Idioma original: español
Año de publicación: 2013
Valoración: recomendable
Juan Gabriel Vásquez es uno de los escritores Latinoamericanos actuales que más repercusión ha tenido en España en los últimos años, gracias a novelas como Historia secreta de Costaguana (un novelón sobre un tema que ahora vuelve a estar de actualidad: la construcción del Canal de Panamá) o El ruido de las cosas al caer (Premio Alfaguara de Novela 2011). Las reputaciones, comparada con Costaguana, es desde luego una novela más pequeña y más íntima: más individual, aunque el alcance de su mensaje sea colectivo.
En Las reputaciones, Juan Gabriel Vásquez nos presenta la figura de Javier Mallarino, un caricaturista en la prensa colombiana ya en los últimos momentos de su carrera profesional, gracias a la cual ha ganado fama, la notoriedad, el reconocimiento, pero también numerosos y poderosos enemigos. Y precisamente el día en que recibe un homenaje público oficial, deberá enfrentarse al recuerdo de un momento de su pasado que preferiría olvidar.
No cabe duda de que esta novela aborda temas muy interesantes: el modo en el que se construye y se destruye una reputación pública; los juegos de intereses que relacionan a la prensa y a la política; la elaboración individual y colectiva de la memoria; la manipulación del pasado... No cabe duda tampoco de que, aunque lo que se cuenta es una historia individual, la obra tiene algo de parábola sobre la historia reciente de Colombia (y de cualquier país), en la que la historia oficial reflejada en conmemoraciones y estatuas oculta casi siempre capítulos mucho menos memorables.
Las reputaciones es una novela breve bien llevada, que gana en su segunda parte y se pierde un poco en la tercera. Se lee en una o dos tardes y resulta, de hecho, muy entretenida de leer. Sin embargo, tengo con esta novela dos sensaciones que podrían parecer contradictorias, pero que creo que no lo son: la primera sensación es que Juan Gabriel Vásquez podría haber sido más ambicioso, haber profundizado más en los conflictos (individuales y colectivos) que plantea la novela, y que en el texto tal y como está se resuelven prácticamente solos; la segunda sensación es que hay momentos en que el autor se extiende demasiado, explica demasiado, como si un relato largo se hubiera estirado hasta convertirse en una novela corta.
No he leído El ruido de las cosas al caer, de la que sin embargo no me han hablado demasiado bien; esta, desde luego, no iguala la impresión que me dejó Costaguana, un auténtico novelón. Esperemos que en el futuro Vásquez sea capaz de volver a ofrecernos una obra de ese calibre...
También de Juan Gabriel Vásquez en ULAD: Historia secreta de Costaguana
6 comentarios:
Algunos críticos en Colombia consideran El ruido de las cosas al caer la mejor obra de este autor.
Me parece que muchos escritores padecen la mala suerte de haber nacido en el mismo pais que ha dado a luz a uno de los tenores de la Literatura Mundial:Gabriel Garcia Marquez.
Pero tenemos que superar ese lastre de tener la sombra de GABO. Y hay una buena camada de escritores con gran proyección.
Descubrí a Juan Gabriel Vasquez gracias a una amiga colombiana (soy y vivo en la Patagonia Argentina), me regaló Los informantes. A partir de allí he comenzado a hacerme de toda la literatura del autor. Lo que más me fascina es su uso de un español "precioso" en donde el uso de palabras de no del común de la gente, hacen de sus textos otro texto, ya que obligan a buscar el significado del término y a partir de allí, hermenéuticamente, el lector o la lectora, ya no vuelven a ser lo mismo.
Las Formas de las Ruinas, es una novela intensa y gigante, con dos hechos de sangre, prácticamente dos magnicidios de Colombia, en donde, no sólo aprendí algo más de la historia de ese país, si no de "la circularidad" de la historia en la repetición de hechos en una patria, cosa que también ha sucedido y sucede en ARgentina.
En estos momentos estoy leyendo Las reputaciones.
Oigan, este escritor tiene un gran prestigio internacionalmente. Pero en realidad es un muy promedio. He visto algo de algunas entrevistas en vivo y en lña red, y siempre tiene las mismas respuestas; jamás matiza ni se esfuerza, tiene un joker, uno solo, para todo lo que le preguntan, y lo va maquillando y variando. Y lo patético es que no lo hace por ironía, o, como grandes escritores que he visto: que tienen cierto guión previsto para los entrevistadores y preguntas de siempre; pero que para los buenos sí son iluminadores y muy lúcidos; no.
Este señor tiene una prosa decente (no es que descolle), sí; pero como escritor deja mucho que desear.
Por supuesto, escribir una novelita de esas demanda mucho trabajo. Pero falta mucho mucho... por no decir un abismo de lo que constituye un verdadero escritor.
En fin, hay de todo, para todos los gustos. Y lo he leído, por curiosidad, y por ser colombiano.
Saludos,
Me gusta este blog
El mejor escritor colombiano de esta generación.
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