Título original: Hauspostille - Gedichte im Exil - Buckower Elegien - Gedichte
Año de publicación: 1927-1956
Valoración: Imprescindible
Bertolt Brecht es conocido, y probablemente será recordado por la historia, como uno de los autores y teóricos más importantes del teatro del siglo XX, gracias a obras como La ópera de cuatro cuartos, Madre coraje y sus hijos o Galileo, y sobre todo a su concepto de "teatro épico", que, a diferencia del teatro romántico (y contra el concepto aristotélico de "catarsis") propone crear una distancia entre el espectador y la obra, para que pueda juzgarla críticamente y adoptar una posición ética respecto a lo representado. Pero Brecht también fue un poeta excepcional, autor de poemas de estilo directo, conciso, igualmente antisentimental y de clara inclinación política y social, incluso cuando se inscribe en la temática amorosa.
Brecht es, en cierto modo, el prototipo del escritor comprometido de mediados del siglo XX: próximo al comunismo durante toda su vida, fue un decidido opositor del nazismo (cuya llegada al poder representó caricaturizado en su Evitable ascensión de Arturo Ui), lo que le obligó a exiliarse y llevó a que sus obras fueran prohibidas y destruidas por el Tercer Reich. Ese mismo compromiso político y ético, tanto con la realidad histórica de su tiempo, como con el sufrimiento humano intemporal, se refleja en sus poesías, en las que siempre se aprecia, a pesar de su aparente frialdad, la identificación con el oprimido, con el esclavo, el obrero o el campesino de cualquier época o lugar.
En cuanto a la forma de sus poesías, y aunque existe una innegable unidad de estilo, pueden distinguirse, diría yo, dos tipos (que responden, quizás, a lo que en la edición española se han denominado "poemas" y "canciones"). El primer tipo son composiciones de verso generalmente más largo, narrativas, extensas, como las dedicadas a "Mackie cuchillo" (en español, a veces, "Mackie navaja") o a la "Demolición del barco «Oskawa» por su tripulación"; otras, de versos más breves, con estribillos o repeticiones, se parecen más, efectivamente, a canciones o incluso a himnos políticos.
Se puede, desde luego, discrepar de la ideología política de Bertolt Brecht, pero no se puede negar la belleza de las composiciones provocadas y empapadas por su compromiso con la literatura y con el ser humano. Aquí dejo algunos fragmentos para que sirvan de ejemplo y de estímulo para leer el resto del libro:
"Canción de la rueda hidráulica"
Tuvimos muchos señores,
tuvimos hienas y tigres,
tuvimos águilas y cerdos.
Y a todos los alimentamos.
Mejores o peores, era lo mismo:
la bota que nos pisa es siempre una bota.
Ya comprendéis lo que quiero decir:
no cambiar de señores, sino no tener ninguno.
"O todos o ninguno"
Esclavo, ¿quién te liberará?
Los que están en la sima más honda
te verán, compañero,
tus gritos oirán.
Los esclavos te liberarán.
O todos o ninguno. O todo o nada.
Uno sólo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.
"El cambio de rueda"
Estoy sentado al borde de la carretera,
el conductor cambia la rueda.
No me gusta el lugar de donde vengo.
No me gusta el lugar adonde voy.
¿Por qué miro el cambio de rueda
con impaciencia?
Otras obras de Bertolt Brecht reseñadas en ULAD: Poemas y canciones, La ópera de cuatro cuartos
2 comentarios:
¿De qué me sonará a mí lo de "uno solo no puede salvarse, o los fusiles o las cadenas, etc."?;) A mí la verdad es que Brecht me molesta bastante por el tonillo ese de sermón comunista que emana de su obra... pero hay que reconocer que su poesía suena increíble unida a la música de Kurt Weil. Mackie Messer se ha acabado convirtiendo en todo un standard del jazz. Y cómo dejar de citar aquí la "Bilbao Song":
http://www.youtube.com/watch?v=5sPU__MaTRs
Sí, está claro que lo que Brecht escribía son en muchos casos himnos, que si no estaban destinados originalmente a tener música, les faltaba muy poco. También está clara su inspiración marxista-comunista (aunque Brecht no perteneció formalmente al Partido) y tampoco hay que olvidar que muchas fueron escritas en un contexto bélico o pre-bélico (ahí están, por ejemplo, las que se dirigen a los soldados alemanes advirtiéndoles de que Hitler les conducirá a la catástrofe).
A mí, con unas pocas excepciones, la poesía de Brecht me parece poderosísima en su sencillez. Y hay un elemento humano, más allá de ideologías, que creo que sigue perfectamente vigente aunque el comunismo, tal y como lo vivió Brecht, prácticamente haya desaparecido de la faz de la tierra...
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