Título original: The Bottle Factory Outing
Año de publicación: 1974
Idioma original: inglés
Calificación: Recomendable
Que conste que yo sólo sé de la excursión del domingo lo que me han contado. Que la organizó Freda, una de las pocas inglesas que trabajan en la fábrica. Porque aquí, sobre todo, trabajamos italianos. Porque el dueño de la fábrica es italiano. Y embotellamos todo tipo de vinos y licores, muy buenos todos. El trabajo no es bueno. Es monótono y hace frío y los trabajadores beben demasiado y al acabar la jornada están todos borrachos. Un desastre. Pero a lo que iba. La excursión.
La organizó Freda, decía, esa chica rubia y gordita que siempre lleva a Brenda pegada a su sombra. Vaya carácter tiene, por cierto, cualquiera se enfada con ella. Como se le meta algo entre ceja y ceja… No hay más que ver cómo ha removido Roma con Santiago para conseguir que todos nos fuéramos de excursión. Y cuando digo todos, quiero decir todos, ¿eh? Jefes y trabajadores. Claro que ése era el deseo de Freda. Si va todo el mundo, va también Vittorio, el sobrino del dueño, y nadie que tenga ojos en la cara puede no ver cómo ella lo persigue constantemente.
Como hace Rossi con Brenda, por otra parte. Rossi es el encargado y tiene las manos largas como un día sin pan. Todos los días llama a Brenda aparte y todos sabemos lo que pasa cuando se encierran en la oficina, aunque la pobre intente evitarlo. Qué infeliz, con ese carácter que tiene hacen con ella lo que quieren.
En fin, que me desvío del tema. La excursión, decía. Lo que me han contado es que se reunieron todos en la fábrica, se fueron al campo embutidos en los coches como sardinas y allí pasó de todo. La gente se emborrachó, se peleó (sí, sí, Patrick volvió con la ceja partida), hubo quien jugó al fútbol, montaron a caballo… incluso encontraron un cadáver. Una lástima, sí. Había salido un día tan bonito…
Pero qué puedo decir yo, no estuve allí. No sé quién era el cadáver ni qué pasó después. Ni si Freda consiguió a Vittorio o Rossi a Brenda o con quién se lió Patrick a tortas. De todas maneras, es irlandés y todas las noches bebe más de la cuenta y la lía en algún bar, podría haber sido cualquiera. Y las chicas… bueno, ya sabemos cómo son las inglesas. Todas unas descocadas, sin sentido del honor ni de la familia. Una pena. Este país… en cuanto pueda me vuelvo a Italia. Como dice Patrick, que en cuanto pueda se vuelve a Irlanda, porque no entiende el carácter de la gente de aquí. Normal…
Pero me vuelvo a ir del tema. La excursión, decía. No puedo contarle mucho, ya le digo que me dejaron en tierra. No pude ir.
3 comentarios:
Qué grandes estas reseñas "intra-ficcionales", por llamarlas de alguna manera... :)
Qué buena, Izas. ¡Y qué ganas dan de leer qué ha pasado en la dichosa excursión!
No es la primera vez que me ocurre algo parecido: estoy leyendo, o acabo de leer a un autor, cuando aparece una reseña en "Un Libro al Día". ¿Tenéis dotes prolépticas y/o adivinatorias?
Hoy mismo recibí por correo un paquete de libros comprados por internet en una librería de Madrid en el que venían dos novelas de Beryl Bainbridge, autora de que la oí hablar por primera vez por causalidad hace escasamente dos semanas.
He leído en algún sitio que está considerada como una de las Grandes de la literatura inglesa...
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