jueves, 17 de mayo de 2012

Colaboración: Estrella distante de Roberto Bolaño

Idioma original: español
Año de publicación: 1996
Valoración: imprescindible

Confesémoslo: seguramente la perspectiva con que se afronta la obra de Bolaño es diferente, debido al mito que se ha edificado tras su muerte hace ya nueve años. Leí hace mucho tiempo, ilustrado por los oportunos gráficos térmicos, con rojos irradiantes mostrando zonas de actividad, un breve artículo que explicaba cómo distintos sectores del cerebro se activan en función de si probamos un vino “normal” o un vino que nos han descrito como “caro”. Así que, salvo que hayamos dado la espalda a la mayoría unánime de la crítica, es difícil enfrentarse a la lectura de un libro de Bolaño sin que esa parte se active: es muy bueno, y yo he de comprender el motivo.

Y hay muy pocas posibilidades de catar a ciegas: Bolaño construyó un imaginario propio de personajes y lugares (y tramas y situaciones y bromas privadas) que imposibilita no reconocerlo una vez se ha leído algo de él.

Estrella distante fue publicado cuando aún era uno de tantos escritores sudamericanos semi-desconocidos residentes en España. De hecho, y como para corroborar mi párrafo anterior, se trata de una extensión de un relato incluido en un falso (por futurista, por imaginativo) compendio de escritores llamado La literatura nazi en América, única de sus obras no publicada inicialmente en Anagrama, sino en Seix-Barral. Su explosión con Los detectives salvajes y, póstumamente, con 2666, quedaba aún muy lejos.

Seguramente por ello, este libro no muestra un escritor tan ambicioso en el tratamiento de los temas. Aunque lo que hay no es poco. Estrella distante es (o preferimos que sea, para reconfortarnos ante la idea de que no es posible tanta maldad) una ficción sobre personajes relacionados con el golpe de estado de Pinochet en el 73. Sobre estudiantes de talleres literarios, inofensivos aprendices de poetas con la única ilusión de escribir y ser leídos, opinar y ser opinados. Sobre el mal absoluto, y como se obstina en sobrevivir, en encontrar nuevas guisas que lo perpetúen. No tiene mucho sentido extenderse más acerca de lo que trata.

Pero sí sobre cómo se trata.

Bolaño se consideraba a sí mismo más poeta que prosista. Motivos no le faltaban. Las palabras, las imágenes que evocan y las que esconden por pudor o por miedo al horror. El uso de ritmo y pausas, elipsis, y silencios. Cómo escribía este hombre en prosa. Le cuesta menos de 20 páginas iniciales, justo las que nos llevan al episodio de las gemelas Garmendia: que a cualquiera que le interese mínimamente la literatura como obtención de inexplicable placer, ese que procede tanto de crear imágenes en nuestra cabeza como de que éstas vengan acompañadas de la estética del lenguaje… a cualquiera así, son suficientes esas 20 páginas para saber que se está ante una novela extraordinaria, y seguir hasta el final.

Firma: Francesc Bon

También de Roberto Bolaño en ULAD: Aquí

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena reseña. Espero podamos contar pronto con una de "La literatura nazi" o "La pista de hielo". Saludos

Carlos

Anónimo dijo...

Buena reseña. Espero podamos contar pronto con una de "La literatura nazi" o "La pista de hielo". Saludos

Carlos

J dijo...

Este es un excelente libro tanto para iniciados en la literatura de Bolaño como para quienes deseen conocer su imaginario. Y me parece genial la intertextualidad con otras de sus obras.

Pablo GP dijo...

Me gustó bastante. Bolaño en estado puro, sin pulir, la antesala de sus dos obras maestras; aunque sería engañoso pensar que se trata de una obra menor.
Por cierto, magnífico título.

Sol Elarien dijo...

Gracias por la recomendación, hay momentos duros y fragmentos estupendos, con cierto aire quijotesco que emociona, me han encantado las historias que intercala sobre Juan Stein, Soto, Petra-Lorenzo y ese estilo a caballo entre la realidad y la ficción en la que no sabes si lo que cuenta son unas memorias o una novela.
Besos.

Gabriel Diz dijo...

Carlos Wieder me remitió inevitablemente al ex capitán Alfredo Astiz, condenado por crímenes de lesa humanidad en Argentina. Conocería Bolaño su historia?

Francesc Bon dijo...

Pues no sé si conocía su historia, pero la mera existencia de personajes parecidos a Wieder produce bastantes escalofríos. Gracias por el comentario, y ahora veo que estos en concreto de mi primera entrada en este blog habían quedado sin respuesta. Leo este libro cada cierto tiempo sin cansarme de tan siquiera una de sus páginas.

Anónimo dijo...

Hola,

Uno de mis libros preferidos de Bolaño. Segunda lectura que hago y me gustó más que primera.
Supongo que entre medio he leído mucho más de Bolaño y vas entrelazando mejor su mundo.
Muy de acuerdo con Sol Elarien sobre lo buenas que son estas historias intercaladas

Saludos

Gerónimo

Anónimo dijo...

Para bolañeros muy cafeteros. Obra maestra.
El capítulo 4 dedicado a Stein es tan soberbio como deslumbrante es su referencia al tal Cherniakovski. Todos son sobresalientes: una novela redonda.
Abstenerse aquellos que se atreven a afirmar que Bolaño está sobrevalorado, que 2666 es perfectamente prescindible y que Ruiz Zafón es un grandísimo escritor pero no tanto como Eduardo Mendoza.