Leer libros es una pasión maravillosa. Qué vamos a decir nosotros, que llevamos catorce años publicando ya chorrocientasmil reseñas, a razón de una cada día... Pero, vaya, en general está asumido en nuestra sociedad, aunque sea de boquilla, el carácter positivo de la lectura y el libro como objeto conserva su aura de icono cultural por excelencia, desde los tiempos de Gutenberg. Se celebran el Día del Libro, la Noche de los Libros, Ferias del Libro a cascoporro... Ahora bien, ¿todos los libros merecen por igual nuestro respeto? ¿Resulta tan conveniente para la salud (mental, sobre todo) leer cualquiera de los calificados como "imprescindibles" en este nuestro ubérrimo blog que, por poner algún ejemplo, los escritos... es decir, firmados por el ínclito ex-presidente Trump o la celebrity de turno? ¿Sale alguien indemne de la lectura completa de las obras de Paulo Coelho?
Nosotros tenemos claro que hay libros que no tocaríamos ni con un palo de dos metros y, siguiendo nuestra vocación de servicio público, os apuntamos algunos títulos a evitar este 23 de abril, Día del Libro, de Sant Jordi o Jorge y, en Alemania, Día de la cerveza (que también mola, no me digáis). Así que, atendiendo al consejo de un célebre personaje de la obra de J.R.R. Tolkien: ¡HUID, INSENSATOS!
Juan:
Vamos a ver, en esta vida se puede ser de derechas y hasta de ultraderecha... no pasa nada. Se puede haber sido muy de izquierdas en la juventud y evolucionar, aunque sea por causas espurias, hasta el extremo opuesto... no es el primer caso ni será el último. Incluso, rayando lo inverosímil, se podría haber pertenecido a un grupo terrorista de extrema izquierda, asesinar a martillazos a un policía y acabar ensalzando la dictadura franquista. No sería una trayectoria vital muy edificante, pero, en fin... Lo que no se puede, de ninguna manera, es pretender ser un pseudohistoriador farfallón y mascachapas, y llamar "charlatanes" a, entre otros, Raymond Carr, Joseph Pérez, Tuñón de Lara,
Juan Pablo Fusi, Javier Tusell, ¡José Álvarez Junco! Hace falta ser mentecato... A Pedrojota, sí; en eso estoy de acuerdo...
Francesc y Beatriz:
Pregunto: ¿hay algo más desgarrador que la pérdida de un hijo por una enfermedad?
¿hay algo más legítimo que intentar cumplir con los deseos que ese hijo no ha podido satisfacer?
¿hay algo más noble que emplear el resultado de cumplir esos deseos en la investigación de su enfermedad? Así que quien no vaya corriendo a su librería a hacerse con El chico de las musarañas, es que es más malo que un dolor.
Y eso es lo que nos pasa en ULAD, que somos más malos que un dolor, porque más dolor nos da que, habiendo la oferta que hay, el superventas sea un subproducto editorial cuya única virtud es la cobertura mediática del caso y la visibilidad de la protagonista. Más dolor nos da que forme parte de una campaña de marketing cuyo objetivo oculto es blanquear cosas que no tienen justificación ni cabida porque atentan contra derechos fundamentales. Más dolor nos da que por tener letras, cubierta y explicar "cosas", a alguien le de por pensar que es literatura. Pero lo que más dolor nos da de todo, hasta el punto de hacernos sangrar los ojos, es tener que enfrentarnos a cosas como:
"Tu padre quiso entrar al quirófano para darme la mano. De poco sirvió, porque cayó al suelo desmayado de la emoción en el momento en el que empezaba a asomar tu cabecita con cinco rizos rubios"
Los más avispados se preguntarán cómo hemos obtenido esa cita si, supuestamente, no hemos tocado el libro ni con un palo. Para eso están las muestras gratuitas de las primeras páginas, que en esta sociedad capitalista, "comprar" y "tocar" van muy de la mano. Porque en ULAD seremos muy malos pero, por encima de todo, también somos muy pobres y no pagamos veinte euros por un rollo de papel higiénico.
Santi (y algo de Francesc):
Este libro va sobre la libertad. La libertad de amar a quien tú quieras y como tú quieras. En definitiva, la libertad de ser tú... No, ahora en serio. Este libro va de que soy famoso y salgo en la tele y soy un snob y un borde y aunque escriba como el ojete voy a vender tropocientos millones de copias. Va de que soy un señoro engreído que cree que convierte la mierda en oro. Va de que cojo a un personaje histórico famoso (Johann Sebastian Bach por ejemplo) y me invento una especie de biografía sobre él porque yo lo valgo. Va de que utilizo expresiones como "la Superbowl de las artes" o "lo que vendría a ser un meet and greet de ahora" en un texto sobre el siglo XVIII porque soy guay y escribo como la chavalada (how do you do, fellow kids?). Y eso solo en las primeras páginas que la editorial ofrece de gratis. Va de que aunque esta novela sea un truño como pocos, la editorial ha conseguido que pongan un PUTO BANCO con la portada enfrente de la entrada del metro de Ópera en Madrid. (Ópera, ¿lo pilláis? Porque mi novela va sobre Johann Sebastian Bach). En fin, esto no va de literatura, sino de ventas, de marketing, de celebrities con el ego inflado, de promiscuidades público-privadas. De eso va.
¡Noooo! El otro día escuché como lo entrevistaban en RAC 1. Un hombre sincero e íntegro que reconoce que la tele es su hobby pero que por encima de todo es lector y, uf, escritor. Que eso es lo que (creo que dice
modestamente pero no lo aseguraría al 100%) cree que hace mejor e interpreto que es por lo que le gustaría ser recordado.
Spoiler:
a tenor de lo leído bajo tu firma, un sencillo consejo: sigue en la tele,
noi, que lo de juntar letras no es lo tuyo.
Oriol:
No he leído
De joven fui de izquierdas pero luego maduré; ni siquiera, sus primeras páginas,
aquí disponibles para los masoquistas más curtidos. Sin embargo, la impresión que me da este libro es la siguiente: parte de una premisa falaz y, antes que probar nada a nivel teórico, busca dignificar la imagen del autor. Independientemente de si nos cae mejor o peor, Toni Cantó, perpetrador de este subproducto, ha demostrado cuatro cosas a lo largo de su carrera: 1)
Que apenas sabe escribir correctamente (y eso que estuvo de jefazo en la prestigiosa Oficina del Español, chiringuito creado ex profeso para darle un techo –y sueldazo- al pobrecico tras su deserción de Ciudadanos). 2)
Que no es el más indicado para hablar de política. Su constante –y oportunista- fluctuación ideológica demuestra que antepone la billetera a los principios. 3)
Que su discurso carece de altura intelectual. Siempre ha sido reduccionista, cuando no abiertamente tramposo. 4) Que comunica dicho discurso regulín, exceptuando alguna que otra perogrullada. Sabiendo todo lo anterior, ¿quién, en su sano juicio, leería un libro titulado
De joven fui de izquierdas pero luego maduré salido de la pluma y cabeza de este tipo? Yo, al menos, no; hay cientos de amagos literarios similares de cuya ínfulas, estulticia y caspa podría reírme, pero mi sentido arácnido me dice que el de Cantó sólo lograría cabrearme. Ni me interesa la biografía de un mediocre cuyo única proeza es haber sabido medrar en este mundopayaso, ni me interesa su visión maniquea e incongruente de la política.
13 comentarios:
Muy de acuerdo con la selección que hacéis de estas perlas fétidas. De Pío Moa, el ex terrorista maoísta devenido en agitador mediático ultra, solo cabe decir una cosa: rigurosamente impresentable. Es inaudito que este cantamañanas califique de "charlatanes" (!!!!) a algunos de los mejores historiadores españoles o extranjeros. Es un intento patético de crear ruido insultando a gente respetable, infinitamente por encima de él. Nada. Ni caso. La basura que entierre a la basura y eso fue todo. Y Toni Cantó, bueno, o malo, que aprenda a escribir, aunque para lo que tiene que decir quizá no merezca ni la pena. Ya lo decía Nietzsche: hay que ponerse guantes para acercarse a semejante mierda.
Un saludo.
Entrada vindicativa, queremos más de cosas infumables y no solo de los mediáticos previsibles, sino de libros que hay que evitar para no perder el tiempo
Les llamamos libros por el formato pero bien podrían ser rollos de papel higiénico. Lo bueno es que todos los que no se venden, se recliclan para republicar otros bodrios de esta "planetaria" editorial.
"Se puede haber sido muy de izquierdas en la juventud y evolucionar, aunque sea por causas espúreas, hasta el extremo opuesto..." ¿Qué significa espúreas?
Gracias por mojaros con el tema de Ana Obregón, y dejar bien clarito que estamos hablando de DERECHOS.
En otro orden de cosas, me sumo a la petición de Eduideas de que se agradecen también reseñas de libros "normales", o incluso que hayan tenido cierto reconocimiento, y que os hayan parecido infumables (yo me fío bastante de vuestro criterio).
¡Gracias y felices lecturas!
Es espurias no espúreas y significa falso
Escucho el inicio del programa de Radio Clásica “La hora azul”, lunes 24, 14 horas, y su director y presentador trata con distancia y sin juzgar el libro “El chico de las musarañas “, dejando al oyente todos los temas abiertos, tan discutibles.
Creo que los dos reseñadores rayan la mala educación, se equivocan diciendo que habrá alguien que piense que es literatura cuando es evidente que es purga del corazón sin ningún matiz literario. Para eso ya conocen los libros de Umbral y Del Molino.
A veces en estos tiempos la comprensión y el silencio son un tesoro. Hay demasiados jueces.
No lo publiquen si creen que me sobrepaso.
A @anónimo 24-04-23, 14:09: muchas gracias por la aclaración.
El de Toni Cantó parece hecho con un formato predefinido del Power Point
Estoy de acuerdo contigo, EPS, en que la cubierta de libro de Cantó es cutre a más no poder. Aunque, si te fijas, todas las cubiertas que han aparecido en esta entrada dejan bastante que desear. Supongo que a las grandes editoriales les suda hacer un producto cuidado, pues saben que lo venderán sólo por el nombre del famosete de turno, la campaña de marketing o el morbo.
En cualquier caso, creo que el de Pío Mora tiene la peor cubierta con diferencia; las del resto son tirando a sosillas y "souless", que dirían en inglés, pero al menos tienen tipografías y composiciones más o menos elegantes.
Hola Oriol
Mi voto aún así iría por el de Risto Mejide: Poner un piano de cola en la portada de un libro sobre Bach es como poner una máquina de escribir en una biografía de Cervantes.
¡Hay que estirarse más! Todo lo que no sea dar nombres de los favoritos de las actuales élites intelectuales es ufanarse de ser el osito de mimosín. Jugar a Jordi Évole.
¿para cuando una reseña del gran Juarma?
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