Título original: Prowadź swój pług przez kości umarłych
Año de publicación: 2009
Valoración: Recomendable
Como saben, sobre Olga Tokarczuk recayó el
premio Nobel de 2018 que no recibió hasta el año siguiente junto a Peter
Handke, el galardonado del momento –ambos reseñados aquí–, ya que la Academia
Sueca decidió hacer una pausa por entonces para resolver sus propios asuntos.
He disfrutado con esta novelita, que quizá
merecería otro formato, más reducido, como el relato o la novela corta, para
brillar como se merece. Primero descubrimos un personaje femenino con entidad
propia que promete dar mucho juego; asimismo, el escenario en el que se mueve
está lleno de posibilidades, pero hacia la segunda mitad parece que el
argumento se agota, que se enrosca sobre sí mismo, que ya no da más de sí. Una
impresión completamente errónea, pues poco después volvemos a sorprendernos y
emocionarnos con un giro de guión que no ha sido ideado para hacer un alarde
virtuoso, al contrario, sirve para completar el significado más profundo de la
trama y conlleva unos cuantos interrogantes éticos. Por eso, si la autora
hubiera insistido algo menos en esa vida cotidiana que ya conocíamos, ese
anticlímax tan marcado no hubiera llegado a producirse.
Pero vayamos por partes. Los elementos que la componen proceden de una larga tradición, desarrollada en cualquier literatura, aunque
hábilmente modificados por Tokarczuk para llevarlos a su propio terreno. En
primer lugar, la protagonista constituye un hallazgo destacable. Una ingeniera,
de cuyos servicios se prescindió por resultar incómoda, no sabemos por qué, y
que ahora vive retirada en un territorio despoblado e inhóspito viviendo de
unas clases de inglés a tiempo parcial y de alguna labor de mantenimiento. Este
personaje, por lo que luego veremos, recuerda más o menos de refilón a la Miss
Marple de Agatha Christie o a la Jessica Fletcher de la vieja serie Se ha escrito un crimen, que quizá
alguien recuerde todavía. Con la diferencia de que esta señora tiene entidad
propia, incluso muchas capas, y no es un mero instrumento para guiar las
investigaciones. Si ha fijado allí su residencia, no fue por casualidad, ya que
es una persona reflexiva, con una personalidad muy marcada y pensamientos
dignos de atención, que se encuentra unida estrechamente a ese lugar concreto,
con su fauna y su flora específicas, y sus opiniones, así como su modo de vida,
en comunión con la naturaleza y dedicada obsesivamente al estudio de los astros
y su repercusión en lo que ocurre acá abajo, difiere por completo del de sus
vecinos, que la consideran, por decirlo suavemente, una excéntrica.
“Al mismo tiempo, deseo exhortar a la Honorable Policía a que no se cierre ante la idea de que los autores de los trágicos acontecimientos arriba mencionados puedan ser los mismos animales. (…) San Bernardo excomulgó a un enjambre de abejas que le impedía hacer un trabajo con su zumbido. Las abejas serían también las responsables de la muerte de un hombre en Worms en el año 846, por lo que el Concilio de Worms decretó la muerte de estas por asfixia. (…) En 1639, en Francia, en Dijon, un jurado condenó a un caballo por haber matado a un hombre. (…) El más famoso de los procesos se celebró en Francia, en 1521 y fue el proceso de unas ratas que causaron grandes daños en las cosechas. Fueron demandadas y citadas a juicio por los vecinos, y les fue designado un abogado de oficio que resultó ser el hábil jurista Bartholomew Chassenée. (…) Finalmente, tras un encendido alegato de su defensor, las ratas fueron declaradas inocentes. (…) Atentamente, Duszejko."
Contra lo que pueda parecer, y aunque
escribe varias cartas a la policía de las cuales esta es con diferencia la más
estrambótica, nuestra heroína ni es tonta ni está tan desequilibrada como dan a
entender estas líneas. Es más, puedo asegurarles que sabe distinguir
perfectamente entre las buenas y las malas acciones. Es verdad que, en más de
una ocasión, defiende que los animales actúan movidos por propósitos concretos,
pero eso, por mucho que les mueva el instinto, nadie puede negarlo. Quede claro,
pues, que lo que se narra aquí es algo muy serio, nada que ver con una fábula
infantil.
El territorio, desolado y cubierto de
nieve durante muchos meses al año, integrado por un puñado de casas dispersas y
separadas del pueblo más cercano por unos cuantos kilómetros, es el elemento típicamente
novelesco que nos mantendrá en tensión al menor movimiento extraño que se
produzca. También aquí, tanto literatura como cine, han encontrado un filón
para desarrollar historias inquietantes. Recuerdo ahora el caserón de Otra vuelta de tuerca o el resentido
pueblucho llamado Dogville. En este
caso las escenas dantescas son escasas y no están descritas con detalle, pero
el hecho de que vayan apareciendo cadáveres de vez en cuando, en su propia casa
o a la vuelta de cualquier curva, y que la policía demuestre no tener ninguna
pista no parece irrelevante en absoluto. Lo malo es que carecemos de
sospechosos: los personajes que van apareciendo, siempre en relación con la
señora Duszejko, son seres pacíficos, simples aficionados a la caza o a la
búsqueda de setas que se ocupan de sus asuntos sin meterse con nadie. Aunque
se habla insistentemente de un mafioso local con quien el comandante de la
policía –también asesinado– parece haber compartido negocios.
A pesar de lo dicho, no podemos encuadrar esta
novela en los géneros negro, policíaco ni nada parecido. Si tuviera que ponerle
una etiqueta, la calificaría de ecologista con ciertas dosis de misterio. La
propia autora milita en el partido Los
Verdes desde hace más de una década. Su transcurso es tan sereno como la
protagonista y sus amigos: todos ellos de costumbres pacíficas, carentes de grandes
pasiones pero con afectos arraigados y algún gran ideal, causante, quizá, de cierto comportamiento fanático.
Otros libros de la autora: Un lugar llamado Antaño, Los errantes
10 comentarios:
Una de las cosas increibles de esta autora es lo muy distintas que son sus novelas. Las otras dos reseñadas el ULAD me costaron un poco. Esta la leí con avidez, el personaje principal es un encanto, perfectamente construido. Sin juicios sobre bondad o maldad, en todo caso perfectamente coherente.
De ella he leído "Los errantes" y esta. Muy distintas, sí, registros que no tienen absolutamente nada que ver.
Me gustó "Los errantes", pero la de hoy mucho más. Se presenta como una novela de intriga, pero acaba mostrando mucho más (ecología, filosofía, esos versos de William Blake con que encabeza los capítulos...), con una protagonista muy, muy peculiar.
Coincido con Magda, el personaje principal es un encanto. Con los otros libros de esta autora me ha ocurrido también que la voz narradora me resulta muy familiar.
Me encanta esta escritora. Está poco traducida al español y merece serlo más. "Sobre los huesos de los muertos" es ecologista con ciertas dosis de misterio y añadiría que claramente antisistema.
Es muy buena, excelentes las dos novelas traducidas al castellano. "Sobre los huesos de los muertos" me conmovió el relato de las tragedias polacas,como hija de polacos en argentina despiertan "herencias" poco habladas
Parece que hay unanimidad, os ha gustado a todos y, más o menos, por los mismos motivos, así que totalmente de acuerdo.
Sobre la faceta antisistema del personaje (que de alguna forma actúa de "alter ego" de Tokarczuk), pienso, Óscar, que en realidad está(n) contra una parte del sistema, no contra el sistema en sí. Pero bueno, son matices insignificantes.
A mi también me gustó mucho esta novela. Me pareció interesante en especial la conexión con el imaginario poético de William Blake, que es muy potente. La otra novela que he leído de la autora es "Un lugar llamado Antaño", que también me pareció magnífica. Muy recomendables las dos. Gracias por la reseña y saludos!
Sí, sí, ¡tienes razón! Es contra una parte del sistema y hay que reconocer que la autora juega fuerte en ese sentido porque los hechos que se narran son graves y el final sorprende mucho. Apostaría a que sí, la protagonista es un alter ego. :)
Saludos, Noemí. Espero que nuestros lectores entiendan que hay mucho más de lo que contamos y se animen a leerlo.
He empezado hoy esta novela y por lo tanto todavía no puedo hacer un comentario como debe ser. Me ha gustado desde la primera página y creo que voy a leer los otros libros suyos que ya están en mi lista de espera. Escribo hoy porque he leído los comentarios tan favorables y no me he podido contener seguir sus apreciaciones.
Pues supongo que cuando lo acabes te va a gustar todavía más que ahora. No comento nada para no estropearte la lectura, pero si al final quieres decir lo que te ha parecido te leeremos con gusto.
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