Año de publicación: 2.008
Valoración: Está bien
Quizá deberíamos empezar diciendo que estamos no ante un libro, sino ante dos. El primero se llamaría en efecto ‘Historia del Egipto contemporáneo’, y el segundo podría ser perfectamente ‘Análisis político del Egipto de Hosni Mubarak’.
Ciertamente nos encontramos de entrada con lo que el título nos indica: la historia reciente de este país, del que normalmente sólo nos suenan cosas relacionadas con los faraones y las pirámides, o sea, muchísimo más antiguas. La autora nos cuenta la gestación del sentimiento nacionalista en la época de Muhammad Alí, aún dentro del imperio otomano. Siguen las complicadas relaciones con las potencias europeas, singularmente con Inglaterra, el periodo monárquico, la revolución de los Oficiales Libres, el sueño panarabista de Naser, los conflictos armados con Israel, y el peculiar régimen presidencialista de Sadat.
Se percibe el sello universitario de Bárbara Azaola: apartados más bien breves, epígrafes impecables, escrupuloso orden expositivo, ni una coma fuera de su sitio. Se diría que estamos ante un libro de texto, y dan ganas de empezar a subrayar. Agradecemos asimismo que, tratándose de un trabajo sobre la edad contemporánea, apenas se incluyen un par de apuntes imprescindibles que se retrotraen más allá del siglo XIX. Nada por tanto de rellenos para adornar o con los que seducir al lector, ninguna alusión a la prehistoria ni a la venerable civilización.
La exposición es clara, rigurosa y escueta, aunque tal vez se le puede achacar que le falta alma. Entiendo que se centra en exceso en lo que podríamos llamar alta política, es decir, todo aquello que se mueve en torno a las altas instancias del Estado, incluidos cambios de gobierno, golpes de Estado o relaciones internacionales. Se desciende a veces al ámbito de los partidos políticos y sindicatos, pero casi siempre vistos desde arriba. Se echa de menos un entronque más profundo con aspectos que casi siempre inciden en el devenir histórico: la evolución de la sociedad y la economía, la cultura y la Universidad, las cambiantes y complejas relaciones del poder político y los sectores religiosos, el papel del Ejército, fuerzas situadas fuera de los palacios y que determinan finalmente movimientos en las altas esferas.
De forma que el relato resulta interesante, aunque adolece de cierto aire notarial y excesiva distancia con la realidad social.
Pero cuando hemos llegado a poco más de la mitad del libro (más o menos página 120 de poco más de 200), nos encontramos con que ya tenemos gobernando a Hosni Mubarak. Es decir, que hemos recorrido ya cosa de siglo y medio y sólo nos quedan por delante tres décadas. ¿Qué nos contarán entonces?
Y aquí empieza la segunda parte. Resulta que la nítida organización anterior del texto se transforma en larguísimos parágrafos que nos describen con minuciosidad asuntos como una reforma constitucional referida a las elecciones presidenciales (unas diez páginas), procesos de legalización/ilegalización de algunos partidos políticos… El ritmo uniforme del inicio se rompe, y lo que era un esquemático repaso por hitos políticos relevantes pasan a ser exposiciones amplísimas de temas muy concretos. No sólo eso, sino que el tono cambia radicalmente, y la asepsia anterior desaparece bajo algo que se parece muchísimo a una especie de periodismo de investigación política, incluso penetrando en el campo de la denuncia.
Se mantiene la claridad en la exposición y un importante bagaje bibliográfico, pero cuesta entender el abismo que separa las dos partes del libro. Es como si realmente lo que quería escribir Azaola era un ensayo sobre el régimen de Mubarak, desde el punto de vista de los derechos humanos y las libertades políticas, y decidió adosarle esa historia del Egipto contemporáneo que finalmente se llevó la gloria del título.
Al final, cada parte por separado tiene sus virtudes, aunque personalmente, la primera me interesa más, no obstante los reparos que he expuesto; la segunda, menos académica, se aleja de la Historia para parecerse más a un informe de Amnistía Internacional, por poner un ejemplo. Y el conjunto, claro, queda raro. Insisto en que el material no parece malo, pero en base a la dualidad indicada puede ser difícil que el libro llegue a contentar en su totalidad al lector.
Finalmente, hay que decir que por la fecha de edición del libro (2.008) no se incluyen los acontecimientos de la llamada ‘Primavera árabe’ y episodios posteriores, cuyas consecuencias se prolongan hasta el presente, pero a partir de lo que hemos leído podemos disponer de algunos datos para comprender mejor las claves de esta última década en un país de tanto peso político dentro del mundo árabe.
2 comentarios:
Hola, recientemente me adentre en su blog y me fascina. Tengo una pregunta ¿cuál es la jerarquización desde "no recomendable" hasta "imprescindible"?
Saludos y excelente blog.
Hola Alejandro, y disculpa el retraso. El baremo digamos oficial del blog es Intragable-Repugnante-Decepcionante-Se deja leer-Está bien-Recomendable-Muy recomendable-Imprescindible (espero no haberme dejado nada). O sea, como de 0 a 8. A veces introducimos alguna matización más, que no todo es tan lineal.
Me alegro que te guste el blog, y aquí nos tienes para dejarnos tu opinión cuando quieras. Un saludo.
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