sábado, 16 de octubre de 2021
Manuel Vázquez Montalbán: O César o nada
lunes, 16 de septiembre de 2024
Zoom: Conversaciones sobre la escritura por Andrea Camilleri Y Manuel Vázquez Montalbán
Año de publicación: 2021
Traducción: Ernesto C. Gardiner
Valoración: recomendable, sobre todo para fans
Existe un particular género de libros que creo tiene más predicamento en Italia que en otros países (al menos, son italianos los ejemplo que yo conozco) que es el de los diálogos con o entre escritores. En algunos casos, se trata de periodistas u otros autores hacen ua se vuelve na larga entrevista a un colega con el objetivo declarado de publicarla como libro; en otros, como es el caso, se trata de la transcripción de conversaciones, más o menos públicas, entre escritores, como las que se producen en un festival literario, para solaz de sus asistentes o auspiciadas por algún medio de comunicación. Lo ideal, claro está, es que los participantes en la conversación tengas cosas interesantes y si además se conocen de antes y se llevan bien, se vuelve mucho más fluida.
Eso es lo que pasaba con Manuel Vázquez Montalbán y Andrea Camilleri, que eran amiguetes, lectores mutuos y admiradores recíprocos de la obra del otro - de hecho, es bien sabido y además lo cuenta en este libro, Camilleri le puso Montalbano a su personaje más conspicuo en honor del escritor catalán-; no sólo eso: ambos compartían ciertas circunstancias biográficas, como si origen "periférico" dentro de sus respectivos estados, haber crecido bajo una dictadura fascista y una militancia comunista común. Y, sobre todo, una concepción de la novela negra "mediterránea", diferente en algunos aspectos de la tradición anglosajona o la escandinava
En las cuatro conversaciones recogidas en este libro -quizá tres, en realidad, pues las dos últimas tuvieron lugar el mismo día y podemos considerarlas como continuación una de la otra- , llevadas a cabo entre 1998 y 2000, disertan sobre todos estos temas y otros más-; desde su formación literaria, su identidad cultural o, cómo no, su afición a la gastronomía, que ha trascendido a sus personajes. He de señalar aquí, por querencia personal, las menciones que hacen a un referente común, también cultivador de la novela policíaca "mediterránea", aunque con un sentido más político: el maestro Leonardo Sciascia. La primera de las conversaciones, por otro lado, tuvo lugar durante un festival literario en Mantua y por ello cuenta con el interés añadido de algunas preguntas por arte del público (como la inevitable de por qué Carvalho quemaba libros... De hecho, un libro al día ; )
En fin, que se trata de un librito rápido de leer y muy interesante, sobre todo para los muchos seguidores/ as de la obra de estos dos grandes escritores, ya desaparecidos, y, en los tiempos que corren, a menudo recordados.
Otros muchos títulos de Andrea Camilleri reseñados en Un Libro Al Día: aquí
Y también unos cuantos (no tantos) de Vázquez Montalbán: acá
domingo, 9 de septiembre de 2018
Manuel Vázquez Montalbán: Autobiografía del general Franco
“Sin prisas pero sin pausas le estamos olvidando general y olvidar el franquismo significa olvidar el antifranquismo, el esfuerzo cultural ético más generoso, melancólico y heroico en el que se resistieron puñados de mujeres y hombres de la raza de (…) No quiero hacer un inventario de mártires, ni de laceraciones, ni de tiempo perdido. Me temo que dentro de cincuenta años los diccionarios enciclopédicos audiovisuales irán reduciendo el capítulo dedicado a usted: cuatro imágenes, cuatro gestos, cuatro situaciones y una voz en off obligada al resumen y a la objetividad histórica”.
sábado, 6 de marzo de 2010
Manuel Vázquez Montalbán: Galíndez
Fecha de publicación: 1991
Valoración: Está bien
La novela está basada en un hecho histórico y es una mezcla muy interesante entre la escritura novelística y el documental. Vázquez Montalbán nos relata fragmentos de la vida de Jesús de Galíndez, afiliado al PNV, político activo durante la Guerra Civil y posteriormente una de las figuras más activas del Gobierno Vasco en el exilio. Su exilio pasó primero por París de donde marchó a la República Dominicana. Allí vivió varios años hasta que finalmente se instaló en EEUU donde ocupó plaza como profesor en la Universidad de Columbia. Su actividad desde entonces se centró en evitar que el gobierno franquista ingresara en la ONU, fortalecer las relaciones del Gobierno Vasco con los EEUU y realizar una tesis sobre la dictadura de Trujillo, tesis que le costó la muerte. El 12 de marzo de 1956 desapareció de su apartamento en Nueva York y nunca más se volvió a saber de él.
Vázquez Montalbán se centra en la investigación de su desaparición y le da voz a un personaje femenino: una doctoranda estadounidense convencida de la participación de su país en la desaparición de Galíndez y con la intención de rastrear qué hizo el régimen de Trujillo con el político vasco. Partiendo de esta premisa, la novela da continuos saltos entre la realidad de la investigadora y la vida -y ante todo, los últimos momentos- de Galíndez. Sin lugar a dudas, la novela es muy interesante como documento histórico, más o menos fiable. No obstante, si como documental está bien, como novela flojea. Le falta ritmo, le falta evolución en determinados momentos. Algunos pasajes son tediosos, demasiado recargados, especialmente en los monólogos interiores de los personajes, aunque también es cierto que en estos monólogos se encuentran algunos de los momentos más sobrecogedores de la novela.
En definitiva, una novela que está bien, vale la pena leer, especialmente por las circunstancias históricas que relata, pero a la que le falta ritmo.
viernes, 15 de abril de 2016
Alfonso Asensio: The Cipango Punch
Año de publicación: 2016
Valoración: recomendable
Pero lo que resultan aún más insólitas, hasta donde yo conozco, son las novelas de Alfonso Asensio. la anterior, Kakutogi Barrio, y esta segunda parte -aunque se puede leer sin problemas de forma independiente- The Cipango Punch. Insólitas primero por su ambientación, principalmente en el japón actual, pero también en otros lugares de Asia. Después, por la visión que da de estos sitios, a medio camino entre la erudición y el costumbrismo nada idealizante, y luego, por el tipo de novelas de que se trata: un noir -o como se llame en japonés- lúcido pero estilizado, protagonizado por un personaje no menos insólito que la propuesta literaria en sí: un luchador español, M., veterano de los circuitos de peleas clandestina controlados por la mafia japonesa en los distritos de diversión de Tokio. Superviviente al desmembramiento del grupo para el que trabajaba, M. se refugia en China junto con su novia, Carly. pero un par de años después, acuciado por la necesidad económica y quizás también el aburrimiento, ambos deciden seguir el rastro del dinero de una antigua cuenta del grupo, en una "búsqueda del tesoro" que se desarrolla no sólo en Japón, sino también en otros escenarios como las emergentes ciudades chinas o Bangkok (inevitable el recuerdo de una de las mejores novelas de la serie Carvalho, y de su autor, Manuel Vázquez Montalbán) y darnos a conocer ambientes tan, en principio, ajenos al lector occidental como el de la industria pornográfica japonesa o los grupos nacionalistas de ultraderecha de ese país.
Hay que decir que las cualidades como narrador que Asensio ya demostraba en Kakutogi Barrio se ven refrendadas y hasta superadas en este nuevo libro; más allá de la trama, la cuidada ambientación o la acción -que, aunque suene a tópico, por momentos resulta trepidante-, de la novela destaca la excelencia de su estilo y la clara fluidez de la narración. Es cierto que a ello contribuye, tal vez, que en esta segunda parte el relato no está entreverado con capítulos retrospectivos sobre la infancia del protagonista y las circunstancias que le llevaron hasta ser un luchador clandestino en Tokio. Pero también creo que se debe a un mayor oficio del autor (sin que eso signifique que Kakutogi... tuviese alguna carencia literaria, ni mucho menos), a una evolución suave pero evidente que esperemos continúe y le lleve a conseguir aún muchos logros en este buen camino que ha iniciado. Aconsejo que estemos atentos a ello.
Otros títulos de este autor en Un Libro Al Día: Kakutogi Barrio
lunes, 17 de diciembre de 2018
LO MEJOR DEL 2018, SEGÚN ULAD, MODESTIA APARTE
- Lo mejor del año: Cualquier libro de Dovlátov
- Libros de relatos del año: Los peligros de fumar en la cama y Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enriquez.
- Novela chanante del año: Lectura fácil, de Cristina Morales.
- Biografía novelada del año: El don de la fiebre, de Mario Cuenca Sandoval.
- Novela gráfica del año: Lo que más me gusta son los monstruos, de Emil Ferris.
- Novelas que ni carne ni pescado: La vegetariana, de Han Kang y Cara de pan, de Sara Mesa.
- Libro de autoficción-que-mátame-camión: Clavícula, de Marta Sanz.
- Desvarío-tan-friki-que-hasta-tiene-gracia del año: Así habló Zaratustra. El manga.
- Libro que no me atreví a reseñar: Cuando sale la reclusa, de Fred Vargas.
- Descubrimientos del año (para este humilde lector): Mariana Enriquez, Wisława Szymborska, Eduardo Halfon, Guillem López.
- Novelazas: Al este del edén, de John Steinbeck, y Picnic en Hanging Rock, de Joan Lindsay.
- Novelas también destacables: Matadero cinco, de Kurt Vonnegut, y Siempre hemos vivido en el castillo, de Shirley Jackson.
- Novelas breves: Novela de ajedrez, de Stefan Zweig, La casa de las bellas durmientes, de Yasunari Kawabata, y cualquiera de las escritas por Natalia Ginzburg.
- Clásicos releídos: Frankestein, de Mary Shelley, y Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes, de Thomas de Quincey.
- Debuts asombrosos: No, mamá, no, de Verity Bargate, Tranvía 83, de Fiston Mwanza Mujila, y La llave maestra, de Masako Togawa.
- Relato destacado: "Los trenes", compilado en Cuentos de lo extraño de Robert Aickman.
- Novela gráfica: Emigrantes, de Shaun Tan.
- Ensayo: Modos de ver, de John Berger.
- Decepciones: El hombre que mira, de Alberto Moravia, Lucifer Circus, de Pilar Pedraza, y Claus y Lucas, de Agota Kristof.
- Autores descubiertos: Stefan Zweig, Natalia Ginzburg, Shirley Jackson.
- Editoriales que más han mimado mis gustos lectores: Impedimenta y Hermida Editores.
- Editorial a la que no le pillo el tranquillo: Cabaret Voltaire (aunque su Canción dulce me encantó).
- Relatos hispanoamericanos del año: Pelea de gallos (Mª Fernanda Ampuero) y No aceptes caramelos de extraños (Andrea Jeftanovic)
- Relatos "resto del mundo" del año: Estudios de lo salvaje (Barbara Baynton)
- Novela hispanoamericana del año: Mejor la ausencia (Edurne Portela)
- Novela "resto del mundo" del año: El ala izquierda (Mircea Cartarescu)
- Ensayo del año: Una sola muerte numerosa (Nora Strejilevich)
- Artefacto literario del año: Saturno (Eduardo Halfon)
- Rescate del año: El zorro de arriba y el zorro de abajo (José María Arguedas)
- Relectura del año: El acoso (Alejo Carpentier)
- No acabo de pillarle el punto a: Marta Sanz y Sara Mesa
- Propósito 2019: Releer y reseñar todo "El mar de la fertilidad" de Mishima
- Mi mejor lectura del año: El viaje vertical, de Vila-Matas
- Novedades que salvo, y mucho: Las posesiones, de Llucia Ramis
- Te gustará si votaste o piensas votar a Vox: Ordesa de Manuel Vilas. (Esto es una broma muy del momento, ni siquiera comprendería que le gustara a alguien, y los que votan a Vox ni leen libros ni leen blogs literarios, seguro)
- Hartito de darles más oportunidades: Trueba, Amat, y otros involucrados en el socavón que se abre bajo lo que fue antes Anagrama.
- Propósitos de año nuevo que caerán seguro: Barth, Gaddis, Vollmann. Y ya que otros toman gustosos el relevo de la actualidad, re-lecturas a manta.
- Lo mejor del año: las relecturas de Lorca (Bodas de Sangre / Yerma) y Carpentier (El siglo de las luces)
- Narrativa: quizá Lectura insólita de 'El capital', de Raúl Guerra Garrido, porque el nivel, la verdad, no ha sido muy espectacular
- Descubrimientos: Antonio Di Benedetto (Zama), y la faceta literaria de Henri Michaux (Un bárbaro en Asia)
- Reconciliación con, y por lo tanto reapertura de puertas a: Michel Houellebecq (gracias a El mapa y el territorio)
- Ensayo: entre bastante igualdad, finalmente me decanto por Jean-Yves Jouannais (El uso de las ruinas, reseña dentro de poco)
- Clásico: Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy, de Laurence Sterne
- Experimento: Me acuerdo, de Georges Perec (reseña también en unos días)
- Decepciones: varias, moderadas, quizá la más fastidiosa, por los elogios que arrastraba, Velocidad de los jardines, de Eloy Tizón
- Intenciones: un hipertocho que llegará pronto, volver a Di Benedetto, quizá a Sabato, cosas interesantes... y, sí Koldo, Cartarescu también.
- Mejor novela clásica: El caso Maurizius, de Jakob Wassermann
- Mejor retrato de este siglo: Un libro de mártires americanos, de Joyce Carol Oates
- Mejor novela histórica: Pekín en coma, de Ma Jian
- Mejor novela satírica: Corazón de perro, de Míjail Bulgákov
- Mejor distopía: El cuento de la criada, de Margaret Atwood
- Mejor novela no-realista: Helada sangre azul, de Yuri Buida
- La peor novela leída este año: El sanatorio, de Nuria Amat
- Mejor ensayo novelado: Autobiografía del general Franco, de Manuel Vázquez Montalbán
- Mejor libro de viajes: El gran bazar del ferrocarril, de Paul Theroux
- En proceso: Karoo, de Steve Tesich
- Lo mejor del año: Actos humanos, de Han Kang y Permagel/Permafrost, de Eva Baltasar, ex aequo
- Experimento exitoso del año: Lincoln en el Bardo, de George Saunders
- Obra teatral del año: Incendios, de Wajdi Mouawad
- Tochonovela del año: Pachinko, de Min Jin Lee
- Mejor ensayo político/social del año: Descolonizar la mente, de Ngugi Wa Thiong'o
- Mejor ensayo sobre arte del año: La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres, de Siri Husdvedt
- Autobiografía del año: La analfabeta, de Agota Kristof
- Grandes descubrimientos: Eva Baltasar, Mircea Cartarescu, Han Kang, Jesmyn Ward, Vivian Gornick, Marta Orriols
- Autores clásicos que debería haber leído antes: August Strindberg
- Libro del que no debería ni haber pasado de la portada: Bellas durmientes, de Stephen King y Owen King
- Decepción del año: Ni aquí ni allí, de Tommy Orange
- Autores por descubrir: Rachel Cusk, Lucia Berlin, Shirley Jackson
- Caerán más libros de: Mircea Cărtărescu, William Faulkner
- Lectura fascinante del año: Solenoide, de Mircea Cartarescu
- Poemas más disfrutados. Con la emoción: La policía celeste, de Ben Clark. Con la razón: Epístoles a Josep Carner, de Salvador Oliva.
- Novelas con viaje de regalo incorporado (sin despegar del sofá). A Marsella: Total Khéops, de Jean Claude Izzo. A Sicilia: El mar color de vino, de Leonardo Sciacia. A Sudán: Época de migración al norte, de Tayyeb Saleh.
- Ellas escriben como los ángeles: Las posesiones, de Lucía Ramís. El asesino tímido, de Clara Usón. Postales coloreadas, de Ana Alcolea. Ellas dibujan como los mismos: Bárbara Maravilla, de Marta Alonso Berná.
- Ellas siempre han escrito como los ángeles: Palabra de mujer, de Carme Riera. Loxandra, de María Iordanidou. El cuaderno prohibido, de Alba de Céspedes.
- Momentazos antillanos: Archipiélagos, de Abilio Estévez. La guaracha del macho Camacho, de Luís Rafael Sánchez.
- Pequeñas decepciones: Taxi, de Carlos Zanón. L’hora violeta, de Montserrat Roig.
- Autor descubrimiento del año: Margaret Atwood
- Novela(ZA) descubrimiento del año injustamente olvidada: Primera sangre de David Morrell
- Clásico del año: Marianela de Benito Pérez Galdós
- Novela (que como no podía ser de otra manera, supera a la película) del año: Tomates Verdes Fritos de Fannie Flagg
- Relectura provechosa del año: Las hermanas Grimes de Richard Yates
- Lectura LGTBI del año: La chica danesa de David Eberhoff
- Objetivos cumplidos del año: Lectura y reseña de novela gráfica
- Conceptos aprendidos del año: La diferencia entre "literatura" y "producto literario". El género del ciclo cuentístico.
- Objetivos para el año que viene: me abstengo, que luego me siento fatal.
- Mejor novela: La pasión de Jeanette Winterson y Teoría general del olvido de Agualusa, ex aequo
- Mejor novela española: Cara de pan de Sara Mesa (aunque a algunos colegas ULADianos les duela)
- Mejor volumen de relatos largos / novelas cortas: El silencio y los crujidos de Jon Bilbao
- Mejor volumen de microrrelatos: Hombres varios de Ror Wolf.
- Mejor libro de no fición: Goethe en Dachau, de Nico Rost, y Una sola muerte numerosa de Nora Strejilevich
- Ciencia ficción de la buena: Mil millones de años hasta el fin del mundo, de los hermanos Strugatski, y Distópicas y Poshumanas. Antología de escritoras españolas de ciencia ficción.
- Nuevas editoriales a las que apoyar: La Caja Books y Editorial Tránsito
martes, 17 de octubre de 2017
Rubem Fonseca: Bufo y Spallanzani
Título original: Bufo & Spallanzani
Año de publicación: 1985
Valoración: Muy recomendable
Gracias a dios que hace tiempo que la novela policiaca no se considera como un género menor, sin importancia o interés; ya casi nadie se atrave a despreciar un género que nos ha dado las novelas de Camilleri, Petros Markaris, Manuel Vázquez Montalbán o Leonardo Padura, por mencionar a unos cuantos. Y es en esa digna tradición de la novela policiaca bien escrita y bien pensada donde se sitúa Rubem Fonseca, escritor brasileño de justa merecida fama internacional.
Hace ya algún tiempo que reseñé por aquí El seminarista, una novela que clasifiqué como "divertida"; sin embargo, después de leer Bufo y Spallanzani, aquella otra empalidece y parece claramente una obra inferior, por su menor complejidad y ambición. En Bufo y Spallanzani, el enredo policiaco existe (de hecho adopta la clásica forma del whodunit, del crimen violento que el detective debe resolver), pero este enredo es secundario en una obra que juega a crear distintos niveles narrativos y textuales superpuestos, casi como Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino aunque con más humor.
En realidad, crímenes hay tres, sucedidos en tres momentos y lugares diferentes: el asesinato de la millonaria Delfina Delamare; el supuesto fraude de un hombre que se finge muerto para cobrar el seguro; y el asesinato de una mujer en una villa de retiro en medio de la selva. Lo que los tres crímenes tienen en común es la coincidencia de dos personajes: el escritor (y narrador encubierto de la novela), Gustavo Flavio, antes conocido como Ivan Canabrava, y el policía Guedes, que se encargará de investigar los tres crímenes en distintos momentos de su carrera.
Pero como digo, lo de menos es al final descubrir quién cometió los tres crímenes; lo mejor es el juego de historias dentro de historias; de voces que se suplantan unas a otras, con distintos nombres y distintas personalidades; las autoreferencias metaliterarias (el escritor Gustavo Flavio está obsesionado con escribir una novela titulada Bufo & Spallanzani) o el sentido del humor propio de Rubem Fonseca, que se manifiesta en su estilo desenfadado (que, una vez más, no sé cómo habrán conseguido mantener en la traducicón española), y en la galería de personajes alocados que rodean a los protagonistas y que crean un mundo tan irreal como creíble.
Tengo entendido que esta es la obra maestra de Rubem Fonseca, y como decía al principio, comparándola con El Seminarista se ve claramente que existe en esta una mayor ambición, una complejidad mucho mayor y un deseo consciente de experimentar con la forma y con el género. En todo caso, si la calidad de las obras (y el placer de lectura que proporcionan) se mantiene en el nivel de estas dos, no cabe duda de que vale la pena seguir leyendo al escritor brasileño. Sobre todo, si eres amante de la buena literatura policial.
Del mismo autor: Vastas emociones y pensamientos imperfectos, El seminarista, El gran arte,
sábado, 16 de noviembre de 2024
Andrea Camilleri: La ópera de Vigàta
Título original: Il birraio di Preston
Año de publicación: 1995
Traducción: Juan Carlos Gentile Vitale
Valoración: recomendable, como poco
Ya lo dice el adagio popular: "Un Camilleri al año no hace daño". Dos, en verdad, porque hace poco reseñé en este sacrosanto blog las conversaciones del escritor siciliano con su colega y amigo Manuel Vázquez Montalbán (aquí). Que, de hecho, es el libro que me ha llevado a la relectura de este otro, pues en el primero Camilleri reconocía la influencia que había tenido sobre él la novela El pianista, de MVM, o, mejor dicho, su estructura, ya que le había dado la solución para componer esta La ópera de Vigàta y evitar la planitud que le hubiera otorgado un tipo de narración más convencional. En concreto, la historia no sigue el orden cronológico y los diferentes episodios están alternados en el tiempo (como la película Pulp Fiction, para entendernos). No es la primera novela en y utilizar esa técnica ni será la última, pero, en cualquier caso, Camilleri tuvo un acierto al adoptarla, pues, ciertamente, es lo que le aporta un mayor interés a una historia ya de por sí sugestiva. cada capítulo, además, se inicia con una frase sacadad de una obra literaria o incluso una ópera célebre, o que acentúa el tono de sorna que le ha pretendido dar el autor a esta novela.
Pero, a todo esto ¿de qué trata concretqamernte La ópera de Vigàta? Pues de una ópera, claro está; en concreto, Il birraio di Preston (La cervecería de Preston) de Luigi Rizzi, cuya representación el prefecto de Montelusa, el un tanto obtuso caballero doctor Bortuzzi, impone en 1874 a los habitantes de la vecina Vigàta -que, como todo lector de Camilleri sabrá, vendría a ser el Macondo de este escritor; una traslación de su Porto Empedocle natal-, en contra de la voluntad general, para la inauguración de su teatro. Como cabe suponer, debido a esa resistencia por parte de los vigatenses, acaba todo como el rosario de la aurora (ya digo que el orden cronológico de la historia está trastocado, así que develarel final no puede considerarse aquí como un spoiler). El argumento, aunque nos pueda parecer exagerado, está inspirado en hechos reales ocurridos en la también siciliana localidad de Caltanissetta, debido a la imposición de esa misma ópera.
Como también cabe suponer por cualquiera que haya leído antes a este escritor, Camilleri aprovecha para, además de hacernos pasar un rate divertidísimo, gracias a su dominio de los recursos humorísticos y sobre todo, a esa característica capacidad suya de alternar el trazo fino con el grueso, con hilarantes resultados, ofrecernos toda una panoplia de personajes de lo más variopinto, que cabe suponer como característicos tanto de la Sicilia decimonónica como, incluso (y quizás sobre todo), de la de fines del siglo XX; encontramos tanto a gente del pueblo llano como aristócratas, profesionales liberales, sacerdotes, mafiosos -no podían faltar-, autoridades de diferente rango... de hecho, Camilleri aprovecha para hacer una disección -muy entretenida, eso siempre- del poder y cómo se ejerce, en la que el poder político, representante, por aquel entonces de un aún jovencísimo estado italiano, no sale demasiado bien parado (tampoco sé si saldría mejor hoy en día y no únicamente en Italia, porque la incompetencia e incluso negligencia de las autoridades responsables es algo demasiado frecuente en todas partes, me temo, como se puede comprobar en la gestión de los desastres naturales, por ejemplo).
De esta forma, conocemos al médico Gammacurta, a la señora Concetta, viuda de Lo Russo y su amante, el joven Gaspàno, el estibador Turiddru Macca, el ingeniero Hoffer, el delegado Puglisi, el temible comendador Restuccia, el canónigo Bonmartino... y muchos otros personajes que harán las delicias del lector o lectora que se decida a leer este libro. Que, ya digo, puede tener una ligera dificultad inicial debido al desorden cronológico (orden alternativo, sería más correcto decir), pero que al cabo de pocas páginas es algo que le da un plus a la novela y lo convierte, aún más, en memorable.
Muchos más libros de Andrea Camilleri reseñados aquí
sábado, 3 de agosto de 2019
Santo Piazzese: Asesinato en el Jardín Botánico
jueves, 9 de abril de 2020
Andrea Camilleri: Km 123
“Para saber hoy cuál es la situación socioeconómica de Suecia o para conocer los problemas de España, los gialli de Henning Mankell y de Manuel Vázquez Montalbán sirven mejor que un dogmático ensayo reservado a especialistas.”