Título original: Extension du domaine de la lutte
Año de publicación:1999
Traducción: Encarna Castejón
Valoración: muy recomendable
Sí: puede que Michel Houellebecq lleve muchos años escribiendo el mismo libro. Puede que sus personajes desesperados, con los que eternamente parece jugar a ser sus respectivos álter-egos, siempre respondan a ese perfil agrio, malcarado y de vuelta de todo. Pero qué decir de cómo los convierte en piezas de carne viva (a veces inerte, pero viva) y cómo logra que nos veamos reflejados, aunque sea para nuestro espanto.
Ampliación del campo de batalla fue su primera novela, obtuvo, en Francia, un premio menor de carácter local, a la mejor primera novela, y fue el pistoletazo de salida para una carrera no excesivamente prolífica, pero que tiene dos poderosas cumbres en Plataforma y El mapa y el territorio. Contados escritores pueden atribuirse dos novelas como éstas, pero para nada hay que desmerecer todas las grietas que abre con esta, la primera. Con influencias de Salinger, Sartre, y de Kafka y de Melville, el protagonista de la novela es un hombre de mediana edad cuya vida se reduce a trabajar y subsistir. Lo más cercano a la actividad física son sus reflexiones sobre lo que sucede a su entorno. Reflexiones que le sumen progresivamente en un proceso de ensimismamiento. Por él, se quedaría inmóvil en un rincón esperando que la vida pasara. Pues no confía en nada de lo que pueda ocurrirle, nada le estimula o lo poco que consigue estimularle él lo valora como insano.
Houellebecq ha construido un mundo propio desde esta novela. Puede que su estilo aquí sea un poco ingenuo, que la novela no sea tan amplia de rango como sus obras posteriores. El personaje se mueve por su país en el ámbito de sus desplazamientos profesionales. Va a donde le dicen y allí pertrecha la base de operaciones para sus reflexiones. La novela es de 1994 y la crítica al liberalismo a ultranza late ahí con fuerza. Seguro que a Houellebecq se la suda que se le considere, por ese motivo, un adelantado a su tiempo, pero seguro que no le gustó que lo tildaran de apocalíptico. 2013: veamos como está el mundo y qué ha sido de todos esos personajes obsesionados por el dinero y por el triunfo fatuo. Así que la reflexión del autor, puesta en mente del protagonista de Ampliación del campo de batalla es solo un precedente de lo que vendrá luego en su obra. Una semilla que hará crecer árboles extraños y retorcidos. Puede que no sea su mejor obra y puede que algunos de sus mensajes solo hayan hecho que perfeccionarse y depurarse, pero el gran escritor está tras esa historia turbia y nihilista. Y quien da primero da dos veces.
Todas las reseñas sobre Houellebecq en ULAD: Aquí
Houellebecq ha construido un mundo propio desde esta novela. Puede que su estilo aquí sea un poco ingenuo, que la novela no sea tan amplia de rango como sus obras posteriores. El personaje se mueve por su país en el ámbito de sus desplazamientos profesionales. Va a donde le dicen y allí pertrecha la base de operaciones para sus reflexiones. La novela es de 1994 y la crítica al liberalismo a ultranza late ahí con fuerza. Seguro que a Houellebecq se la suda que se le considere, por ese motivo, un adelantado a su tiempo, pero seguro que no le gustó que lo tildaran de apocalíptico. 2013: veamos como está el mundo y qué ha sido de todos esos personajes obsesionados por el dinero y por el triunfo fatuo. Así que la reflexión del autor, puesta en mente del protagonista de Ampliación del campo de batalla es solo un precedente de lo que vendrá luego en su obra. Una semilla que hará crecer árboles extraños y retorcidos. Puede que no sea su mejor obra y puede que algunos de sus mensajes solo hayan hecho que perfeccionarse y depurarse, pero el gran escritor está tras esa historia turbia y nihilista. Y quien da primero da dos veces.
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9 comentarios:
Yo no puedo estar más en desacuerdo con lo que dices de el mapa y el territorio. Leyendo ese libro yo sentí mucha vergüenza ajena. Es un escritor que, sin duda, es bastante hábil, pero qué quieres que te diga, a mi me sonroja. Y no sólo por colocarse como personaje del libro de esa forma tan ridícula. Es que es de esos libros que después de leer cada párrafo, no puedo evitar imaginar al escritor escribiéndolo y poniendo cara de satisfacción como diciendo, soy la hostia.
Esto no tendría por qué ser malo. El que lo piense él, pero sí el que en cada línea en vez de ver una línea veas un escritor intentando lucirse.
No puedo con él.
Y a mí que la que más me ha gustado de Houellebecq ha sido la última, la de El mapa y el territorio...
Roberto, gracias por el comentario. Está claro (véase el siguiente comentario) que Houellebecq levanta polémicas, pero no tengo esa sensación. Si que creo que no deja una frase en sus libros en la que no crea firmemente. Eso puede que lo aleje de la espontaneidad y de cierto aire de frescura. Pero en cualquier caso es escritura de primer nivel, en su punto, digamos, justo de maceración.
Mike, gracias por el comentario. Llegué cuando en ULAD ya se había rseñado El mapa y el territorio. No hubiese dudado en calificarla con un imprescindible. Otra novela que lo arrasa todo. Pero recomiendo leer Ampliación del campo de batalla también: un par de horas que sitúan al lector en contexto.
¡Han cambiado la portada del libro en Anagrama! La primera vez que lo hacen, creo. Un saludo
Nihilismo pretencioso para adolescentes.
No le veo nada de malo a la definición. Suena un poco a Crepúsculo y todo.
Es una joya.
Hola,
Me quedaba esta y El mapa
Me parece un debut impresionante.
Destacaré dos temas:
-La crueldad con que describe a los que tiene dificultades para ligar, no por falta de ganas sino de atractivo.
-A veces creo que Houllebecq gusta por contraste: es tal la miseria de vida que llevan sus personajes, que te alegra pensar que tu propia vida no está tan mal.
De acuerdo con autor reseña que Plataforma es imprescindible.
Tambien creo que vale mucho la pena su última novela: Aniquilación.
Voy a por El mapa y el terrotorio. A ver…
Un saludo
Gerónimo
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