Idioma original: castellano
Fecha de publicación: 2010
Valoración: muy recomendable
Un cómic de género inclasificable que no te dejará tranquilo hasta que lo termines. Y después, mucho menos. Su lectura produce una especie de cosquilleo inquietante que no es ya gracia pero tampoco llega al miedo y que podríamos llamar, a falta de mejor definición, "dentera intelectual". Si lo pensamos, la dentera es una reacción muy curiosa: una conjunción de sonidos, imágenes o sensaciones táctiles produce en nosotros un ligero espasmo de ciertos nervios. En el momento justo en que empieza a remitir el escalofrío, es posible sentir cierto placer. Bueno, pues este cómic hace algo así, pero digamos que intelectualmente.
Si me expreso con dificultad, dando rodeos y recurriendo a extrañas analogías es porque resulta muy difícil explicar, no ya el propósito de los autores, sino lo que da unidad al libro mismo. Y esa unidad existe, el lector no tiene ninguna duda. Sin embargo, unas páginas difieren tanto de otras que no comparten ninguna acción o ningunos personajes, ni siquiera el mismo género. Lo que las une es una siniestra voluntad por hurgar los límites de lo cotidiano; el resultado no es tanto una colección de relatos o una serie de pequeños ensayos gráficos (que también), sino algo a medio camino entre el chiste macabro y el aforismo alucinado.
Dicho del modo más objetivo posible: se trata de 50 ideas, numeradas y formuladas de una manera sucinta, que van acompañadas de ilustraciones más o menos explicativas. Las ilustraciones se vuelven a veces más autónomas, pero están casi siempre al servicio de la idea en cuestión (incluso en forma de gráfico). Pero esto no dice nada sobre lo más propio del libro, que es esa inquietud constante del lector, esa duda sobre si reír o llorar, como si un demente nos agarrara en el metro y empezara a contarnos chistes.
Entre las 50 ideas puede hallarse, por ejemplo, una demostración matemática de cómo la serie "Cuéntame" camina hacia una progresiva aceleración de los tiempos o una descripción de cómo sería la vida cotidiana en la casa de la niña de El exorcista tras años de posesión. Mi consejo es: buscadlo y leedlo. Aprenderéis qué hay en el fondo de los contenedores de basura, en qué consiste la paradoja Ghost Rider o qué les pasa a todos los jóvenes españoles la noche de su 18 cumpleaños.
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