Idioma original: Castellano
Año de publicación: 2018
Valoración: Recomendable para interesados
Sé que soy un pesado, siempre hablando de Lovecraft, pero es que me encanta su obra. Además, de Lovecraft hay que hablar; al fin y al cabo, el autor de Providence es una figura clave en la transición del terror gótico al horror moderno. Ah, y no olvidemos su rol en la gestación de la llamada proto ciencia ficción o la literatura weird. Así que dejad que os dé un poco más la lata con este señor, ¿vale?
Y sí, también sé que los fans de este autor siempre intentamos relacionarlo con todo, buscando su influencia hasta en el tapizado, ese "horror indescriptible", del sofá de nuestra abuela. Pero no se puede negar que ha influenciado sobremanera a la cultura popular, tanto del siglo XX como del XXI. Literatura, películas, juegos de rol, videojuegos y hasta grupos de música se han visto tentados a usar, de forma más o menos directa, el imaginario o el estilo del maestro de Providence. Y ya que hablamos de la influencia de Lovecraft, dejad que os señale que para Gurpegui, autor del libro que hoy nos ocupa, hay dos clases de adaptaciones del horror lovecraftiano: las que se quedan en la mera referencialidad por limitarse a ofrecer terminología o reminicencias estéticas del autor de Providence, o las que se nutren del fondo de su obra.
Pero bueno, no nos adelantemos. El Soñador de Providence es un ensayo riguroso y actualizado. Su estructura, correcta: permite a Gurpegui ir entregando, de forma ordenada, la información que necesita revelar para articular su discurso. Debo reconocer que algunas ideas o pasajes del libro se repiten en varios apartados, pero nunca de forma molesta. Pese a que también encontré ciertos altibajos en el estilo con que está escrito, suceden de forma puntual y no entorpecen la lectura del texto en su conjunto. De modo que este es un ensayo fluido y hasta adictivo, si tienes interés en explorar la figura del Soñador.
En él, Gurpegui hace un repaso de distintos frentes. Grosso modo, podríamos enmarcar estos frentes en tres grandes cajones: la biografía de Lovecraft, su literatura y su influencia. No obstante, es justo decir que el reclamo principal de esta obra es el apartado de la influencia que ejerció Lovecraft. Y, en especial, la que ejerció en los videojuegos. Al fin y al cabo, el subtítulo ("El legado literario de H. P. Lovecraft y su presencia en los videojuegos") promete este enfoque, ¿no?
Uno acude a El Soñador de Providence esperando hallar un análisis de la influencia que las creaciones de Lovecraft han tenido en el lenguaje y las mecánicas de ciertos videojuegos; queremos encontrar reflexiones sobre algunos de los títulos del octavo arte que beben profundamente de su filosofía y visión estética. Y aunque algo de esto hay, reconozco que esta parte del libro se me antojó más limitada que las demás; es por ello que he salido de ella un poco decepcionado. Quizás urgía publicar el libro aunque aún estuviera en un estado de gestación, o puede que Gurpegui se entretuviera demasiado en apartados previos del mismo, no lo sé. El caso es que el apartado dedicado a la influencia de Lovecraft en los videojuegos no me ha aportado mucho. Y aviso que quizás mi impresión no la compartan todos; al fin y al cabo, hay una fuerte comunidad en Youtube de analistas de videojuegos, tanto anglosajones como hispanohablantes, que llevan años diseccionado la presencia de Lovecraft en los videojuegos, y probablemente, por conocerlos previamente, el ensayo no me ha iluminado tanto en ese sentido.
En cambio, hay otras secciones del texto que han conseguido cautivarme. El Soñador de Providence repasa, en una larga introducción, la vida del escritor estadounidense, además de sus influencias literarias y el fenómeno que generó a su alrededor, conocido como el Círculo de Lovecraft. Y lo hace, como ya os adelantaba antes, basándose en fuentes actualizadas que rebaten muchas de las concepciones erróneas que se tenían sobre el autor. En este sentido, el ensayo es tremendamente relevante. Así pues, aquellos que quieran comprender a Lovecraft lo agradecerán. Y es que en España, el autor ha calado en el imaginario popular como si de una leyenda se tratase, pero casi ninguno de los prejuicios que se tienen de él son ciertos. Esta inexactitud se debe, básicamente, a la falta de fuentes traducidas a nuestro idioma que exploren su obra y vida. De hecho, la única biografía de Lovecraft traducida al español está totalmente refutada a estas alturas.
En conclusión, recomiendo este ensayo por la actualización biográfica que hace de Lovecraft, así como por su labor aglutinadora de diversos estudios literarios que desmenuzan su obra. Por otro lado, aunque es innegable que en él se aborda la influencia del autor en juegos de rol o videojuegos, no sé si satisfará del todo a los que lo compren solamente por esta razón. Conmigo, al menos, no sucedió así. O no del todo.
En conclusión, recomiendo este ensayo por la actualización biográfica que hace de Lovecraft, así como por su labor aglutinadora de diversos estudios literarios que desmenuzan su obra. Por otro lado, aunque es innegable que en él se aborda la influencia del autor en juegos de rol o videojuegos, no sé si satisfará del todo a los que lo compren solamente por esta razón. Conmigo, al menos, no sucedió así. O no del todo.
3 comentarios:
Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn!
A que videos te refieres? Puedes dar algún ejemplo? Gracias
Por supuesto, aunque, ¿por dónde empiezo? ¡Hay muchísimos! Por poner unos cuantos:
Adaptando a Lovecraft Parte 2/2: https://www.youtube.com/watch?v=StT2ZMqUZFI
¿Por qué parece que Lovecraft no es adaptable a videojuegos? | Ejemplos a favor y en contra:
https://www.youtube.com/watch?v=XU8nAq6Trkg
Lovecraft en los videojuegos: Mecánicas del horror cósmico: https://www.youtube.com/watch?v=EoPq7b_nTt4
Why Games Do Cthulhu Wrong - The Problem with Horror Games - Extra Credits: https://www.youtube.com/watch?v=7DyRxlvM9VM&t=12s
Y cualquier análisis de juegos tipo Bloodborne, Darkest Dungeon u otros juegos inspirados por Lovecraft acaba tocando al escritor, a sus temas, a los Mitos... ¡En fin, espero que te sirvan!
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