martes, 7 de octubre de 2025

Marek Hlasko: El siguiente en el paraíso

Idioma original: Polaco
Título original: Nastepny do raju
Traducción: Fernando Otero Macías
Año de publicación: 1958
Valoración: Está muy (pero que muy) bien

El pasado verano volví a leer Nada de Carmen Laforet y da igual el tiempo que pase. Me sigue alucinando que alguien de apenas 23 años sea capaz de escribir una novela tan soberbia, tan oscura, tan turbia. 

¿A qué viene esto? Pues a que, aunque no lo parezca, El siguiente en el paraíso guarda ciertos paralelismos con Nada. Y pese a que esta no pretenda ser una reseña comparada (bastante tengo yo con tratar de montar una reseña medianamente digna) y a que también haya evidentes diferencias, creo que la de Laforet es una obra que puede servir de referencia a la hora de hablar de la obra de Hlasko. Porque:
  1. ¡Fueron escritas con apenas 23 años! Y si bien la de Laforet tiene un carácter iniciático que la de Hlasko no tiene, las dos exploran las profundidades del alma de forma más que notable.
  2. Están ambientadas apenas 5 años después de la instauración de regímenes totalitarios, aunque la crítica político y social sea algo más explícita en el caso de la novela de Hlasko.
  3. Comparten rasgos existencialistas tales como la angustia, la búsqueda de un lugar en el mundo o de un sentido a la existencia, la libertad y la responsabilidad individual frente a lo colectivo, etc.
  4. Presentan curiosas semejanzas en la dualidad "espacios cerrados u opresivos / espacios de (real o imaginada) libertad". Hablo del piso de la calle Aribau y la Universidad en el caso de Nada y de la base maderera y la ciudad en el caso de El siguiente en el paraíso.
  5. Son, en el fondo, el retrato de un mundo lúgubre, tanto en paisajes como almas.
Dicho esto, me centro en El siguiente en el paraíso, novela protagonizada por un grupo de camioneros que se encarga de un peligroso transporte de madera desde una montañosa zona del Sur de Polonia. En ese grupo se introduce un elemento extraño con la llegada a la base del comisario político y, sobre todo, de su esposa.

Es esta una novela de perdedores despreciados por el sistema. Quienes están o llegan a la base lo hacen "porque no les queda otra" y/o porque arrastran un oscuro pasado. No son otra cosa que el lumpenproletariado que pasa sus días entre partidas de cartas, borracheras y sexo ocasional, aunque siempre con una fugaz y remota esperanza en el horizonte. Son estos personajes entre patéticos y entrañables, perdidos en ninguna parte, y su evolución lo más destacado de El siguiente en el paraíso. Su desencanto - está visto que a uno le persigue la mierda toda la vida - , sus luchas, sus batallas o sus contradicciones hacen de Warszawiak, Dziebjatka o Zabawa tipos que podrían protagonizar alguna de las películas de Aki Kaurismaki. ¡Toma ya!

Por otra parte, la ubicación geográfica y temporal de la novela obligan, en cierto modo, a la presencia de una crítica social o política. Sirvan de ejemplo el ridículo instructor y sus discursos o un comisario político desengañado que actúa más por "obligación" que por otra cosa. Pero teniendo ambas un papel importante, este no llega a ser, en mi opinión, central. 

De hecho, y esto ya no sé si será cosa mía o no, pero la ambientación en una zona perdida en las montañas, esa white trash que protagoniza el texto, el peso de los diálogos y el ritmo de la prosa de Hlasko me llevan a decir que El siguiente en el paraíso tiene mucho de "novela americana", signifique eso lo que signifique. 

En resumen, novela altamente recomendable de un autor que rompe con lo que uno podría esperar de la literatura polaca de los años 50-60, que no es demasiado conocido por estos lares (Automática publicó hace años El octavo día de la semana y otra editorial con tan buen catálogo como malas prácticas publicó otra de sus novelas), pero que merece muchísimo la pena. De verdad.

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