martes, 2 de abril de 2013

Erlend Loe: Naíf. Súper.

Idioma original: noruego
Año de publicación: 1996
Valoración: recomendable

Naíf. Súper, una novela sobre el momento en el que dejamos de correr. El protagonista de la segunda novela del noruego Erlend Loe (Trondheim, 1969) ha cumplido veinticinco años y, de repente, mientras juega al croquet con su hermano en el jardín de sus padres, descubre que todo carece de sentido, Mi propia vida y la de los demás, la vida de los animales y de las plantas, el mundo entero. Ya no se sostenían, explica. 
Es evidente: ha tocado fondo y ya no sabe qué hacer con su vida. Decide abandonar todo lo que hacía hasta el momento para replantearse qué quiere hacer de ahora en adelante y hallar una fórmula para recuperar el entusiasmo. Todo lo queda grande. Dame una pelota. Dame una bicicleta. Eso son magnitudes que puedo abarcar, indica un narrador obsesionado con el tiempo y con las teorías de Carl Sagan, asombrado porque ya no se entusiasma como antes frente a un cubo de Rubik, una burbuja de jabón, las sábanas con los pliegues bien marcados o los animales más pequeños que él. Ahora convive con la sensación de que casi todo carece de sentido y liquida su existencia para partir de cero. Pero, ¿cómo empezar de cero?
Deja la universidad. Se traslada durante una temporada al piso de su hermano. Hace botar una pelota y aporrea un banco para golpear, un juguete que le ayuda a descargar la agresividad. Recibe y envía faxes (son los 90, todavía no hemos entrado de lleno en la era del e-mail o Facebook). Habla con su hermano. Con su amigo bueno Kim. Y con su amigo malo Kent, un personaje que representa todo aquello de lo que el narrador desea distanciarse, el lado oscuro de las personas, tal y como él indica. Eso ya es algo. En cierto modo, es un punto de partida. Además, escribe listas mediante las que ejerce el autoanálisis y medita sobre aquello que posee y aquello que echa en falta (entusiasmo, planes, una novia o la sensación de que las cosas se sostienen y de que al final todo saldrá bien).
Mientras tanto, nos habla de la relación con sus padres, con su hermano, nos habla del amor que su abuelo siente por los árboles, por las cosas bien hechas, de su amigo Kim y narra una serie de anécdotas y situaciones repletas de personajes excéntricos que nos hacen sonreír al vernos reflejados en este protagonista atolondrado y caricaturizado por la pluma de Loe, quien tras estrenarse con la novela Tatt av Kvinnen nos brinda ahora esta historia irónica y entrañable.
Por último, llama la atención el intento por parte de este traductor y guionista de cine a la hora de crear un texto híbrido que englobe, además del texto narrativo, una copia de una página del manuscrito de la teoría de Einstein, una postal, un poema escrito a mano por una chica, un fax  o  una serie de páginas en las que se reflejan los criterios de búsqueda en el catálogo de una biblioteca, serie demasiado extensa quizás, puesto que no aporta mucho a la novela. Se trata de un intento curioso, pero se queda simplemente en eso, en un puro tanteo experimental.

Nota: de la traducción de esta novela se ha encargado Cristina Gómez-Baggethun.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, disculpa donde podre encontrar el libro en formato pdf en español?

Gracias.