Idioma original: ruso
Título original: Ремесло: Повесть в двух частях - Remeslo: Povvest'v dvukh chastyakh
Año de publicación: 1977-1985
Traducción: Tania Mikhelson y Alfonso Martínez Galilea
Valoración: qué voy a decir... más que recomendable, claro
Afronto esta reseña con no poco pesar en mi corazón, porque, amigas y amigos, este libro es el último Dovlátov que me quedaba por leer (al menos, traducido) y lo guardaba como oro en paño para inaugurar este nuevo año, esperando que así fuera mejor, para todo el mundo, que el jodido 2018. Así, sacrifiqué la tradicional resaca, saltos de esquí y marcha Radetzsky para ponerme con este Oficio, que he ido racionando desde entonces como un naufrago el agua dulce (tampoco sé si hice lo mejor; una buena resaca hubiese sido un pertinente homenaje al gran Seriózha).
El volumen, titulado en el original Oficio (o también "arte, artesanía"), novela corta en dos partes, está dividido, en efecto, en dos partes bien diferenciadas; la primera de las cuales, El libro invisible, consta como el primer libro publicado por Dovlátov, -y cuenta, paradójicamente, el proceso de no publicación de un libro-, pero en principio formaba parte de una extensa novela de inspiración autobiográfica (lo que conocemos hoy en día como "autoficcción", mal que me pese), titulada Cinco esquinas, y publicada separadamente fuera de la Unión Soviética. Años más tarde, junto con una segunda parte, El periódico invisible, conformaron este libro llamado Oficio.
He puesto antes que El libro invisible narra el proceso de "no publicación" de un libro, aunque, en puridad, aborda un tema más amplio: la relación del autor con la escritura -tanto literatura como periodismo- y su camino de formación para convertirse en escritor, en una especie de bildungsroman o como diablos se diga en ruso. Camino que, según Dovlátov, en su caso empezó muy joven, cuando, siendo un bebé en Ufa, el mismísimo Platónov quiso pellizcarle la mejilla. Ahora bien, el grueso de esta primera parte se la llevan los desvelos y aún desesperos del joven escritor para tratar de publicar su primer libro y sus extravíos por los vericuetos de la burocracia soviética. Por eso, aunque el relato -como a toda la literatura de este autor- no le falta una buena dosis de ironía y humor, la impresión que deja es más bien triste, la de la impotencia y frustración de alguien que ve imposible llevar a buen término no ya su vocación, sino lo que parece incluso su destino (tampoco pensemos que esta sensación es exclusiva de sistemas como el soviético... habría que preguntar a tantos escritores del capitalismo actual que ven como el "mercado" les devuelve sus manuscritos una y otra vez). Posiblemente ésta fuera el principal motivo, junto con razones familiares, para que Serguéi Dovlátov acabara emigrando a Estados Unidos, más que las causas políticas o económicas... aunque su detención y breve paso por la cárcel también la motivaron en alguna medida, es de suponer.
La segunda parte, El periódico invisible -escrita, cierto es, años más tardes y en otras circunstancias- resulta más relajada y divertida, optimista, incluso. Cuenta, la creación de un periódico ruso en Nueva york por parte de un grupo de antiguos periodistas, como había sido el propio Dovlátov. Con un tono que recuerda al de La extranjera, el autor hace desfilar ante nosotros a toda una serie de personajes de la "tercera emigración" rusa, retratados con todo un repertorio de anécdotas que oscilan entre lo absurdo y lo entrañable, esa mezcla irónica pero tierna que este autor domina tan bien como pocos. No diré cómo acaba la aventura mediático-empresarial, pero vaya, se puede esperar cualquier cosa...
Como siempre, leyendo a Dovlátov siempre queda una pregunta: ¿como es posible sentirse tan cercano de un escritor ruso ya fallecido, de un tipo bigotudo y alto como una torre que paseó hace años por las calles de Leningrado o de Queens, y con el que uno se identifica más que con su primo, con su vecino del tercero y no digamos con los que agitan banderas en nombre, se supone, de la misma patria a la que se supone perteneces? Quizá (sin duda, la respuesta está en párrafos como el siguiente:
"La patria somos nosotros. Nuestros primeros juguetes. Las cazadoras remendadas y heredadas del hermano mayor. Los bocadillos envueltos en papel de periódico. Las niñas, con sus estrictas faldas marrones. La calderilla en el bolsillo del padre. Los exámenes, las chuletas... Los versos ridículos, espantosos... Los pensamientos suicidas... Un vaso de agdam en el patio... El tabaco de liar en la mili... La hija, las manoplas, los leotardos, el talón torcido de una bota minúscula... Los párrafos tachados en diagonal, zis zas... Los manuscritos, la milicia, el Departamento de Emigración...
Todo lo pasado es la patria. Y todo lo pasado quedará para siempre..."
Mierda. Acabo de leer mi último Dovlátov y ya tengo mono...
La segunda parte, El periódico invisible -escrita, cierto es, años más tardes y en otras circunstancias- resulta más relajada y divertida, optimista, incluso. Cuenta, la creación de un periódico ruso en Nueva york por parte de un grupo de antiguos periodistas, como había sido el propio Dovlátov. Con un tono que recuerda al de La extranjera, el autor hace desfilar ante nosotros a toda una serie de personajes de la "tercera emigración" rusa, retratados con todo un repertorio de anécdotas que oscilan entre lo absurdo y lo entrañable, esa mezcla irónica pero tierna que este autor domina tan bien como pocos. No diré cómo acaba la aventura mediático-empresarial, pero vaya, se puede esperar cualquier cosa...
Como siempre, leyendo a Dovlátov siempre queda una pregunta: ¿como es posible sentirse tan cercano de un escritor ruso ya fallecido, de un tipo bigotudo y alto como una torre que paseó hace años por las calles de Leningrado o de Queens, y con el que uno se identifica más que con su primo, con su vecino del tercero y no digamos con los que agitan banderas en nombre, se supone, de la misma patria a la que se supone perteneces? Quizá (sin duda, la respuesta está en párrafos como el siguiente:
"La patria somos nosotros. Nuestros primeros juguetes. Las cazadoras remendadas y heredadas del hermano mayor. Los bocadillos envueltos en papel de periódico. Las niñas, con sus estrictas faldas marrones. La calderilla en el bolsillo del padre. Los exámenes, las chuletas... Los versos ridículos, espantosos... Los pensamientos suicidas... Un vaso de agdam en el patio... El tabaco de liar en la mili... La hija, las manoplas, los leotardos, el talón torcido de una bota minúscula... Los párrafos tachados en diagonal, zis zas... Los manuscritos, la milicia, el Departamento de Emigración...
Todo lo pasado es la patria. Y todo lo pasado quedará para siempre..."
Mierda. Acabo de leer mi último Dovlátov y ya tengo mono...
Tropollón de libros reseñados de Serguéi Dovlátov: aquí
9 comentarios:
Aunque sé Juan que me estoy ganando tu antipatía digo que a mí El oficio me dejó más bien frío. Cómo había leído alguna de tus reseñas esperaba un libro con bastante humor y en realidad me pareció bastante melancólico, sobre todo la primera parte. De todas maneras voy a insistir con el amigo Sergéi.
Saludos
Pues ya se ha estrenado "Заповедник", a.k.a. "Zapovednik", a.k.a "Pushkin. Whiskey. Rock-N-Roll", a.k.a. "Pushkin Hills", quizá algún día "Retiro", si es que llega a distribuirse aquí
Trailer en el enlace
https://mubi.com/es/films/zapovednik/trailer
Hola a los dos:
Tienes razón, Gabriel, en que este libro no es el más humorístico de Dovlátov y sobre todo su primera parte deja un regusto melancólico e incluso amargo, diría yo... De todos midos, ese tono melancólico e irónico son característicos del humor de este escritor. Anímate a leer algún otro libro: La extranjera, La maleta o El compromiso tienen una vocación más cómica. Incluso La zona, siendo el libro más "duro" de este autor, muestra algún momentobfrancamente hilarante.
Anónimo, muchas gracias por el enlace ... Me sorprende ver la historia ambientada en la Rusia capitalista de hoy en día, pero sí, sin duda es una adptación de "Retiri". A ver si conseguimos verla en España. Yo aún estoy esperando que Netflux programe el biopic sobre Dovlátov que se estrenó el año pasado...
Un saludo a ambos dos y gracias pir vuestros comentarios.
Se me olvidaba comentar que hay una comedia "romántica" pero no exenta de gracia que se titula "Austenland", sobre esos parques temáticos dedicados a literatos famosos (en España, por fortuna, no hay ninguno o eso creo)
Muy buena reseña, Juan.
Te envío mis condolencias, creo. Yo soy un recién llegado (prácticamente) a Dovlátov y me embarga la ansiedad de saber que más pronto que tarde terminaré con su obra. Precisamente ha sido Oficio el libro que me ha confirmado que es uno de esos escritores que se quedan en tu memoria personal de lector
http://cuentospendientessre.blogspot.com/2019/02/oficio-de-sergue-dovlatov.html
Ahora ya estoy con La maleta, y supongo que luego guardaré unos meses de distancia para sentir que aún me quedan lecturas.
Buenas, yo estoy acabo de comenzar “Retiro” que publica Fulgencio Pimentel, en una preciosa edición, y me esta gustando mucho. Salud.
Excelente “Retiro”, deseando hincarle el diente a “Maleta”. Salud.
Hola, Sir Robin: qué bien que te haya gustado! Seguro que La maleta, también...; )
Hola, aquí pudimos ver "Dovlatov" sin problemas y subtitulada:
https://www.elitestream.org/peliculas/dovlatov-vose-dvdrip/
Y no sé si conocen las ediciones argentinas de Años Luz, traducidos por Irina Bogdaschevski: publicaron "El oficio" y "La Reserva Nacional Pushkin" (o sea: "Retiro"), que además incluye dos cuentos que no aparecen en la edición de Fulgencio Pimentel: "Ariel y "La uva".
La historia de la señora Bogdaschevski es encantadora, les recomendamos esta contratapa de Juan Forn:
https://www.pagina12.com.ar/13880-irina-en-su-jardin
Muchos saludos,
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