sábado, 8 de marzo de 2025

Dahlia de la Cerda: Perras de reserva

Idioma original: Español

Año de publicación: 2022

Valoración: Muy recomendable

La vida es una perra, adóptenla. Bizor.

Estilo directo: sin rodeos, sin adornos y sin aparentes pretensiones literarias. ¿Esto es bueno o malo? Efectivo, sí. Es como ver un accidente grabado por alguien con su celular, en contraste con una película de Scorsese. No me refiero a la calidad ni a lo que ocurre en la pantalla, sino a la intención estética. (“Me senté en la taza del baño, oriné sobre la prueba de embarazo y esperé el minuto más largo de mi vida. Positivo”).

Los temas de los relatos son variados: una chica que aborta como si nada; un cuento de formación sobre una narco junior; las aspiraciones de una inmigrante analfabeta. La intención política es clara: feminista, anti-academicista y enfocada en la visibilización de los marginados. Sin embargo, nunca presenta a sus personajes como víctimas, sino como agentes libres, con voluntad y deseos, que deben enfrentarse al infortunio o, simplemente, a las consecuencias de sus malas decisiones.

Algunos relatos son casi minificciones, con una premisa interesante y un punchline efectivo. No obstante, al centrarse principalmente en los personajes, su desarrollo a veces se siente algo apresurado. Además, las voces de los narradores en cada cuento llegan a sonar forzadas o artificiales. Me sucede lo mismo que cuando leí Falsa liebre, de Fernanda Melchor. Se pretende simular el habla de determinado grupo, pero choca demasiado con la manera de articularse y con las ideas que expresan. El tono de la mayoría de los personajes resultaría mejor con una exposición interminable de lugares comunes, al estilo de:

“Sería hipócrita de mi parte decirte que te mereces algo mejor, si conmigo lo tuviste todo. Y, así como tú me pediste que te dejara de molestar, te voy a pedir tres favores: primero, busca la verdad entre todas las mentiras; segundo, diviértete y sé feliz; y tercero, no me vuelvas a marcar, por favor. ¿Vale? Cuídate. No, maaaames, wey, ya lloré, wey.” (1)

Además, si se leen los cuentos de corrido, da la impresión de que el impulso se agota. Al perderse el shock value de los primeros relatos, la vida de los protagonistas resulta algo anodina, y el uso del slang puede parecer repetitivo y fastidioso, sobre todo para aquellos que no estén familiarizados con él (lectores fuera de México).

A pesar de esos detalles, la mayoría de los relatos son contundentes y pueden llegar a desafiar ciertas preconcepciones que tengamos sobre los marginados de un país que, por sí mismo, está jodido.

(1) Grabación vista en Youtube de un joven terminando con su novia que, al parecer, le había sido infiel.

1 comentario:

David Batista dijo...

"...un país que, por sí mismo, está jodido." JA