Año de publicación: 2017
Traducción: Cristina Gómez-Baggethun y Sergio Daroca
Ilustraciones: Zuzanna Celej
Valoración: Recomendable
Irantzu dice...
Este libro cuenta las aventuras de Lena, su mejor amigo (Theo) y su abuelo (el abuelo de Theo) que se enfrentan a problemas y situaciones que les van surgiendo en la vida cotidiana. Unos ejemplos serían la entrada de una niña nueva en la instituto, la titularidad de otra portera en el equipo de fútbol de Lena, el fracaso con una balsa nueva que les regalan, etc. Estas situaciones son tratadas de forma divertida, con frases que te hacen reír y cosas que impactan un poco al leerlo.
Los personajes actúan de forma creíble y el que más me ha gustado es Theo ya que es el que más ayuda a Lena en situaciones difíciles.
El libro también tiene ilustraciones chulas a color y en blanco y negro que tienen que ver con la hoja que lees.
De esta misma escritora, también he leído "Corazones de gofre" y "Tania Val de Lumbre" y creo que el que más me ha gustado ha sido "Corazones de gofre" porque es el que más acción y aventura tiene, aunque este también está bien.
Koldo dice...
Bueno, ampliando un poco lo que dice Irantzu a modo de sinopsis, añadiré que "Lena, Theo y el mar" transcurre durante los 12 meses que van desde la llegada de Birgitte (la chica nueva del instituto) hasta su marcha y que ese período vendría a marcar el paso de la infancia a la adolescencia. Así, en la primera mitad de la novela la acción se centra más en las travesuras o juegos de los protagonistas y en en la segunda mitad estos han de afrontar y tratar de superar problemas más "adultos".
Por tanto, y pese a que ella dice que no le ha gustado tanto como otros porque no tiene tanta acción y aventura, creo que puede ser un libro adecuado para una franja de edad entre los 10-11 y los 14 años (extensible hasta los 99 años). Varios son los motivos:
- La elección de Theo como narrador, siempre en pasado, de la historia. Esto permite a la autora utilizar un lenguaje asumible para un lector infantil y juvenil, al tiempo que posibilita alguna que otra licencia poética. Lo anterior convierte a Theo en un narrador creíble e identificable para el lector.
- La ruptura de los estereotipos. Ni Lena es la típica niña lista, hipersensible y "pijandras" ni Theo es el clásico niño bruto e idiota. Un ejemplo de esta inversión de roles sería el hecho de que Lena juega en un equipo de fútbol (vaya, como Irantzu) mientras que Theo lo odia con todas sus fuerzas. Otro ejemplo serían las familias de los protagonistas, alejadas también de todo estereotipo.
- Los personajes. Los niños son niños y los adultos son adultos (frase que podría suscribir el mismísimo M. Rajoy). Con esto quiero decir que los niños y los adultos actúan y hablan como lo que son y tienen las contradicciones propias de su edad. Aquí no hay niños que se hayan leído a los 12 años las obras completas de Virgilio ni adultos con el coeficiente intelectual de un hámster (aunque haberlos, los hay). Por mucho que sea novela infantil - juvenil, los personajes tienen su complejidad y se agradece.
- La edición. Un gusto para el tacto y para la vista, como suele ser habitual.
Poco más, queridos. Seguiremos con esta miniserie de "Reseñas a cuatro manos" de literatura infantil y juvenil. Uno ya se va haciendo mayor y le va cogiendo el gustillo a esto de los libros "para niños".
6 comentarios:
Esa miniserie que traéis vale oro. Dale las gracias a Irantzu de nuestra parte. Le haremos caso y conoceremos a la escritora con Corazones de gofre.
Acá, Anush (10 años) ha disfrutado mucho con la serie de cómics: "Los diarios de Cereza" que supongo conoceréis ya que creo se ha comercializado mucho.
Sí que me ha leído Los diarios de Cereza y es un cómic bastante entretenido.
También me he leído la saga de Bone, que me gustó más que Diarios de cereza
Irantzu
Yo intenté hacer algo parecido con 'El príncipe de la niebla' de Ruiz Zafón, pero me salió rana. De todas formas, la experiencia de leer un libro simultáneamente con un infante creo que es muy acertada, se descubre el punto de vista del niño, y al mismo tiempo podemos ayudarle a descubrir cosas en las que no había pensado. O al menos lo podemos intentar, yo creo que a ellos les gusta el plan.
Saludos.
Hola, amigos:
Leo bastante juvenil e infantil por lo de nuestro club de lectura, y veo en la reseña lo que he visto muchas veces: hay un tipo de libro, como los de María Parr, por ejemplo, que gustan más a los padres que a los niños. Leí Tania Val de Lumbre, y me pareció bonito, un canto a la vida en contacto con la naturaleza, pero.. a Sara, que ahora tiene 12, le pareció una cursilada, y aburrido, sin acción. Los Diarios de Cereza le parecieron también super cursis, con una niña modelo que iba a la biblioteca y pintaba vallas en el bosque. Dice que son libros para ponernos ejemplos de niños buenecitos y que nos gustan a los adultos, pero que abuuurren.
A ella (y a mí) nos han gustado más las sagas de Zita, Hilda o Margo Maloo, todas de cómic, así como los libros de Raina Telgemeier.
Sara ha descubierto el manga y todo lo demás ha empalidecido a su lado. Es un poco cañera, la verdad.
Muy buena reseña, seguid así.
Saludos
Queremos ver los contratos y el alta rn la S.S. de las colaboradoras, Koldo, o te denunciamos a la inspección...
Está bien, sí. Es un poco ponerse en su lugar, lo que no viene mal.
En cuanto a lo que comenta Lupita, yo este libro no lo veo cursi. Si acaso buenista, pero me parece bien escrito y perfectamente disfrutable. También es verdad que están en esa edad (Irantzu tb tiene 12) en la que un día leen Harry Potter, otro un manga y otro un libro de estos. Ay, la preadolescencia!!
Y bueno, el contrato, querido Juan, es el estándar de ULAD, of course!
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