Año de publicación: 1972
Valoración: Recomendable
Podríamos resumir el argumento de este libro como la historia de un grupo de amigos que intenta volar una de las facultades de la Ciudad Universitaria allá por el año 1969, aproximadamente. El problema es que ceñirnos exclusivamente a lo argumental hace que la idea que se transmite de Pólvora mojada resulte de lo más parcial. Porque esta "novela" tiene diferentes vertientes y lecturas.
Para empezar, hay que decir que Pólvora mojada tiene mucho de novela autobiográfica y documental. El componente autobiográfico se observa en los personajes de Paco y Loren, que reúnen elementos de la vida de autor (origen, profesión, etc); el carácter documental, por su parte, procede del retrato que el autor realiza del ambiente universitario de la época: asambleas, manifiestos, protestas, tensión política, etc. Ahora bien, se trata de un retrato bastante desmitificador
(...)no decirle que no a Paco cuando contó con él para dar ideas y poner en marcha el FAT tenía bastante de inercia aventurera, de tocador de palillos que repica en uno más, de decepcionado que se deja llevar por lo único en lo que puede creer: esa fuerza destructora.
Lo anterior no implica renegar del carácter eminentemente novelesco y ficcional del libro. El contexto sociopolítico es el marco en el que se encuadran unos personajes insertos en una trama que tiene bebe de dos de las principales tradiciones literarias españolas: el esperpento y la picaresca. Ambas permiten al autor ponerse a repartir palos a diestro y siniestro (al mamoneo de cargos y prebendas, al machismo de la época, al periodismo al servicio del poder, a los revolucionarios de salón, al infantilismo de algunas organizaciones, etc) y acercarse, aunque sea de forma más tangencial, a otros temas como el éxodo rural.
Entre los puntos fuertes de la novela destacaría:
- la construcción de personajes a partir del lenguaje,
- el lado semidocumental del libro,
- los riesgos formales que el autor toma en el último tercio de la novela, en la que monólogo interior, narración más o menos convencional o comunicaciones entre los diversos cuerpos policiales durante el asalto a la Universidad se intercalan con la cotidianeidad de la población (¿las 2 Españas, quizás?), y
- el lenguaje. Si bien inicialmente resulta algo extraño ese lenguaje algo en desuso (lo que cambian las cosas en 50 años), una de los aspectos más logrados del libro es la voz propia que el autor consigue dar a unos personajes de diversos orígenes geográficos y sociales. Parece una estupidez, pero no lo es.
Así que, si bien no es fácil cogerle "el tranquillo", Pólvora mojada tiene una sorprendente vigencia y méritos literarios más que suficientes para justificar su recuperación, aunque hayan pasado más de 50 años de su publicación.
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