Idioma original: español
Año de publicación: 1864
Valoración: recomendable
Con los libros no ocurre lo mismo que con los vinos. Algunos libros envejecen bien y el paso de los años los convierte en mitos, pero esa no suele ser la tónica general. Más bien es la excepción que hace de algunos libros obras maestras. Sin embargo, muchos libros que en el momento de su publicación tuvieron una acogida razonable, con el paso de los años dejan de conectar con el lector, les salen arrugas, hablan una lengua difícil de comprender y cuentan historias de abuelito cebolleta. Algo así le ocurre a la recopilación de artículos de Gustavo Adolfo Bécquer conocida como Desde mi celda. El mal envejecimiento de esta obra probablemente se deba al género periodístico al que pertenece, un género caracterizado por la inmediatez. Sin embargo, el costumbrismo que la inunda (y ahoga) es en mi opinión el máximo responsable.
En cualquier caso, para ser justos habría que decir que no todos los artículos han envejecido de la misma forma. Como ya he dicho antes, cuando aflora en exceso el costumbrismo, la lectura se hace tediosa. Ocurre especialmente en las primeras cartas periodísticas. Pero cuando Bécquer se centra en recoger y transmitir las leyendas que ha escuchado en la región en la que se encuentra descansando de su convalecencia, las cartas desde su celda pasan a ser un documento interesantísimo, bien como documento histórico, para conocer las supersticiones que tenían nuestros ancestros, bien como lectura de ficción.
Y es que si hay algo que hace de Bécquer -más allá de su poedía- un autor al que vuelvo una y otra vez son sus leyendas. El poeta sevillano posee una capacidad especial para contar esas historias que rondan entre las habladurías tradicionales y los mejores cuentos de terror. Especialmente por estas historias vales la pena acercarse a estos artículos, escritos desde el reposo impuesto por la enfermedad.
Acceso a la edición en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes
También de Gustavo Adolfo Bécquer en ULAD: Leyendas
Año de publicación: 1864
Valoración: recomendable
Con los libros no ocurre lo mismo que con los vinos. Algunos libros envejecen bien y el paso de los años los convierte en mitos, pero esa no suele ser la tónica general. Más bien es la excepción que hace de algunos libros obras maestras. Sin embargo, muchos libros que en el momento de su publicación tuvieron una acogida razonable, con el paso de los años dejan de conectar con el lector, les salen arrugas, hablan una lengua difícil de comprender y cuentan historias de abuelito cebolleta. Algo así le ocurre a la recopilación de artículos de Gustavo Adolfo Bécquer conocida como Desde mi celda. El mal envejecimiento de esta obra probablemente se deba al género periodístico al que pertenece, un género caracterizado por la inmediatez. Sin embargo, el costumbrismo que la inunda (y ahoga) es en mi opinión el máximo responsable.
En cualquier caso, para ser justos habría que decir que no todos los artículos han envejecido de la misma forma. Como ya he dicho antes, cuando aflora en exceso el costumbrismo, la lectura se hace tediosa. Ocurre especialmente en las primeras cartas periodísticas. Pero cuando Bécquer se centra en recoger y transmitir las leyendas que ha escuchado en la región en la que se encuentra descansando de su convalecencia, las cartas desde su celda pasan a ser un documento interesantísimo, bien como documento histórico, para conocer las supersticiones que tenían nuestros ancestros, bien como lectura de ficción.
Y es que si hay algo que hace de Bécquer -más allá de su poedía- un autor al que vuelvo una y otra vez son sus leyendas. El poeta sevillano posee una capacidad especial para contar esas historias que rondan entre las habladurías tradicionales y los mejores cuentos de terror. Especialmente por estas historias vales la pena acercarse a estos artículos, escritos desde el reposo impuesto por la enfermedad.
Acceso a la edición en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes
También de Gustavo Adolfo Bécquer en ULAD: Leyendas
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