y espero que errado en sus predicciones.
- Trece a Centauri, texto que juega con la ingeniería social y que cuenta con una gran premisa, un interesante giro a mitad del relato y un mejor tratamiento psicológico de los personajes.
- El hombre subliminal, distópico relato a medio camino entre la fábula y el realismo que habla de la manipulación mental en un mundo ultracapitalista de consumo desmesurado y ambiciones siempre insatisfechas.
- Uno menos, texto situado entre Kafka y Poe, entre el absurdo y el surrealismo pese a su carácter más metafísico pero que con un toque final de lo más british.
4 comentarios:
El relato “ahora cero”, recuerdo que me llamó la atención el parecido tan grande que tenía con el manga “death note” que se publicó mucho después. Imagino que se basaron en él, porque la coincidencia argumental era más que notable.
Un saludo y espero que los reyes os hayan traído buenas lecturas a todos.
Javier Ventura
Anda, pues tiene la mayor de mis herederas los dos primeros tomos de Death Note y no se me ha ocurrido ni ojearlos. Tomo nota!!!
Yo he visto con mi hijo la serie de anime Death Note y la recomiendo. De Ballard no he leído nada, me pondré a ello.
Por otro lado felicitaros por el blog. Lo sigo desde hace años y es una referencia. Gracias por el esfuerzo. Un saludo
No leo mucha ciencia ficción, pero este me tienta. De Ballard leí solamente su obra "atípica", con tinte autobiográfico, El imperio del Sol, que es impresionante, además de muy interesante en lo histórico.
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